La comunión eclesial como mordaza

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Les ofrecemos un artículo del párroco rural Jorge González Guadalix, en su blog alojado en InfoCatólica, donde reflexiona acerca de la ‘comunión eclesial’.

Me sueltan el argumento algunas veces. Yo sé que el disenso molesta. Y mucho. Hay cuestiones en las que uno, libremente, disiente de otros, sin excluir sus pastores. Evidentemente en cosas que pueden ser matizables. Aquí no hablamos del credo, el dogma, las normas litúrgicas o la moral católica según se nos ha enseñado de siempre. Hasta ahí podíamos llegar. Hay otras cuestiones que son perfectamente opinables.

A un servidor le puede parecer una barbaridad el dinero que la conferencia episcopal inyecta en 13TV y decirlo. No creo que nadie tenga que rasgarse las vestiduras si opino que la homilía del obispo tal me ha parecido un error o si afirmo que soy firmemente partidario de una evangelización más directa y agresiva y menos ecológica. Son opiniones de un servidor más o menos acertadas, pero opiniones libres. Dicho esto, si hay que plantar un huerto ecológico, lo hablo con Rafaela y se planta.

También puede darse el caso de otras cosas en las que la discrepancia se haga más fuerte y pudieran afectar a cuestiones más de base. Por ejemplo, he discrepado en su momento con la forma en que se celebró el último sínodo de la familia o he denunciado aquí que me parece inaceptable que conferencias episcopales en pleno mantengan posturas contradictorias ante una misma cuestión. Cuando expreso mi opinión sobre estas u otras cuestiones, no faltan quienes me dicen que sea prudente porque no podemos romper la comunión eclesial.

¡Alto ahí!

Mucho me temo que con la cosa de guardar la comunión se pretenda amordazar bocas y conciencias. Y el caso es que no te dicen que estés equivocado, eso no, sino que, aunque estés acertando el pleno al quince, es mejor callar por la cosa de la comunión eclesial. Por ejemplo, lo de las conferencias episcopales con las interpretaciones de Amoris Laetitia. El problema no es que un servidor se calle, que no estoy descubriendo nada oculto, sino que se toleren esas discrepancias que rompen, esas sí, la comunión eclesial y en este caso entre obispos, lo cual es gravísimo y un escándalo para el pueblo de Dios.

Además, la comunión eclesial no es un bien en sí mismo, ni se ha de cuidar sin condiciones. Aquí el único bien en sí mismo es la fe en Jesucristo, la conversión y la salvación de nuestras almas, y si por la salvación de nuestras almas fuera necesario romper la comunión, a ver qué está primero. Triste fue la ruptura protestante, pero ¿hubiera sido mejor una falsa comunión, aparente eso sí, pero minando la doctrina y arrastrando a tantos a perdición? Más aún, a una perdición mayor, porque dejando los errores protestantes dentro de las Iglesia católica se hubiera dado carta de verdad a todas sus barbaridades.

Me van a perdonar mis lectores, pero hay veces en que cuando se me apela a lo de mejor callarse por no liarla y cuidemos la comunión eclesial, me suena a cállate, pero por lo fino. Y no es cosa de recibo, porque no podemos decir a sacerdotes, religiosos y laicos que tenemos una misión en la Iglesia, que debemos contribuir a su edificación y señalar los posibles errores, hasta con grave obligación de hacerlo, y luego, cuando opinas en contra de la corriente, que te digan que es que rompes la comunión eclesial.

Me queda aún otro punto que tocar. O dos. El primero es referido a eso de que mejor la corrección en privado. Pues depende. Jamás he hablado en público de cosas que haya conocido privadamente, pero si al asunto es público, uno públicamente puede decir lo que crea. Y el otro. Que mejor callar y rezar. Rezar ya rezo, de verdad. Callar depende. ¿O no nos enseñaron lo del pecado de omisión?

Y un tercero. Cada vez que escribo, son muchos los sacerdotes que calladamente me dicen que adelante, que tengo razón y que no me calle. No solo eso, los mismos que me dicen que no calle luego en público sostienen lo contrario o al menos lo toleran. Son los buenos. Je.

Artículo publicado en el blog ‘De profesión, cura’, de InfoCatólica, por Jorge González Guadalix.

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Comentarios
20 comentarios en “La comunión eclesial como mordaza
  1. Pues más acertado, imposible, como siempre D. Jorge. Muchos de nosotros, sacerdotes de pueblo, tenemos que callar porque esa pretendida «comunión» tantas veces invocada para las mil y una invenciones del coordinador de pastoral de turno…o del vicario que tiene que justificar la cantidad de kilómetros que recorre… o del último plan de pastoral… esa comunión, digo, se «impone» mediante métodos casi bolcheviques. Y el disenso, según ellos, rompe la tan dichosa «comunión» que al final es hacer la voluntad de los que llevan 40 años haciendo lo que les parece. Es el término eclesial análogo al político «democracia» en boca de la extrema izquierda. Si haces lo que ellos quieren.. estás en «comunión», si no… has roto la comunión…. si se hace su voluntad vivimos en democracia…sino …. es la dictadura de la derecha, pretendida dictadura que curiosamente suele coincidir con el respeto por el derecho (canónico), la doctrina (sana y católica) la liturgia (respetuosamente celebrada)…

    1. Yo, gracias a Dios, no tengo experiencia en ambientes «eclesiales». Pero en una ocasión sí que accedí a la petición del párroco de que entrara en el Consejo Pastoral; y algunas veces también acudí a reuniones en el Palacio Episcopal. Pues bien, de todo aquello he retenido una frase que se decía de forma casi automática, como no dándose cuenta: «Reforzar la comunión».

  2. Quien más rompe la comunión eclesial, con sus múltiple errores y vaguedades, es Bergoglio y ya va siendo hora de que esto se grite, en aras de la Verdad y la comunión en la Verdad, desde las azoteas por todos los fieles laicos, por todos los sacerdotes, por todos los obispos y por todos los cardinales, pero, como estamos en la mayor dictadura clerical de la historia y hay verdadero pavor a ser perseguido, no lo dice casi nadie, salvo los eméritos, que tienen bastante mérito, pero tendrían todavía más los titulares. Lo que resulta inaceptable es que se nos quiera vender, por los buenos, que quienes rompemos la comunión eclesial somos quienes desenmascaramos a Bergoglio, el hombre de la multitud de máscaras anti católicas. Por ahí no paso y, conmigo, cada vez más católicos, afortunadamente. Laus Deo.

  3. Al final de lo que escribe, padre,, me hizo acordarme de ésas películas de espías; El jefe envía al espía, «pero si te atrapan, negaré que te conozco».
    Igual con San Pedro,,pobrecito, atraparon a Cristo,,, y..
    Aquí en México, decimos; El miedo no anda en burro.
    Lo malo no es el miedo, pues todos creo lo hemos tenido sino, ¿porqué temer?
    ¿Porqué el fuego es desde dentro?. Éso es lo que desconcierta.

  4. Ampararse en la comunión eclesial para silenciar discrepancias de opinión es un verdadero acto de clericalismo. Y si no es discrepancia de opinión sino el ejercicio de la libre exposición pública de palabras, acciones y actitudes no muy evangélicas de cierto clero, entonces, además de clericalismo, querer silenciarlas es ir contra la verdad misma. Ya sabéis eso de «la verdad os hará libres»

  5. La verdad plena es generalmente el aliado de la virtud. Una verdad a medias es siempre el aliado de algún vicio.
    G. K. Chesterton

    La comunión en las medias verdades es comunión en los vicios.

      1. No solo a Dios, también a los fieles. Tal como dice el art. 213 del Derecho Canónico: «Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia principalmente la palabra de Dios y los sacramentos.» por tanto, si un cura no predica correctamente, tenemos el derecho de exigirlo.

  6. Buscar el acierto fuera de la comunión eclesial es el error de la soberbia, de prevalecer la propia opinión sobre el principio de autoridad que en la Iglesia se ejerce en nombre de Cristo. Es castigar el propio cuerpo, auto infringirse el mal, suicidarse y confundir: aliarse con el diablo!!

  7. La comunión eclesial o es en la Verdad, en Dios, o no lo es como la quiere Jesucristo «. Que todos sean uno, como tú, Padre, en mí y yo en ti somos UNO » Juan 17.21. Ese es el modelo de unidad, de comunión. El modelo tiránico de comunión, de ¿sinodalidad?, que se nos quiere vender por Bergoglio y sus secuaces, en el error, la mentira, la falsedad, la ambigüedad, la vaguedad, lleva al infi erno. Con su pan se lo coman. Conmigo ya saben que no cuentan.

      1. Ni se refiere a si mismo, ni a ningún Papa, ni obispo ni cura. Solo a Cristo. Y en la situación actual no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que, muchos en la jerarquía no predican a Dios.

        1. Así es. Gracias Fred, pero en el nuevo Opus Dei, domesticado por Bergoglio, a través de Mariano Fazio, todo en la Iglesia está bien, sobre todo desde que no quieren desenterrar las Tres Campanadas. Les dejaría demasiado en evidencia y eso resultaría insoportable. Al fundador lo han recortado miserablemente, para que todo encaje con Bergoglio. Tratan de evitar ser misericordiados y se están auto misericordiando ellos solitos. Creo que ya me entiendes.

          1. A mi no me mezcle con el Opus Dei. Además si esa institución para Vd es un insulto es su problema, no el mío.

  8. Pues nada, señores, cuando quieran se pueden ir. Eso sí, recuerden que Extra Ecclesiam nulla salus y que ustedes NO estarán ya más en la Iglesia fundada por Cristo, así que encima no vayan por ahí diciendo que son católicos, que nos conocemos. El cisma no puede ser una amenaza continua para intentar manejar a los obispos y al mismísimo papa como a ustedes les dé la gana.

    Y dejen de publicar noticias engañosas, que ya una no sabe si tienen ustedes una mala comprensión oral o lectora o el problema es que les gusta la calumnia.

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