Omella, Osoro y la “gran tentación” de los pastores

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No quise, en su momento, comentar las recientes palabras de Su Santidad en la tradicional Liturgia Penitencial de inicio de Cuaresma reservada al clero de la diócesis de Roma, pero la reciente elección del tándem Omella-Osoro al frente de la Conferencia Episcopal Española me lo pone en bandeja, más aún con el comentario que acabo de leer en la cuenta en Twitter de Fernando Vidal, director de la Cátedra Amoris Laetitia y del Instituto Universitario de la Familia, de la Universidad Pontificia Comillas.

En su homilía, el Papa advertía de la “gran tentación del pastor”: rodearse de los “suyos”, de los “cercanos”; y así, desgraciadamente, la verdadera competencia es suplantada por una cierta lealtad presunta, sin distinguir ya entre quien complace y quien aconseja de manera desinteresada. El Papa recuerda entonces el consejo de San Benito:  “La verdadera curación, reside en la equidad, no en la uniformidad”.

Si ese mensaje lo oyera de boca de cualquier otro, he de reconocer que me parecería harto discutible. Un pastor, en el sentido más amplio del término, actúa con prudencia al rodearse de ‘los suyos’, de ‘los cercanos’, que son los que mejor conoce y de quienes cabe esperar mayor sintonía y, en consecuencia, una forma de gobierno más armónica y coherente. Al menos, es una estrategia discutible y, desde luego, cuesta pensar que sea “la gran tentación” para los pastores, rodeados de tantas.

Pero es que lo ha dicho Francisco, y uno no sabe muy bien qué cara poner. Me cuesta enormemente visualizar qué pueda decir un Maradiaga al Papa que no le complazca, qué gracias -qué “verdaderas competencias”- adornan a un Zanchetta para ser nombrado obispo sino la “cercanía” personal a quien le nombra, o cuánto duran quienes en sus cargos o en su influencia quienes aconsejan de forma desinteresada a Su Santidad en una dirección que no sea absolutamente de su agrado. Si realmente la verdadera curación no reside en la uniformidad, vamos mal.

Y esto enlaza con el comentario en Twitter de Vidal, confirmando nuestras sospechas: “La

«@Confepiscopal española pone rumbo decidido a la Iglesia del Papa Francisco al elegir como presidente a, cardenal Omella, de @esglesiabcn_es y vicepresidente al @cardenalosoro de @archimadrid. Una gran noticia de esperanza para todo el país”.

Aparte del estremecimiento que me provoca leer una vez más la expresión “la Iglesia de Francisco” -cuando uno espera realmente estar en la Iglesia de Cristo, de la que Francisco es un vicario más en una lista que ya va por 264 y que no sabemos cuántos más tendrá-, el mensaje y todo lo que hemos leído de los ganadores los sitúa como los ‘francisquistas’ más entusiastas de nuestro episcopado incluso antes de que nos lo dijera Vidal. Es decir, más de “los suyos”.

Un virus de nuestro tiempo que nos parece bastante peor que la gripe de Wuhan es el de usar las palabras con un significado no solo distinto, sino a menudo contrario de lo que significan, y así hoy en la Iglesia, cuando más se habla de sinodalidad, colegialidad y descentralización, más vemos a los obispos de todo el mundo marcando el paso con una sincronización que asusta, hasta en las expresiones más personales o los tics más idiosincráticos. ¿Iglesia en salida? Pues ahora todo es “Iglesia en salida”, aunque la idea pueda expresarse en un sinfín de fórmulas alternativas, no siendo la original demasiado clara. ¿Conversión ecológica? Pues venga programas episcopales y parroquiales para hacerlo todo verde, que te quiero verde. Todos tendiendo puentes, todos tirando muros, con una sorprendente unanimidad especialmente llamativa por cuanto, siendo estos temas tan centrales como nos cuentan, se habían ninguneado durante milenios.

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Comentarios
36 comentarios en “Omella, Osoro y la “gran tentación” de los pastores
  1. Me pregunto si a alguna vez al bueno de Carlos le parece algo bien. Si alguna vez le parece que no debe opinar sobre algo (porque no sepa, como ocurre normalmente, o porque no deba). Si su mediocridad como analista y pseudotertuliano opinador le permitiría trabajar en un sitio que no sea éste (un sitio normal, vaya). Si alguien que haya trabajado con él tiene un buen concepto suyo (me consta que no es así). Si, en definitiva, hay alguien que le quiera…

    1. Pues usted según el comentario que acaba de hacer creo que es bastante mala persona y dañino. Porqué la gente como usted no rebate ideas aterrizando y concretando? . Respuesta: porque es más fácil lanzar veneno. Hipocresía.

      1. Mi comentario era muy concreto: este señor opina de todo. Perdón, de todo lo que le permita hacer cualquier crítica a la Cabeza de la Iglesia. O, en general, a cualquiera que no se pliegue a sus opiniones. Con semejante nivel, como usted comprenderá, no pienso rebajarme a rebatir ni a concretar. Es más, ni siquiera sé por qué lo estoy haciendo con usted. Lo gracioso es que el veneno es el mío y el hipócrita soy yo. ¿Usted ha aplicado alguna vez sus rectos principios sobre el escribiente? Quizá debería. O quizá su propia hipocresía o su ideología le impidan hacerlo. Curioso, ¿no? Es lo que pasa cuando solo defiendes a tus clones ultraderechistas y pseudosedevacantistas. Sí, oiga. El malo soy yo. Pero al menos estoy dentro de la Iglesia. Creo que usted no puede decir lo mismo. Suerte con eso.

        1. Como penitencia, una romería a la Virgen de la Paloma con Fernando Vidal dirigiendo las partes del rosario. Besa el anillo, hijo mío.

        2. «»»»Es más, ni siquiera sé por qué lo estoy haciendo con usted»»»»»»……pues sino sabes lo que haces mal vas en la vida,jajajajajajaja…..

        3. Chema,menos rollo ,ni clones ni tonterías. Yo tampoco soy muy bueno y estoy en la Iglesia, igual que tú, está tarde tengo celebración. Insisto en que no tienes argumento más que una idea general de esa persona y respeto a un servidor tengo que decirte que te retratas con tu insinuaciones de ultraderechista etc.

        4. Chema, estoy esperando verle rebatir, con argumentos, lo expuesto por D. Carlos Esteban. Y no lo hace. Le ataca personalmente pero, lo que yo querría, es ver la opinión que Vd. tiene sobre lo expuesto por el titular del blog, no sobre su persona. Y creo saber la causa. Las palabras del obispo de Roma son, una vez más, una contradicción respecto a los hechos fácilmente constatables.

    2. Me parece que no lee demasiado a Carlos Esteban (y en general no lee demasiado). Si lo que quiere son cantos de sirena y alabanzas dese un paseo por Religión Digital. Subir le van a subir la moral, otra cosa es que encuentre algo que sea cierto. Por otro lado, no se enorgullezca tanto de estar dentro de la Iglesia, que a menudo quienes así sacan pecho son los que más fuera están (y también son los que no perdían ocasión de escupir exabruptos con Benedicto).

    3. Ahora resulta que estamos en «la dulce primavera de la fe» donde «la filosofía del Evangelio gobierna las naciones». Claro que sí.

    4. Triste, tremenda situación, perfectamente descrita. (Un mínimo detalle: el Papa actual hace el número 266. Lo sé porque una servidora veneraba la institución del Papado… )

    5. Pues verá, desde los profetas veterotestamentarios a algunos santos del nuevo, no dicen lo que les gusta sino lo que es. Por tanto, si lo que hay no es lo correcto y, si además, casi nadie por no decir nadie, lo denuncia o lo encara entonces ¡benditos los que trabajan por la verdad y por el bien!. Y estoy de acuerdo en que, con estos comentarios del Sr. Esteban no podría trabajar en otro sitio por eso ¡felicidades Infovaticana por ocupar a estas personas valientes!. Y también felicidades, del tipo de las bienaventuranzas, al Sr. Esteban porque, con su prosa amable, podría ganarse la vida en cualquier lugar y con mejores prebendas, si renunciara a ser un «centinela» en la muralla de la ciudad de Dios.

  2. Desde que leí a Mattei todo cuanto rodea y centra El Vaticano, me queda meridianamente claro.
    Y habiendo leído a dos grandes en judeo-masonería: D.Ricardo de la Cierva y Monseñor Manuel Guerra Gómez, nada de cuanto ocurre me es extraño. Nada me sorprende ni me provoca la más mínima sorpresa.

      1. Yo no estoy en lo cierto nunca. Por eso estoy siempre contrastando a los expertos y haciéndome preguntas. Porque ellos -cada cual en su materia- si saben de que hablan. Verá Ud. que cito fuentes. Nunca he dicho que «yo sepa» sobre el tema. Sino que he leído.
        Claro que Dios sabe más; no sólo más, sino TODO.
        Yo también rezo por la Iglesia, la genuina, la de Jesucristo. Y siempre tengo alegrías por los «buenos pastores» que los hay y muchos.
        Por poner un ejemplo: En la Catedral de Valencia, tras la Santa Misa de los domingos, a las 6 de la tarde, celebrada por Monseñor Manuel Soler, este santo canónigo canta los Gozos a San José (previos a la fiesta del santo) más antiguos que existen en Valencia. No sólo es un gran sacerdote, teológo y sencillo como las palomas, sino que está transmitiendo «tradición de la Iglesia»
        Y como él miles de santos y buenos sacerdotes. Por esto, algunas sombras, son tan delatadoras.
        Bernardito es el Nuncio.

  3. No puedo comentar nada del elegido porque no le conozco apenas. Rezaré por él. Solo me pregunto si los ‘francisquistas’ (por mi parte seguiré siendo de Cristo, esté quien esté de Papa) no se quejan ahora de haberse producido la elección bajo presiones. !Qué curioso! Solo si se tumban sus planes sobre el celibato, las mujeres y demás. Estoy impresionada. El Espíritu en este caso pudo actuar libremente. Demos gracias a Dios. Se me acabó la ironía por hoy.
    Mi oración por los elegidos.

    1. Señor Esteban, ya debería haberse dado cuenta de que la iglesia de Bergoglio, no es la de Cristo. Pero no hay peor ciego que el que no quiere ver.

    1. O en que aumente la cifra de 100.000 abortos anuales en España. Además de seguir manipulando y difamando a hermanos en el Episcopado para que sean defenestrados, como Mons. Ureña. Por cierto, en cuanto al tal Chema, no entréis a contestar sus provocaciones. Él únicamente insulta y excluye, pero no argumenta ni da planteamientos constructivos y de mejora. Olvidaos de él y cuando vea que no le contestamos se irá a tocar las narices, o a lo mejor otras cosas, nunca se sabe, a otro lado.

  4. Lo que más me ha llamado la atención es la expresión «La Iglesia de Francisco». Encierra muchas y terribles cosas, como por ejemplo, asocia la propiedad de la Iglesia al papa presente, como su ya el verdadero dueño de la viña no fuese el Señor. Es terrible pensar que hemos dejado de ser cristianos católicos para ser cristianos francisquistas.

  5. ( A ver si el Sr. Esteban tiene a bien un día decir qué se puede poner y qué no, para evitar trabajo en balde). Dicho esto sigo con el final aunque tal vez no se publique. …Validar el consenso revolucionario (muy de estrategia y manipulación marxista). Se dice que son instituciones meramente «administrativas» no eclesiales pero para eso sería mejor dar al Primado una buena oficina con estas posibilidades y dejarse de tanto gasto. Y es que lo que ocurre finalmente es que, siendo muy administrativa, es la voz que se impone en las iglesias y en los medios de comunicación. Lo saben y lo sabemos perfectamente. Y volviendo al testimonio, ¿por qué no se oye posteriormente a los obispos o se les oye poco? Yo , «ni quito ni pongo rey», entre otras cosas porque no soy nadie para ello pero si que sigo extrañado de lo que se nos dice a los fieles -lo correcto por otra parte- y lo que vemos en algunos que pastorean.

  6. Me encantan e instruyen los comentarios del señor Esteban. Podrá estar unas veces más acertado y otras menos , pero a mí me ayuda.
    Todos podemos tener nuestra opinión y es respetable la persona que opina. Por desgracia las opiniones no todas son respetables. Yo no me atreveré a Juzgar al Papa, Dios me libre, pero si es verdad que hay cosas y tendencias que me chirrían un poco. Diría yo que muchas veces parece que se inclina del mismo lado. De todas formas los autollamados progres que no presuman mucho porque muchas veces el Papa pone los puntos sobre las íes y refuerza la doctrina tradicional de la Iglesia milenaria. A mí no me duelen prendas , cuando dice una cosa que me parece bien la aplaudo y si no , no. Pero me importa un bledo si me llaman de izquierdas o de derechas. A mí no me encasilla nadie. De hecho en algunos aspectos puedo quedarme a la izquierda de la extrema izquierda y en otros a la derecha de la extrema derecha. Y me río de los progresistas cuando son regresistas.

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