María Corredentora: Las razones del «sí» al dogma

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Estimados seguidores de Stilum Curiae:

Claudio Circelli, terciario de los franciscanos de la Inmaculada Concepción, nos ha enviado una reflexión muy documentada e interesante sobre la figura de María, Corredentora. Feliz lectura. Y deseos de Feliz Año Nuevo a todos, en el aniversario de la fiesta de María, Madre de Dios.

§§§

Corredentora callada, Corredentora olvidada, Corredentora mortificada.

«Se han omitido ciertas expresiones y palabras utilizadas por los Sumos Pontífices que, aunque son muy ciertas en sí mismas, pueden ser más difíciles de entender por los hermanos separados (en este caso, los protestantes). Entre estas palabras se incluyen las siguientes: «Corredentora de la raza humana» (San Pío X, Pío XI); «Reparadora del mundo entero» (León XIII); «Renunció a los derechos maternos sobre su hijo, para la salvación de los hombres» (Benedicto XV; Pío XII); «Merecidamente, podemos decir que María, con Cristo, redimió a la humanidad» (Benedicto XV)» [1].

Con estas palabras, la comisión teológica preparatoria del Concilio Vaticano II resumía el status quaestionis -y comunicaba el sensus fidelium universal- con respecto al título y al contenido de la Corredención, a principios de la década de los 60, en la Iglesia Católica.

Cincuenta y siete años después de ese documento, aprobado por san Juan XXIII (+ 3-6-1963), escuchamos el eco de una voz diferente, procedente de la Basílica más querida por el cristianismo:

«Fiel a su Maestro, que es su Hijo, el único Redentor, nunca quiso tomar algo de su Hijo para sí misma. Ella nunca se presentó como corredentora. No, discípula». (Francisco, Basílica del Vaticano, 12 de diciembre de 2019).

Para comentar sobre esta expresión, hay que tener en cuenta que «no presentarse como Corredentora» no significa no serlo. María ni siquiera “se presentó” como Inmaculada, ni tampoco como Madre de Dios, ni siquiera como siempre virgen. De hecho, las apariencias podrían sugerir más bien lo contrario, especialmente en lo que respecta a su virginidad. Sin embargo, a pesar de las apariencias, María era, es y siempre será la Inmaculada siempre Virgen Madre de Dios; y el primero de estos dogmas, la Inmaculada Concepción, fue proclamado solemnemente por el beato Pío IX, coronando un movimiento mundial de peticiones, precisamente en esa basílica del Vaticano donde, hace unas semanas, su sucesor comparó la solicitud del nuevo Dogma mariano, con «tonteras».

Pedir un nuevo dogma no es «perderse en tonteras», sino que es la expresión legítima del sensus fidelium, de acuerdo con lo que dice el Señor Jesús, «Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena» (Jn 16, 13); Según la profecía de la Virgen María, «desde ahora me felicitarán todas las generaciones» (Lc 1, 48), y según prescribe el Derecho Canónico, «los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos; […] Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe…». (can 212, §§2-3).

“Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras» (Lc 19, 40).

Ni siquiera Jesús se presentó a todos con el esplendor de la gloria de su divinidad; e incluso cuando se presenta a Tomás, ya Resucitado, «una cosa es lo que vio Tomás, otra es aquello en lo que Tomás creyó» (San Gregorio Magno).

Por lo tanto, no presentar abiertamente las cualidades y perfecciones de uno no significa no tenerlas. Esto es especialmente cierto para las personas humildes, como lo era la Virgen María, según sus propias palabras inspiradas: «porque ha mirado la humildad de su esclava» (Lc 1, 48). La humildad, por definición, se esconde ella misma.

Incluso Dios no aparece, pero está.

El paso de la apariencia al ser es el paso de la física a la metafísica, de la materia al espíritu, de los accidentes a la sustancia, de la estética sensual a la contemplación de la verdad; todas condiciones de posibilidad para el paso razonable de la evidencia natural a la fe sobrenatural, sin cuya razonabilidad la fe carece de sus supuestos intelectuales, y se convierte en fideísmo voluntarista irracional.

Si por la premisa de que «María no aparece como Corredentora», nos atrevemos a concluir que, por lo tanto, no lo es, o procedemos de manera sofística y, por ello, sin coherencia lógica; o bien se presupone una segunda premisa -«solo lo que aparece es»– que se oculta adrede, por su indecencia intelectual. En este segundo caso, el razonamiento es coherente en sí mismo, pero igualmente falso, porque evidentemente la segunda premisa es falsa, ya que, de ser cierto, Dios no existiría. Por lo tanto, está claro por qué esta premisa es impronunciable para un cristiano, especialmente un católico. Sin embargo, esto se presupone, de manera más o menos limitada también en el campo eclesial, en muchos razonamientos que dan un carácter absoluto a ciertos principios de la filosofía del lenguaje y de la «comunicación». Dan carácter de absoluto a lo relativo y relativizan lo absoluto, para reemplazar la metafísica (más allá de la física) del ser con la «endofísica» del aparecer, fundada sobre la verdad como «trascendental» del aparecer, y no más del ser.

Tal soporte de la fe ya no más metafísico, sino ideológico (escenográfico y político), por lo que debe encontrar su propia razón de ser ya no en el amor a las realidades invisibles, sino en la antropología inmanente, que se traduce en un compromiso social por un modo material y psicológicamente mejor. De aquí la simpatía de cierto mundo católico por la teología de la liberación y la masonería, con la que comparte el ideal del humanismo integral inmanente. En este presunto mundo católico, se prefieren los lemas demagógicos a la doctrina de la fe y, a la Sagrada tradición litúrgica, se prefiere el espectáculo dejado en manos de la creatividad (y la cretinez) de las modas del momento. Para este mundo católico, no sólo un nuevo dogma, sino todos los dogmas propiamente sobrenaturales son «tonteras».

Llegados a este punto hay que recordar que en las fuentes de la Revelación hay muchas verdades virtualmente ocultas (como la planta en la semilla, como la flor en el retoño, como el fruto en la flor), cuya comprensión formal crece solo progresivamente «con la contemplación y el estudio de los creyentes que las meditan en sus corazones (cf. Lc. 2, 19 y 51), sea tanto con la inteligencia dada por una experiencia más profunda de las cosas espirituales, sea por la predicación de aquellos que con la sucesión episcopal han recibido un carisma de verdad seguro» (DV 8).

Esto es cierto universalmente y, en particular, para el misterio que rodea a la humilde Sierva del Señor:

«Lo poco que se sabe sobre la Inmaculada Concepción, en teoría, es menor aún en la práctica. ¡Cuántas ideas preconcebidas, malentendidos y dificultades se agitan en las mentes! «(San Maximiliano, Scritti, n. 603).

«Todo queda aún por decir sobre María» (San Maximiliano, en Il Cavaliere dell’Immacolata, 1942, n. 10, p. 17).

Todo queda por descubrir, como un tesoro escondido en las fuentes de las Revelaciones, el primero de los cuales es la Sagrada Escritura. Y el sentido cristiano integral de la Sagrada Escritura, hoy, indica sobre todo los tres pasajes bíblicos que contienen, como un cofre sagrado y precioso, la perla mística de la Corredención: Gén 3,15; Jn 19, 26-27; Rev 12, 2.

En este sentido, sería necesario profundizar la exégesis de estos pasajes bíblicos, también porque no faltan óptimos estudios científicos y divulgativos, corroborados por la enseñanza de los Padres y confirmados por el magisterio pontificio ordinario.

Por lo tanto, si no es lícito concluir, a partir de esa premisa «aparente», que María no es Corredentora, ni por deducción lógica ni teológica, siendo verdadero exactamente lo contrario, ¿cómo se explica que muchos católicos, actualmente, estén predispuestos a llegar a esta conclusión negativa?

La respuesta ya se ha dado anteriormente, al menos parcialmente, al hablar de la «endofísica de la apariencia», como un nuevo horizonte cultural inmanente de muchos católicos según el registro civil, de los cuales se recibe la fe como una ideología antropológica inmanente y no ya como una virtud sobrenatural esencialmente teológica y trascendente del universo material.

En este contexto de «materialismo pragmático cristiano», el principio que explica más de cerca el eclipse inusual de la corredención mariana en la Iglesia católica encuentra su lugar natural: «el error no refutado es un error propagado; y, si la verdad correlativa ya no se proclama con fuerza, esta se olvida».

Después del Concilio, por una mala interpretación de su silencio sobre la Corredentora, la Corredención no solo fue silenciada, sino que también fue formalmente negada por varias corrientes teológicas, sin que el magisterio se tomara la molestia de refutarlas. Consecuencia: el error se extendió, hasta que alcanzó una parte significativa de la inteligencia católica.

El único que reaccionó a esta triste tendencia de las cosas, aunque no con el vigor necesario para revertir la mala tendencia, fue san Juan Pablo II, en su magisterio ordinario. Pero incluso su voz ha sido condenada al ostracismo por poderosos grupos de presión eclesiales. Sus últimos pronunciamientos pontificios sobre la corredención se remontan a principios de la década de los 90 y, por lo tanto, han pasado unos 25 años desde entonces…; 25 años de silencio, tanto de la corredención en sí, como de la refutación de su negación. Resultado: en cuanto a la opinión común entre los teólogos, casi nadie cree en ella, salvo un pequeño grupo. La verdad ha sido silenciada por respeto humano hacia los protestantes, y ahora, sobre la Corredentora, la gente piensa como ellos. Pero no todos han caído en la trampa, porque el Espíritu Santo guía infaliblemente el sensus fidelium de la Iglesia y, cuando la iglesia docente está en silencio, habla la Iglesia discente, movida por el espíritu de piedad hacia la Inmaculada Madre de Dios.

No ha sido solo un pequeño grupo de prelados los que recientemente han recurrido al papa Francisco para pedir un nuevo dogma mariano, que incluye la Corredención de manera directa o indirecta. En verdad, unos 400 obispos lo solicitaron durante el Concilio Vaticano II y, entre 1993 y 2010, el movimiento internacional Voxpopuli, que recogió las firmas de 42 cardenales, más de 500 obispos y alrededor de siete millones de otras adhesiones.

Si agregamos a esto que es difícil encontrar un santo del siglo XX que no haya hablado, de una forma u otra, de la Corredentora, llegamos a la conclusión de que es una verdad católica cercana a la fe.

Tomemos, por ejemplo, el caso de san Juan Pablo II, que utilizó el título de Corredentora siete  veces en su magisterio ordinario y explicó admirablemente su contenido teológico.

Sigamos el ejemplo de San Leopold Mandić (+ 1942) a quien, entre los otros santos «corredencionistas», le hubiera gustado escribir un libro para demostrar que María es Corredentora. Él creía que María, como Corredentora, habría restablecido la unión de la Iglesia Ortodoxa con «la única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica».

Tomemos el ejemplo de santa Teresa de Calcuta que, en una carta autógrafa del 14 de agosto de 1993, escribió: «La definición papal de María Corredentora … traerá grandes gracias a la Iglesia».

Tomemos el ejemplo de san Henry Newman (+ 1890), quien dirigió estas actualísimas palabras a su amigo Pusey, un anglicano: «¿Por qué cuestionáis el hecho de que Nuestra Señora sea llamada Corredentora, cuando estáis dispuesto a aceptar títulos inmensamente más gloriosos atribuidos a María por parte de los Padres: Madre de Dios, Segunda Eva, Madre de la Vida, Estrella de la Mañana, Nuevo Paraíso Místico, Centro de Ortodoxia, y otros similares?».

[1] SACROSANTUM OECUMENICUM CONCILIUM VATICANUM SECUNDUM, Schemata Constitutionum et Decretorum de quibus disceptabitur en Concilii sessionibus. Serie secunda. De Ecclesia et de B. Maria Virgine, Typis Poliglottis Vaticanis, 10 de noviembre de 1962, p. 100.

Publicado por Marco Tosatti en Stilum Curiae.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.

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Comentarios
105 comentarios en “María Corredentora: Las razones del «sí» al dogma
  1. Lo primero que hacen todas estas interminables apologías del supremo ‘dogma’ capillita, es despejar toda clase de malentendidos y aclarar mil y una pesadas premisas. Porque tácitamente saben que es imposible sustraerse a la seducción mental de las palabras cuando éstas se entronizan. Y la de «Corredentora» lleva un prefijo tan inquietante y provocador, que estoy seguro que la impecable Virgen María sería la primera en atajar un título así, con tal de no rasguñar ni oscurecer para el futuro la absoluta primacía redentora de su Hijo, nuestro Dios y Salvador.

      1. Como si canta usted misa con las rúbricas también en mayúsculas, buen hombre.
        Por cierto, ¿nadie se pregunta por qué el terciario no menciona siquiera de pasada a Benedicto XVI en su alegato en pro de la «corredención»? Pues quien lo quiera saber, que abra por la página 288 la famosa entrevista de Peter Seewald a Joseph Ratzinger «Dios y el mundo» (edición de Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores).

        1. El Redentor redime a los pecadores y dado que es Amor Divino junto con Dios Padre y Dios Espíritu Santo, permite, en Su Infinita Misericordia que la pequeña María inmaculada pueda participar en Su Acto Redentor, redimiendo con Él, y así lo permite a todos los que le aman de verdad. María es Corredentora como lo son todos aquellos que creen, aman y obedecen a Jesucristo. El Amor del Señor es participativo. Pero los necios no comprendeis, ya que no sabeis amar.

    1. Lector, Claudio Circelli te ha dado todas las citas de los Papas, incluido Juan Pablo II, que desconocías, además de argumentos teológicos más que suficientes. Por favor, lee con calma el articulo y ten la humildad de rectificar. El Señor te lo agradecerá y nosotros también.

  2. La defincición del quinto dogma lleva años en estudio. Lo bien cierto es que ni San Juan Pablo II ni Benedicto XVI lo promulgaron, y eso que ya conocian las propuetas y los fundamentos teologicos de una u otra postura
    Respecto a Francisco, una cosa es que no lo crea conveniente, o que pudiera no estar a favor, y otra considerar que son tonteras de unos cuantos. Para mi, y lamentadolo mucho, denota falta de respesto y de rigor respecto de un asunto muy importante y enjundioso

  3. Y después se inventarán el dogma de cuarta persona de la santísima «tetranidad».
    Qué vergüenza, 2.000 años después y todavía fabricando la religión.
    ¿Y el de Tarso qué opinará de todo esto? Ah, ya, que para él eso de la Virgen ¡bah!

    1. ¿Pero es que no sabes que la Sagrada Tradición es la primera fuente de Revelación y sólo después viene la Biblia? Cristo no puso la Biblia, puso la doctrina, que por enseñarse a lo largo del tiempo, se dice que es Sagrada Tradición. Si la Tradición enseña que la Virgen es Corredentora, es porque es corredentora, porque el Magisterio Ordinario que se sucede en el tiempo siempre igual en todo momento y en todo lugar, es infalible y carece de error. Eso es lo católico. El magisterio extraordinario son los dogmas de fe, que tampoco los puso Cristo, los pone la Iglesia sacándolos de la doctrina tradicional que ha puesto Dios. Es menester dejar las gili progreces.

      1. Que yo sepa Cristo no elaboró ninguna Doctrina,sino que vivió,en la ley judía,dándole cumplimiento,porque no vino a abolir la ley de Moisés,sino a cumplirla.Y con su vida,nos mostró al Padre,y lo que el Padre le encargó,pues en el Padrenuestro,nos enseña a rezar,invocando al Padre,Jesús es el que hace la voluntad del Padre.

          1. No Mariela,no elaboró doctrina alguna,solo concreto la ley de Moisés en dos Mandamientos:Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo,es decir de las 630 leyes del judaísmo,las sintetiza en dos.

    2. Como la cuarta persona de la Trinidad no existe en la Sagrada Tradición, es decir, que no se ha enseñado en el Magisterio nunca tal cosa, ningún Pa pa puede enseñarla en su magisterio ordinario y mucho menos en el extraordinario como dogma de fe. ¿te enteras o no te enteras?. Francisco tiene la obligación de enseñar la corredencion y JPII tenía la obligación de condenar el ecumenismo. Esa es la función del Pa pa: enseñar lo de siempre y no inventarse nada. Que pena que no lo hagan desde Juan XXIII.

  4. El Reden tor redime a los pecadores y dado que es Am or Divi no junto con Di os Pa dre y Di os Espíri tu San to, permite, en Su Infi nita Mise ricor dia que la pequeña María inma culada pueda participar en Su Acto Reden tor, redimiendo con Él, y así lo permite a todos los que le aman de verdad. Ma ría es Correden tora como lo son todos aquellos que creen, aman y obedecen a Jesucristo. El Am or del Se ñor es participativo. Pero los ne cios no compren den, ya que no saben amar.

  5. Dejémonos de tonterías, eso que ustedes se plantean es una herejía, así de claro, Redentor solo hay uno, Mria es la primera redimida y la primera discípula, la Iglesia no necesita dogmas, sino más compromiso misionero de los creyentes.

    1. Herejia es decir que Dios ha puesto a cada hombre una libertad religiosa para que elija la religión de su conciencia porque el hombre tiene dignidad humana para hacerlo y que el Espiritu Santo suscita otros caminos de salvación santidad y gracia fuera de la Iglesia. La corredención hay que creerla para ser católico, pues ya está en el magisterio ordinario infalible de la Iglesia, sea o no sea dogma. Es mentira q para ser católico sólo haya que creer los dogmas pues Jesucristo no puso ninguno, puso su doctrina, ya sea dogma de fe o no.

      1. Eso es herejía porque el dogma ya es: «fu e ra de la igl esia no ha y sal vaci ón». No hay ningún dogma que niegue la corredención sino que en el magisterio tradicional ya está la corredención, entendida como necesidad de María para que haya redención. Porque Dios ha querido que María sea necesaria.

        1. El magisterio está vivo en el sentido de que a nuevos problemas, nuevas respuestas doctrinales de la Iglesia. Ejemplo: aparece la masonería, y la iglesia lo condena definitivamente, ya es doctrina y Cristo la hubiera condenado también de haber existido en su época. Pero es mentira q la «Tradición esté Viva», porque la doctrina no puede cambiar ni evolucionar y menos a una doctrina contraria, por ejemplo, la condena del ecumenismo, JPII no lo podia descondenar, ni la doctrina de la misa de Trento, Pablo VI tampoco la podía sustituir por la doctrina del novus ordo, la otra ya era la doctrina definitiva.

          1. La «tradición viva» que se ha enseñado tras el cvii significa que «la doctrina que puso Cristo y que nos llega por Tradición, se puede cambiar o evoluciona. Si eso evoluciona y se puede cambiar, entonces los dogmas que ha puesto la Iglesia y no los ha puesto Dios, también se pueden cambiar, pues lo que pone la Iglesia está por debajo de lo que pone Dios. Es el magisterio el que está vivo para hacer frente a nuevos problemas q aparecen con el tiempo.

          2. Si es muy simple de entender: Cristo no hubiese asistido al encuentro de As is pues en su doctrina da a entender la condena de tal acto y lo mismo con lo de la pachamama de Francisco, pero sí habría enseñado la corredención de María, pues su doctrina apunta a eso: a que María era necesaria para la redención.

        1. ¿Así que entendiste lo de baboso, 😁😁 I g or,? deberías cambiarte el nombre por Ignor. No soy priista, 🤢, y tú si eres misógino. Te complace ofender y denigrar a las mujeres Ignor. Van varias veces que me ofendes Ignor, ahora aguántate, 🐌🐌🐌

  6. Gran escrito. Pero es en cierto aspecto equivocado en cuanto trata de responder con argumentos a uno que desde lo mas alto de la Iglesia trata, no de argumentar lo contrario o de negar algo; trata de desacreditar y difamsr , insultar con un simple eslogan, una simple frase. Pues no se merece esa persons , por muy alta que sea, que se le responda con sesudos argumentos sino con el mismo desprecio insultante, con una simple frase de descalificación a él coló indigno de acuñar el puesto que ocupa. No voy a poner frase semejante por si no se le publicaría el comentario.

  7. Y sr Igor, lo que es una herejía es decir que maria es la primera redimida. Maria no tenía que ser redimida, ni fue redimida, porque no tenia pecado. A ver si se entera. Y por cierto, el primero en ser redimido es san Dumas, ese ladrón que en la cru, junto a jezus , confesó a Jesús y Él le dijo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso. A ver si lee un poquito sr. Igor.

  8. Pedir un nuevo dogma no es “perderse en tonteras”, sino que es la expresión legítima del sensus fidelium, de acuerdo con lo que dice el Señor Jesús, “Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena” (Jn 16, 13); Según la profecía de la Virgen María, “desde ahora me felicitarán todas las generaciones” (Lc 1, 48), y según prescribe el Derecho Canónico, “los fieles tienen derecho a manifestar a los Pastores de la Iglesia sus necesidades, principalmente las espirituales, y sus deseos.

  9. Una observación al artículo y una crítica frontal a Francis: La Virgen, en Lourdes, después de la insistencia de Bernadette, movida a su vez por el párroco Peyramale,

        1. Si Belzunegui,pero se da la circunstancia de que primero es proclamado el dogma por Pío lX,y después se produce la aparición de la Virgen de Lourdes a St Bernardette,aunque la niña no conocia el dogma ,la Virgen quiso manifestar que era,soy la Inmaculada Concepción.

  10. Tanto os quejáis de las reformas de Francisco. Decís que el Vicario de Cristo solo puede transmitir lo que ya está en la tradición pero queréis a toda costa y por las vías que fuere declarar un nuevo dogma que no fue aprobado en 2000 años !

    1. ¿Allan, vienes de allende los mares? ¿Acaso no hubo un traidor entre los apóstoles? Vuestro problema principal es un problema de actitud: No buscais más que confirmar vuestras ideas humanas, vuestra cosmovisión elaborada en más o menos tiempo, de la que no quereis apartaros, ni que venga Dios mismo otra vez y os diga algo diferente… El hombre que busca a Dios con rectitud de intención, sabiéndose limitado y carente de muchas virtudes, ese es el que 1º tendrá un encuentro personal con Cristo y 2º se dejará transformar en un hombre nuevo, redimido y genuino.

    2. La iglesia declara dogmas que saca de la doctrina tradicional, no se los inventa, ya están en la doctrina.
      La doctrina por un lado tiene dogmas y por otro lado tiene otras verdades de fe que no son dogmas pero pueden llegar a serlos, Jesucristo enseñó su doctrina, no dogmas.
      Para ser católico hay que creer en la doctrina, tanto si son dogmas como si no son dogmas

      1. No es necesario que toda la doctrina sea dogma, dogma es lo principal, las verdades de fe secundarias no tienen que ser dogmas. Que una verdad de fe no sea dogma, no significa que el Pa pa la pueda quitar. La obligación del Pa pa es transmitir la doctrina íntegra con sus dogmas y sus no dogmas, tiene que transmitir lo que recibe. Por negar verdades de fe secundarias no eres her eje, pero es pecado porque estás negando la doctrina.

        1. Esto es lo que ha pasado después del cvii, se le ha enseñado a la gente la mentira de que lo único que hay que creer para ser católico es: los dogmas, la moral y lo que enseñe cada pa pa en cada pontificado. Esto último es una mentira que parece verdad. Hay que creer toda la doctrina del magisterio ordinario infalible y toda la doctrina del magisterio extraordinario que son los dogmas.

          1. El magisterio ordinario infalible de la iglesia que hay obligación de creer no consiste en lo que a cada pa pa se le ocurra predicar, sino que consiste en una doctrina peremne y definitiva que no se puede cambiar por su contrario. El magisterio ordinario (q no es dogma) es infalible y carece de error si se transmite siempre igual en el tiempo, en todo lugar y en todo momento. Ejemplo de esto es: la condena del ecumenismo, de la colegialidad, de la libertad religiosa y de los cambios litúrgicos en el sentido protestante (los del novus ordo), cuestiones ya enseñadas como definitivas y carentes de error. El error se enseña ahora con el pretexto del cvii. Los concilios no son para cambiar la doctrina

          2. Este es el problema de fondo: el cvii no tiene autoridad para cambiar la doctrina del magisterio ordinario infalible, y el Pa pa tampoco tiene esa autoridad ¿ con qué autoridad lo hacen?. El vaticano I que sí es dogmático lo dice bien claro: «la autoridad no fue dada a los sucesores de Pedro para inventar nuevas doctrinas sino para transmitir las que han recibodo por Tradición». ¿Cómo se puede pedir creer en el cvii si ellos mismos no creen ni en el cvi ni en los anatemas dogmáticos de Trento? Han apos tatado de la Tradición, y estas que vemos son las consecuencias: que se termina apos tatando tambien de la Biblia y de los dogmas. No tiene solución, no van a cambiar.

          3. Siempre salen con que el cvii no cambia la doctrina. Vale, pues si esto es cierto, como católicos tenemos obligación de seguir con la doctrina que el cvii supuestamente no cambia: osea, la doctrina verdadera sigue siendo que el ecumenismo como el de As is está condenado, la libertad religiosa está condenada y esos cambios en la liturgia novus ordo están condenados. ¿Cual es el problema entonces? El problema es que han cambiado la doctrina con el pretexto de q no era dogma, como si el dogma fuese lo único q hay q creer. Pues por eso mismo, como el cvii no es dogma, no hay que creerlo.

  11. El problema no es que no quiera proclamar como dogma lo que otros papas no han proclamado, sino que desprecia abierta y descaradamente, al calificarlo de «tontera», lo que ningún papa ha despreciado. Ahí está la gravísima diferencia.

  12. El Papa no puso en duda que la Virgen fuera corredentora. Dijo que el pedido de un nuevo dogma que lo declarara oficialmente era una tontera. O sea un pedido tonto. Por qué? Porque considera que agregar otro título oficial a la Mujer y Primera discípula no le agrega ninguna gloria a la que ya tiene por su humildad perfecta.

    No obstante Dios mismo ha querido concedérselo y enunciarlo así para todos los cristianos: «Corredentora de Su Redentor».

    «Vengan a la Única, tan Bendita, que muestra Su Amor Maternal a Sus hijos mostrándoles el camino hacia el cielo. Vengan a la Corredentora de su Redentor cuyo Corazón, ardiendo de Amor, fue ofrecido para ser traspasado, también, por su causa. Vengan y honren este Corazón, encendido como una Lámpara, brillando por dentro y por fuera, cerca de Mi Corazón.» LA MUJER ADORNADA CON EL SOL La Anunciación, 25.03.1996 Nihil Obstat e Imprimatur 2005

  13. «Si por la premisa de que “María no aparece como Corredentora”

    Es que si vamos por este camino, nos lleva directo a la superherejía luterana y ortodoxa, pues el concepto Purgatorio e Iglesia purgante NO aparece explicitado en la Biblia, lo mismo que la Asunción, la Inmaculada y la Asunción, pero sí están implícitos.

  14. El artículo es excelente, sin embargo seguirán diciendo que falta la respuesta a la objeción del Papa u otros teólogos. Hay que explicar claramente, como si lo hizo Juan Pablo II, su significado y alcance. Creo que explicar la corredención en el sentido de «prorredención» allanaría la comprensión del Dogma asi como es mas claro referirse al hombre como procreador en lugar de cocreador, aunque ambos signifiquen lo mismo y nadie piense que estamos queriendo apropiarnos de la capacidad creadora que es propia de Dios.

  15. Mientras más se ensalce a la Virgen María, más gloria recibe Dios. Éso lo leo y éso lo creo.
    En su humildad, resulta altamente peligrosa, ¿se creerá acaso que «se le suban los humos», 😁, hay que ser muy miedosos y muy ignorantes.
    Ella es la primera en adorar, ensalzar, alabar, glorificar y
    honrar a su Hijo.

    1. María Corredentora, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, Arcángeles, ángeles, santos…
      Tengo un amigo indú que me dice que cómo puede un católico pretender no ser llamado politeísta, pues según afirma en la religión que profesa él también cuenta con varios seres sobrenaturales a los que acogerse y con una clara jerarquía entre ellos.

      1. Enrique, el politeista cree en muchos dioses, el católico cree en Un Solo DIOS VERDADERO, platicale éso a tu amigo, para que se le quite lo pendejo.

  16. «Por eso desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho en mi maravillas…». Sobre Pedro: (Mateo 16:19)… Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Aquí están inmersos los Dogmas. Ahora: Lucas 10:21. En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.

    El que entendió entendió.

    1. Coge una mantra, extiéndela en el suelo y túmbate al menos 7 horas, a ver si se te pasa la melopea que llevas arrastrando desde de nochevieja.
      Que pestoso el hombre este, cuando no es una cosa, es otra. Si no es sobrino o algo del moderador, a ver quién lo entiende…

    1. Miguel,
      Yo ya he recitado mantras, todo eso ya lo conozco.Dios mismo me sacó de esos rollos orientales para traerme a su redil.

      Personalmente, no necesito q me ayudes.Quien está con Cristo no necesita nada más.

      Me da la sensación q eres tú quien está necesitado, de atención tal vez, no sé…

      En fin…gracias por tus buenas intenciones.

    1. Miguel, qué mal te han hecho algunos de los escritos oficiales de la iglesia posteriores al cvii. No tienen sentido y se parecen a lo que dices: palabras sueltas sin conexión que no dicen nada y con muchos principios masónicos encubiertos que parecen que no están. Leete mejor las enciclicas hasta Pio XII, tienen sujeto, verbo y predicado, como las personas cuando hablamos, con coherencia gramatical.

  17. Francis no cree en los dogmas católicos, en ninguno; por el contrario cree en todos los dogmas del pensamiento único, en especial el calentamiento global, el homosexualismo, el islam religión de paz y el migracionismo.

    1. Estos sí que es capaz de proclamarlos. Por de pronto tiene intención de recoger en el Catecismo el pecado ecológico, difícil de perfilar,

        1. La licitud de la pena de muerte es otro ejemplo de doctrina catolica infalible y definitiva que no es dogma de fe. El que la niega no es her eje, pero está en peligro de serlo, pues está pecando contra la doctrina verdadera que sólo es la tradicional.

    1. Susanaa. Nosotros tenemos claro que es La Mujer.
      Francisco no lo tiene tan claro, pues dijo que María era una mujer normal (poco faltó para que dijera que era del montón) y que se hizo santa, no nació santa.

  18. Muy bueno, entre los alemanes y su sinodo, los mariolatras, y Francesco que queda de unidad de la Iglesia? El Humo del Adversario va cada vez Peor.

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