Unas religiosas piden ser admitidas al orden sacerdotal en Alemania

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Diez mujeres de distintas congregaciones religiosas publicaron un manifiesto en Alemania en el que exigen ser admitidas al orden sacerdotal, informa Aciprensa.

En el manifiesto, titulado “Mujeres religiosas por la dignidad humana, critican la perspectiva católica sobre la Eucaristía y el lenguaje usado en la liturgia.

Según informa CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, las firmantes afirman que el hecho que las superioras o prioras asuman la dirección espiritual de una comunidad, pero no se les permita presidir la Misa muestra el “desequilibrio” de la Iglesia Católica y “una dependencia extrema de las mujeres (religiosas) respecto de un hombre consagrado”.

Esto plantea la cuestión de si “la forma correctamente celebrada es más importante que el contenido” y citan a un viejo conocido, Leonardo Boff, uno de los ‘padres’ de la Teología de la liberación.

“¿No son las normas y reglamentos demasiado restrictivos en la comprensión de los sacramentos? ¿No puede todo convertirse en un signo efectivo de la presencia de Dios si encuentra resonancia en mí o en nosotros?”, citan las religiosas al ex sacerdote brasileño.

Para las firmantes es “incomprensible” que la Eucaristía válidamente celebrada todavía “dependa de la decisión surgida en la historia de la Iglesia» de que “solo un hombre que vive el celibato puede ser ordenado sacerdote».

Las religiosas recuerdan además que las congregaciones requieren la Eucaristía diaria y eso, ahora con la pandemia del coronavirus, no ha sido posible en algunos casos debido a la escasez de sacerdotes.

El manifiesto también resalta la reforma de algunas celebraciones litúrgicas en su lenguaje para poder “rezar honestamente nosotras mismas». «Algunas oraciones están formuladas de tal manera que muchas de nosotras difícilmente podemos soportar estos textos», dice el texto.

En una entrevista concedida a KNA, la hermana Susanne Schneider, una de las firmantes, dijo que “somos católicas romanas y queremos seguir siéndolo. Queremos, si es posible, cambiar la Iglesia desde dentro. Estamos bien conectados con la Federación de Mujeres, con la Comunidad de Mujeres y con [el grupo de protesta] María 2.0 y queremos contribuir con nuestras experiencias las muchas propuestas de reforma actuales. Hasta ahora, las mujeres religiosas han sido relativamente humildes y silenciosas en muchos temas. Ese tiempo ya ha pasado”, recoge Aciprensa.

Este asunto, tantas veces reivindicado por el progresismo eclesial, lo dejó bastante claro el Papa, en concreto Juan Pablo II. En 1994, el Pontífice polaco publicaba la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis, en la que cerró definitivamente esa puerta.

“Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”, escribió el Papa.

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Comentarios
51 comentarios en “Unas religiosas piden ser admitidas al orden sacerdotal en Alemania
  1. Fijo que las «religiosas» firmantes no tienen nada que ver con las de la foto que encabeza el artículo. Aunque dada la ignorancia rampante, vete a saber…

    Que sigan a sus mandamases del «camino alemán» y a ver cómo acaban. Pero ni Sta. Edith Stein ni Sta. Hildegarda irán por esa vía.

      1. Rechazo total a las exigencias de las tales religiosas que exigen, abrase visto tamaña soberbia, la locura en Alemania está alcanzando niveles inaceptables

  2. ¿ Exigencias a Dios ? No me suena muy católico. Que se vayan con quienes ya satisfacen sus exigencias porque han perdido el sacerdocio y admiten hasta el «sacerdocio lésbico»

  3. CARTA APOSTÓLICA
    ORDINATIO SACERDOTALIS
    DEL PAPA
    JUAN PABLO II
    SOBRE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL
    RESERVADA SÓLO A LOS HOMBRES

    Venerables Hermanos en el Episcopado:

    1. La ordenación sacerdotal, mediante la cual se transmite la función confiada por Cristo a sus Apóstoles, de enseñar, santificar y regir a los fieles, desde el principio ha sido reservada siempre en la Iglesia Católica exclusivamente a los hombres. Esta tradición se ha mantenido también fielmente en las Iglesias Orientales.

    Cuando en la Comunión Anglicana surgió la cuestión de la ordenación de las mujeres, el Sumo Pontífice Pablo VI, fiel a la misión de custodiar la Tradición apostólica, y con el fin también de eliminar un nuevo obstáculo en el camino hacia la unidad de los cristianos, quiso recordar a los hermanos Anglicanos cuál era la posición de la Iglesia Católica.

    1. Este documento, para la apostasía alemana, es un documento viejo, obsoleto, caduco, retrógado… no harán ya ni caso… como si vieran nubes… hoy, para los apóstatas, está el Nuevo Orden, el cual proclama la religión civil de la igualdad femenina en el sacerdocio…

  4. «Ella sostiene que no es admisible ordenar mujeres para el sacerdocio, por razones verdaderamente fundamentales. Tales razones comprenden: el ejemplo, consignado en las Sagradas Escrituras, de Cristo que escogió sus Apóstoles sólo entre varones; la práctica constante de la Iglesia, que ha imitado a Cristo, escogiendo sólo varones; y su viviente Magisterio, que coherentemente ha establecido que la exclusión de las mujeres del sacerdocio está en armonía con el plan de Dios para su Iglesia»[1].

    Pero dado que incluso entre teólogos y en algunos ambientes católicos se discutía esta cuestión, Pablo VI encargó a la Congregación para la Doctrina de la Fe que expusiera e ilustrara la doctrina de la Iglesia sobre este tema. Esto se hizo con la Declaración Inter insigniores, que el Sumo Pontífice aprobó y ordenó publicar.

  5. La Declaración recoge y explica las razones fundamentales de esta doctrina, expuesta por Pablo VI, concluyendo que la Iglesia «no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal». A tales razones fundamentales el mismo documento añade otras razones teológicas que ilustran la conveniencia de aquella disposición divina y muestran claramente cómo el modo de actuar de Cristo no estaba condicionado por motivos sociológicos o culturales propios de su tiempo. Como Pablo VI precisaría después, «la razón verdadera es que Cristo, al dar a la Iglesia su constitución fundamental, su antropología teológica, seguida siempre por la Tradición de la Iglesia misma, lo ha establecido así».

  6. En la Carta Apostólica Mulieris dignitatem he escrito a este propósito: «Cristo, llamando como apóstoles suyos sólo a hombres, lo hizo de un modo totalmente libre y soberano. Y lo hizo con la misma libertad con que en todo su comportamiento puso en evidencia la dignidad y la vocación de la mujer, sin amoldarse al uso dominante y a la tradición avalada por la legislación de su tiempo».

    En efecto, los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles atestiguan que esta llamada fue hecha según el designio eterno de Dios: Cristo eligió a los que quiso (cf. Mc 3,13-14; Jn 6,70), y lo hizo en unión con el Padre «por medio del Espíritu Santo» (Hch 1,2), después de pasar la noche en oración (cf. Lc 6,12). Por tanto, en la admisión al sacerdocio ministerial, la Iglesia ha reconocido siempre como norma perenne el modo de actuar de su Señor en la elección de los doce hombres, que El puso como fundamento de su Iglesia (cf. Ap 21,14).

  7. En realidad, ellos no recibieron solamente una función que habría podido ser ejercida después por cualquier miembro de la Iglesia, sino que fueron asociados especial e íntimamente a la misión del mismo Verbo encarnado (cf. Mt 10,1.7-8; 28,16-20; Mc 3, 13-16; 16,14-15). Los Apóstoles hicieron lo mismo cuando eligieron a sus colaboradores que les sucederían en su ministerio. En esta elección estaban incluidos también aquéllos que, a través del tiempo de la Iglesia, habrían continuado la misión de los Apóstoles de representar a Cristo, Señor y Redentor.

  8. 3. Por otra parte, el hecho de que María Santísima, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, no recibiera la misión propia de los Apóstoles ni el sacerdocio ministerial, muestra claramente que la no admisión de las mujeres a la ordenación sacerdotal no puede significar una menor dignidad ni una discriminación hacia ellas, sino la observancia fiel de una disposición que hay que atribuir a la sabiduría del Señor del universo.

  9. La presencia y el papel de la mujer en la vida y en la misión de la Iglesia, si bien no están ligados al sacerdocio ministerial, son, no obstante, totalmente necesarios e insustituibles. Como ha sido puesto de relieve en la misma Declaración Inter insigniores, «la Santa Madre Iglesia hace votos por que las mujeres cristianas tomen plena conciencia de la grandeza de su misión: su papel es capital hoy en día, tanto para la renovación y humanización de la sociedad, como para descubrir de nuevo, por parte de los creyentes, el verdadero rostro de la Iglesia». El Nuevo Testamento y toda la historia de la Iglesia muestran ampliamente la presencia de mujeres en la Iglesia, verdaderas discípulas y testigos de Cristo en la familia y en la profesión civil, así como en la consagración total al servicio de Dios y del Evangelio.

  10. «En efecto, la Iglesia defendiendo la dignidad de la mujer y su vocación ha mostrado honor y gratitud para aquellas que —fieles al Evangelio—, han participado en todo tiempo en la misión apostólica del Pueblo de Dios. Se trata de santas mártires, de vírgenes, de madres de familia, que valientemente han dado testimonio de su fe, y que educando a los propios hijos en el espíritu del Evangelio han transmitido la fe y la tradición de la Iglesia».

    Por otra parte, la estructura jerárquica de la Iglesia está ordenada totalmente a la santidad de los fieles. Por lo cual, recuerda la Declaración Inter insigniores : «el único carisma superior que debe ser apetecido es la caridad (cf. 1 Cor 12-13). Los más grandes en el Reino de los cielos no son los ministros, sino los santos».

  11. 4. Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, sea conservada por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y sea enseñada firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.

    Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.

    1. Mientras invoco sobre vosotros, venerables Hermanos, y sobre todo el pueblo cristiano la constante ayuda del Altísimo, imparto de corazón la Bendición Apostólica.

      Vaticano, 22 de mayo, solemnidad de Pentecostés, del año 1994, decimosexto de pontificado.

      IOANNES PAULUS II

      1. Te faltó agregar que la única vez en la que Juan Pablo II habló excatedra y comprometó la infabilidad del Papa, fue en ese documento. Lo que significa que, al haber utilizado esa facultad. Ningún otro Papa ni ningún concilio pueden modificar lo establecido por él.

    2. «Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la
      misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los
      hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la
      ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo
      por todos los fieles de la Iglesia.»

  12. Esta es otra demostración de que las vocaciones de la neo iglesia ya no son de Dios sino del capricho de unos cuantos entendidos que entienden. Ellos mismos se inventan las vocaciones y las reparten a su antojo arbitrariamente. Dios ni pincha ni corta en el proceso. Esto hace q el porcentaje de mama rrachos se incremente año tras año, como ejemplo estas falsas monjas.

  13. «Hasta ahora, las mujeres religiosas han sido relativamente humildes y silenciosas en muchos temas. Ese tiempo ya ha pasado»… ¿cómo pueden llegar a pensar que ser soberbias y escandalosas tiene algo que ver con ser cristianas? Eso no viene del Espíritu Santo sino del espíritu del «príncipe de este mundo». Si su situación en la Iglesia y en el matrimonio cristiano les parece inaceptable, harían bien en recordar que el demonio consiguió introducir el pecado por medio de la mujer, y también que es Dios quien llama al sacerdocio, no se postula uno mismo para no ser menos o para medrar.

  14. Sin duda que de este tipo de mujeres es del que decía San Pablo: «Las mujeres en la Iglesia cállense.» Son mujeres obstinadas y pertinaces, pues de sobra saben lo dispuesto en la Ordenatio Sacerdotalis, que transcribe Belzunegui, en la que queda claro como magisterio petrino y definitivo, es decir como infalible, que «la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres.»

    Dado que son mujeres cultas, no pueden aducir ignorancia de la Doctrina, y por tanto al negarla pertinazmente y obstinadamente incurren en pecado de herejía, que tiene aparejado la pena de excomunión latae sententiae. O se arrepienten antes de morir o irán al in fierno eterno, donde será el llan to y el cru jir de dientes. Oremos por estas pobres ovejas descarriadas de la casa de Israel.

    1. Desde que la mayoría de las monjas no llevan hábitos, se les sigue identificando igual, lo que pasa es que ahora son unos adefesios igualados por el mal gusto. Ves al grupo de monjas vestidas a lo laico y te dan ganas se salir corriendo. Antes la bonica y la fea estaban mimetizadas por el habito, y todas parecían bonicas, ahora todas parecen adefesios….. y por desgracia soberbias. Gloria al Señor, Aleluya.

  15. La mujer cristiana en nuestra época ya no es un ser humano de segunda categoría, como lo fue antaño durante muchísimo tiempo.
    La católica de nuestra época es una mujer trabajadora, que tiene que ganarse el sustento con el sudor de su frente o el de su mente.
    Cuida de su familia, orienta su vida según la enseñanza de Cristo y siente y sabe que Él jamás la relegaría a un tercer plano de invisibilidad.
    No hablo de feminismo, ni de monjas que quieren ser sacerdotisas. Hablo de personas humanas, con una gran tendencia a la entrega, que vistos los comentarios de este artículo, bastantes varones católicos siguen sin valorarlas como a un igual.
    Menos mal que al menos hay un varón, Jesucristo, cuyo juicio es y será siempre justo y santo.

    1. Neila, lo que No se valora es tal despiporre mujer. Lo desprecian ellos y nosotras también¡
      La mujer debe mostrar valía, no tontería, y muchísimo menos herejía¡

    2. Creo que se contradice, Neila. No siempre ni todos los varones minusvaloraron el rol familiar de la mujer. Jesús vivió cuando la mujer ejercía solo ese rol. Y la valoró totalmente. Probablemente el hecho de no valorarlo sea relativamente reciente porque interesaba cambiar las cosas. Tal vez fuera incluso necesario. Y usted con su comentario también parece minusvalorarlo. Como si una mujer entregada al 100% a su casa no estuviera ganándose el pan con el sudor de su frente. Actualmente no trabajo fuera de casa. Pero estar al frente de mi familia con dos niños pequeños, una recién nacida, le aseguro que me hace sudar. Si algún día vuelvo a trabajar fuera será por necesidad imperiosa, o de hacerlo por ganas, que me parece totalmente legítimo, será porque mi familia no me necesite tanto y no se vea perjudicada con mi nueva labor.

  16. En base a mi experiencia digo que, en general, cuando una persona no se siente a gusto con lo que hace y cuando siente que es minusvalorado por los demás, entonces busca la manera de hacer algo diferente para llamar la atención. Porque le importa mucho que los demás lo noten. Eso lo vi en una comunidad religiosa, donde los hermanos laicos se sentían menos que los sacerdotes.

  17. Vi hermanos, que, al sentirse minusvalorado, terminaban solicitando ordenarse, no por vocación, sino porque sentían que el sacerdote era valorado y ellos no. sin embargo, otros hermanos con una vocación sólida, se mantenían en su estado porque se sentían plenos en el servicio. Ahora, creo que esto sucede con esas religiosas, algún complejo de inferioridad, no están a gusto como religiosas, y piensan que la solución a su problema vocacional es que la ordenen sacerdote.

  18. Y como el problema está en la persona, en su vocación, y no en lo que hace. El problema seguirá. Porque quien no se siente a gusto con su elección vocacional, es porque, o no está siendo sincero consigo mismo, o eligió mal el camino. En una sociedad donde la mujer puede ocupar cualquier rol, entonces las religiosas terminan sintiéndose menos en la Iglesia. El problema no es de la Iglesia, el problema es de quien a sabiendas del rol que le toca desempeñar en la vida religiosa, y no estando de acuerdo con ese carisma, ingresa a la religión para después estar pidiendo lo que sabía de antemano que no le correspondía.

  19. Después de pedir la ordenación, me imagino que lo que vendrá es que estas religiosas soliciten que les permitan casarse para ser madres, porque la mujer es madre, y seguramente se sentirán menos que las demás mujeres porque la Iglesia les está impidiendo ejercer su papel de madres.

  20. Una pena que cada vez se valore menos el papel de la mujer en el hogar, como si tendría que salir corriendo de él, cuando hogar viene de fuego, el fuego del amor vivo a la familia. El hogar construye la familia.

    1. En eso tiene también responsabilidad el varón.
      Cierto, Belzu. Y eso no cerraría las puertas a otras labores. Tengo mujeres a mi alrededor que sin renunciar a estar bastante presentes en el hogar, han podido hacer otras labores, por necesidad, por interés o por vocación. Y los varones se han implicado más, lo que también lo considero positivo.

  21. Eso es lo que queria el demonio,sacar a la mujer fiera del hogar,para encargarse él de la educación de los hijos,tv,colegio-estado,youtubers,influencers,google,play station,am8gos..esos don los que a dia de hoy están educando a l9s niños y la mujer fuera,»ganándose el pan con el sudor de su frente’,cosa que Dios,que es el que nos creó u conoce nuestra naturaleza caída estableció para el hombre.
    A la vista queda la podredumbre actual de nuestra sociedad,empezando por los políticos, que mo es que los corrompa la política,sino que ya venian sin valores morales desde casa y desde niños.

    1. María, le diré que desde que he sido madre he visto esto claramente. También se han visto perjudicadas las relaciones hombre/mujer. Y eso no quiere decir que antes fuera perfecto. Precisamente porque no, es que surgió todo esto. Aprenderemos, no me cabe duda. Me duele ver que hay que consultar a pediatras no especialmente cristianos (pej, Carlos González, que lo lincharían las feministoides) para ver una defensa de la crianza más adecuada para los hijos, con más presencia de la madre, y en general de ambos progenitores. Por cierto, mi hija recién nacida lleva su nombre. El nombre más bonito del mundo, el de nuestra Madre del cielo.

  22. La percepción, por parte de estas religiosas, de que la dignidad de la persona es más grande cuanto mayor es el grado representación o de poder en la Iglesia no parece muy evangelica. En los evangelios, Jesús siempre la vincula a la capacidad de servicio y de entrega a la comunidad, algo que está en el corazon de la persona, quizá aparentemente escondido para los demás . En este sentido, ¿podríamos considerar de menor dignidad a las mujeres cercanas a Jesús que a los discípulos hombres elegidos por éste?
    Creo que lo que está en juego en este tema, aunque lo está de forma más o menos escondida, es una simple cuestion de poder y de alcanzar realce ante el mundo

    1. Perplejo, suscribo totalmente su comentario.
      Los varones deben reconocer que han tenido parte de responsabilidad en esto, al no valorar suficientemente la labor de las mujeres, sobre todo cuando los roles estaban totalmente diferenciados.

  23. Manolo.
    Para que borren tu comentario, tendría que entrar al trapo y contestar a tenor de tu comentario. El moderador es así…
    Pero no lo voy a hacer, así no te borran y quedas en evidencia.
    Que tengas buen día!

    1. Mariela, no te preocupes de los insultos de tal Manolo, pues él se hace más daño a sí mismo al insultarte sin motivo que el que tú puedas sufrir al ser insultada gratuitamente. Bienaventurados seréis cuando os insulten o persigan por causa de Mi nombre, dijo Jesús, porque será grande vuestra recompensa en el Reino de los Cielos. A cambio de sufrir el insulto te haces merecedora de una gran recompensa.

  24. Hay que rezar por su conversión, es evidente que éstas monjas están perdidas por completo. Que Dios, en su Infinita Misericordia, les guíe por el camino de regreso a su Iglesia.

  25. Que curioso! La actitud rebelde, amargada, impositiva, irreverente de estas supuestas mujeres religiosas esta en contradiccion completa a la actitud y disposicion espiritual de Maria cuando se le ofrecio ser la madre de Jesus. Y con esa actitud quieren ser ordenadas sacerdotes… ? Dios nos libre!.

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