«Es una clase espiritual, la gente que se indigna: de hecho, muchas veces estas personas necesitan estar indignadas, estar indignadas para sentirse persona».
Francisco continuó ofreciendo la misa en Santa Marta por los enfermos y ha dirigido un pensamiento especial a las familias en esta situación caracterizada por la enfermedad del Coronavirus. En su homilía ha subrayado la necesidad de acoger la simplicidad de Dios para no caer en la soberbia.
(Vatican News)– El Papa Francisco celebró la Santa Misa en streaming desde la Casa Santa Marta. También esta semana el Pontífice desea manifestar su cercanía a los fieles que no pueden asistir a la Eucaristía debido a la emergencia sanitaria del Covid-19. Esta mañana, al introducir la celebración, continuó rezando por los enfermos y las familias.
“Seguimos rezando por los enfermos. Pienso en las familias, cerradas, los niños no van a la escuela, tal vez los padres no pueden salir; algunos estarán en cuarentena. Que el Señor les ayude a descubrir nuevos modos, nuevas expresiones de amor, de convivencia en esta nueva situación. Es una hermosa oportunidad para redescubrir los verdaderos afectos con creatividad en la familia. Oremos por la familia, para que las relaciones en la familia en este momento florezcan siempre para el bien”.
En su homilía, el Papa Francisco comentó las lecturas del día tomadas del Segundo Libro de los Reyes (2 Reyes 5:1-15) y del Evangelio de Lucas (Lc 4:24-30).
A continuación el texto de la homilía según nuestra transcripción y al mismo tiempo te invitamos a seguir la Santa Misa desde nuestro canal de Youtube:
En los dos textos que la Liturgia nos hace meditar hoy, hay una actitud que atrae la atención, una actitud humana, pero no de buen espíritu: la indignación. Esta gente de Nazaret comenzó a escuchar a Jesús, les gustaba como hablaba, pero entonces alguien dijo: «Pero, ¿este, en qué universidad ha estudiado? ¡Este es el hijo de María y José, este era carpintero! ¿Qué viene a decirnos?» Y el pueblo se indignó. Entraron en esta indignación. Y esta indignación los lleva a la violencia. Y ese Jesús que admiraban al principio de la predicación es expulsado, para arrojarlo de la montaña. También Naamán, un buen hombre, también era este Naamán, también abierto a la fe, pero cuando el profeta le envía a decir que se bañara siete veces en el Jordán se indignó. ¿Pero por qué? «He aquí, yo pensaba, seguramente saldrá de pie, e invocará el nombre del Señor su Dios, y pondrá su mano en la parte enferma, y me quitará la lepra. ¿No son los ríos Abana y Parpar, de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme allí y purificarme? Se dio la vuelta y se fue enfadado». Con indignación.
También en Nazaret había gente buena; pero ¿qué hay detrás de esta buena gente que los lleva a esta actitud de indignación? Y en Nazaret peor: la violencia. Tanto la gente de la sinagoga de Nazaret como Naamán pensaban que Dios sólo se manifestaba en lo extraordinario, en las cosas fuera de lo común; que Dios no podía actuar en las cosas ordinarias de la vida, en la simplicidad. Despreciaban lo simple. Ellos se indignan, despreciaban las cosas simples. Y nuestro Dios nos hace entender que Él actúa siempre con sencillez: en la sencillez, en la casa de Nazaret, en la sencillez del trabajo cotidiano, en la sencillez de la oración… Las cosas sencillas. En cambio, el espíritu mundano nos lleva hacia la vanidad, hacia las apariencias y ambos terminan en la violencia: Naamán era muy educado, pero le cierra la puerta en la cara al profeta y se va. La violencia, un gesto de violencia. La gente en la sinagoga comenzó a calentarse, a enfurecerse, y tomó la decisión de matar a Jesús, pero inconscientemente, y lo echaron afuera para tirarlo desde la colina. La indignación es una fea tentación que lleva a la violencia.
Hace unos días, me mostraron, en un teléfono móvil, imágenes de la puerta de un edificio que estaba en cuarentena. Había una persona, un joven, que quería salir. Y el guardia le dijo que no podía. Y le dio un puñetazo, con indignación, con desprecio: «¿Quién eres tú, ‘negro’, para impedirme que me vaya?». La indignación es la actitud de los soberbios, pero los soberbios pobres, los soberbios con una fea pobreza de espíritu, los soberbios que viven sólo con la ilusión de ser más de lo que son. Es una clase espiritual, la gente que se indigna: de hecho, muchas veces estas personas necesitan estar indignadas, estar indignadas para sentirse persona.
También a nosotros nos puede suceder esto: «el escándalo farisaico», lo llaman los teólogos, escandalizarme de las cosas que son la simplicidad de Dios, la simplicidad de los pobres, la simplicidad de los cristianos como, para decir: «Pero esto no es Dios. No, no. Nuestro Dios es más culto, es más sabio, es más importante. Dios no puede actuar con esta simplicidad». Y siempre la indignación te lleva a la violencia; tanto la violencia física como la violencia de la palabra, que mata como la violencia física.
Pensemos en estos dos pasos, estos dos pasajes: la indignación de la gente en la sinagoga de Nazaret y la indignación de Naamán, porque no entendían la simplicidad de nuestro Dios.
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Oración,penitencia,mortificación y ayuno.!!!!!
Hable de eso al pueblo de Dios Santo Padre,que ya no sabe ni lo que es.
Penitencia,penitencia,penitencia!!!!
Mensaje para los fanáticos que merodean estos lares. Y como dice Papa Francisco siempre están «indignados» dicen cualquier cosa con tal de tapar sus propias suciedades, se esconden tras una máscara de ortodoxia y se dedican únicamente a criticar y condenar porque es lo único que saben hacer, no saben ni conocen eso de amar al prójimo y menos de respetar al que piensa diferente.
Que si el papa dice esto, que lo otro, siempre buscan como embarrar la cancha pero sepan que con sus actos están defraudando a nuestro Señor.
Belzunegui…
¿ Como interpretas tú , la historia de Naaman ..?
Existe la santa indignación.Leed a Sto. Tomas de Aquino.
En el evangelio el mismo Jesus azotó a los mercaderes del templo.Acaso cuando azotaba no estaba indignado?.
Bergoglio siempre confundiendo.
Es sorprendente interpretar la Palabra de hoy (con toda la riqueza que tiene, y con los temas importantes que lanza:
FE, incredulidad, humildad, soberbia, obediencia, conversión……) reduciéndola a la «indignación»… Increíble!!!
Sólo quien quiere hablar de ese tema es capaz de FORZAR INCREIBLEMENTE la Palabra de hoy para decir lo que él
quiere…
Sólo quien conoce mucho la indignación (pq esta casi siempre indignado) es capaz de hablar hoy así de este tema…
Y encima lanzarlo sobre los demás, los otros…..VERDADERAMENTE PENOSO!!!
Este hombre gog-lio ( nunca Fco) se autoretrata muy bien: soberbia, irá… póngale además herejía, apostasia, blasfemia traición ; sólo que no identifica su propia imagen.
Que le pregunte ( si fuera valiente) a los católicos chinos, a los auténticos, que piensan de el. Pero que no le pregunte, a los jerarcas vendidos de la iglesia Patriótica China, servirles de sus jefes ateos, porque ya sabemos la respuesta. Sería la misma del comité de aplausos y loas liberales (libertinos) que teniendo ojos, no ven, y teniendo oidos no escuchan. Ingieren, pero no digieren los mensajes de su líder.
Pues es el mismo de quien el prepósito general Kolvenbach recomendó confidencialmente que no fuese consagrado obispo bajo ningún concepto… siendo desoído por nuestros pecados.
Si María. BERGOGLIO ‘NUNCA HÁBLA DE ORACION MORTIFICACION’, AYUNO SACRAMENTOS ,CONVERSIÓN.
Y lo. de .la. SANTA IRA , absolutamente de acuerdo.; que.será la.de.JESUCRISTO NUESYRO SENOR cuando. juzgue a lá serpiente que tenem9s.en la Silla de.San Pedro.
Yo Me santiguo cuando lo nombra el sacerdote en la.MISA.
Charla que te charlarás… Es lo único que se le da bien a este patán llamado Francisco I…
Pues, con todo el respeto, yo diría que a él se le ha visto más de una vez indignado. La santa indignación es aquella del salmista: «El celo de tu casa me devora»(Sal 69, 10).
Bergoglio esta cada dia mas erratico, sera solo maldad o habra algo psicopatico merodeando en su azotea?
hay que recordar el informe «extraviado» de kolvenbach.
Juan Pablo II no hizo caso al informe. ¿ Porqué ? Misterio. Ahora estamos padeciendo algo que Dios permita para la purificación de la Iglesia.
Juan Pablo II fue Grande pero erró en diversos temas, de lo contrario habría sido un Dios… Para eso está la sucesión de Papas, limpian lo del anterior, excepto Francisco, que incomprensiblemente lo ha empeorado todo.
La comentarista retrata vivamente la actitud de parte del neocatolicismo ante lo que le sucede: yo me santiguo cuando lo nombran en misa. como si se le nombrarse por casualidad. No, señora, entérese que el ritual al que usted concurre se celebra en unión con este señor, a quien usted también reconoce como Pontifex. Usted no puede separar arbitrariamente parte del ritual y decir en esto no creo.
No sé si llegan a entender su drama. El drama en el que unos miserables les han puesto. Es una pena que no logren ustedes darles la espalda definitivamente, porque un personaje divino metido a rehén de canallas, o sea Jesús nuevamente crucificado, es una herejía brutal. En realidad no es esto lo que pasa y en dicho acto hay tanta conexión con la divinidad como en una danza apache o en una logia luciferina: es el ser humano inventándose a sus dioses. Les sale muy caro creerles. Mucha tortura emocional, aunque supongo que les gustará, si no se apartarían.
Ya era mentirles cuando guardaban las formas y parecían serios los rituales, con su latín ancestral y sin ninguna guitarrita chillona ni canciones con música robada. Pero creer que la gente les va a seguir creyendo igual habiendo puesto a este personaje tripolar, porque la bipolaridad le queda muy angosta de mangas, ya es mucho abuso de la ingenuidad ajena.