Hace un año, en el marco de la 105ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el Papa Francisco inauguró la escultura «Ángeles sin saberlo» (Angels Unawares), en la plaza de San Pedro. El pasado domingo, celebrando la 106 Jornada Mundial, una réplica llegó a Washington, capital de los Estados Unidos, informaba Vatican News.
‘Angels Unawares’ es una escultura de bronce de 4 toneladas en el que, sobre una barca, aparecen inmigrantes y refugiados. La réplica ha sido inaugurada e instalada en Washington D.C., a pocos pasos de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción. El acto tuvo lugar en el campus de la Universidad Católica de América.
La Universidad Católica de América es quien ha donado el terreno que será el nuevo hogar de esta escultura. Su exposición «ha de ser un signo que visibilice la problemática de los migrantes y refugiados en Estados Unidos», se lee en el medio de comunicación vaticano.
El evento contó con la bendición de Wilton D. Gregory, arzobispo de Washington y rector de la universidad, que no sé si estará esperando la birreta roja. También dirigieron unas palabras a los presentes el presidente de la Universidad, John Garvey, el artista Timothy Schmalz, el arzobispo Christophe Pierre, nuncio apostólico de los Estados Unidos.
«En su mensaje para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado de 2019, el Papa Francisco nos recordó que la inmigración no se trata ‘solo de migrantes: trata sobre nuestra humanidad'», dijo el presidente de la universidad. «Angels Unawares servirá como un recordatorio visible de nuestro compromiso de ver humanidad en cada persona, especialmente en aquellos que huyen o se mueven en busca de un hogar», añadió.
El arzobispo Gregory destacó el valor significativo de tener esta escultura en la capital de Estados Unidos: «Es un símbolo de nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas refugiados que buscan una nueva vida, y es un recordatorio de que estamos llamados por Cristo a acoger al extranjero con nuestras palabras y acciones». También anticipó que la escultura viajará en un tour por el país: «Así como la barca representada muestra a refugiados lanzándose a una nueva vida, también estamos aquí para lanzar la estatua en un viaje a través de los Estados Unidos».
El autor de la estatua, Schmalz, fue uno de los oradores en la inauguración en Washington: “Las personas de diferentes culturas, diferentes razas, todos están representadas juntas como en un tapiz. Y es intencional que estén todos agrupados, para mostrar unidad. Lo bello de esta escena es que también puedo mostrar todas las emociones que la gente seguramente experimenta al llegar a un nuevo lugar: las pérdidas, pero también la alegría y la celebración y la felicidad”.
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Felicitaciones al Señor Arzobispo Gregory. Estas iniciativas, siempre inspiradas en la agenda misericordiosa de nuestro amadísimo papa Francisco, son las que nos enorgullece a todos los católicos del mundo. Recuerden siempre las palabras del Maestro «Fui forastero y me acogisteis»
E. A. Poe
No hables por todos los católicos.
Jesucristo El Hijo amado de Dios Padre y Señor de todos por voluntad del Padre, nos exige ser misericordiosos pero también prudentes para no caer en manipulaciones de las sagradas escrituras.
“Fui forastero y me acogisteis”
Y También:
«Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas»
Y me refiero a manipulaciones políticas.
Pero si en la foto hay más estatuas que público…
Cristo predicó la caridad, no la redistribución del dinero público mediante coacción estatal. Cuando un político dispone del dinero ajeno no practica lo de «fuí forastero y me acogisteis», dado que él no acoge, obliga a los demás a acoger, que es diferente. La fe es voluntaria, no se impone.
No manipule usted de forma tan simplona, por favor.
También Cristo con sus Palabras obliga …. a los políticos , a mí ….y a ti ……..
Eso va en línea con Fratelli Tutti en la que Francisco, a los que defendemos que haya control de fronteras para evitar la invasión musulmana, nos insulta llamándonos populistas, xenófobos, intolerantes, cerrados, racistas…
La Tierra como la viña del Señor, en la parte y el todo de sí misma, en primer lugar, es del Señor por haberla creado. Y después a quien su creador, como dueño y Señor, se le haya dado.
No hay un sólo modelo de política inmigratoria católica, un católico puede exigir más laxitud en controles fronterizos y otro el refuerzo de tales controles, y ambos pueden ser católicos.
La política abortista, en cambio, no admite regateos. Un católico sólo puede ser pro-vida.
Está claro, pues, qué estatuas generan confusión y cuáles unen a todos los católicos.
Dejar morir de hambre, o por persecución a otro (hermano, aunque algunos por aquí lo duden si no esta bautizado) al otro lado de una valla de un país en el que tiramos toneladas de comida a la basura, donde la obesidad va camino de convertirse en la principal causa de enfermedades ¿le parece una opción «católica»?