La noticia de la última semana ha sido, sin duda, la visita que el Papa Benedicto XVI ha realizado a su tierra natal, Baviera. Es el primer viaje del Pontífice emérito desde que renunciara en 2013, y el motivo ha sido el estado de salud de su hermano, gravemente enfermo, al que Joseph Ratzinger ha querido visitar, probablemente para despedirse de él.
El Papa emérito ha pasado 4 días en Ratisbona, donde vive su hermano Georg, y la magnitud del gesto llevó a que circularan varias especulaciones y rumores acerca de la visita. ¿Volvería el Papa a Roma? ¿El viaje tendría como intención quedarse en su tierra natal y pasar sus últimos días ahí, descansando finalmente con sus padres y hermanos? Las dudas fueron disipadas el domingo, cuando se anunció su vuelta al Vaticano para el lunes por la mañana.
Benedicto XVI celebró misa todos los días junto a su hermano y tuvo tiempo de visitar su antigua casa, a las afueras de Ratisbona, y realizar una visita al cementerio, en el que rezó ante la tumba donde están enterrados sus padres y su hermana. El lunes por la mañana se dirigió al aeropuerto de Munich, al que le fue a despedir el presidente de Baviera, y donde se le pudo ver con bastante mejor aspecto que a su llegada a Alemania el jueves, cuando pudimos verle en una fotografía sensiblemente desmejorado.
En cuanto al Papa reinante, que al parecer fue consultado por Ratzinger para emprender el citado viaje, hemos conocido que ha confirmado en el cargo de prefecto al cardenal Sarah, que cumplió 75 años la semana pasada.
También se informó el sábado, a través de un documento firmado por el propio Sarah, de que el Papa argentino introducía tres nuevas invocaciones en las Letanías Laurentanas, que son habituales en el rezo del rosario. A saber; “Madre de la Misericordia”, “Madre de la Esperanza” y “Consuelo para los migrantes”. Ha sido la última de ellas la que ha generado cierta polémica.
Para polémica, la protagonizada por el obispo mexicano de Saltillo, Raúl Vera López, quién pidió en una misa por una organización que promueve el aborto y, para más inri, colocó junto al altar unas banderas que representan al colectivo LGTB y al transexual. Puedes leer esta desconcertante noticia aquí.
Otro obispo, David Zubik, de la diócesis de Pittsburgh en Estados Unidos, ha decidido establecer una parroquia dedicada especialmente a los negros. El argumento esgrimido por la diócesis es que “es una parroquia que responde a necesidades espirituales específicas a menudo relacionadas con una cultura particular o una necesidad extraordinaria”.
“Un católico negro es un católico, es decir, una persona redimida por Cristo y convertida en hijo de Dios por el agua del bautismo, con sus ‘necesidades espirituales específicas’, similares pero distintas a cualquier otro, negro o blanco. Es absolutamente lamentable que nuestros pastores entren en este juego cobarde de sumarse a una oleada ideológica que tiende a separar”, escribe Carlos Esteban analizando la decisión.
En el país norteamericano continúan las protestas y el vandalismo provocados, supuestamente, por la muerte de George Floyd a manos de la policía el 25 de mayo en Minneapolis. Y digo supuestamente porque el movimiento ha derivado en una furia iconoclasta que está teniendo como objetivos a personajes que van desde Cervantes a san Junípero Serra, pasando por Colón. La Real Academia de la Historia de España ha emitido un comunicado en el que ha condenado estos ataques.
Especial virulencia han empleado con el santo mallorquín. El sábado derribaron la estatua que éste tenía dedicada en San Francisco y la Iglesia optó por retirar otra del ayuntamiento de Ventura, en California, a un lugar no público. La furia iconoclasta ha llegado hasta su tierra natal, Mallorca, donde otra imagen del santo fue vandalizada a comienzos de esta semana. De estos ataques no se ha librado ni la Virgen María, ya que esta mañana nos enterábamos del ataque perpetrado contra una imagen suya en Breda, Países Bajos.
Otro de los objetivos de la masa enfervorecida han sido las estatuas de Cristóbal Colón, el descubridor del Nuevo Mundo. A raíz de los ataques a su memoria hemos querido rescatar la carta que le dedicó el Papa León XIII en el 400 aniversario del descubrimiento que cambió la historia. Te recomiendo que la leas. ¡Cómo ha cambiado todo!
En España, en Madrid para ser más concretos, su arzobispo, el cardenal Carlos Osoro ha ordenado a 21 nuevos sacerdotes, 18 de ellos para la diócesis de la capital de España.
Ayer celebrábamos a san Juan Bautista, según el propio Jesucristo, el mayor de entre los nacidos de mujer. De hecho, es el único santo al que la Iglesia dedica un día para celebrar su nacimiento. Te dejamos una pequeña biografía del precursor del Mesías.
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León XIII sí que fue un buen Papá. En aquella lejana época, la jerarquía de la Iglesia era ejemplar. Enseñaban la verdadera doctrina y no se alineaban con revoluciones anticristianas ni con ideologías perversas.
Quería decir «sí que fue un buen Papa»
Benedicto XVI también es un buen Papa, pero lamentablemente ya no gobierna.
Jajajaja
Muy buen comentario
Sobre todo esa referencia a «poco discernimiento». Esa es la clave del problema: la falta de verdadero discernimiento de nuestra jerarquía que busque únicamente la voluntad de Dios, manifestada por Nuestro Señor Jesucristo, y no la amistad con un mundo que odia a Cristo
El único delito de odio es el que se comete contra el disidente de la pancarta progresista, y un católico mínimamente formado se resiste a eso mismo. El resto de fobias son burdas invenciones o manipulaciones.