Ni el arzobispo de Madrid ni el consiliario nacional de la ACdP asistieron a la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública que tuvo lugar el pasado 7 de noviembre en Madrid.
El pasado 7 de noviembre el auditorio de la facultad de Económicas de la Universidad CEU San Pablo colgaba el cartel de COMPLETO durante la conferencia inaugural del Católicos y Vida Pública a cargo del Cardenal Sarah.
Desde Jaime Mayor Oreja hasta María San Gil, desde los redactores de las webs más alejadas de la Iglesia, como Religión Digital, hasta Pacopepe de la Cigoña o el director de InfoCatólica, desde el cardenal Rouco hasta Antonio Cañizares, nadie quiso quedarse fuera de la lección magistral del prefecto de la Congregación del Culto Divino.
¿Nadie?
Sí. Alguien. Hubo varias ausencias sonoras en la conferencia.
La primera de todas, por el agravio que supuso para el cardenal, que incluso le dio la bienvenida dando por hecho que se encontraba en la sala, la de Carlos Osoro, arzobispo de Madrid.
Y la segunda, igual de sorprendente y también difícilmente justificable, la de los consiliarios nacionales de la ACdP, Fidel Herráez, arzobispo de Burgos y Ginés García Beltrán, obispo de Getafe. Ambos, como consiliarios nacionales de la ACdP, tienen el mandato de la Iglesia de cuidar y acompañar a esa asociación de laicos que es la ACdP.
Sin embargo, ni uno ni otro se dignaron a presentarse en el CEU. Desconocemos los motivos, quizá poderosas razones les impidieron asistir, pero lo que corre por los pasillos de la Santa Casa es que pudo más el miedo que el deber.
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Mostraron la hilacha.
La nueva Iglesia Masónica. No os arrodilléis ante la Bestia, el Modernismo.
«Fidel, Ginés y Osoro». Parece una cuadrilla de maletillas el callejón de Las Ventas pidiendo una oportunidad…
en el callejón, quise decir.
Sarah, en mi opinión, está perdiendo muchos puntos al excluir al máximo responsable de la crisis de la Iglesia de su responsabilidad. Esos vacíos no se me antojan pro francisquitas, pues ahora mismo Sarah se nos ha vuelto francisquita, como entre los que más.
Ah siiiiiiii…???? Pobrecita Belzunegui, cómo sufres…!!! Eres una verdadera mártir…
Lo dice todo la dedicatoria del último libro de Sarah: «A Francisco, hijo fiel y abnegado de San Ignacio». ¿Fiel a San Ignacio o al Nuevo Orden Mundial? No cabe duda de que Sarah es hijo fiel de Francisco.
Fidel Ginés y Osoro ¡Vaya tres patas p´a un banco! Es urgente dejar a la Iglesia sin riego económico, a ver si se marchitan, se secan y van a la mierda tantos prelados impresentables como tenemos actualmente en España; se salvan media docena ¡y con reservas!
Ignoro por qué don Fidel Herráez no ha asistido a la presentación de ese Congreso, pero eso no quita para que sea un grandísimo arzobispo.
No dudo de su grandeza, pero me hago eco de su gran ausencia. Y las ausencias en estos casos, si bien pueden deberse a múltiples causas, lo cierto es que solo suelen responder a una y siempre la misma.
Si el Cardenal Sarah se anda metiendo en territorio diocesano y no tiene la delicadeza de informar al Obispo de su presencia y a qué va, yo creo que los Obispos tienen harta razón de no asistir. Pero Si previó al evento hubo un intercambio epistolar entre ambos Cardenales allí seguramente SE el Cardenal Osoro le ha explicado las razones de su no asistencia al evento. Para la próxima sería bueno que también le informen a infovaticana para evitar chismes y elucubraciones.
Para elucubraciones, tu haces unas cuantas, ja, ja, ja.
Territorio diocesano?? La Iglesia es universal
Pero organizada señora, y en cada Parroquia, cada Diócesis hay un pastor Propio.
????????????????
Pienso lo mismo que tú.
¡Claro!, ¿Cómo no hemos caído en que lo primero que tienen que hacer los Príncipes de la Iglesia es consultar de la conveniencia o no de sus propósitos y actuaciones al lacayo con ojos de rana, del Dr. Frankenstein, Sr. Igor y solo tras recibir su «Nihil Obstat», acometerlas. ¡Tócate los cataplines con el «lameosoros» este!
Y después dicen que «el miedo guarda la viña». será la del diablo, digo yo. Sí que son notorias las ausencias, no la del cardenal Osoro, que ya sabemos de qué vientos bebe, pero de los otros, muy especialmente la de D. Fidel. Yo, sí habría ido si hubiese estado en Madrid.
Perdón, Tal vez tenga él que padecer de éstos desaires que a decir verdad, le deben de importar muy poco. Pero suponiendo que le importen, entonces se asemeja al Rey y sus invitados, que no fueron al banquete. Seguro fue gente que sabe apreciarlo. Creo que es un mártir valiente, que sin hacer escándalo lo están cociendo con leña verde. No está quedando bien con nadie, pobrecito ?
Un milagro de esta importancia y tradición ya no debe ser celebrado litúrgicamente.
Ya sólo se debe leer litúrgicamente el Evangelio de Greta y celebrar memorias sobre el clima y los migrantes.
Pero ¿por qué el cardenal Sarah ha cambiado tanto?
Precisamente el día anterior a la firma de este decreto, el 9 de octubre, concedió una entrevista al Corriere della Sera, en la que esencialmente renunciaba a todo su pensamiento y se postraba, exaltándolo, a este pontificado.
No os preocupeis, que como dicen que en Roma huele a cónclave, como salga alguno diferente a Francisco, todos esconden la pachamama, las encíclicas de Francisco, la ecología, y se ponen a rezar rosarios, y exposiciones al Santísimo, y además sacan los libros de Santa Teresa, de San Juan de la Cruz y de San Alfonso María de Ligorio..
Pierda toda esperanza: la Anti-Iglesia, infiltrada a tope desde hace medio siglo en el seno mismo Iglesia, lo tiene todo atado y bien atado.
Lo que se ha atado se puede desatar, o, si es necesario, incluso cortar, como el famoso nudo gordiano. Y, sobre todo, con la ayuda de Dios ( ¿ O no es cierto que con Él no hay nada imposible?) y sin contemplaciones.
El artículo es laudatorio para con el cardenal Sarah. Yo me permito criticarle, incluso duramente, porque últimamente ha demostrado que es un chaqueta vuelta. No es de fiar. Lo siento. Yo lo veo así y me encantaría estar equivocado.
Si pudo más el miedo que el deber, pues como cahancho en Almagro. Y esto pensando bien porque la otra opción es peor.
En la Iglesia de hoy hay una forma de dar escándalo que se ha vuelto demasiado común: el silencio ante el pecado y el error. Demasiados clérigos y padres de familia, también, guardan silencio en medio del colapso moral de hoy. Temiendo por su bienestar, deseando promociones futuras, o simplemente queriendo evitar el desagrado del conflicto, muchos se niegan a enseñar contra, o incluso hablar del error moral y el pecado.Todos tendremos que responder por nuestro silencio en la medida en que tengamos la obligación de hablar. Qui tacet consentire videtur (El que permanece en silencio se ve que da su consentimiento). «El que hace un guiño a un error causa problemas» (Proverbios 10:10).
En una carta de 1933 al Papa Pío XI, Santa Teresa Benedicta de la Cruz escribió: «Los que permanecen en silencio son responsables».
Como católicos, no podemos evitar la responsabilidad del actual pantano moral. Muchos de nosotros hemos estado en silencio, algunos incluso colaborando con el mal y el error.
Osoro se siente mejor arrastrándose en el tremedal junto con sus amigos podemitas, profanadores de tumbas de católicos como Francisco Franco y las apóstatas feminazis que protestan desde la sede del arzobispado de Osoro… Una suerte, pues, para ese fiel seguidor de Cristo y las Escrituras que es el cardenal Sarah, no verse adulado por quien, como Osoro, es incapaz de adoptar la postura erguida. El se debe a López Vidal y Bastante Liébana, vilipendiadores de sus hermanos obispos por seguir a los apóstoles…
Y Ginés, cuando estaba en Guadix, se perfilaba como la gran nueva promesa de la Iglesia en España!!
Siempre dije, desde su toma de posesión en Getafe y su diatriba con D. Fidel, que era como M. Osoro a pequeña escala.
Este vacío de los obispos españoles honra al cardenal Sarah. Osoro y sus compis, pese a su cortedad intelectual y moral, se tienen q sentir avergonzados y acomplejados ante un pastor “comme il faut”, fiel a Cristo y a la Iglesia, valiente, sincero… virtudes q, por desgracia, nuestros cobardes y pusilánimes obispos, desconocen.
Este vacío de los obispos españoles honra al cardenal Sarah. Osoro y sus compis, pese a su cortedad intelectual y moral, se tienen q sentir avergonzados y acomplejados ante un pastor “comme il faut”, fiel a Cristo y a la Iglesia, valiente, sincero… virtudes q, por desgracia, nuestros cobardes y pusilánimes obispos, desconocen.