Los medios católicos, incluida InfoVaticana, han informado del desmentido de la Santa Sede a las declaraciones de Pedro Sánchez en el sentido de que el Papa le apoyó en el asunto de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos. Pero, ¿es realmente un desmentido?
Empecemos al revés, por el desmentido vaticano. La Oficina de Prensa del Vaticano emite el siguiente comunicado: «Con respecto a las declaraciones hechas por el Sr. Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en su entrevista publicada el 8 de julio pasado en el periódico Corriere della Sera, se precisa que la Santa Sede, sobre el asunto de la exhumación de Francisco Franco, ha reiterado en varias ocasiones su respeto a la legalidad y a las decisiones de las autoridades gubernativas y judiciales competentes, ha instado al diálogo entre la familia y el Gobierno y no se ha pronunciado nunca sobre la oportunidad de la exhumación ni sobre el lugar de la sepultura, porque no es de su competencia».
¿Y qué había dicho nuestro presidente al diario italiano? Esto: “[E]l Papa Francisco me ayudó. En el Valle de los Caídos había una comunidad de benedictinos que estaba muy en contra de la exhumación. Pedí la intervención del Vaticano. Y todo salió bien».
No hay diplomacia como la diplomacia vaticana, aunque solo sea porque es la más antigua de cuantas existen y porque sus declaraciones tienen potencial influencia en más de mil millones de católicos y representa una fe con vocación de eternidad. Esa es la razón por la que siempre se ha mostrado especialmente cautelosa y parca a la hora de comentar lo que puedan hacer o decir los líderes políticos de cualquier país.
Eso, unido a la celeridad de la respuesta, hace que este desmentido resulte especialmente llamativo y, casi diríamos, humillante. Pero, ¿es realmente un desmentido?
Los medios son completamente diferentes. Uno es una entrevista, en la que las palabras se eligen, sino al descuido, al menos sí de modo más espontáneo y sujeto a cierta vaguedad léxica. Por el contrario, una nota diplomática exige y suele desplegar una exquisita precisión en cada palabra elegida. Y lo que dice el Vaticano en este caso no desmiente literalmente en absoluto lo dicho por Sánchez.
La nota dice que la Santa Sede (como institución, oficialmente) ha respetado la legalidad de un país extranjero. Naturalmente, ni se discute. Y que ha instado al diálogo, lo que tampoco significa mucho, o casi nada. Y que no se ha pronunciado sobre la exhumación porque no es de su competencia. Claro. Pero es que el presidente no ha dicho nada de eso.
Sánchez dice que el Papa le ayudó. No lo sabemos, y el historial de mentiras reiteradas y comprobables del sujeto nos lleva a cuestionar seriamente este aserto. Pero no contradice lo hecho público por la Santa Sede. Pedro habla del Papa, no de la institución. Ya sabemos que la institución no intervino porque su intervención oficial hubiera sido pública. Pero también sabemos que hay modos de hacer las cosas que eluden los cauces oficiales, intervenciones personales o confidenciales. Si hubiera sido el caso -y no lo creemos-, no contradiría la afirmación de la nota vaticana.
Por último, Sánchez acaba diciendo “y todo salió bien”. No dice en absoluto cómo, mucho menos que la Santa Sede tuviera que actuar.
En conclusión, estamos ante un ‘desmentido’ que la Santa Sede ha considerado necesario hacer, por lo que pudiera pensarse de la acción vaticana en la polémica exhumación, pero que en realidad no desmiente absolutamente nada.
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Al ser el primer Papa que lleva el nombre de Francisco no se le llama Francisco I… igual que Juan Pablo I no lo fue hasta que otro Papa decidió llamarse con el mismo nombre. Hasta que no haya un segundo Francisco (que esperemos no suceda enseguida o a algunos aquí les va a dar un cólico nefrítico) el Papa Francisco seguirá siendo sencillamente «Francisco «.
De cultura política será usted una eminencia pero de religión…más bien cortito…
Pues yo, he oído en innumerables ocasiones lo de Juan Carlos I rey de España.
A denominarlo Francisco, Papa no emérito, imagino no pondrá usted ninguna pega.
El protocolo civil no coincide con el eclesiástico. También se le ha llamado Don Juan Carlos de Borbón y no tiene equivalencia con el Papa, quizás entre otras cosas porque el Papa no es un rey. Un pequeño detalle al que nos puede llevar el hablar de su reinado en lugar de su pontificado. Todo es cuestión de culturilla religiosa y de hablar con propiedad…si se desea aprender.
Pero si se trata de criticar por criticar… allá cada cual con su conciencia. Le puede usted llamar como desee porque le sera dificil encontrar mas insultos de los que se escriben aqui para referirse al Santo Padre. Quizas aqui entre la sensibilidad religiosa de cada uno.
EP, me parece parcialmente errada tu apreciación respecto al apoyo que tuvo España de las clases populares, durante la emancipación. Es cierto que fue una revolución de origen liberal y masónico, eso está probado, pero no lo es que hubiera tenido exclusivamente apoyo de las burguesías locales. El clero – en buena parte liberal – adhirió a la revolución, prueba son las actas de la independencia (Argentina al menos), firmadas por gran cantidad de sacerdotes, y el impulso al fusilamiento de Martín de Alzaga, del Deán Funes. Las clases populares, negros y mulatos, también adhirieron a la independencia. La línea «española», católica y antimasónica siempre existió, pero fue tan independientista como la liberal, (Francisco de Paula Castañeda, sacerdote Franciscano, Cornelio Saavedra, y posteriormente -en general, el federalismo representado por Juan Manuel de Rosas- y muchísimos otros fueron antiliberales y antimasónicos, pero absolutamente; tanto unos como otros, fueron independientistas.
El papa sí es rey. Es jefe del estado Ciudad del Vaticano, y los estados tienen dos formas posibles en la jefatura: o son repúblicas, o son monarquías. Las monarquías pueden ser, a su vez, hereditarias o electivas. El papa en cuanto jefe de estado, es un monarca elegido mediante voto censitario de un colegio de electores muy reducido: el colegio cardenalicio.
El silencio de Francisco sobre el asesinato de Abel es un prueba de que estaba al corriente de las intenciones de Caín… Las noticias que relacionan a Francisco las lleváis hasta extremos de amarillismo. Pronto os harán un huequecito en Sálvame Luxe.
Ecco!!!! Totalmente de acuerdo, Gerona. Usted si que entiende de lo que va tanto articulito en Infovaticana sobre Turquia, Pedrito etc… para dar rienda suelta a los perros de presa…
Era tan sencillo como decir que la Iglesia pintaba poco en este asunto y que lo único seguro es que el desenterrador debía contar con el consentimiento de la familia.
¡Vaya forma de hacer periodismo!
Quisieron repartirse a la chita callando y cada uno en su trono los despojos políticos y mediáticos del salvador del catolicismo español, pero lo que al final han compartido es la maldición de Francokamon. El karma existe…
Es diplomacia vaticana, pero si lo pusiéramos a nivel coloquial la respuesta a Pedro Sánchez, sería llanamente solo esta frase: El Vaticano no paga a traidores.
Copiar y pegar… Qué cansino es usted.
El PP tuvo mayoría absoluta tanto en el Parlamento como en el Senado.
No echar la culpa a quien no la tiene, sino al partido que aceptó el aborto, el divorcio e hizo posible que cualquiera profanara el cuerpo de Franco.
Hay muchas formas de ayudar. La Santa Sede ayudó a Pedro Sánchez lavándose las manos como Pilatos, a pesar de que se trataba de una Basílica pontificia.
Una basílica pontificia no puede ser violada nunca por el estado salvo autorización expresa de la iglesia. Aunque esa basílica sea propiedad del estado, es como si alguien entra en una casa particular con el peregrino argumento de que es propiedad de otra persona. Mientras subsista el contrato esa propiedad es inviolable, en el caso de la Abadía del Valle de los Caídos ese contrato de cesión a perpetuidad fue suscrito entre el estado y la comunidad Benedictina. La iglesia pudo por tanto oponerse, alegando el referido arrendamiento y el concordato entre España y la Santa Sede, provocando con ello un conflicto de Derecho Internacional que tendría que haber sido dilucidado por los tribunales competentes españoles e internacionales. La Santa Sede no hizo nada, renunció a ejercer las acciones legales que le amparaban y de paso pisoteó los derechos recogidos en el Código de derecho Canónico, al difunto en enterramiento sagrado y a su familia. Es un caso flagrante de abuso de derecho.
Una basílica pon tificia no puede ser violada nunca por el estado salvo autorización expresa de la i glesia. Aunque esa basílica sea propiedad del estado, es como si alguien entra en una casa particular con el peregrino argumento de que es propiedad de otra persona. Mientras subsista el contrato esa propiedad es inviolable, en el caso de la Abadía del Valle de los Caídos ese contrato de cesión a perpetuidad fue suscrito entre el estado y la comunidad Benedictina. La i glesia pudo por tanto oponerse, alegando el referido arrendamiento y el concordato entre España y la Santa Se de, provocando con ello un conflicto de Derecho Internacional que tendría que haber sido dilucidado por los tribunales competentes españoles e internacionales. La Santa Se de no hizo nada, renunció a ejercer las acciones legales que le amparaban y de paso pisoteó los derechos recogidos en el Código de derecho Ca nónico, al difunto en enterramiento sagrado y a su familia.
La dejación de actuaciones por parte de la Santa Sede, (y de los obispos españoles), les convierte en puntales de
apoyo a Pedro Sánchez en la profanación de la sepultura del Caudillo.
Les recomiendo la lectura del libro de Carl Schmitt Catolicismo romano y forma política. Complexión oppositorum.
Y, ojo, el próximo objetivo del Gobierno en relación con el Valle es echar de allí a la comunidad benedictina.
Allí estaremos para no permitirlo
De eso se encargará el abad de Monserrat. No hará falta otra intervención pedrista.
Cualquiera entiende que cada vez que este gobierno necesite propaganda para acallar sus escándalos utilizarán dos cosas: la monarquía y la Iglesia.
La exhumación de Franco fue un acto miserable e inaudito provocado por un gobierno inmoral y el silencio de la Santa Sede y Obispos Españoles. En el teatro mediatico de la exhumación hubo falta de humanidad, de misericordia, de agradecimiento, de verdad y mucho ensañamiento, revancha, silencio dócil y miedo a enfrentarse jurídicamente por cuestiones más terrenales que espirituales.
Por cierto? Para cuando obispos comprometidos con la unidad de España,patria común e indivisible de todos los españoles?