Un seguidor de Mahoma mata a tres personas en una iglesia y, en reacción, el alcalde de la ciudad ordena el cierre de todas las iglesias, no de las mezquitas. Ahí está encerrada la razón por la que a Europa le espera probablemente un futuro de sumisión.
Olviden por un momento que el asesino de tres personas en una iglesia católica es musulmán. Olviden, solo por mor del argumento, los principios del islam, su historia, sus mandamientos, su filosofía; imaginen que es cualquier religión, cualquier fe. Imaginen que se trata de adoradores de la diosa Kali o parsis, da igual. Lo realmente relevante, lo significativo, lo que va a decidir nuestro destino como civilización es que ellos tienen algo por lo que morir y nosotros, no.
Cerrar las iglesias, de hecho, es una perfecta prueba de sumisión a todo lo que representa religiosamente el perpetrador del crimen.
En absoluto insinuamos que sea representativo de su fe el crimen que ha cometido, aunque, desde luego, es sencillamente inimaginable el caso contrario hoy. Pero lo evidente es que cerrar los templos de los ‘infieles’ debe de haberles complacido.
No son dos religiones en pugna; es una religión contra una nada. Es un conflicto entre quienes tienen algo por lo que morir y quienes ven en la muerte lo peor que puede sucederles, el mal que hay que evitar a toda costa, a costa de la sumisión, de la rendición, de la vergüenza, de lo que sea.
En nuestro país, España, asistimos impávidos y muy quietos a las más arbitrarias, desmedidas, inconstitucionales, ineficaces y liberticidas medidas de un gobierno que está destruyendo metódicamente las garantías democráticas y nuestra estructura económica. Y todo por una probabilidad ínfima de morir a causa de un virus (lo de “ínfima” no es negacionismo mío: mire las cifras oficiales y haga usted mismo los cálculos).
El error fundamental de nuestro tiempo es contar solo con lo cuantificable. Si nos fijamos en eso, podemos ver que (aún) somos en nuestras tierras mucho más que los abanderados de la ajena religión, que somos mucho más ricos, mucho más avanzados, con instituciones y leyes y tecnología mucho más sofisticadas. ¿Qué tenemos, entonces, que temer?
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El asesino ha conseguido su objetivo.
Europa desde hace decadas presenta una insolita conducta de suicidio cultural, el dia de ayer en una cadena francesa de TV Éric Zemmour analizo los origenes de esto y concluye entre otras cosas que es insensato dialogar con una religion en donde uno de sus fundamentos estipula la erradicacion fisica del contrario.
El problema es que el obispo de Niza ya anunció ayer que cerraría las iglesias. El alcalde y el obispo se han confabulado en el mismo propósito de cerrar iglesias. Me recuerda a cuando por un simple covid 19 hubo obispos que ordenaron cerrar iglesias, y al poco tiempo nos encontrábamos con que había policías que impedían abrirlas a los pocos valientes que lo intentaban. Si les das la mano se toman el brazo.
Quéeeeeeeeeee????🤤😨
A ver: publicamos las caricaturas, los musulmanes matan cristianos, cerramos las Iglesias. Ah, claro.
¡Dios mío! Suscribo todos los comentarios anteriores. Y el artículo. ¡Por favor, que se HABLE de esto!!!
Os informo que las mezquitas también han sido cerradas.
Animo, ………….. a un paso de cerrarlas definitivamente en toda Europa.
Animo, a un paso.
Eso mismo estaba pensando yo ¿van a cerrar los institutos franceses?
Siempre en contra de los catolicos, en vez de expulsar a los que no saben convivir civilizadamente se cierran iglesias y al frente el Obispo, alguien tiene que frenar estas aptitudes
Acontezca lo acontezca, la decisión siempre es cerrar las Iglesias.
Malheureusement, les Français, comme Isac, ont renoncé à leur droit d’aînesse à la foi catholique en Occident pour un plat de lentilles de mauvaise qualité. Le dôme de l’islam dit qu’il ne supporte pas ces actes de barbarie, mais ils ne font rien pour les compter (??? !!!). Le lâche préfet de Nice ordonne la fermeture des églises et l’évêque reste commodément silencieux (refusant de reconnaître le Christ, Seigneur de tous) par crainte des employés de la masse. Mais tout cela est prévu (de nombreuses professions) et ça va empirer, mais à la fin les Français, comme Pierre, pleureront sur leur trahison et trouveront la Miséricorde du Vrai Dieu.
El enemigo no son tanto los musulmanes son los líderes masónicos que nos gobiernan y que son los que alientan la inmigración masiva . El llamado islamismo no es más que una sucesión de banderas falsas se ha demostrado que el Estado islámico la primavera árabe son todos fenómenos provocados desde lugares que nos son desiertos lejanos
Los que quieren ealgo y tienen decisión de exterminar dos son nuestros propios políticos