Mascarillas ¿’por la fe’?

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Al leer esta mañana el nombre de la campaña petitoria de la Archidiócesis de Madrid para comprar mascarillas sanitarias –‘Mascarillas por la fe’-, lo primero que he pensado es que los creativos a sueldo del arzobispado han digerido bien la inversión orwelliana del lenguaje, ofreciendo la etiqueta contraria a lo que la cosa sugiere de primeras.

De hecho, el propio arzobispo, Carlos Osoro, ha dicho que garantizar la seguridad sanitaria es “un deber moral de justicia y caridad”, lo que ya tiene más sentido. Porque si algo no transmite la visión de una persona con la cara cubierta por una mascarilla es fe. No que carezca de ella, por supuesto, pero el hecho en sí no parece reflejar esa confianza que es el núcleo de la fe. Llámenlas “Mascarillas por la caridad”, pero relacionarlas con la fe suena casi irónico.

Salvo, naturalmente, y como parece ser el caso, hablemos de confianza en el Gobierno y sus ‘expertos’. Esta fe parece mantenerse ardiente, vibrante, en nuestro episcopado, aunque sea mucho más mudable e inestable que la propiamente católica.

Es conmovedor ver en nuestros purpurados esa confianza filial en un Gobierno que ha ido dando bandazos en la ‘doctrina’ desde el inicio de la crisis, pese a lo cual la Iglesia española ha seguido sus veleidosas recomendaciones con inquebrantable fe, yendo aún más lejos de lo que decretaban al cercenar el acceso de los fieles a los sacramentos.

Por ejemplo, esto mismo de las mascarillas, que van camino de convertirse en un sacramental. Ayer mismo Fernando Simón, el megaexperto del Gobierno, nos decía que no servían, que no convenía que las llevaran en público los legos -es decir, los que no fueran profesionales sanitarios- y que acapararlas podía poner en peligro a quienes sí las necesitaban. Pocos días después, se produce un acelerado “desarrollo de doctrina” y ya sí, son imprescindibles para luchar contra la pandemia y estudian hacerlas obligatorias para todos en la calle. Y los prelados, dóciles, se ajustan a estos cambios como si vinieran de lo alto.

La fe cotiza alto, pero no necesariamente la fe católica. Quizá avanzamos hacia eso que anhela ardientemente José Manuel Vidal, una Iglesia “menos milagrera y más científica”, añadiendo “es decir, más evangélica”, ignorando al parecer que el Evangelio está plagado de milagros y ayuno de ‘ciencia’.

Para empezar, hoy toca rezar y ayunar hermanados con todas las demás religiones, por instrucciones del Papa, por el fin de la pandemia. Porque todas las religiones vienen a decir lo mismo, ¿no? ¿Es que “¿no podemos rezar al Padre de todos”, como nos dice esta misma mañana el Santo Padre? No es que todas las religiones tengan un solo dios, o que todas las monoteístas vean en Dios a un “padre”, pero eso son meras minucias.

Religión Digital da con alborozo la noticia de esta comunión interreligiosa, aunque parece centrar su importancia en el hecho mismo de la difuminación de las verdades de la fe más que en su eficacia, como deja patente la ilustración que acompaña el texto, una viñeta en la que aparecen un rabino, un sacerdote, un imán y un sanitario, suponemos que secular, enfrentándose al virus con sus propias armas: una estrella de David, una cruz, una medialuna y un spray. Y en todos los casos el virus se mantiene gordo y saludable salvo ante la aspersión del médico, con la que se agosta y muere.

Es fe, al cabo, y fe ciega, porque no es exactamente lo que estamos viendo, ¿verdad? No parece que haya ese mágico spray, o que ‘la Ciencia’ esté haciendo un papel estelar contra la pandemia.

Pero tengamos fe, y nada expresa mejor esa confianza que una mascarilla cubriéndonos la cara.

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Comentarios
19 comentarios en “Mascarillas ¿’por la fe’?
  1. Miro la foto de arriba y lo que más nítidamente percibo es una calavera detrás de la mascarilla. Piensan que pueden añadir siquiera un minuto al tiempo contado, medido y pesado de sus vidas sin fe…

    1. Aquí fe en las mascarillas, «Fe en el Cine» profesa su costosa e inane televisión… ¿Y no iba a tener razón el clásico que sentenció que cuando se deja de creer en Dios se acaba creyendo en cualquier cosa?

      1. Aunque suelo estar de acuerdo con usted en casi todo, en este caso permítame una pequeña discrepancia. No me parece que «Fe en el Cine» signifique Creer en el Cine, sino películas con temática religiosa que suele proyectar ese canal, y que suelen ser de lo mejorcito, aunque con reparos, sobre todo si se trata de los últimos Papas que, a tenor de esas películas, ninguno supo nada de la mayor persecución religiosa contra la Iglesia, ni del mejor estado confesional católico del mundo ni de las atrocidades de los «aliados» «liberadores». Dicho de otra forma, que los trasviste de políticamente correctos.

        1. Sólo daba a entender que se manosea demasiado la palabra fe, jugueteando con ella en los ambientes «eclesiales». Y es un síntoma.

  2. Debido a que estoy convencido que Jesucristo es Dios y que nos dio LA ÚNICA RELIGIÓN VERDADERA y tengo la certeza de que en algún momento la santidad y la cordura volverá a nuestros pastores, así que aguanto las tormentas de inútiles y mentirosos que tenemos que soportar

  3. Hay que desenmascarar a tanto enmascarado, empezando por Bergoglio, el hombre de las mil caretas para seguir donde está haciendo el máximo daño posible a la Iglesia Católica, sin perder el apoyo de los papólatras, que han incurrido en el mayor pecado en que puede incurrir el hombre: la idolatría. Colocan a Bergoglio por encima de Jesucristo y de su santa Iglesia, a pesar de haberse desposeído recientemente de los títulos de vicario de Cristo y sucesor de Pedro, porque sabe que no es más que Bergoglio, todo Bergoglio y nada más que Bergoglio, un hombre perverso.

  4. La pena que me da esta situación (pena es decir poco, claro), pues llevo cuatro misas ya (desde el lunes que se reanudaron en Sevilla), con el culto al GEL y el GEL protagonista de la Misa, y todos contentísimos de haber recobrado el sentido de lo obligatorio y lo ritual (que tanto se había perdido, en la misa no había normas, todo daba igual, arrodillarse o no, mirar el móvil o no… Ahora, con la TABLA de NORMAS DE Higiene, todos contentos). Pero junto con la pena, el alivio de leer a Carlos Esteban, que lo describe perfectamente, y al menos, la situación queda ya denunciada. No es como si nadie se diera cuenta… Gracias, pues, a este autor

  5. Ya Santa Teresa dice;
    Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa,
    Dios NO se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene,
    Nada le falta.
    Van a hacer lo que sus mentes tengan programado,, están a respire y respire aire dentro de su propia mascarilla, éso enferma y ni cuenta se dan. Así sus planes,, se volverán contra ellos. Una precaución normal basta.
    Ya nos hiciéron marionetas cuanto quisieron,, ya es hora de cortar los hilos.

    1. Spes: De acuerdo en todo. Educación primaria: «tomas oxígeno, botas CO2». Pero si no lo dejamos salir, por tener puesta la mascarilla, ¿no tomamos CO2 en la segunda aspiración? Lo dice la Dra. Chinda Brandolino. (youtube: brandolino barbijo perjudicial).
      Lo peor: por indicación de Francisco, habrá que mutilar de la Biblia la cita «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por Mí». Porque si da igual rezarle a Alá, a Shiva, a Pachamama, que a Jesús, ¿para qué sirve esa declaración tajante en Juan 14,6? Y esa frase la debió de leer Francisco en la Misa del domingo pasado.

      1. Sí Nadin,, sabía que es malo eso,, y también lo oí decir a la Dra. Ella es muy inteligente. Van a sacarle al virus todo el jugo que se pueda. Y cuando no de para más,, sacarán un conejo del sombrero y va de nuevo.

  6. Ya hay culto en los templos y no me atrevo a asistir, ¿miedo al covid? En absoluto. Es aprensión a la misa condicionada por una supuesta higiene, miedo inoculado por los esbirros del maligno, mascarillas y los geles. Y a que me obliguen a recibir al Cordero en la mano. Tal vez esté equivocado pero soy incapaz de ir a misa, y bien que me duele, en esas condiciones blasfemas. ¡Quién estuviese en Alcalá de Henares!

  7. Dios nos ha hecho seres pensantes y nos ha dado inteligencia para solucionar , del mejor modo posible, los múltiples problemas con los que nos encontramos a lo largo de nuestra vida. Las mascarillas son enormemente útiles si se emplea el tipo adecuado para cada caso : los enfermos con mascarilla quirúrgica, los sanos con mascarillas autofiltrantes FFP2 sin válvula, que creo es la que lleva Osoro y la que ha repartido a la población la Presidenta de la Comunidad de Madrid , la política que ha hecho la mejor gestión de la crisis. En una época de pandemia como la actual, que una persona lleve una mascarilla para evitar contagiar y contagiarse no es un síntoma de falta de fe, sino de sensatez. Por el contrario, no utilizar los métodos que existen a nuestro alcance para solucionar una situación que nos puede llevar a la muerte pensando : » No me pongo la mascarilla , porque Dios me protegerá» es tentar a Dios. Y Dios en este caso ya nos ha protegido habiéndonos permitido decubrirlas.

  8. Miguel, que razón tienes!

    Si quien sabe dice que con mascarilla, como si nos dice con una capa de superman. Me gustaría saber de todos los que aquí critican con tanta convicción, si son padres, qué grado de crítica y participación dan/daban a sin hijos pequeñitos.

    Se obedece y se calla. Y no hay más.

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