Fue el primer obispo español en padecer el coronavirus. Los obispos de Palencia y Salamanca también estuvieron ingresados pero ya fueron dados de alta.
El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, continúa ingresado en planta en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, recibiendo el tratamiento que corresponde, desde que ingresara allí el 21 de marzo por coronavirus.
Según un comunicado de la diócesis de Ávila, el prelado se encuentra con buen ánimo, «en estos días iniciales de la Semana Santa más atípica para él, que vive intensamente desde su habitación del hospital».
«El Señor me está ayudando a vivir esta Semana Santa, uniéndome especialmente a los que sufren”, habría expresado el obispo. “Vivamos con fe esta Semana Santa especial con María, la Madre de Jesús”, exhortó el prelado a los fieles.
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Ojalá se recupere del todo y sea un obispo de verdad, de los que confirman en la Fe y se enfrentan a lo que haga falta, a quien haga falta. Ya se me entiende.