René Alphonse Ghislain van den Berghe -Erik el Belga-, considerado el mayor ladrón de obras de arte del siglo XX, ha fallecido este viernes en Málaga, donde residía desde hace décadas, a los 81 años de edad.
Uno de los robos más célebres de este «expoliador», como lo calificó el inspector de la Policía Nacional Fernando Sánchez, aconteció el 7 de diciembre de 1979 en Roda de Isábena, Huesca. Un botín que continúa en paradero desconocido cuatro décadas después de la noche del robo, informa el Heraldo de Aragón.
De allí se llevó unas 50 piezas, entre ellas una silla de tijera, en madera esculpida, del siglo IX, llamada de San Ramón; la arquilla de San Valero; dos mitras del siglo XII; dos báculos episcopales del mismo siglo, uno metálico y otro en marfil; un tapiz; una campana del siglo XIV; varios cuadros de los siglos XVI y XVII; y telas y sudarios de los siglos X y XII de origen visigótico y árabe.
Al final de su vida, cuenta el medio aragonés, el ladrón se quiso convertir en benefactor. En 1995, regresó a Roda, el lugar del robo. Los vecinos le dieron la espalda y lo recibieron con abucheos y gritos de ‘Ladrón, ladrón’. Solo el cura, el ya fallecido José María Lemiñana, y algunos curiosos asistieron en la catedral, el escenario del robo, para la inauguración de una exposición con cuadros suyos con cuya venta pretendía paliar en alguna medida los efectos del robo. Lemiñana tuvo palabras de perdón para el antiguo traficante de obras de arte.
Requiem aeternam dona ei Domine.
Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pace.
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Que Dios le haya perdonado, pero humanamente no se ha perdido nada
Pues tendría usted que contemplar las tablas de estilo flamenco que pintaba: ¡¡¡una verdadera maravilla!!!
Si yo hubiese tenido medios económicos lo hubiera contratado en exclusiva
Los mayores expoliadores de la historia de España no han sido estos traficantes de obras de artes, la mayoría de ellos amantes y conocedores de nuestro patrimonio. Los peores, los causantes del mayor desastre cultural y espiritual de nuestra historia, fueron los Mendizabal y compañía, los agentes diabólicos de la revolución liberal, que vendieron y expoliaron nuestro patrimonio espiritual de la iglesia y conventos, vendiendo su patrimonio y enseres al mejor postor, bibliotecas y hasta las campanas. Claro que lo peor fue echar a la calles a los monjes y religiosas de estos conventos, obligados a la mendicidad pública.
Un ladrón con buen gusto. Que le haya ido como a San Dimas, 😁,, pues por lo que se lee,, pidió perdón,, y ésa es la llave 🗝 para ganarse el cielo. Y es verdad, los verdaderos asaltantes andan por las calles, muy bien vestidos,, y roban fe, y roban esperanza a su pueblo, y no creo que algún día tengan ésa 🗝
Perdón sin restitución?
Restitución en la medida de las posibilidades personales.
Nadie está obligado a lo imposible.
es que Jesucristo no preguntó a Simplicio ni a los serios moralistas tradicionales. Para ellos ni Dios acierta
Pues me parece mucho mejor Erik el Belga que muchos sacerdotes progres de los años 70 y 80, mis motivos:
1º Aunque robase tablas, tallas u otras obras de arte nunca desmantelaba retablos enteros como hicieron los curas progres.
2º Al menos al final de su vida hizo enmienda y en parte intentó reparar el mal causado, en cambio esos curas progres están (los que aun viven), en su mayoría, orgullosos y convencidos de lo que hicieron.
3º Al menos Erik apreciaba el valor valor de esas obras y las vendía, los curas progres en su mayor parte simplemente los quemaron.