Cardenal Cañizares: «No dilapidemos el legado de Juan Pablo II»

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El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidió la jornada online ‘Juan Pablo II: un Papa nuevo para un tiempo nuevo’, celebrada por la Universidad Católica de Valencia (UCV).

En referencia a las palabras del papa polaco en su primera visita a España, en 1982, poco después de la Transición, el cardenal Cañizares subrayó que su mensaje de “diálogo y convivencia” es “el mejor programa para España, en sus circunstancias actuales”, informa la UCV.

El cardenal hizo esta declaración en relación a las palabras con las que san Juan Pablo II aleccionó a los católicos españoles hace ya 38 años: “Es necesario que recuperéis el vigor pleno del Espíritu, la valentía de una fe vivida, la lucidez evangélica iluminada por un profundo amor al hombre hermano; y sacar de ahí la fuerza renovada que os haga siempre infatigables creadores de diálogo y productores de justicia, alentadores de cultura, elevación humana y moral del pueblo, en un clima de respetuosa convivencia con otras visiones legítimas mientras exigís el justo respeto de las vuestras”.

“No pueden ser más actuales y más verdaderas estas palabras de Juan Pablo II. Aquella primera visita del papa fue como una lluvia copiosa y serena de amor que Dios derramó sobre España. Tuvo presente a las familias, al Gobierno, a los sacerdotes, misioneros, trabajadores, empresarios, inmigrantes, personas de la cultura, lo académico y la investigación, a los mayores”, aseveró Cañizares.

El purpurado subrayó que el “mensaje, testimonio y toda la riqueza” de la persona de Juan Pablo II deben “seguir vivos”. Las palabras de Wojtyla han de ser el “camino” emprendido por todos en el presente: “Solo así seremos fieles a nosotros mismos y capaces de abrirnos con originalidad al porvenir. No dilapidemos el legado de Juan Pablo II”.

“Hemos de revivir las palabras de Juan Pablo II en España para sacar de ahí la fuerza renovadora que nos impulse a cambiar la sociedad, para que nuestro pueblo tenga futuro y camine con esperanza”, remarcó el arzobispo de Valencia.

Cañizares también se refirió a las palabras del Papa polaco en Santiago de Compostela -“que son también para la España de hoy”- dedicadas a Europa: “Te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor. Vuelve a encontrarte, sé tú misma. Descubre tus raíces, que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye el clima de unidad espiritual en un espíritu de respeto a las otras religiones. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Tú puedes ser todavía faro de civilización, estímulo de progreso para el mundo”.

“Juan Pablo II nos dijo al principio de su pontificado que no tuviéramos miedo a abrir de par en par las puertas a Cristo. Esas palabras nos recuerdan a las de Pedro al paralítico en la puerta del Templo: “Lo que tengo te doy. En nombre de Jesucristo, el Nazareno, levántate y anda”. Es la única riqueza y la única palabra que tiene la Iglesia. Es lo que hoy y siempre necesitamos los seres humanos, también los españoles de hoy: a Cristo. En él está la esperanza y el futuro. Él es el camino, la verdad y la vida. En todo y para todo, Jesucristo es la gran esperanza, el futuro para el hombre, la Iglesia y la sociedad”, aseguró el purpurado.

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Comentarios
21 comentarios en “Cardenal Cañizares: «No dilapidemos el legado de Juan Pablo II»
  1. ¿ Y quien sino Bergoglio lo está dilapidando, al que calificaste poco menos que enviado de Dios ? ¿ Enviado de Dios para dilapidar el mensaje de otro enviado ?

  2. Belzunegui, Belzunegui, no se fíe de las apariencias. Pero no me acuse todavía de «papólatra». Primero lea esto, que le gustará: «Cuando el Papa Juan Pablo II hablaba de adaptar el Evangelio a los tiempos, nunca habló de rebajar la moral… Pero he tenido que ver cómo vienen estos “eruditos” y se encargan de pervertir lo que Karol ha dicho y ha dejado tan atado y bien atado. Si no hay un sitio por donde desatarlo, ¿cómo lo han conseguido?… viene la Serpiente, y lo arregla por ellos (lo que sigue es muy bueno, pero no lo copio). Añade después, «Es que ya no encuentro quien predique la moral tradicional de las costumbres?» (El Triunfo del Corazón Inmaculado de María. Dictados de Jesús a Marga, pp. 684-685). Dicho esto, ahora le copio otra frase del mismo Autor, en la misma obra, el tercer volumen, titulado El Reinado Eucarístico. Lo pongo en otro comentario porque aquí ya no me queda espacio.

  3. ¿Por qué, Don Antonio, por qué? Me remito al artículo publicado en Infovaticana por Vicente Montesinos, bajo ese título, el 25 de marzo de 2018, que, después de recoger el panegírico cañizal, le dedica varios comentarios. Recojo sólo los primeros:

    Sinceramente, mi muy querido D. Antonio, me desconcierta de todo punto. No sé de que otra manera expresar lo que siento al leer este panegírico absoluto sobre Francisco; uno de los mayores que mis ojos han podido ver en estos últimos años, tan proclives a ello.

    1. Y ello porque estamos muy acostumbrados a que en este caótico pontificado existan unos pocos valientes que dicen la verdad cuando hay que decirla; una enorme masa de silentes conformados y complacidos; y por último una no pequeña masa de cortesanos, pelotilleros y mea-pilas que deben alabar a Francisco haga lo que haga, confundiendo a Bergoglio con Nuestro Señor, cayendo en una papolatría imperdonable, y queriendo hacer ver que todo es rosa, cuando no hay nada más lejano.

  4. Belzunegui. El comentario prometido está pendiente de moderación. Tal vez este otro…, en la misma línea: » ¡No es falsa la doctrina de mi Papa Francisco! En su humildad no saben ver al Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas. Él ha querido sacudir a la Iglesia de los prejuicios que la inundan, tanto de ella hacia los demás, como de los demás a ella. Prejuicios que han impedido y están impidiendo que se acercaran cuantos más hombres a Dios, ahora, en esta hora terrible de la Iglesia. Y abre de par en par las puertas de la Iglesia a los alejados y les ayuda a poder conocer el Amor de Dios. Veo que a mi Papa se le juzga ¡hasta por sus gestos!, gestos que no parecen ortodoxos. Tan anclados estáis en vuestros gustos, y no sois capaces de mirar los gustos de Dios, que no juzga por la apariencia sino por lo que hay en el corazón. En el corazón de Francisco está el acercar a todos los hombres a Dios, y lo hará y lo intenta por todos los medios, hasta por los gestos…», (cit. p. 324).

    1. María Rosa Gutes:

      Solo Dios Padre, Jesucristo y El Espiritu Santo leen el corazón de las personas.

      El Buen Pastor que da la vida por las ovejas es Jesucristo que fue crucificado por nosotros.

      1. Es todo como dice usted. Y más concretamente, Jesucristo es ahora el Buen Pastor, a través de la obra sacerdotal, en el signo de una persona. Monseñor Reig Pla habló de esto, precisamente, en la Vigilia del Domingo del Buen Pastor (2 de mayo de 2020). Reproduzco sus palabras: “Por el sacramento del Orden, el sacerdote es sacramento eficaz de gracia actuando en la persona del Señor. Lo que técnicamente se conoce “in persona Christi”. Es Cristo actuando en el sacerdote”. Puede escucharle (es magnífico, siempre) aquí: https://www.youtube.com/watch?v=iUH1PLqyEuk, y en lo que aquí señalo a partir del minuto 1:06:58.
        Tal vez no me he expresado antes con suficiente claridad (porque he tenido que fragmentar en dos, lo que hubiera sido un único comentario, por razones de espacio), pero no he sido yo, quien he intentado leer el corazón de nadie, sino que he reproducido unas revelaciones privadas. Las cuales ya sé que no estamos obligados a creer, aunque yo las creo y por eso las doy a conocer.

    2. Las revelaciones privadas no deben aceptarse sin juicio crítico previo, y en todo caso, no obligan a la fe. Pueden decir además (las que son falsas, obviamente) muchas sandeces.

      1. Le doy la razón en todo. Sobre el juicio crítico, San Pablo dejó dicho (1Tes, 19-22): «No apaguéis el espíritu, no despreciéis las profecías. Examinadlo todo; quedaos con lo bueno».
        Las revelaciones que he citado advierten esto: «De acuerdo a los Decretos de Urbano VIII y de la Sagrada Congregación de Ritos, declaramos que a cuanto se expone en la presente publicación no se da otra fe sino aquella que merece el atendible testimonio humano, y que no se pretende en modo alguno prevenir el juicio de la Santa Sede.
        El Decreto de la Congregación para la Propagación de la Fe (A.A.S. n.58/16 del 29 de diciembre de 1966) que abroga los cánones 1399 y 2318 del antiguo Código de Derecho Canónico, fue aprobado por S.S. Pablo VI y publicado por su voluntad. Por lo cual: No se prohíbe divulgar sin licencia expresa de la Autoridad Eclesiástica (el Imprimatur) escritos tocantes a nuevas apariciones, revelaciones, visiones, profecías y milagros, con tal que se observe la Moral Cristiana general».

    3. Te equivocas de plano. Bergoglio no atrae a los lejanos, pues hasta les dice que no necesitan convertirse al catolicismo y prohibe el proselitismo, y espanta a los cercanos, a los que caricaturiza, ridiculiza, insulta y persigue. No condena el pecado y deja al pecador en la esclavitud del pecado camino del infi erno. No conozco a nadie que se haya convertido gracias a Bergoglio. Las conversiones que conozco son a pesar de Bergoglio, el mayor fraude de la historia, cuya misericorditis infumable promete el cielo sin conversión.

      1. Belzunegui, vayamos por partes. Eso no lo he dicho yo. Podría estar equivocada en creerlo, como podría estar equivocado usted en su opinión, aunque ya sé que está convencido de lo contrario, como me pasa a mí. Estaremos de acuerdo en que lo importante es la Verdad, no lo que usted y yo creamos (en mi caso unas revelaciones) sobre el asunto. Ya que no coincidimos, tratemos de examinar por qué. También voy a recurrir aquí a la clarividencia de Monseñor Reig Pla, que en su homilía de hoy, insuperable y que recomiendo, como todas (están en «you tube»), ha observado, entre otras cosas, dos muy ilustradoras para el caso. La primera, a propósito de la Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles de hoy. Pablo se indigna cuando llega a Atenas y contempla la ciudad llena de ídolos. Pero ¿qué hace?, pues lo primero hablarles desde el conocimiento y la razón. No empieza por la Historia de la Salvación. Y no tuvo éxito. ¿Cree usted que por eso no mereció la pena su misión?.

      2. Y sigo aquí, porque no me cabía el resto. Lo segundo que ha observado, es que no podríamos estar en la Verdad cuando, aun desde la sinceridad o la autenticidad, no reconociéramos la dignidad del «otro», del que discrepáramos. Es decir, aun cuando tuviéramos toda la razón, aparentemente, en una crítica determinada, no seríamos veraces si, por ejemplo, faltáramos al respeto a la persona. Porque la verdad, ha dicho, es «la realidad que se manifiesta como lo que es, unido a su bondad» y «la realidad tiene que unir el ser y la consistencia de las cosas con la bondad». La maledicencia sería, pues, «ausencia de bien y ausencia de realidad». Éste es el enlace a la homilía: https://www.youtube.com/watch?v=RekUvc1Drx8

      3. Pasando a lo concreto de su comentario, ¿dónde ha dicho eso el Papa?. Leo con frecuencia sus homilías y no lo recuerdo. A lo mejor no lo entendió usted bien, como lo del infierno, que le contesté ayer. El Papa no puede prometer el cielo sin conversión, pero no hace falta que diga el Papa, que quien logra arrepentirse en el último momento (no es poco mérito), alcanza la salvación, siendo el primer testigo de ello, el denominado «buen ladrón». Es verdad que el Papa es más benévolo con los alejados que con los católicos, pero si quiere que le dé mi opinión, creo que buenas razones no le faltan. Y, además, no olvide el ejemplo que nos da la parábola del hijo pródigo, para que entendamos que si el Padre tiene a unas ovejas seguras y a otras descarriadas, es comprensible que sus esfuerzos se encaminen a recuperar las segundas. Aunque las primeras no deberíamos estar tan seguras, porque como dice 1 Juan, 1, 8: «Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros».

  5. Francisco, como buen estratega, sabe que no puede oponerse a Juan Pablo II y pretende sumarse a su sombra ignorando lo que Juan Pablo II es y significa. Ya hemos visto demasiado en estos últimos años como para creernos afectos superficiales e interesados. Hasta los más contrarios al Papa Juan Pablo II se tientan la ropa y se ponen de perfil esperando a que su recuerdo se pierda. Esto no sucederá y cuanto más tiempo pasa más magna es su figura. Specola.

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