Carlos Castillo, nombrado por Francisco arzobispo de Lima, ha decretado que los sacerdotes no entren en casa de los enfermos para darles la Comunión, sino que entreguen la sagrada forma “en la puerta de la casa, a un miembro idóneo de la familia” para que este administre la Eucaristía”, informa la agencia ACI Prensa.
Castillo escribió un comunicado con esta decisión a sus sacerdotes el 30 de agosto. Empieza la nota indicando que “en el marco de la emergencia sanitaria de nuestro país a causa de la pandemia COVID 19, el Señor Arzobispo de Lima recomienda que cuando los fieles soliciten la Comunión en su domicilio, debe ser atendida, siempre con los debidos protocolos, por el sacerdote joven. Si no hubiera, que el párroco pida la ayuda de un ministro extraordinario de la Eucaristía que sea joven”.
“Si tampoco hubiera, entonces el párroco nombre ‘Ad casum’ a una persona joven para que lleve la comunión a domicilio; pero no debe entrar en la casa (tampoco el sacerdote joven) sino entregar la sagrada forma en la puerta de la casa, a un miembro idóneo de la familia para que éste, previa orientación, administre la santa comunión”.
“En la actual situación de emergencia sanitaria el sacerdote mayor de edad debe evitar administrar la sagrada comunión para no ponerse en riesgo de cualquier contagio”, señala el comunicado firmado por Mons. Casaverde.
Otra disposición de la archidiócesis relativa a la pandemia se refiere a los velatorios parroquiales.
Una fuente que pidió el anonimato confirmó a ACI Prensa que “se ha prohibido que en todas las parroquias de Lima se preste el servicio de velar a los difuntos”.
La fuente lamentó esta decisión porque en la ciudad “no hay suficientes salas de velación civiles para velar a tantos difuntos diarios”, y con esta disposición del Arzobispado “los familiares se quedan sin el consuelo de poder tener una oración por sus seres queridos”.
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Por favor, evitemos no ya solo decir sino también pensar tales groserías e insultos hacia cualquier ser humano, católico o no, máxime cuando se trata de improperios dirigidos a altos cargos eclesiales. Ofenden a nuestra comunidad cristiana y dificultan la trascendencia a la vida eterna para los promotores de tales blasfemias.
Bastará con que los limeños, se abstengan de poner sus escasas monedas en las campañas de recolección de fondos del cacique al mando de la iglesia limense, veremos si, sin la calderilla en la faja sigue diciendo lo mismo. De seguro que las ONGs que pululan el arzobispado, lo van a financiar ¿O no?
Son asalariados, no como el buen pastor que se acerca a la oveja enferma, la cuida y la consuela. El que quiera ganar su vida la perderá…
Nos quitan los sacramentos, cuando más los necesitamos, y encima, no sólo no tenemos derecho al pataleo, sino que hasta tenemos que estar agradecidos. Habrá que recordar la recriminación de Jesucristo a Pedro: » Apártate de mi vista Satanás. Tu piensas como los hombres, no como Dios «.
¡ Cuanto lobo disfrazado de pastor hay en nuestra Iglesia ! ¿ Hasta cuándo, Señor ? ¡ Apiádate de nosotros !
Bendita bendición (valga la redundancia) Apostólica la de SS Pío XII a la que acmpañaba la indulgencia plenaraia para el caso de no poder confesar y comulgar antes de morir si media un acto de contrcción y se pronuncia «con la boca o con el corazón el Nombre Santísimo de Jesús».
Alabemos al Señor.
Da pena ajena ver comentarios integrístas en blanco o negro.No comprenden que ir directament a dar la comunión a un enfermo de COVID no sólo contagia al sacerdote sino lo hace portador para infectar a muchos???? sean sensatos y prácticos en sus comentarios.