La violencia y el vandalismo iconoclasta se está contagiándose más allá de las fronteras estadounidenses. Si el sábado les informábamos de que en San Francisco consiguieron derribar una estatua dedicada a san Junípero Serra, hoy ha ocurrido algo parecido en su tierra natal, Mallorca.
El pasado domingo, Sonia Vivas, concejal del Ayuntamiento de Palma, aseguraba en Twitter que la estatua dedicada a Fray Junípero Serra situada en la ciudad debería ser retirada. «Las ciudades hablan mediante los nombres de sus calles, monumentos y estatuas.Cuentan una historia política de élites y oligarquías. Los habitantes toman la palabra en San Francisco y tiran la estatua de Junípero Serra. En Palma,pacíficamente,debería ser igual», expresó la política de Podemos. Esta mañana la estatua apareció vandalizada con la palabra ‘Racista’ en la base, con pintura roja.
Las ciudades hablan mediante los nombres de sus calles, monumentos y estatuas.Cuentan una historia política de élites y oligarquías.
Los habitantes toman la palabra en San Francisco y tiran la estatua de Junípero Serra.En Palma,pacíficamente,debería ser igual pic.twitter.com/JDfCsAJ8Ov— Vivas (@SoniaVivasRive3) June 21, 2020
El obispado de Mallorca, a través de un comunicado, «lamenta y condena» que un movimiento internacional «renovado para sanar recuerdos y corregir las injusticias del racismo» haya sido «secuestrado por algunos en un movimiento de violencia, saqueos y vandalismo». El destrozo de imágenes de San Junípero Serra en diferentes lugares de Estados Unidos, como el acto vandálico contra la estatua situada en la plaza de San Francisco de Palma, se ha convertido en el último ejemplo», dice el escrito.
El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, en nombre de toda la diócesis, «quiere poner de manifiesto su adhesión y apoyo a la comunidad de frailes de la Orden Franciscana Menor de Petra, herederos de San Junípero Serra, así como a las piedras vivas de la comunidad del municipio, que tienen en el Padre Serra un ejemplo de bondad y acercamiento a las culturas».
El comunicado concluye mencionando que, ante los hechos de Estados Unidos, el prelado «se ha solidarizado también con los arzobispos de San Francisco, Salvatore Joseph Cordileone y Los Ángeles, José Horacio Gómez, así como con la Orden de Franciscanos Menores, enviando las oportunas cartas de apoyo».
Comunicado de la diócesis de Mallorca:
El Obispado de Mallorca lamenta y condena que un movimiento internacional renovado para sanar recuerdos y corregir las injusticias del racismo haya sido secuestrado por algunos en un movimiento de violencia, saqueos y vandalismo. El destrozo de imágenes de San Junípero Serra en diferentes lugares de Estados Unidos, como el acto vandálico contra la estatua situada en la plaza de San Francisco de Palma, se ha convertido en el último ejemplo.
Toda persona que trabaja por la justicia y la igualdad se une a la indignación de quienes han sido y siguen siendo oprimidos. Es especialmente cierto que los cristianos están llamados a trabajar incansablemente por la dignidad de todos los seres humanos. Esta es la piedra angular de nuestra fe. Durante los últimos 800 años, las diversas órdenes franciscanas han sido ejemplares no solo para servir, sino para identificarse con los pobres y darles su dignidad de hijos de Dios. San Junípero Serra no es una excepción.
El Padre Serra hizo sacrificios heroicos para proteger a los indígenas de California de los conquistadores españoles, especialmente de los soldados. Incluso con la pierna infectada, que le causaba gran dolor, caminó hasta la ciudad de México para obtener facultades especiales de gobierno del virrey de España para disciplinar a los militares que abusaban de los indios. Y luego volvió a California.
San Junípero Serra también les ofreció lo mejor que tenía: el conocimiento y el amor de Jesucristo mediante la educación, la atención sanitaria y la formación en artes agrarias.
Todo ello no quiere negar que se han producido equivocaciones históricas, incluso por parte de gente de buena voluntad, y se necesita curación de recuerdos y reparación. Pero del mismo modo que los errores históricos no se pueden corregir manteniéndolos ocultos, tampoco se pueden justificar reescribiendo la historia. La ira contra la injusticia puede ser una respuesta saludable cuando es una indignación justa que hace avanzar una sociedad. Pero, como enseña el mismo Jesucristo, y San Francisco modeló, el amor y no la rabia es la única respuesta.
En este sentido, el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, en nombre de toda la Diócesis, quiere poner de manifiesto su adhesión y apoyo a la comunidad de frailes de la Orden Franciscana Menor de Petra, herederos de San Junípero Serra, así como a las piedras vivas de la comunidad del municipio, que tienen en el Padre Serra un ejemplo de bondad y acercamiento a las culturas. Ante los hechos ocurridos en Estados Unidos, D. Sebastià se ha solidarizado también con los arzobispos de San Francisco, Salvatore Joseph Cordileone y Los Ángeles, José Horacio Gómez, así como con la Orden de Franciscanos Menores, enviando las oportunas cartas de apoyo.
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Sonia Vivas –concejal del admirador de Francisco Pablo Iglesias– ya había señalado previamente a la estatua como objetivo a abatir.
Y no se lo pierda, Lector: tiene la poca vergüenza de referirse al niño de la escultura como un recuerdo «del dolor y el daño que provocamos (serían sus antepasados militares) en América y, sobre todo, la ruptura desde el punto de vista antropológico al impactar en América» (sí, lo de expresarse con claridad y propiedad no es lo suyo). Esta gente, que se ha negado a investigar los casos de abusos sexuales contra menores (y no sólo eso: su drogadicción) en lo que antes se llamaba reformatorios por parte de los funcionarios. Aquí y ahora. Con toda su capacidad para hacerlo. Sin necesidad de invocar ningún Espíritu hegeliano ni ningún materialismo ineluctable.
Olvidad que Fray Junipero fue un defensor de los indígenas al estilo de Fray bartolomé de las casas, y que fue esa actitud la que ayudó a considerar a los habitantes originarios de américa como seres humanos, objeto de derechos y evidentemente no esclavizarlos.
Qué valiente fue nuestro amadísimo Papa Francisco al canonizarlo!! Hoy entendemos el porqué.
Pues debió de agotar toda su valentía en el esfuerzo de la canonización, porque van ya la tira de estatuas y no ha abierto la boca…
E A Por, valentía? La mismo pensarán los católicos chinos? Derriban la estatua de los santos. Muy grave. Derriban iglesias, atacan a los católicos y los matan por su causa en muchos lugares. También muy grave. Que pensarán los traicionados católicos chinos? Por citar sólo este ejemplo.
Esas maravillosas culturas precolombinas destruidas por los genocidas conquistadores españoles… Traduzco:
“No es Perú el único caso de SACRIFICIOS HUMANOS Y CANIBALISMO [en la América precolombina], pues ambos FUERON RASGOS IMPORTANTES DE TODAS LAS CULTURAS INDÍGENAS, EN AMÉRICA DEL NORTE, CENTRAL Y DEL SUR. Por ejemplo, los Tiwanaku en Bolivia, los Tupi-Guaranís en Brasil, etc. O la entrega de niños (casi siempre chicas) como tributo, que después eran sacrificados.
Los aztecas cocinaban la carne de sus víctimas en un estofado, con tomates y pimientos. También tenemos los hallazgos de Ecatepec, cerca de México DF, o los de Tula, en Burnt Mesa (New Mexico), los del Cañón de Mancos… Los Atakapa de Luisiana [también practicaban sacrificios humanos y canibalismo], como los Tupinamba, y los Caribes (el mismo término de “caníbal” parece venir del de esta tribu, encontrada por Colón en las Antillas).
Más al norte tenemos los sofisticados rituales de tortura, ejecución y canibalismo de los iroqueses, los hurones y otros pueblos de los Grandes Lagos, las grandes praderas y las costas del Atlántico y el Pacífico, incluso hasta el Ártico, como en el yacimiento de Saunuktuk. Como me dicen en privado [no se atreven a decirlo en público por corrección política] los investigadores que han estudiado el periodo precolombino, “uno no querría haber vivido en casi ningún lugar de América en aquella época”. […]
[Pero el relativismo cultural hace que] nadie se atreva a decir que una cultura pueda ser mejor que las otras, especialmente si se trata de la occidental. La exhortación es siempre la misma: «Debemos entender, no juzgar». ¿Pero cómo entender que se torturara, sacrificara y comiera a los niños? Más importante, ¿qué hay que entender sobre ello?
“Todos los naturales de esta región [la Amazonia hoy peruana] comen carne humana; […] en tomándose unos a otros, como no sean naturales de un propio pueblo, se comen. Gustaban especialmente de la tierna carne de los niños, y oí decir que los caciques buscaban de las tierras de sus enemigos todas las mujeres que podían, las cuales, traídas a sus casas, usaban con ellas como con las suyas propias; y si se empreñaban de ellos, los hijos que nacían los criaban con mucho regalo hasta que habían doce o trece años, y de esta edad, estando bien gordos, los comían con gran sabor […]” (Pedro Cieza de León, “Crónica del Perú”, 1550).
“Tenían una piedra larga […] en lo alto de las gradas, delante del altar de los ídolos. En esta piedra tendían a los desventurados de espaldas para los sacrificar, y el pecho muy tenso, porque los tenían atados los pies y las manos, y el principal sacerdote […] de presto con una piedra de pedernal, hecho como un navajón […] con mucha fuerza abría al desventurado y de presto sacábale el corazón […], y caído el corazón estaba un poco bullendo en la tierra, y luego poníanle en una escudilla [cuauhxicalli] delante del altar. […] Los corazones a veces los comían los ministros [sacerdotes] viejos; otras los enterraban, y luego tomaban el cuerpo y echábanle por las gradas abajo a rodar; y llegado abajo, si era de los presos en guerra, el que lo prendió, con sus amigos y parientes, llevábanlo y aparejaban [preparaban] aquella carne humana con otras comidas, y otro día hacían fiesta y le comían. […]
En esta fiesta [Panquetzaliztli] sacrificaban de los tomados en guerra o esclavos […], según el pueblo, en unos veinte, en otros treinta, o en otros cuarenta o hasta cincuenta y sesenta; en México [la capital] se sacrificaban ciento y de ahí arriba” (Fray Toribio de Benavente, Motolinía, “Historia de los indios de la Nueva España” [1541]).
Que culturas mas terribles y nefastas,a mi modo de ver inspiradas por el demonio,xq es quien odia al ser humano,y todos esos ritos re uerdan a los actuales ritos satánicos.
España, evangelizadora de la mitad del orbe, España, cuna de Santa Teresa, de San Juan de la Cruz, de San Ignacio, de San Francisco Javier, de San Juan de Dios, etc, etc, España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, esa es nuestra grandeza y nuestra unidad, no tenemos otra, el día que se pierda, España volverá a las tribus iberas, a los reinos de taifas o a la España cantonal. A ese término vamos caminando apresuradamente, y ciego será quien no lo vea. Dos siglos de sistemática revolución allí donde nunca podía ser orgánica, ha conseguido no renovar el modo de ser español, sino viciarle y pervertirle.
Esa es la España elegida por Dios para la evangelización de América, por eso las fuerzas de la revolución braman contra ella.
Brutalidad horrenda, lo que dice el comunicado del Obispado, sobre los conquistadores españoles. De vergüenza!
Ni me he molestado en leerlo.
El odio es un delito tipificado en el Código Penal. También debería hacerse lo mismo con la ignorancia por ideología.
Los creyentes deben entender que deben proteger a su clero con el rezo y el sacrificio, la gente se dedica a criticar al Papa, Obispos y Sacerdotes, hacen mejor trabajo que los ateos y satanistas, una ciudad sitiada necesita guerreros pero cuando los guerreros lanzan piedras a sus generales, que sera de la ciudad sitiada?
Los hijos de las tinieblas odian a los hijos de la Luz. Es la persecución contra los cristianos, de todo lo de Cristo. Ya sabemos en qué época nos ha regalado el Señor vivir. Sirvamos al Señor cin valentía y amor, de la mano de Nuestra Madre Inmaculada
Hablar de «movimiento renovado para sanar recuerdos y corregir las injusticias del racismo» es ya tomar partido por una opción de la izquierda y es un error del obispo de Mallorca. El revisionismo histórico de esa gente pretende tergiversar la Historia. España hizo una brillante labor, una empresa de fe. Y la Iglesia fue ejemplar.
Los obispos que, como Francisco, el de El Paso, el de Washington, el de Mallorca, etc. alientan ese movimiento de «sanación de recuerdos» y de combate contra un supuesto racismo (que no existe), están echando leña al fuego.
El comunicado de Monseñor Taltavull es anodino cuando se limita a decir que «San Junípero Serra también les ofreció lo mejor que tenía: el conocimiento y el amor de Jesucristo mediante la educación, la atención sanitaria, y la formación en artes agrarias.» Dicho así, más parece que el santo fuera el activista de una ONG y no un misionero. Y no es así, sino que lo que de verdad fue a hacer a aquellas tierras, es convertirles a la fe.
El comunicado del Obispo de Palma de Mallorca me parece desafortunado, pues si bien rechaza el ataque a la estatua, al mismo tiempo apoya el movimiento «black lives matter».