El camino sinodal alemán continúa poco a poco su ritmo de trabajo.
Los obispos y representantes laicos de Bonn han expresado su confianza en el diálogo sobre la reforma de la Iglesia católica: el camino sinodal. En una entrevista a KNA -Agencia Católica de Noticias- Thomas Sternberg, presidente del ZDK -Comité Central de los Católicos Alemanes-, manifestó que hay una voluntad declarada de discutir los temas juntos y de encontrar soluciones tanto por parte de los laicos como de los obispos y las posiciones no serían tan inamovibles como podría haber parecido.
Sternberg describió la actitud y el estado de ánimo entre los participantes de la iniciativa lanzada por los obispos alemanes y la ZdK como positiva y el número de los críticos no había aumentado.
El finales del pasado mayo el obispo auxiliar de Colonia, Dominikus Schwaderlapp, anunció que se retiraba del grupo de trabajo sobre moral sexual -aunque continúa en el sínodo-, alegando que la línea adoptada por la mayoría en el grupo estaba dirigida a cambiar la moral sexual de la Iglesia, algo con lo que él no estaba de acuerdo. El obispo de Würszburg, Franz Jung, ha declarado que no espera que se siga este ejemplo. Sternberg, por su parte, dijo respecto a la decisión de Schwaderlapp: «Si alguien siente que no hay necesidad de cambio, es mejor que no participe en un foro que desea elaborar nuevas soluciones».
Los grupos deben preparar el contenido las asambleas sinodales. Además del grupo sobre moral sexual, hay otros tres: modo de vida de los sacerdotes, cuestiones de poder y el papel de la mujer en la Iglesia.
El obispo de Eichstätt, Gregor Maria Hanke, ha advertido que el futuro de la Iglesia no está automáticamente asegurado por las reformas. Hanke ha declarado que el temor a que la Iglesia pudiera convertirse en una secta ha dado lugar al deseo de hacer la Iglesia más atractiva y más capaz de conectarse con los tiempos modernos. Sin embargo, el reconocimiento social y el número de miembros no evita en absoluto que la Iglesia se convierta en una secta. Lo necesario es que las personas vivan de manera convincente el mensaje de Jesús en el mundo.
El coronavirus ha trastocado la agenda del camino sinodal. El fin de semana pasado se reunió en Frankfurt el grupo sobre cuestiones de poder, donde eligieron como presidentes a la vicepresidenta del ZDK, Claudia Lücking-Michel, y al obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck.
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Hay una gran necesidad de cambio, pero a católico, que es lo que no se quiere, pero quieren cambios a protestantes con bolsillos católicos.
Exacto, Belzu.
¡Corazones adúlteros! ¿No saben acaso que haciéndose amigos del mundo se hacen enemigos de Dios? Porque el que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios.
Santiago 4, 4.
Apreciado Mr I John.
Esa es la clave. Todo el movimiento de cambios en la doctrina de la Iglesia Católica desde el CVII sólo tenía un fin común: hacer a la Iglesia amiga del mundo, que es lo que busca el llamado sínodo alemán. Y ahí está el origen de todos los males que, desde entonces, afligen a la Iglesia. La Iglesia es todo lo contrario a «cambio». Es una brújula que orienta a las almas hacia Dios, y siempre, siempre, marca lo mismo, la misma dirección. Si, como se quiere, la aguja varía en función de las modas del mundo, la Iglesia pierde su función de orientar a las almas y éstas, en consecuencia, ya no la necesitan para nada.
Amen, caballeros.
Cuando aparecen esas condiciones totalitarias en una agrupación, en la que no se admite debate, es porque saben que están equivocados y que las razones en que se basan son tan consistentes como gelatina. Y tienen miedo de que un disidente en el grupo les derribe con un dedo de inteligencia su armazón de naipes.
Esos pretendidos cambios harán que los de fuera sigan fuera y los de dentro quieran salir huyendo.
El Señor se guarda su resto fiel, pidamos ser parte de él.
Viva Cristo Rey !!!!
No hay victoria sin lucha
Totalmente de acuerdo, Saray.
Cambio Si.
Montad de una vez vuestro tenderete y dejad en paz a la Iglesia Católica.
Saludos a la Pachamama.
Lo malo es que los del Sínodo Aleman, despues de profesar doctrinas contrarias a la Iglesia, pretenderán seguir llamándose Iglesia Católica, y a los que profesamos la Doctrina nos llamarán malos católicos rígidos con cara de pepinillo en vinagre. El mundo al revés. Se supone que Francisco I debe poner orden y excomulgar si fuese preciso a los que vulneran la sana Doctrina.
También de acuerdo con usted.
Cuando Conchita por medio de la madre Nieves, indicó que antes del aviso habría un preaviso, el cual seria un sínodo, se refería a este sinodo aleman, ocurre que el de la amazonia fue un experimento, en el cual se midio el impacto del cambio de la doctrina, la posicion de los medios y lo mas importante, la reaccion de los creyentes, la masoneria suele hacer pruebas antes de hacer los grandes cambios, son muy cuidadosos en sus metodos, nada sale al azar, revisan que tuvo exito y que falla para enmendarlo en sus planes siguientes, la pandemia es otro experimento a gran escala para el gobierno mundial, ya midieron que bajo amenaza, la poblacion se refugia en sus casas y renuncia a sus libertades, las iglesias se esconden, y las personas presas del panico buscan quien los salve. El sinodo aleman sera el punto de ruptura en la iglesia, sera una doctrina adulterada con una misa adulterada, el cisma se producira en gran escala.