(Vatican News)- Francisco ha presidido la misa en la Casa Santa Marta este sábado de la cuarta semana de Pascua. En la introducción, ha recordado la memoria de Santa Luisa de Marillac, rezando por las hermanas vicentinas que ayudan al Papa, y dirigen el dispensario pediátrico que está en el Vaticano, y por quienes viven en la Casa Santa Marta. La memoria de Santa Luisa de Marillac se celebra normalmente el 15 de marzo, pero siendo Cuaresma se ha trasladado a hoy. Las hermanas que trabajan en la Casa Santa Marta pertenecen a la Congregación de las Hijas de la Caridad, la Congregación fundada por Santa Luisa de Marillac (familia vicentina). Una pintura de la santa fue llevada a la capilla. Esta es la intención del Papa hoy:
Hoy es la conmemoración de Santa Luisa de Marillac: recemos por las hermanas vicentinas que llevan adelante este dispensario, este hospital desde hace casi 100 años y trabajan aquí, en Santa Marta, para este hospital. Que el Señor bendiga a las hermanas.
En su homilía el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 13:44-52) en el que los judíos de Antioquía «llenos de envidia y con injurias» contrastan las declaraciones de Pablo sobre Jesús. Luego instigan a las mujeres piadosas de la nobleza y a los principales de la ciudad, provocando una persecución que obligó a Pablo y Bernabé a abandonar el territorio.
Francisco recuerda el salmo que acaba de leer: «Cantad al Señor una nueva canción porque ha hecho maravillas. Su mano derecha y su brazo sagrado le dieron la victoria. El Señor ha dado a conocer su salvación, a los ojos del pueblo ha revelado su justicia».
«El Señor», afirma, «ha hecho maravillas». Pero cuánta fatiga. Cuánto esfuerzo, para las comunidades cristianas, llevar adelante estas maravillas del Señor. Hemos escuchado en el pasaje de los Hechos de los Apóstoles, la alegría: toda la ciudad de Antioquía se reunió para escuchar la Palabra del Señor, porque Pablo, los Apóstoles predicaban con fuerza, y el Espíritu les ayudaba. Pero cuando vieron esa multitud, los judíos se llenaron de celos, y con palabras injuriosas contrastaban las afirmaciones de Pablo.
«Por un lado está el Señor, está el Espíritu Santo, que hace crecer a la Iglesia, y siempre crece más: esto es verdad. Pero por otro lado está el espíritu maligno que trata de destruir la Iglesia. Siempre es así. Siempre es así. Se sigue adelante pero luego el enemigo viene tratando de destruir. El balance siempre es positivo a la larga, pero ¡cuánto esfuerzo, cuánto dolor, cuánto martirio! Y lo que sucedió aquí, en Antioquía, sucede en todas partes en el Libro de los Hechos de los Apóstoles».
«Por un lado – observa el Papa – la Palabra de Dios que hace crecer y por otro lado la persecución». «¿Y cuál es el instrumento del diablo para destruir la proclamación del Evangelio? La envidia. El Libro de la Sabiduría lo dice claramente: «Por la envidia del diablo el pecado ha entrado en el mundo» – envidia, celos… Siempre este sentimiento amargo, amargo. Esta gente veía cómo se predicaba el Evangelio y se enfadaba, se roían el hígado de rabia. Y esta rabia los llevaba adelante: es la rabia del diablo, es la rabia que destruye, la rabia de ese «¡Crucifica, crucifica!», de esa tortura de Jesús. Quiere destruir. Siempre. Siempre.
«La Iglesia -recuerda Francisco- va adelante entre las consolaciones de Dios y las persecuciones del mundo». Y a una Iglesia «que no tiene dificultades le falta algo» y «si el diablo está tranquilo, las cosas no van bien». Siempre la dificultad, la tentación, la lucha… los celos que destruyen. El Espíritu Santo crea la armonía de la Iglesia y el mal espíritu destruye. Hasta hoy. Hasta hoy. Siempre esta lucha». Y «el instrumento de estos celos» – observa – son «los poderes temporales». En este pasaje se dice que «los judíos instigaron a las mujeres piadosas de la nobleza». Fueron a ver a estas mujeres y dijeron: «Son revolucionarios, échenlos». Y «las mujeres hablaron con los demás y los echaron. Las pías mujeres de la nobleza… Y también los principales de la ciudad: van al poder temporal y el poder temporal puede ser bueno, las personas pueden ser buenas pero el poder como tal siempre es peligroso. El poder del mundo contra el poder de Dios mueve todo esto y siempre detrás de este, ese poder, está el dinero».
Lo que sucede en la Iglesia primitiva – afirma el Papa – es decir «la obra del Espíritu para construir la Iglesia, para armonizar la Iglesia, y el trabajo del maligno para destruirla – el recurso a los poderes temporales para detener la Iglesia, para destruir la Iglesia – no es más que un desarrollo de lo que sucedió en la mañana de la Resurrección. Los soldados, al ver ese triunfo, fueron a ver a los sacerdotes y compraron la verdad… los sacerdotes. Y la verdad fue silenciada. Desde la primera mañana de la Resurrección, el triunfo de Cristo, está esta traición, este silenciamiento de la palabra de Cristo, silenciar el triunfo de la Resurrección con el poder temporal: los sumos sacerdotes y el dinero».
El Papa concluye con una exhortación: «Tengamos cuidado, tengamos cuidado con la predicación del Evangelio» para no caer nunca en la tentación de «poner nuestra confianza en los poderes temporales y en el dinero». La confianza de los cristianos es Jesucristo y el Espíritu Santo que Él envió y precisamente el Espíritu Santo es la levadura, la fuerza que hace crecer a la Iglesia. Sí, la Iglesia avanza, en paz, con resignación, alegre: entre las consolaciones de Dios y las persecuciones del mundo».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Ahí les hablan Marx & Unternehmen,,, 🤭
Los pecados capitales, Bergoglio, fuente de todos los demás, son siete: lujuria, ira, soberbia, envidia, avaricia, pereza, gula. No los reduzcas, como quieren los poderes a los que te sometes gustosamente, a la avaricia. A ver cuando te desprendes de todas las mafias, en especial la rosa y la modernista, que te tienen atenazado y que te impiden hablar de la mayoría de los pecados. Los mandamientos son 10, ni uno menos, como te gustaría.
Belzunegui, cada día predica de uno. Para que oremos y nos esforcemos en ese. Todos los días de todo, sería imposible y, aparte, le impediría a Vd criticar al Papa por no predicar de otra cosa distinta a la que ha predicado. Si lo hace al día siguiente, le criticará por no haber predicado de lo del día anterior …
Criticar, criticar. No se preocupe que también predicará algún día de la soberbia. Tranquilo. Ya le llegará, Sr. Perfecto para la Doctrina de la Fe.
Lo de Perfecto, no es error del corrector …
Belzunegui y Joaquin,
Me debato muchas veces entre las dos posturas q enfrenta a los miembros de la Iglesia y creo q muchas veces el problema radica en el objetivo ,o el camino, q parece interesar a cada una de las partes : la santidad,por un lado; la construcción de un mundo mejor,por el otro.
Veo en Belzunegui q el discurso del Papa le parece pobre pq sin la santidad nada mejor puede construirse (opinión q comparto) y en la de Joaquin , y en la de la Iglesia de ahora, un intento de llegar a la santidad mediante las obras y la creación de un mundo mejor.
Tengamos en cuenta q Jesús buscaba q creyeran en Él por su palabra pero también pidió en alguna ocasión q si no creían por sus palabras creyeran al menos por sus obras. Así Jesús veía la posibilidad de conversión tanto en su Palabra como en sus obras.
Pienso q la Iglesia ahora busca el mínimo,q crean por las obras, pq tal como está el mundo es dificil q crean por la Palabra.
Tal vez los dos tengan parte de razón.
Saludos
Ni me identifico con una “iglesia de ahora” ni creo preferente las obras a la santidad.
La defensa del Romano Pontífice y de la jerarquía es algo de siempre.
Y defender que ser cristiano no es una mera adhesión sino un hecho transformador que debe materializarse en obras, no es una modernidad. Es coherencia.
Lo que aquí está en juego es que grado de crítica puede tener una persona que aspire a ser un buen cristiano, y si se puede criticar al los sucesores de Pedro y de los apóstoles. Adicionalmente si está es la Iglesia de Cristo -Costa que defiendo- o una perversion muy humana.
Ni que decir, que creo que está es la Iglesia de Cristo y que la participación de los laicos y su crítica debe ser moderada por la caridad, humildad y la obediencia, incluso cuando no se entiende, o se prefiere otras alternativas más personales.
Perdón, la santidad proviene de las obras, concretas hechas por amor De Dios.
Joaquin,
«Y defender que ser cristiano no es una mera adhesión sino un hecho transformador que debe materializarse en obras, no es una modernidad. Es coherencia.»
Yo no he negado esto Joaquin, seguramente no me he sabido explicar,estoy totalmente de acuerdo con esto.Lo q denuncio es la tendencia contraria : defender q las buenas obras,como prioridad fundamental, conducen al hecho transformador poniendo todo el mérito en la actitud del hombre sin Dios. El objetivo: contruir un mundo mejor (según visión Pagolista).
Ya veo q usted no es de este parecer modernista tampoco.Disculpe mi confusión.
Continuo…
Estoy de acuerdo con usted en q la crítica al Papa debe conllevar la caridad.Es un tema delicado este, yo me contengo muchas veces, pero debe entender también q la ambigüedad del Papa y algunas de sus actitudes (pachamama etc) ,no me extiendo en enumerarlas, generan un dolor profundo en sus fieles (me incluyo).Jesús dijo : ay de aquel q escandalice a uno de estos pequeños (cito de memoria) pues he de decirle, con gran dolor, q yo me he sentido escandalizada muchas veces por él. No juzgo y no suelo criticarle,me limito a constatar una realidad dolorosa ante la cual no todos reaccionamos igual. Y también la caridad nos lleva ,o debería llevarnos, a comprender las reacciones de las personas ante aquel que las hiere, no? La caridad es para todos no sólo para el Papa.Si es selectiva no es caridad.
Intente comprender a Belzunegui con la misma caridad q quisiera q él comprendiera al Papa.
Saludos
Joaquín: lo que hay que defender es la Verdad, la diga Agamenón o su porquero.
¿De siempre? No estás bien informado.
¿Tú has oído hablar del incidente de Antioquía? A los pocos años de la ascensión de Nuestro Señor, Pablo de Tarso se vio obligado, no a defender lo que hacía Pedro, sino a corregirlo.
Lo que hay que defender SIEMPRE es la Verdad. El error hay que denunciarlo, sin insultar al que yerra, pero con toda contundencia.
Si te fijas ACS mis comentarios quieren elevarse a las “tejas”. No se puede analizar de tejas para abajo. En la aIglesia no se puede hablar de nada sin hacer referencia al Amor De Dios, el que nos tiene Dios a nosotros, no es el fruto de la correspondencia. Y de la Gracia como presupuesto fundamental para extender la acción De la Iglesia en el tiempo y en el espacio.
Mi mentalidad no puede estar más lejos del activismo: abandonarse en las manos de un Dios providente, confiar en su Amor, y en que no nos faltara su Gracia.
Le había interpretado mal,disculpe.
Belzunegui y Joaquin,
Me debato muchas veces entre las dos posturas q en frenta a los miembros de la Igle sia y creo q muchas veces el problema radica en el objetivo ,o el camino, q parece interesar a cada una de las partes : la san tidad,por un lado; la construcción de un mundo mejor,por el otro.
Veo en Belzunegui q el discurso del Pa pa le parece pobre pq sin la santidad nada mejor puede construirse (lo comparto) y en la de Joaquin , y en la de la Igle sia de ahora, un intento de llegar a la san tidad mediante las obras y la creación de un mundo mejor.
CONTINUA…
El joaquin vive de criticar a Belzu, sin él no tiene nada que decir
Oscar vivo de pedir que seles al Papa Francisco y el catecismo De la Iglesia Catolica. Más formación y menos opinión vacía.
El papa Francisco y el catecismo son incompatibles, y ni aun cambiando el catecismo como lo ha hecho
Creo que hay que leerlo más. Cuando crea un es incompatible, señalemelo y verificamos si es así.
«todos somos hijos de Dios» no sólo contradice al catecismo sinó también a la Biblia.
Cristo dio su vida por todos los hijos de Adan y Eva, que son hermanos por origen, y si son hermanos, o todos o ninguno, hijos De Dios. No caigamos en elitismos ni por origen ni por destino.
No caigo en elitismos ,no me juzgue tan pronto.Sólo es q no sé q hacer con Jn 1,11-13:
«.Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. 12.Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; 13.la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
Puedo arrancar la hoja, Joaquin, pero la Palabra tanto escrita como viva es Cristo mismo y le quiero entero. ¿Cómo lo hago? ¿ a quien creo, a Juan evangelista o al Papa?…ve como no es por q caiga en elitismo? es por coherencia.
Si Dios dice q todos somos sus hijos estupendo.Pero si dice q no ¿quienes somos para rectificarle? Acaso somos más compasivos que Él?
Ojalá alguien me convenciera pq mi familia no cree. Pero tristemente,a día de hoy, nadie ha sabido explicarme pq la Iglesia contradice a St.Juan.
Por otro lado Joaquin, todos somos hermanos pq somos hijos de Adán y Eva pero Adán y Eva no son Dios.Ellos son nuestros primeros padres «humanos» .Dios sólo tiene un hijo q es Jesús (unigénito) y sólo en Jesús podemos ser hijos de Dios.No lo somos sin Él. Dios no tiene 50000 hijos,tiene uno:Jesús. Nuestra filiación no es la misma q la de Jesús.Eso sería de lo más elitista, jeje sería hacer a Jesús un igual.Ponernos a su altura: a la altura de Dios. Sólo puede creerse eso desde la negación de su divinidad.
Credo: «…y en Jesucristo, su único hijo…»
Te equivocas, Joaquín.
Ser hermanos en Adán -todos los hombres lo somos- no es ser hijos de Dios: es ser hijos de Adán.
La naturaleza humana, recibida de Adán, es una naturaleza caída, y además privada de los dones sobrenaturales y preternaturales que Dios había concedido a nuestros primeros padres -de ahí que todos seamos hermanos en Adán, como antes he dicho-.
Al ser concebidos, con la naturaleza humana caída, somos imagen, pero ya no semejanza, de Dios. Por eso no somos sin más hijos de Dios. Solo lo somos por el bautismo (de agua, de sangre, de deseo…). Por eso, no todos los hombres son hijos de Dios, aunque a algunos le cueste comprenderlo.
Pero es tan sencillo como lo acabo de explicar.
«El diablo quiere destruir a la Iglesia»
Y se disfraza tras los más variopintos «personajes».
La segunda parte, a cuya consclusión todavía no ha llegado Bergogli. «El poder del maligno no la destruirá»
Eso digo yo. Que el demonio quiere destruir la iglesia ya lo dijo Jesucristo, y que no lograría hacerlo, también. Francisco parece que hable para gente que no conozca lo más mínimo la religión católica.
Y muchas veces lo intenta hacer a través de organizaciones aparentemente cristianas que no tienen otro objeto que la destrucción De la Iglesia, como el YUNKE y sus organizaciones dependientes.
Tengamos en cuenta q Jesús buscaba q creyeran en Él por su palabra pero también pidió en alguna ocasión q si no creían por sus palabras creyeran al menos por sus obras. Así Jesús veía la posibilidad de conversión tanto en su Palabra como en sus obras.
Pienso q la Iglesia ahora busca el mínimo,q crean por las obras, pq tal como está el mundo es dificil q crean por la Palabra.
Tal vez los dos tengan parte de razón.
Saludos
Aunque, según mi criterio, los más pobres son los alejados de Dios y el objetivo del cristiano es la santidad.Jesús hacía obras pq era santo.Tengo serias dudas q sin santidad se pueda llegar a obras de amor q no sean selectivas.
En fin…sólo es una opinión
ACS,no entiendo porque habla en pasado cuando hablas de Jesús.Cristo,hoy,Cristo ayer,El siempre será el Señor.Cristo vive,ha Resucitado!!!!
Susanaa,
Sí lo sé. Cristo es! Pero yo hablo del Cristo semilla en pasado pq dejó escrito su ADN y la Palabra escrita es real y necesaria. El Cristo de hoy es la Palabra viva q està escrita en nuestro corazón de carne por el Esp. Santo. Es el cuerpo de Cristo. Hago esta distinción pq de no hacerla surge la tentación de confundir el cuerpo con la cabeza, el esposo con la esposa. Jesús es en nosotros como cuerpo y es en la semilla como cabeza.
Es donde veo el problema del progresismo : querer analizar a Jesús desde su cuerpo q somos nosotros. «como se encarnó en nosotros, nosotros somos Él. Y, de esta manera se llega a conclusiones como la de q Jesús no conocía el futuro sinó por las escrituras etc. Lo hacemos igual a nosotros. Se borra su divinidad.
CONTINUA…
Sin santidad, sin sintonía con el Esp. Santo en el cuerpo de Cristo, nuestras obras no pasaràn de ser humanas. La verticalidad es necesaria para la horizontalidad. Fíjese en la cruz: donde se soporta el peso del palo horizontal? no se sostiene sin el vertical. Por eso el primer mandamiento es amar a Dios (verticalidad) y el segundo al prójimo (horizontalidad).
Q nosotros estamos en Él y Él en nosotros, Sí! pero nosotros sólo somos carne y esta, si no està en santidad, es carne herida, o muerta. Como el hijo pródigo q estaba muerto y volvió a la vida. Cree q la carne herida de Cristo puede construir un mundo mejor sin q el Esp. Santo la sane?…
Y, para saber si se estª en sintonia con el Esp. Santo es necesaria la Palabra escrita pq el Esp. Santo no se contradice.
No hay un Cristo de ayer, tiene razón, el Cristo del primer siglo es el mismo q el de hoy. Por eso no tiene sentido hablar de adaptarse a los nuevos tiempos. Sólo hay un tiempo:el presente eterno de Dios y en ese tiempo se escribió la Palabra escrita, por eso la inspiración del Esp. Santo no puede contradecirla. Cristo, como Dios, es inmutable.
Disculpe el rollo 😥
Los más indigentes, sin duda, son los que no tienen consciencia de la trascendencia. La diferencia de grado entre el resto de los seres vivos y el hombre, es la consciencia. Pero dentro de esa consciencia existe otro escalón. Cuando no solamente se tiene consciencia del YO, sino consciencia de ser hijo y querido De Dios, ser irrepetible e insustituible, eso da un sentido a la vida y un motivo para vivirla que ayuda a superar toda carencia o a ponerla en su lugar. Tener consciencia de un yo, inteligente y libre, hijo De Dios querido y protegido.
Se refiere a los obispos alemanes que tienen mucho dinero y poder y por envidia ( y soberbia y lujuria y avaricia) quieren destruir la Iglesia. Pues como el papa lo sabe, que actúe y no permita que el diablo alemán destruya la Iglesia.
Son un claro ejemplo. La seguridad que da el dinero hace plantear la Iglesia local o la vida con un Bussines plan que no es el plan de Dios, que es el de abandono a la Gracia.
A lo mejor el titular podría ser éste: «Francisco dice que el sínodo alemán quiere destruir la Iglesia por envidia con el poder y el dinero» ¿No?
😁,, si Fulgencio.
Si sólo la de Alemania reditúa tanto,,, entonces haciéndo cuentas,,,,
Die ganze Kirche
Certísimo, Fulgencio.
El dinero es muy malo, salvo cuando lo pido yo a fundaciones alemanas y americanas para seguir destruyendo la Iglesia y despedir a los empleados in cómodos.
Es curioso, Belzunegui, como Francisco nunca se incluye entre los pecadores.
Nunca, Mariela, los malos somos siempre y únicamente los católicos, pero, si somos tan malos tan malos, ¿ qué pinta este señor en compañía de tan malos ? ¿ no tiene bastante con su compañía ?
Francisco sí que ha dicho. «Yo no soy un corrupto como esos’, pero Belzunegui es católico y no le he oído decir nada parecido
Cuando Berg o empieza con estos comentarios ya ni le dedico un minuto, porque Ber go es «consejos vendo que para mí no tengo».
Si se centra sólo en la avaricia ¿en qué se corrige él? Y si habla así del diablo ¿por qué las obras troncales de Bergo son aplaudidas por toda los enemigos de Dios? El diablo se puede ir de vacaciones a las Maldivas, teniendo activos semejantes aliados.
Sr. Bergo: conviértase y haga penitencia. Ha tenido dos meses para haberlos aprovechado haciendo Ejercicios Espirituales IGNACIANOS. Tómese el tiempo y luego predice con el ejemplo.
El dinero no es ni bueno ni malo. Lo puede ser el destino que se le dé. Incluso, na darle ningún destino cuando se puede hacer. Udn con el.
No podeis servir a Dios y al dinero. (Jesucristo)
No le podemos servir, pero no podemos vivir y evangelizar sin dinero.
Joaquín.
¿Te atreves a enmendarle la plana a algo que dijo el mismo Cristo? Yo te aconsejo que no le añadas ni le quites nada. No olvides que Él no puede fallar porque es Dios. Que tú no tengas fe en sus palabras no quiere decir que no se cumplan o que sean falsas.
Intento centrar la interpretación.
Pero ¿qué has bebido? ¿Tiene cura?
El carísimo entramado de medios de comunicación del Vaticano se ha intentado reformar en muchas ocasiones pero en todas ellas, también en la actual presunta reforma, con escasos resultados. Hasta ahora el mana del turismo y las mordidas a las donaciones destinadas a la ‘caridad del papa’ a través del óbolo de San Pedro, han mantenido un inútil ejercito de presuntos profesionales de la información, más de seiscientas personas, tantos como el cuerpo diplomático para entendernos, o como el resto de congregaciones juntas, que hacen de todo menos informar. El chorro de dineros se ha agotado y, ahora sí, necesariamente, veremos reformas porque no es posible pretender que el ‘pueblo de Dios’ se rasque el bolsillo para pagar semejante desatino. Así que haremos caso a Bergoglio y a lo malo que es el dinero.
Tenemos la iglesia de Jesucristo que es Una; Santa ;Católica y Apostólica y esta es la nuestra ;en la que nos tenemos que integrar ;mucho más los Bautizados;en el Sagrado Corazón de Jesús y si El nos eleva en el Cuerpo de El mismo ya Glorificado.
No tenemos otro camino para ascender al Padre ;el Señor se ofrece como víctima al Padre y AleluYah le regala el cuerpo de Gloria;estando por encima de los Ángeles y en cada Eucaristía desciende y consagra las especies de Pan y Vino y todo El se nos da.
Esto no es posible si nosotros permanecemos en el pecado y los errores del dueño de este mundo y cada uno personalmente debe identificar en su persona con la ayuda del Santo Espiritu quién es este diablo -Satán que nos tienta continuamente.
Judas traidor;Caifas envidioso ;Pilatos pasando y todos los demonios.
Los vemos en nosotros ;en nuestros malos pensamientos y acciones tendremos que tener la Humildad de estar en su Cruz; implorar su Ayuda por el Espíritu Santo y recordar que nos perdona.
Belunzequi habla de cosas esenciales sin las que se distorsiona la verdad y la realidad.
Joaquín es como los fenomenólogos que solo describe algunas cosas que observa, nunca llegan a la esencia ni a la verdad. Y defienden sus pareceres, no la verdad.
Belunzequi cuando opina da doctrina.
Gracias, Mariana. A mí no me interesan las opiniones; me interesa la doctrina, porque la doctrina no es algo, es Alguien, Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.
Que bonito!!! Así es!
Saludos
Yo. O soy fenomenología. Pero la doctrina verdadera no son teorías. Nos adherimos a una Vida. Cristo es Vida. Pudo escribir un magnífico libro sobre lo que quería para sus seguidores. El evangelio son las obras de Cristo en la tierra. Para ti, tal vez fenomenologico pero es el
Modelo que se nos quiso dar.
Las evitan que no separemos de lo que debemos hacer, pero no nos llevan a hecerlo. No se trata de saber como tiene que ser un cristiano, sino de ser un buen cristiano a imagen del ejemplo de Cristo.
“No soy”
¿Que el Enemigo quiere destruir la Iglesia? ¡Vaya novedad! Por eso infiltró al patán Narciso, perdón, para Francisco…
Porqué el papa Francisco sabe tanto del Diablo. Será su confesor.
Porqué el papa Francisco sabe tanto del Diablo. Será su confesor y/o confidente.
Porqué el papa Francisco sabe tanto del Diablo. Será su confesor y/o confidente.
Porqué el papa Francisco sabe tanto del Diablo. Será su confesor y/o confidente.
Pues a qué espera. Papa Francisco, obras son amores y no buenas razones, si quiere ina Iglesia pobre, desposeala, entregue todo como el pontífice de la película Las Sandalias del pescador, desprecie todos los Títulos, Cardenales, arzobispos, monseñores y demás, mientras que todo esto esté en su poder y no lo haga será y seguirá siendo para la Historia el mayor Demagogo del mundo que habiendo hecho uso del trapío eclesiástico, se quitó unos simples zapatos rojos para parecer pobre, dejó un edificio para coger otro y así con todo, engañador de los que se dejan engañar hirsuto «pastor» bonaerense para llegar a ser el rechoncho «pastor» romano. Misionero de los viajes turísticos, apóstol de la pizza, el mate y el verdadero agua de la vida, su Whisky. Verborrea y palabras vacias que demuestra que de lo que hay en el corazon habla la boca. NO HABLE MÁS ACTÚE
FCO DISTORSIONÓ LA ENSEÑANZA CRISTIANA BÁSICA EN SU HOMILÍA
Parece que Francis ha confundido la redención con la justificación.
En su homilía en la misa del 4 de mayo de 2020, partiendo de la consoladora verdad de que Cristo murió por todos los hombres, Fco parece haber expuesto una conclusión doblemente falsa: que no debemos convertir a los incrédulos y que su muerte «justifica» a todos:
«Grandes, pequeños, ricos, pobres, buenos y malos. Todos. Este «todo» es la visión del Señor que murió por todos. «Pero, ¿murió por ese desgraciado que me hizo la vida imposible?» También murió por él. «¿Y por ese bandido?»: Murió por él. Por todos» El Señor murió por todos. Y también por la gente que no cree en Él o es de otras religiones: murió por todos. Eso no significa que haya que hacer proselitismo: no. Pero Él murió por todos, Él justificó a todos.»
Hay algunos problemas bastante básicos con estas declaraciones improvisadas, que no aparecen en la transcripción oficial del Vaticano, pero que pueden ser escuchadas en el video.
Primero, parece que Fco ha confundido la redención con la justificación. La redención es el pago por parte de Cristo de la deuda de la humanidad con el Padre. Esto lo logra con su sangriento sacrificio en la cruz, que es el único sacrificio aceptable de expiación. Esta redención objetiva debe aplicarse al alma de cada ser humano: es lo que llamamos la redención subjetiva, es decir, la participación de los individuos en la redención de Cristo a través de la fe y los sacramentos. En otras palabras, el hecho de que Cristo haya dado al Padre todo lo que la humanidad le debe no anula automáticamente la deuda que cada individuo contrae con respecto a Adán y a sus propios pecados personales. El individuo debe entrar libremente en la muerte y resurrección de Cristo para ser completamente redimido.
La justificación, también conocida como regeneración, describe la aplicación de los frutos de la Pasión de Cristo a cada hombre por el poder del Espíritu Santo. Por eso podemos decir verdaderamente que Cristo murió por todos, pero no todos se salvarán, no todos se justificarán, sólo los que estén unidos a Cristo en la fe, la esperanza y la caridad. Además, es precisamente por eso que los esfuerzos misioneros y evangelizadores son necesarios. Como enseña San Pablo:
«Todo aquel que invoque el nombre del Señor se salvará». Pero, ¿cómo van a invocar los hombres a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo van a creer en aquel de quien nunca han oído hablar? ¿Y cómo van a escuchar sin un predicador? ¿Y cómo pueden los hombres predicar si no son enviados?
Como está escrito: «¡Qué hermosos son los pies de los que predican buenas noticias!» Pero no todos han escuchado el evangelio, porque Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído lo que ha oído de nosotros?» Así que la fe viene de lo que se escucha, y lo que se escucha viene por la predicación de Cristo. (Rom 10:13-17)
En otras palabras, debemos invocar el nombre del Señor para ser salvados, debemos creer en el Evangelio. Para San Pablo, que fue el más grande misionero en la historia de la Iglesia y que buscó incansablemente la conversión de todos los judíos y gentiles con los que entró en contacto, el único camino a la salvación es escuchar el Evangelio y aceptarlo, lo que significa no sólo decir que se acepta, sino tratar de vivir de acuerdo con la enseñanza de Cristo.
La exposición más autorizada de la doctrina católica sobre la justificación es la que se hizo en la sexta sesión del Concilio de Trento, con mucho la más amplia y detallada enseñanza del Magisterio sobre la cuestión, impulsada por las distorsiones heré icas que prevalecían en el siglo XVI. El capítulo 1 reafirma que en Adán todos han pecado; todos son inmundos y están bajo la ira de Dios; todos están en el poder del pecado, el diablo y la muerte. El capítulo 2 afirma que Cristo vino precisamente a rescatarnos de esta abyecta esclavitud. Los capítulos 3 y 4 hablan directamente en contra de la predicación de Francisco:
Pero aunque «murió por todos» (2 Cor 5:15), no todos reciben el beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a los que se les comunica el mérito de su pasión, porque… si no nacieran de nuevo en Cristo, nunca serían justificados, ya que en ese nuevo nacimiento se les concede, por el mérito de su pasión, la gracia por la que son hechos justos… Esta traducción [de la ira a la filiación adoptiva] no puede, desde la promulgación del Evangelio, efectuarse sino por el lavamanos de la regeneración [el bautismo] o el deseo de ella, como está escrito: «El que no naciere de nuevo del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios» (Jn 3, 5).
Pero el Concilio de Trento continúa diciendo en el capítulo 6 que los adultos se preparan para la justificación escuchando la predicación del Evangelio y respondiendo con el arrepentimiento y el deseo del bautismo. El capítulo 7 proporciona una clara definición:
La justificación… no es sólo una remisión de los pecados, sino también la santificación y renovación del hombre interior mediante la recepción voluntaria de la gracia y los dones por los que el hombre injusto se convierte en justo y de ser enemigo pasa a ser amigo, para que sea «heredero según la esperanza de la vida eterna» (Tit 3:7).
Este mismo capítulo enseña cuáles son las causas de la justificación:
la causa final (propósito) es «la gloria de Dios y de Cristo y la vida eterna»;
la causa eficiente (origen de la acción) es «el Dios misericordioso que lava y santifica»;
la causa meritoria es «Su amadísimo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, quien, «siendo nosotros enemigos, por la gran caridad con que nos amó» (Ef 2,4), nos mereció la justificación por su santísima Pasión en el madero de la cruz y nos satisfizo a Dios Padre»;
La causa instrumental es «el sacramento del bautismo, que es el sacramento de la fe, sin el cual ningún hombre fue jamás justificado». la causa formal (la que hace que el alma sea justa) es «la justicia de Dios».
A la luz de lo anterior, las palabras de Fco tal como están -en particular junto a la afirmación de no salir a convertir a los incrédulos, que implícitamente pone en duda la causa instrumental del bautismo- parecen sugerir un punto de vista más parecido al universalismo, es decir, que todos los hombres se salvarán independientemente de su fe o falta de ella, porque Cristo simplemente justifica a todos.
Trento nos recuerda también en el capítulo 14 que los que caen en pecado mortal pierden la gracia santificante – «pierden la gracia recibida de la justificación»- y son restaurados a la justificación por el sacramento de la penitencia, que Cristo instituyó precisamente para darnos una «segunda tabla después del naufragio de la gracia perdida». En otras palabras, a diferencia del punto de vista protestante «una vez salvado, siempre salvado», la Iglesia Católica enseña que debemos permanecer libremente en la gracia de Dios y perseverar en ella hasta la muerte; que podemos, en efecto, caer y que podemos ser restaurados a la vida espiritual. Como dice Agustín: «El que te creó sin ti, no te salvará sin ti». No es una especie de proceso automatizado mecanizado.
muy interesante Belzunegui.Gracias
Lo que es agotador son tus insultos, Tito.
Ni que fueras un renegado…
y, qué haces aquí ,tontorrón? venga!!!!! sal corriendo !!!!!!