El cardenal Zen culpa a los ‘teólogos’ de la confusión postconciliar

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En entrevista concedida a la agencia CNA, el cardenal Joseph Zen, arzobispo de Hong Kong, hace una encendida defensa del Concilio Vaticano II y achaca toda la confusión posterior a la labor de algunos teólogos.

El cardenal Zen ha entrado en la refriega, en la polémica abierta por el ‘arzobispo a la fuga’ Carlo Maria Viganò sobre el Concilio Vaticano II, secundada por el obispo auxiliar de Astaná, Athanasius Schneider, y por el profesor Roberto di Mattei. Pero, para sorpresa de no pocos, en lugar de alinearse con estos, con quienes los comentaristas suelen asociarle, ha salido en clara defensa del concilio y sus frutos.

“El Vaticano II sucedió hace cincuenta años, pero ciertamente no pertenece al pasado, su luz sigue guiando la Iglesia hoy a través de la oscuridad de su viaje”, asegura Zeb en un ensayo publicado en su blog personal en el que advierte del peligro de interpretaciones polémicas, interpretaciones que, añade Zen, no son “fieles a los documentos del Concilio, sino que representan una comprensión subjetiva del mismo”.

Zen no escapa de la polémica que ha dividido la interpretación del Concilio en dos bandos casi irreconciliables, y tiene palabras para ambos. “Los extremistas conservadores dicen: La Iglesia tras el Vaticano II ha dejado de ser la Iglesia Católica en la que fui bautizado. Pero fueron bautizados en una Iglesia que cree en una Iglesia apostólica, gobernada por el Papa y los obispos como maestros auténticos de la fe”.

En cuando a los progresistas extremos, estos dicen: “Antes del Concilio no se permitía ningún cambio, y ahora con el Vaticano II se han introducido muchos cambios, luego habrá que permitir que cambien muchas otras cosas en el futuro”. A esto responde Zen citando a San Juan Enrique Newman. “La Iglesia es un organismo vivo; ciertamente crece y cambia pero, como expresa el cardenal Newman, el desarrollo es “homogéneo”, es decir, que no altera su identidad sustancial. Un joven alcanza la madurez pero sigue siendo la misma persona».

La auténtica labor de la reforma eclesial viene “solo por decisión de la autoridad legítima, no por una decisión arbitraria, y desde luego no deshaciendo el pasado”, añade Zen, que resume: “El Espíritu Santo de hoy no contradice al Espíritu Santo de ayer”.

En respuesta a quienes, como el arzobispo Viganò, aseguran que los errores esparcidos tras el Concilio están en los mismo textos aprobados en él, Zen repica: “Los errores posconciliares no pertenecen al Conclio, igual que las herejías no pertenecen a la Biblia”. Y en lo relativo a la reforma litúrgica, Zen señala que “cuando el Papa Benedicto habló de una ‘Reforma de la Reforma’ en liturgia no se estaba repudiando la constitución litúrgica conciliar, sino los abusos que surgieron de una interpretación distorsionada de esa constitución o incluso de su repudio”.

“Desgraciadamente -concluye Zen- hay teólogos que se consideran por encima de los documentos del Concilio”. Sin embargo, el cardenal chino también recuerda que hay “laicos, dóciles al Espíritu Santo, que sacan de los documentos toda la sabiduría encerrada en ellos”.

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Comentarios
19 comentarios en “El cardenal Zen culpa a los ‘teólogos’ de la confusión postconciliar
    1. El argumento no puede ser más torpe y es el siguiente. Un concilio ecuménico no puede errar. Por tanto, el CVII no ha errado.
      Aplíquese al magisterio pontificio de Francisco. A ver qué sale.

      Sus declaraciones atentan contra el principio de que la infalibilidad está vinculada a pronunciamientos ex chátedra y en materia de Fe y costumbres, no de medio ambiente, migracionismo, economía y otros.

  1. El valeroso cardenal Zen también tiene sus fijaciones, como que es Parolin quien engaña a Francisco sobre China, cerrando los ojos a la rehabilitación que hizo Francisco de Mackarrick, para retomar su proyecto de pactar con el gobierno chino, este es un proyecto de Francisco y no de Parolin, aunque Zen diga que le consta que el engaño es de Parolin. Y sobre la liturgia y el CV2, no parecen argumentos serios los que da.

  2. Eminencia ¿Ha leído la obra del Padre Dörmann sobre las tres principales Encíclicas dogmáticas de Juan Pablo II en relación con el encuentro de Asís y su ruptura con la Encíclica dogmática Mortalium Ánimos: POPE JOHN PAUL’STHEOLOGICAL JOURNEY TO THE PRAYER METTING Of
    RELIGIONS IN ASSISSI: Tomos I, II, III y IV El Tomo I se refiere a la crítica de Dörmann a Signo de Contradicción, en el que el entonces Karol Wojtyla traza las lineas de su teología en el retiro de Cuaresma que predicó para la Curia por encargo de San Pablo VI donde se sientan las bases de la teología Conciliar; el segundo tomo se refiere a Redemptor Hominis sobre la teología de Juan Pablo II en relación con Jesucristo el Hijo de Dios; el tercer tomo se refiere a Dives in Misericordia es decir a lo mismo sobre Dios el Padre y por último Dominum et Vivicantem se refiere al Espíritu Santo. Si se atreve a leerlos, observará que las observaciones de Vigano y Schneider, al respecto, no son ociosas.

  3. El valeroso y admirable cardenal Zen goza de todo mi afecto. Mucho ha sufrido por Cristo y su Iglesia este hombre y mucho abandono ha tenido que beber amargamente por parte de la Iglesia Santa que pacta con los mismísimos diablos rojos. No obstante eso, no comparto su punto de vista sobre el CVII, porque los frutos del mismo los estamos viendo todos a día de hoy y, como dijo el Señor, un árbol es bueno si da buenos frutos y malo si da todo lo contrario. ¿La culpa es de los teólogos?. No me cabe la menor duda. Sí, lo es y de todos los padres conciliares que decidieron hacerles caso a ellos.

  4. En el mundo musulmán el porcentaje de jóvenes que se consideran no religiosos está cayendo permanentemente, no de forma tan acusada aún como en europa pero por ejemplo en Marruecos pasaron en pocos años del 3 por ciento en 2012 al 12 por ciento actual, cuatro veces, y en Tunez del 16 al 30, el problema no es el concilio Vaticano,

    1. Amigo, explíquese mejor por favor, que no se entiende su comentario. ¿Cuál es el número que cae, el de los religiosos o el de los no religiosos? Y ¿Cómo se cae de 3 a 12? Gracias.

  5. Yo me adhiero a todos los concilios de la Iglesia desde el de Jerusalen hasta el Vaticano segundo sin excepcion . Fuera de esto solo veo cismas y herejias. La historia bimilenaria de la Iglesia nos lo muestra de manera tajante.Y por supuesto en comunion con el Papa de Roma «Vicario de Cristo en la tierra» En este momento el Papa Francisco.

  6. De acuerdo, Eminencia.
    Algunos teólogos son los culpables de lo que S. E. dice
    Pero no menos culpa la tienen los textos ambiguos del propio Concilio que, precisamente por esa ambigüedad calculada, dieron pie a esa labor de demolición que tan alegre e irresponsablemente levaron a cabo ciertos teólogos
    Y lo mismo acontece en nuestros días con ejemplos de anteayer, como quien dice. El capítulo VIII de Amoris Laetitiae está muy bien escrito, pero por su exquisita ambigüedad ha dado pie a que conferencias episcopales enteras den interpretaciones totalmente contrarias entre sí con las correspondientes consecuencias en la praxis moral, disciplinar y pastoral: una conferencia anima a comulgar a los rdivorciados recasados (adúlteros) y otra lo sigue prohibiendo. Así no se puede seguir.
    Y cuando quien tendría que poner orden en este gallinero es el primero que contribuye a la confusión, vamos apañados

  7. Si ni san Juan Pablo II, ni Benedicto XVI, han detectado que la culpa está en el CVII, sino en su interpretación, yo desde luego me quedo con esto.
    Ya desde hace muchos años los «teólogos» famosos, casi todos fuera de la doctrina de la Iglesia, han manipulado la Fe.
    Siempre he pensado que no se debería permitir a cualquiera ser teólogo, me refiero al que no solo se dedica a estudiar, sino al que se cree que puede interpretar según su entendimiento.
    Jesus ya lo dijo: » «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla.
    Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
    Algunas ideas que deciden, niegan hasta el evagelio, y con él la palabra de Jesus.

  8. ¿Culpa la hecatombe posconciliar de los «teólogos»? En parte sí, en parte de teólogos como los de la «nouvelle théologie» condenados por Pío XII, hechos peritos del Vaticano II por Juan XXIII y varios de ellos (Congar, De Lubac, Balthasar) elevados al cardenalato por Juan Pablo II. Culpa pues de teólogos amparados y promovidos por los papas del Vaticano II.

  9. ¿ No decían que el CVII es un concilio pastoral y no doctrinal ? ¿ En qué quedamos ? Los pronunciamientos pastorales del CVII, en contra además de doctrinas milenarias, han llevado a la Iglesia a su irrelevancia, a no ser sal, a no ser luz, sino una agencia más de la ONU y el pensamiento único.

  10. ¿Qué teólogos?
    ¿Magisterio de la Iglesia o magisterio de los teólogos?
    Hoy más que nunca existe el fenómeno de la CONTESTACIÓN en el seno de la Iglesia. La voz del obispo, es muchas veces atenuada o suplantada por la de las otras personas. Ciertas opiniones dichas por algunos “teólogos” contribuye a sembrar el desconcierto, sobre todo, a los cristianos de a pie que son los más sencillos. Todo el mundo hoy pretende hablar “en nombre” de la Iglesia. Algunos dan la sensación de pretender sustituir y RECHAZAR lo que enseña el Magisterio de la Iglesia.
    A la jerarquía misma se le acusa de ser inquisitorial, involucionista, incapaz de escuchar al pueblo de Dios. Ante estos hechos, que por desgracia son frecuentes, los cristianos de a pie, acostumbrados a aceptar al Magisterio, a fiarse de sus obispos, no saben a qué atenerse y se preguntan: ¿A quién escucho, al Magisterio de la Iglesia o al magisterio de los “teólogos”?
    Pero, ¿qué es ser un teólogo católico? Continua.

  11. ¿Qué teólogos?
    ¿Magisterio de la Iglesia o magisterio de los teólogos?
    Hoy más que nunca existe el fenómeno de la CONTESTACIÓN en el seno de la Iglesia. La voz del obispo, es muchas veces atenuada o suplantada por la de las otras personas. Ciertas opiniones dichas por algunos “teólogos” contribuye a sembrar el desconcierto, sobre todo, a los cristianos de a pie que son los más sencillos. Todo el mundo hoy pretende hablar “en nombre” de la Iglesia. Algunos dan la sensación de pretender sustituir y RECHAZAR lo que enseña el Magisterio de la Iglesia.
    A la jerarquía misma se le acusa de ser inquisitorial, involucionista, incapaz de escuchar al pueblo de Dios. Ante estos hechos, que por desgracia son frecuentes, los cristianos de a pie, acostumbrados a aceptar al Magisterio, a fiarse de sus obispos, no saben a qué atenerse y se preguntan: ¿A quién escucho, al Magisterio de la Iglesia o al magisterio de los “teólogos”?

  12. Pero, ¿qué es ser un teólogo católico? Es un cristiano intelectual EN y CON la Iglesia. El teólogo no es un sabio de este mundo. Ser teólogo católico significa ser obediente a la fe de la Iglesia. No se puede profundizar en la fe, al margen de lo que enseña la Iglesia. El objeto de la fe es el mensajero, y por tanto, su mensaje no se puede separar. El teólogo católico acepta al mensajero, y por tanto su mensaje.
    La humildad del teólogo se demuestra en la medida en que sea capaz de dejarse interpelar por quienes tienen el carisma de proponer con garantía la auténtica fe de la Iglesia, o sea, de dejarse interpelar por la misma fe que trata de explicar. Ni el teólogo ni nadie, si quiere considerarse católico, pueden pasar por encima de la fe de la Iglesia.
    Continua

  13. La interpretación oficial del Concilio Vaticano II se encuentra en la obra de Juan Pablo II: La Renovación en sus fuentes. Y ésta, y no otra, es la piedra colocada sobre el microscopio por el Padre Dörmann, en su estudio sobre la teología de Juan Pablo II sobre Jesucristo, Dios Padre y sobre el Espíritu Santo. Ahí ya no hay ninguna ambigüedad, Dörmann trabaja con la obra intelectual de Karol Wojtylla antes de ser Papa y recuerda que Karol Wojylla no fue uno más del montón, si no uno de los principales peritos especializados del Concilio. En consecuencia su interpretación es susceptible de ser contrastada con las Encíclicas dogmáticas de la Iglesia sobre los temas que tratan tanto el Papa como el Concilio y si esta interpretación, repito oficial, no cuadra con las definiciones dogmáticas anteriores cómo: Mirari Vos, Libertas Praestantissimum, Syllabus, Pascendi, Lamentabili, Quas Primas, Mortalium Animos y Humani Generis, entonces tenemos un problema.

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