Ayer se conocía el primer caso de coronavirus en el Vaticano.
Esta semana conocíamos la nueva misión que la Santa Sede había encomendado a Charles Scicluna, secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la fe y arzobispo de Malta. El prelado lideraría diversas reuniones con los obispos y superiores religiosos de México desde el 20 al 27 de marzo. Sin embargo, el coronavirus ha trastocado, otra vez, los planes.
Ayer se conocía el primer caso de coronavirus en el pequeño Estado papal, lo que ha hecho que se suspenda cualquier actividad de la Santa Sede en el exterior, además de los actos no sacramentales en su interior y en toda la diócesis de Roma. Por tanto, la misión de Scicluna queda pospuesta.
“Consistirá en un servicio de asesoría técnica, una ayuda fraterna, un diálogo que ayude a la Iglesia en México a reafirmarse en el camino ya emprendido en la dirección correcta para dar la debida respuesta a las víctimas de abuso sexual de menores por parte de clérigos”, explicaba el director de la Sala de Prensa da la Santa Sede, Matteo Bruni, esta misma semana.
Con motivo de esta visita de Scicluna, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, junto al Secretario General de la misma y Coordinador General del Consejo Nacional de Protección de Menores, Alfonso G. Miranda, envió una carta a los fieles, fechada el 2 de marzo, en la que aseguraban haber procurado “luchar de forma responsable, transparente y clara contra la cultura del abuso y el sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse”.
En ese sentido, los obispos mexicanos agradecieron el envío, que finalmente ha de posponerse, por parte de Doctrina de la Fe, de Charles Sciclina y Jordi Bertomeu, los mismos que viajaron a Chile a investigar el encubrimiento de abusos sexuales en el país andino que supusieron un verdadero terremoto mediático.
“Es una misión que busca beneficiar a los más pequeños y vulnerables impulsándonos como Iglesia, y en específico a nosotros como obispos, a continuar custodiando a estos hermanos nuestros”, afirmaban los prelados en la carta, quienes aseguraban confiar en que “servirá para mejorar la respuesta a estos casos, buscando la acción de la justicia civil y canónica bajo el principio de “tolerancia cero” para que ningún caso quede impune en nuestra Iglesia”.
Si la Iglesia quiere contribuir “eficazmente al combate de este flagelo que se verifica en tantos ámbitos de la sociedad (familia, escuela, trabajo, entre otros)”, primero tiene que comprometerse “en la erradicación del mismo en su interior”.
No es la primera vez que Scicluna investigará en México, ya que fue el encargado por Ratzinger de investigar las fechorías de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, en 2005.
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Pues mejor. ¿ Qué va a investigar un homosexualista amoroso leticioso como el gato maltés Scicluna ? Tienen que hacer como que hacen, pero, en realidad, fomentan los abusos, al fomentar la homosexualidad clerical, la causante en un 80% de los casos. Nos seguirán queriendo vender que el causante exclusivo es el clericalismo. Clericalismo es utilizar la cátedra de Pedro para sus ideologías y políticas demagógicas, que es peor todavía.
Belzu, no siempre estoy de acuerdo con usted. En este comentario, sí.
Gracias, Betsaida. Unidos en la oración.
Yo tuve la oportunidad de hablar con Monseñor Miranada para publicar artículos sobre la familia. Me dijo que como estaban las cosas no convenía sacar esos temas. El segundo tema que no le interesaba era sobre la acción ordinaria y extraordinaria del demonio.
Su propuesta fue hablar de historia y cultura.
No nos pusimos de acuerdo.
Ahora dice que va a luchar por la transparencia sin ir a las causas??…bueno más atole con el dedo como decimos en México…
Mientras los obispos busquen pararse el cuello con números
de ordenaciones, no van a cuidar la calidad…
¿ Y lo de Mc Carrick, que dijeron que iban a informar ya ?.
¿ Se les ha olvidado en Roma?. Problemas de pompis, pero – sobre todo- problemas sucios de pasta.
Los fieles de a pié, no nos chupamos el dedo…