| 12 marzo, 2020
Se retrasa la resolución.
La Alta Corte australiana ha decidido hoy posponer la sentencia de apelación del cardenal George Pell contra la condena por abusos sexuales con menores, informa Marco Tosatti en Stilum Curiae.
Por tanto, la decisión, que supone el último tren para demostrar la inocencia del purpurado, no se espera sino hasta dentro de unos meses.
Continua así del purpurado, condenado en base a la denuncia de una presunta víctima miembro del coro de la catedral, donde supuestamente sucedieron los hechos.
Pell permanecerá en prisión, mientras siete de los mejores jueces australianos deliberan su destino.
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Estan machacando al Cardenal Pell y esto es asquerosamente vergonzoso, cuando ya se ha demostrado que es imposible que hubiera los abusos donde dice el denunciante Aqui hay gato encerrado, quieren dar un escarmiento en un inocente
Se hará justicia cardenal. Los católicos estamos con usted.
Mucho me temo que en la otra vida.
Hay momentos en que la cárcel es el lugar más digno y el cardenal está demostrando una fortaleza inusual entre sus hermanos purpurados, en una situación injusta e incompresible, o quizás demasiado compresible. Y hablando de cardenales, el cardenal electricista está demostrando, una vez más, tener muy pocas luces y ha sido detenido por la policía italiana cuando se dirigía a llevar comidas a los indigentes de la zona de la estación Termini incumpliendo todas las normas sanitarias, las normales y las del virus, otro triste episodio que poco ayuda a los necesitados y dice mucho de protagonismos inútiles. Specola.
Hay cardenales buenos y malos. esto ya parece el catch-as-can-can. Por favor!! Al final van a perder todos, caerá el telón y se terminará la farsa.
Como Pell es viejo, cuanto más se demore la revisión, más probabilidades para los jueces de no tener que tomar ninguna decisión, porque probablemente ya estará muerto para entonces.
Richard Jewell es una interesante película para reflexionar
En el último debate, la acusación tuvo que admitir la existencia de una duda razonable sobre la culpabilidad del cardenal. Por las preguntas formuladas, los jueces parecen estar inclinados a la absolución. Pero dado el clima anticatólico que ha acompañado el juicio hasta el momento, los amigos del cardenal siguen siendo cautelosos y piden oraciones. Ahí van las mías, acompañadas del mayor convencimiento de su inocencia. Los enemigos de la Iglesia lo han querido machacar desde fuera y desde dentro, especialmente desde dentro, pues Pell propende a la limpieza drástica de abusos y corrupción.