La Diócesis de Roma, a la que pertenece la Ciudad del Vaticano, ha cancelado todas las “actividades no sacramentales” hasta el 15 de marzo por el temor de contagio, ahora que se ha confirmado la existencia de un afectado por el temido coronavirus.
Se seguirá celebrando la Santa Misa como hasta ahora, aunque se obviará el signo de la paz, por lo que tiene de posibilidad de contagio. También se vaciarán las pilas de agua bendita, auque los albergues y comedores de caridad permanecerán abiertos.
En una declaración a los periodistas, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, anunció que «desde esta mañana todos los servicios ambulatorios de la Dirección de Salud e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano han sido suspendidos temporalmente para sanear el ambiente tras el hallazgo positivo de COVID-19 en un paciente ayer».
Sin embargo, Bruni señaló que «el Departamento de Primeros Auxilios sigue «funcionando», y añadió que la Dirección de Salud e Higiene «está tomando medidas para informar a las autoridades italianas competentes», mientras que «entretanto se han iniciado los protocolos sanitarios previstos».
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Pues mira qué bien. No hay mal que por bien no venga. Que cierren el Vaticano y lo pongan en cuarentena.
Vaya, se les ha fastidiado el negociete….y se van a tener que dedicar a lo que nunca debieron de dejar de hacer, si se acuerdan. Podían aprovechar para hacer inventario y vender tanto que no tiene que ver ni con el cristianismo ni con Cristo ni con la Biblia.
Una de las mejores noticias del 2020, de hecho la más excelente, para la salud de la Iglesia: el lioso y sus enredadores tuti-fruti, encerrados en cuarentena en el Vaticano: ojalá estén así, quieto-parados, 2020 y 2021, cerrados en sus habitaciones, con el babero de come y calla.
Para hablar de economía según la ONU, tan ricamente está en cuarentena.
Para qué actividades que no sean sacramentales, digo yo?
La Amoris Laetitia es lo que tienen que suspender, el documento más demo hedor de la historia de la Iglesia.
Acostúmbrate, vendrán mucho peores
El coronavirus se transformó en tiaravirus al saltar los muros. Puea ahora, suerte de los muros, que no podrán escapar. Esto significa que el Vaticano puede quedarse casi en funcionamiento mínimo, con 0 entradas de funcionarios procedentes de Roma ciudad.
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Juan 6
3 Todo lo que se mueve y tiene vida os servirá de alimento: todo os lo doy, lo mismo que os di la hierba verde.
4 Sólo dejaréis de comer la carne con su alma, es decir, con su sangre,
Génesis, 9
Feliz Cuaresma!
17 «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento
18 Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
Mateo 5
Si maestro, te queremos mucho
En verdad has venido a salvar a tu pueblo Señor Jesús
Acuérdate del mio
Dios tiene un plan de salvación para xada uno de nosotros
El demonio pretende alimentarnos con su corrupción
En vano se cansa
Cuidad al Papa
Y tengas paz dondequiera que estés
La cuaresma es tiempo de reparación
Y el resto del año también
Gloria a Dios todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra
Por los siglos de los siglos
Paz para Europa
Verdaderamente, lo profetizado en el cielo se está haciendo presente en la tierra y contemplamos el poder del Creador
Amen
No de quepa duda al demonio de la existencia del Padre
Bergoglio se está haciendo caquitas. A ver aivcierra el vaticano entero, sería una bendición. Aunquecsiempre lecquedaran sus auto vídeos de youtube para darnos con un báculo averiado la murga del nuevo credo ambientalista
Tu si que das la murga con tu ideología reaccionaria
Nos sentimos semidioses, pero basta un bacilo, un virus, para reportanos a la realidad y reflexionar el sentido de la vida. Nuestra supuesta autisuficiencia, el sentimiento de inmortalidad, frecuentemente proveniente del éxito profesional (casi siempre insostenible) o de la salud intocable (en la que confiabamos, descubriendo que es imposible), se revela de un golpe ser solo una ilusión que nos abre los ojos ante nuestros infaltables límites.
Benedicto XVI en “Spe Salvi” (n.38) explica que “La medida de la humanidad se determina esencialmente en la relación con el sufrimiento y el que sufre” y esto vale tanto para el individuo como para la sociedad. Pero también San Pablo en la carta a los colosenses declara “Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo (Místico), que es la Iglesia” (Col 1.24).
¿Podría ser esta una ocasión para ofrecer nuestras mortificaciones también, y sobretodo, por nuestra Iglesia?
Yo creo que si.