(CWR)- A medida que continúan surgiendo detalles sobre una serie de escándalos financieros en la Secretaría de Estado del Vaticano, algunos observadores se preguntan por la aparente falta de urgencia o interés en la respuesta de la Santa Sede.
Si bien se han emitido vagas actualizaciones sobre las investigaciones en curso, la creciente presión política y diplomática entre bastidores podría estar ralentizando los movimientos para presentar cargos contra los miembros del personal suspendido.
Algunos funcionarios de la curia están preocupados porque, si bien se puede esperar que el personal administrativo asuma silenciosamente su responsabilidad por mala praxis, el personal laico que se enfrenta a un proceso judicial podría comenzar a hablar. Si lo hacen, algunos temen que podrían empeorar exponencialmente los escándalos e implicar a figuras más importantes.
Durante meses han ido surgiendo detalles y acusaciones relacionadas con funcionarios de la secretaría que intentan ocultar deudas y activos en las hojas de los balances del Vaticano, y que forjan relaciones con personas e instituciones acusadas de corrupción, fraude y blanqueo de dinero. Al mismo tiempo, los investigadores han llevado a cabo una serie de redadas en las oficinas curiales, lo que resultó en varias suspensiones.
Un funcionario laico de la secretaría, Fabrizio Tirabassi, fue el responsable de supervisar las inversiones en el departamento. Mientras que la Secretaría de Estado invirtió cientos de millones en una propiedad de Londres, Tirabassi fue nombrado director de una sociedad de cartera luxemburguesa, propiedad del empresario que negociaba la adquisición inmobiliaria.
En cualquier otra jurisdicción, detalles como este provocarían una acción rápida y decisiva. En cambio, la Santa Sede lo único que ha ofrecido son actualizaciones opacas, diciendo que se han tomado «medidas» contra algunos «individuos», pero se niega a decir cuáles son las medidas o quienes son los individuos a los que se han aplicado.
En resumen, puede que no haya juicios al final de la investigación del Vaticano. Y los que observan desde fuera de Roma probablemente se preguntarán por qué.
Un factor puede ser la política, especialmente las que siguen el tipo de tradiciones poco claras de la Santa Sede. Los fiscales podrían encontrarse en desacuerdo con la Secretaría sobre la presentación de cargos, o incluso con despido público de los empleados implicados, debido a la preocupación sobre lo que podría destapar un juicio.
«Si usted presenta cargos, tiene que ir a juicio», le ha dicho al CNA una fuente cercana a la Prefectura de Economía. “Si va a juicio, debe presentar pruebas y demostrar la culpa. Una vez que se ha hecho esto, cada uno pensaría en salvar su propio pellejo y ¡quién sabe adónde apuntarían los dedos!”.
Una fuente ha sugerido al CNA que probablemente se podría confiar en que altos cargos que se vieron envueltos en la investigación, como mons. Alberto Perlasca y mons. Mauro Carlino -quienes desempeñaron cargos de alto nivel en la Secretaría de Estado-, respetarían la omertà de la curia sobre asuntos delicados e incluso aceptarían la pena que se les impusiera.
Pero hay quienes piensan en la curia que si funcionarios laicos como Tirabassi se enfrentan a una condena, una futura situación de desempleo o incluso la prisión, podrían desplegar una política de tierra quemada en su propia defensa. En la cultura de la curia, este tipo de riesgo podría ser suficiente para evitar un juicio. O, al menos, para intentar que algunos funcionarios argumenten a favor de una resolución más silenciosa de todo el asunto.
«Todos recuerdan lo que sucedió en 2016», ha dicho una fuente del Vaticano, en referencia al llamado juicio Vatileaks 2.0, que vio a tres funcionarios de la curia, incluida una laica, acusados de pasar material confidencial a periodistas.
«[Francesca] Chaouqui subió al estrado y se desató el infierno: sórdidos mensajes de texto, insultos, era un circo. ¿Pueden ustedes imaginarse lo mismo, pero con alguien que conoce los detalles de miles de millones de euros de inversiones confidenciales durante años y que podría comenzar a señalar a cardenales que aún están en activo?»
Mientras que el cardenal Parolin, como secretario de Estado, ya asumió la responsabilidad personal por algunos proyectos controvertidos en el departamento que dirige, Tirabassi, Carlino y Perlasca pasaron años informando directamente al cardenal Angelo Becciu quien, de 2011 a 2018, ejerció como sustituto de la Secretaría.
La renuencia a provocar un mayor escándalo o exposición pública podría ser un factor determinante en las decisiones sobre si presentar cargos, y podría, de algún modo, explicar la continua reticencia de la Santa Sede a reconocer, y mucho menos abordar, las revelaciones recientes.
Al mismo tiempo, la decisión de no enjuiciar la aparente mala conducta financiera podría, potencialmente, tener graves consecuencias diplomáticas.
Los esfuerzos del Vaticano en combatir el blanqueo de dinero y otros delitos financieros están siendo evaluados continuamente por Moneyval, el organismo de vigilancia contra el blanqueo de dinero del Consejo de Europa, que actualmente está realizando una revisión antes de emitir su informe en diciembre.
Una revisión favorable de Moneyval es vital si el Vaticano quiere ser visto como un miembro digno de confianza de la comunidad financiera internacional. Un informe lo suficientemente condenatorio podría conducir a su vuelta a las listas negras internacionales e, in extremis, a la desconexión de las máquinas de tarjetas de crédito en las tiendas y museos del Vaticano.
Un juicio por crímenes financieros públicos de altos funcionarios del departamento gubernamental más importante de la Santa Sede podría convertirse en una ilustración de lo mal que se están manejando algunos problemas administrativos entre bastidores.
Sin embargo, paradójicamente, un juicio podría ser lo único que podría garantizar a Moneyval de que el Vaticano está tomando medidas reales.
En el momento de su último informe, en 2017, el organismo de vigilancia señaló que el Vaticano aún no había procesado ni un solo caso de blanqueo de dinero en los tribunales; sólo procesó su primer caso exitoso en 2018.
La «efectividad general del compromiso de la Santa Sede con la lucha al blanqueo de dinero depende de los resultados obtenidos por la fiscalía y los tribunales», concluyó ese informe.
Más allá de las preocupaciones diplomáticas, está la cuestión de la percepción por parte de los fieles.
Los católicos han estado pidiendo más transparencia en el liderazgo eclesiástico, especialmente a raíz de las revelaciones sobre Theodore McCarrick y otros escándalos recientes de abusos sexuales. Algunos considerarían un juicio como evidencia de un movimiento hacia esa transparencia. Pero quienes pertenecen a la vieja escuela probablemente ejercerán su influencia para obtener una resolución que salve la cara, como deferencia a una antigua disposición para evitar el escándalo. La tensión entre ambos grupos es real.
El Vaticano pronto tendrá que decidir si está dispuesto a permitir que los fiscales se comprometan con un proceso legal completo, independientemente de lo que se descubra y a quién pueda implicar. Una decisión como esta podría decidir el conflicto entre la autoconservación y una reforma real en los niveles más altos de la curia.
Publicado por Ed Condon en The Catholic World Report.
Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.
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Corrupción doctrinal, corrupción moral y corrupción financiera van de la mano. Mutuamente se estimulan. La financiera irá a menos, pues ya no hay mucho que corromper por el estado de quiebra fraudulenta.
Si hay corrupción y escándalos en la secretaría de Estado del Vaticano es por triste legado que dejó el nefasto Sodano y Bertone. Uno por los temas morales y el otro por los temas financieros. Vuestro afán de hablar mal del pontificado de Francisco os lleva incluso a inventar Situaciones inexistentes; pero las sinvergüenzadas de Sodano y Bertone las pasáis intencionalmente de puntillas.
«No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte». La catastrófica situación financiera del Vaticano no se puede ocultar y hoy es un día en que empezamos a poner números a la hecatombe que ha caído sobre la ciudad de la colina. No se puede ocultar y los ‘jefes de dicasterio’ se reunieron con el Papa Francisco para ‘ser informados’ de cómo están las cosas. No es algo nuevo, ya desde los últimos años de Juan Pablo II estamos con todas las alarmas encendidas y nada se ha hecho. El que ha osado indicar que los números eran entre malos y muy malos ha sido silenciado. Estamos ante una mezcla mortal de ignorancia y de incompetencia sin límites. La catástrofe actual no la ha provocado el virus sino que la ha acelerado y estamos viviendo meses que parecen años años.
Franca Giansoldati en el Messaggero nos habla del APSA, la administración del Patrimonio de la sede apostólica y el de Korazym nos habla del Gobernatorato. En el Vaticano no gusta ser muy claros en estos temas y la confusión reina en la información. Intentaremos hacer un poco de luz para entender los datos aportados. El Gobernatorato es la parte ‘civil’ del estado vaticano. En su presupuesto están las actividades comerciales internas, las fuerzas de seguridad, y sobre todo, los museos que son el músculo financiero de este entramado. Los empleados vinculados a los museos y sus actividades complementarias son el 50% del gobernatorato, unos 1.000, lo que nos da una idea de su dimensión e importancia. El APSA, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, aglutina los entes de la curia, congregaciones, dicasterios y demás.
Esto no es lo único y además tenemos una maraña de fondos, algunos muy importantes como las pensiones o la sanidad, y de fundaciones del más variado pelaje, que, al menos en teoría, son dineros vinculados a su finalidad fundacional. Una firma del Papa reinante que cuenta con el poder absoluto en todo este entramado puede cambiar todo sin el menor problema ni limitación, ni civil, es el jefe del estado que aglutina todos los poderes, ni religiosa por ser la autoridad máxima posible en la iglesia católica.
El APSA fundamenta sus ingresos en los alquileres del patrimonio inmobiliario, unos 115 millones al año, en ingresos financieros con unos escasos 20 millones, en el canón 1271, la ayuda de las diócesis y religiosos, un poco más de 20 millones, y unos 100 millones de fantasmagóricas donaciones que son realmente la mordida al óbolo para cuadrar las perdidas habituales y aportaciones de banco.
Esta es la situación pre epidemia que es claramente muy preocupante. Se necesita más de los recaudado por el óbolo para cuadrar las cosas. Los gastos son unos 150 millones en personal y unos 150 en gastos generales y administrativos, las demás partidas son pequeñas. Con la epidemia, los ingresos pueden caer entre 60 y 120 millones en este año y los gastos tienen muy poco margen de reducción a corto plazo. Según las informaciones, bien informadas, que circulan no se están teniendo en cuenta aspectos, gastos disimilados durante años, que ahora pueden aflorar y complicar mucho más la situación, por no hablar de la reducción de los alquileres, ya anunciado el 50%. Estamos ante la catastrofe perfecta y sus consecuencias se verán muy rápido, las soluciones pasan por una reducción drástica y rápida de costes, empezando por el personal, o entrar en una peligrosa espiral de endeudamiento que hipotecaría el Vaticano por decenios.
Korazym nos da la visión de la situación en el gobernatorato con datos menos articulados y se centra en una entrevista al secretario del gobernatorato el legionario Padre Vergez. Las cuentas del gobernatorato eran positivas hasta el momento gracias a los saneados ingresos de los museos vaticanos. La actividad comercial y los museos son las dos actividades que aportaban los ingresos. El sobrante anual no lo era tanto porque tiene su origen en la ficción, muy típica en el Vaticano, de quitar entes deficitarios para mejorar el resultado. Los medios de comunicación se encuentran en un limbo extraño que no termina de encajar. Del presunto beneficio del gobernatorato se aportaba la mitad de las perdidas de la radio vaticana, unos 25 millones al año, que no están en las cuentas informadas. Sin los museos, que son más del 50% de sus ingresos y la actividad comercial reducida al mínimo, la situación es catastrófica.
Las inversiones financieras provenientes de los ahorros de los últimos años no levantan cabeza y acumulan pérdidas inconfesables.
Hasta ahora, era la Secretaria de Estado la que equilibraba estos agujeros tirando de la contribución del óbolo de San Pedro pervirtiendo durante decenios la voluntad de los donantes especialmente condenada por todos los cánones. La recaudación lleva tiempo cayendo y en este momento nos tememos que se contraerá más alla de las optimistas previsiones. Las frivolidades inversoras, como el inmueble londinense, no se pueden comer y las reservas líquidas del óbolo no dan para más.
El Banco, el IOR, Instituto para las Obras de Religión, pasa momentos muy bajos y ya lleva algunos años que no ha podido contribuir con su asignación anual al APSA para cubrir el agujero de la curia y en estos momentos mejor no mirar la panza, que ya se encontraba en porcentajes alarmantes, fuera del abecedario, intentado escalar a triple ‘z’ negativa como el mejor de los mundos. Contamos con una ventaja importante y es que por necesidad se dejará de blanquear dinero por ausencia de material blanqueable. La Conferencia Episcopal Italiana se ha rascado el bolsillo con 200 millones que nos imaginamos que van a ayudar a sus arruinados hermanos de la colina vaticana bajo cobertura de ayudas urgentes al virus. Specola. Gracias, Specola, una vez más.
Das asco Belzunegui, Eres un sin vergüenza, ni siquiera escribes tu opinión, solo atosigas el foro con puro cortar y pegar.
No se si es católico…. Solo se alegra del mal de la Iglesia!!
Ufff,pestiño,máximo!!!!!
Me refiero al polinsistente,Belzunegui.
Un día de estos abrirán todos los telediarios con minutos a discreción con un megaescandalazo vaticano que ponga la puntilla a la iglesia mundana. Cuando quieres caerle bien al mundo para que te respete éste te tratará como algo prescindible y te destruirá (como el pacto Iglesia-China que está arrasando más que nunca templos y vidas cristianas).
Jajajajaja, siéntate a esperar tu megaescandalazo entonces, prepara un café bien caliente, seguro tendrás que esperar y esperar, porque eso que anheláis solo existe en vuestras podridas mentes.
llevaras años enterrado, tu, tus hijos, tus nietos, tus bisnietos y los e ellos.
Y ese escandalo que dices…. no saldra en ningun telediario. No existira!!
Algunos, en vez de analizar el mensaje y comprobar su veracidad, se dedican a demonizar al mensajero, por traer malas noticias, de las que se alegraría supuestamente, incurriendo en juicios temerarios. Son así y cada día se les ve más el plumero. ¿ Porqué se acercarán tanto por Infovaticana ? ¡ Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio !
No las tienes. Hay patologías sanables y otras no. Algunas con un buen tratamiento se pueden controlas y simular bastante.
Belzunegui, no debes dejar las patillas de la humildad, la fe y la esperanza. Respecto de la caridad, estamos pendiente de que exista un donante para reemplazartela.
Vives en tu Matrix. Engañado y amargado. La realidad no es es. No quieras que vivamos en tu mierda. Déjanos vivir la alegría De la Iglesia y de su mensaje salvador.
Perdona, un último detalle.
Venimos por aquí porque InfoVaticana NO ES TUYA! Como no lo es la Iglesia, ni ninguna institución de la misma.
Para tu confianza, tus problemas SI tienen remedio. Resetea tu odio. Vuelve a cargar el sistema operativo bueno, la caridad. Y estaremos mucho más contentos de ti. Aunque no te lo creas, se te fije cariño.
Fije=coje