Críticas a una estatua pro-vida: quién está detrás

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(Correspondencia R.)- La cristianofobia no es solo jihad, leyes liberticidas, ideologías deshumanizantes … La cristianofobia comienza en el jardín de la propia casa. Como en Mentone, donde los abortistas y las feministas se arrojaron literalmente con sus burlas contra una estatua colocada en el jardín del Hôtel des Ambassadeurs, sede de la primera Bienal de Arte Sacro Contemporáneo, cuyo tema es «Oda a la vida». El importante evento tiene un alcance internacional que reúne a más de 200 artistas de todo el mundo. Pero esto a muchos, a demasiados no les importa.

Ellos se obsesionaron con esa escultura monumental de bronce, realizada por el famoso artista Daphné du Barry; escultura, que se convirtió en el símbolo del importante evento y representa a la Virgen María llorando, inclinada para recoger a siete fetos abortados, en el suelo, que yacen a sus pies. Por ello se la llamó «Notre-Dame des Innocents», Nuestra Señora de los Inocentes. Tan pronto como se la instaló, se convirtió en el blanco de feroces protestas por parte de grupos pro-choice1, que se desencadenaron también a través de las redes sociales: definieron la obra de arte como «brutal», su mensaje «chocante», fuertes presiones se ejercieron sobre el Alcalde para que la retirara o al menos la ocultara a la vista de los transeúntes.

Según la Asociación Planificación Familiar 06 del Departamento de los Alpes Marítimos, en este caso el arte habría servido «como pretexto para culpar a las mujeres»: «Es una estatua del mal gusto», comentó Claire Moracchini, coordinadora de la organización abortista. «Una estatua que impacta por su mensaje negativo, que se refiere al aborto». Las abortistas y las feministas lamentan las 47.000 mujeres que murieron en el 2018 en el mundo como resultado de un aborto clandestino: los datos son suministrados por ellas mismas sin que, no obstante, puedan especificar la fuente. En todo caso, sea o no verdadero, ellas mismas «olvidan» a los 41,9 millones de niños -¡verdaderamente 41,9 millones!- fallecidos en el 2018 debido al aborto provocado en las clínicas, según los datos suministrados por la Organización Mundial de la Salud, un organismo que ciertamente no es pro-vida y, por lo tanto, más allá de toda sospecha; datos, a los que se deben agregar las víctimas del aborto químico, una cantidad incalculable. Los pro-choice «olvidan» que, siempre refiriéndonos al 2018, los niños asesinados en el útero fueron enormemente más numerosos que todas las muertes por cáncer (8,2 millones), tabaco (5 millones) y SIDA (1,7 millones). Por los tumores, el tabaco y el SIDA, se desencadenan campañas en los medios y se realizan importantes inversiones en investigación. Del aborto nadie habla.

No solo eso. En estos años forzaron a los católicos, voluntariamente o no, a soportar todo: desde el Cristo-reloj boca abajo con los brazos crucificados como dirigidos a la cara esquelética y provocativamente caricaturizada impuesta a la Virgen en antiguas estatuas restauradas, deformadas y luego comercializadas; desde la foto de una mujer desnuda en la cruz hasta objetos litúrgicos combinados con despojos de animales; desde los cómics blasfemos hasta las blasfemias teatrales. Literalmente de todo. Y todo se ha impuesto con el pretexto habitual de libertad artística y de expresión», y así sucesivamente, con divagaciones, acusando a los otros de oscurantismo medieval, de juicios de brujas, de aires de Inquisición. Súbitamente, todo esto desaparece por arte de magia, parece evaporarse y ya no se aplica con relación a una estatua que llora a los niños abortados. De repente son realmente ellos -los ultras del arte sin mordaza, transformados en inquisidores y en obscurantistas descarados-quienes invocan con fuerza la censura, revelando así el oportunismo de sus reivindicaciones discriminatorias, ideológicas y de censura.

Pero, ¿quién se inquieta exactamente contra esta estatua? ¿Quién está detrás de esto? Abortistas y feministas, por supuesto, como Planificación familiar 06 y el Graf-Grupo de Reflexiones y Acciones Feministas; pero, por otra parte, aquí está la Asociación para la Democracia de Niza, que, a pesar del nombre altisonante, lleva a cabo una política pro-inmigracionista, pro manifestantes en las marchas y filo-anarquismo contra toda forma de represión policial o judicial. Además, vemos aparecer el grupo de «Libres bensadores» de Mentone, totalmente orgánico a la masonería, como un «paladín» del racionalismo desaparecido, del escepticismo, del humanitarismo, del ateísmo, del agnosticismo, del anarquismo, del libertarismo, etc.

Para brindar apoyo a los abortistas y a las feministas, llegaron de inmediato los servicios de comunicación, que en la misma noche de la inauguración transmitieron servicios más interesados en arremeter contra la estatua que en describir el evento: así, France3, BFM TV, CNEWS, el periódico Nice-Matin, pero también FranceInfo que así tituló la noticia «En la controversia de Mentone sobre «Nuestra Señora de los Inocentes», la escultura que fustiga el aborto».

La autora de la estatua, Daphné du Barry, por su parte, explicó que había querido «simplemente dar testimonio de la belleza que representa la vida. ¿Cuántos niños no nacidos podrían haber sido genios?». Por lo demás, «un niño es un don de Dios. La Virgen llora porque estos pequeños no han visto la luz».

Pero el mensaje que la escultura quiere transmitir es verdaderamente bello y profundo. Interpretándolo, la presidenta de la Bienal, Liana Marabini, entrevistada por FranceInfo, declaró que los representados «son niños no deseados. Salvándolos, la Virgen «trata de salvar también las almas de los padres, que los han rechazado». Y especifica: ninguna culpabilización, por lo tanto, de hecho todo lo contrario; las polémicas que se desataron son completamente «infundadas», por lo que la obra de arte «permanecerá en su lugar, frente al hotel. Para siempre». Realmente esperamos que sea así …

1 Nota del traductor: Los grupos abortistas se han hecho conocidos por este nombre “pro-elección” –pro choice– que en realidad fomenta la confusión y el engaño. Porque en realidad los partidarios del aborto no defienden la libertad de elección auténtica y sana, es decir, la que respeta los derechos de otros sino más bien la libertad de unos (los fuertes, los sanos, los protegidos por la ley) para imponer su voluntad sobre los débiles, los más desvalidos, los que están sin tutela legal. (Cfr. «El engaño de la fórmula prochoice», Fernando Pascual, in https://es.catholic.net/op/articulos/7176/cat/257/el-engano-de-la-formula-prochoice.html#modal). De ahí que del aborto voluntario se puede afirmar con toda razón que «no hay acto de mayor discriminación ni de mayor violencia que decidir quién nace y quien no» (Cfr. http://www.parahacerseoir.org/?e=33528).

Publicado por Mauro Faverzani en Correspondencia Romana.

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Comentarios
14 comentarios en “Críticas a una estatua pro-vida: quién está detrás
  1. Todos tenemos derecho a expresarnos, así que la estatua vendría a representar el sentimiento, y fíjese que no digo pensamiento, el sentimiento de tristeza infinita que nos invade por no poder hacer ver al mundo la alternativa del amor.

  2. La secuencia es clara

    1.- Odio a Dios
    2.- Odio a la Verdad
    3.- Odio a la Vida.

    La originalidad historica es que Pachapapa y 99% de los Obispacos estan de ese lado.

  3. El término «aborto» puede referirse a aborto espontáneo y al inducido (el voluntario). La expresión «interrupción voluntaria del embarazo» es una manipulación terminológica, ya que se interrumpe algo que después puede continuar, pero en el caso del aborto de un feto, su vida no continuará (al margen de que es verdad que en algunos casos el feto sobrevive fuera del vientre, pero nada que no pueda solucionar la trituradora). El término preciso para este crimen es «feticidio»
    ¿Por qué será que los defensores del feticidio se oponen a que las embarazadas vean lo que le pasa a «esas células» que tiene en el vientre, para que no sufran [entonces] un trauma?

  4. La cultura de la muerte no se conforma con propiciar el aborto, quiere elevarlo a rango de derecho intocable, sacrosanto, que no admite crítica alguna; es más, a quien lo critica hay que llevarlo a la cárcel por cuestionar ese supuesto derecho, que de derecho no tiene nada. La iglesia francisquita es incapaz de hacer frente a la cultura de la muerte. Sólo la Iglesia Católica puede pues conoce de maravilla de donde venimos y a donde vamos.

  5. Quien blasfeme contra el Dios Padre y contra el Dios Hijo, -allá Ellos en sus celestiales alturas- será perdonado. Pero quien blasfemare contra el Dios Espíritu Santo, -aquí Él en estas temporales bajuras- no será perdonado ni en este siglo – el de la primera muerte- niel siglo venidero -el de la segunda muerte-.

    Quien aborta o se hace responsable del aborto del ser humano, -nasciturus- según el Evangelio se auto-excomulga de la iglesia de Cristo.
    No hay, no puede haber mayor desprecio a la más inocente vida , aún, no definida por el propio Espíritu Santo en ese su inocente templo del cuerpo humano por nacer.

    Así lo veo yo. Y tengo razones para ello.

  6. El verdadero problema consiste en la pasibidad y la poca voluntad de la mayoria de los creyentes catolicos, en muchos casos con la dejadez y la poca voluntad de los sacerdotes y del clero.
    Cuando perdamos el miedo y actuemos de forma contundente se acabaran los problemas.

  7. A mí también me parece de mal gusto. Yo estoy en contra del aborto, como estoy en contra de la pena de muerte. Pero hay que tener un poco de sentido común: No pondría esa estatua, como no pondría otra de una silla eléctrica o similar.

      1. La libertad de expresión vale para quienes ponen la estatua y para quienes la critican. Básicamente.

        Yo no pondría esa estatua. Me parece de mal gusto.

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