El sínodo virtual del cardenal Aguiar

El Papa Francisco libera a tres narcos mexicanos condenados en Malasia.

El cardenal Aguiar está en Roma asistiendo en el Vaticano a las sesiones del sínodo de la Amazonia. Asiste pero no tiene un oficio conocido. Ha vendido a los cuatro vientos que tenía que estar en Roma todo el mes de octubre porque su aportación era imprescindible para que el sinodo fuera adelante. Ha entrado por los pelos porque ha participado en los trabajos previos y como tal asiste sin una misión específica.
Hay otros muchos cardenales en esta situación y no sucede nada, lo grave del cardenal Aguiar es que miente a sus diocesanos inventado situaciones inexistentes para justificar su ausencia. Sabemos que no está a gusto en México y que haría lo que fuera por un encargo, aun pequeño, en la curia romana que lo sacara del infierno que el mismo se está creando.
Sus continuas referencias al respaldo del Papa Francisco a todo lo que hace o dice no las cree nadie. Es una forma de imponer , con la máxima autoridad posible, cosas que no tienen ni pies ni cabeza. Si el Papa Francisco no las respalda, y estamos seguros de que es así, nos está mintiendo todos los días porque nos quiere dar la impresión de que duermen juntos. Si las respalda, está sumando al Papa Francisco a situaciones descabelladas que están llevando a una de las mayores diócesis de la cristiandad a su descomposición.

Hoy lo intenta arreglar con video mensajes vendiéndose como el salvador del planeta y con masajes en Twiter explicándonos: “ Decidí renunciar al lugar para el que se me había elegido como redactor del documento final del Sínodo de la Amazonia, mismo que ocupará un obispo de dicha región. Confío en que así las voces de esta zona del mundo serán más escuchadas. Vamos adelante con esta gran acción eclesial.”
Eminencia, deje de tratar a sus diocesanos como retrasados mentales. El Papa Francisco no le ha nombrado personalmente, como ha vendido, para nada. Ud. no ha renunciado a nada y no ha decidido nada. Nadie le pide explicaciones y le rogamos que no pase el mes haciendo el ridículo cada día. No intente más justificar lo injustificable y disfrute del otoño romano que le regalan sus diocesanos. Ya que pide tanta claridad a los demás no estaría de más que informara de cuanto le cuesta su mes romanos, lo suyo y lo de su inseparable mauro, muchos de sus sacerdotes no lo ganan en un año.

La siguiente información la tomamos de Aleteia, no la hemos visto en otros medios pero es sorprendente.

El 7 de octubre el Papa Francisco agradeció al sultán del estado malasio de Johor, Ibrahim Ismail Ibni Almarhum Sultan Iskandar Al-Haj, por indultar a tres ciudadanos mexicanos que el año pasado fueron condenados a muerte por delitos de narcotráfico.

El secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el Papa estaba agradecido por el “acto de clemencia” del sultán y la posterior intermediación por los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino González Villarreal, quienes fueron arrestados en una redada en un laboratorio de metanfetamina en Johor en marzo de 2008.
“Su Santidad reza para que este acto de compasión sea un estímulo para que todas las personas renueven su compromiso de construir un mundo de perdón, paz y un espíritu de solidaridad fraterna”, escribió Parolin en la misiva entregada al sultán por el arzobispo Joseph Salvador Marino, representante de la Santa Sede en Malasia este lunes 7 de octubre de 2019.
“Invocando a Su Majestad y a los miembros de la Familia Real una abundancia de alegría y paz. El papa Francisco reitera su profunda gratitud ”, se lee en la carta publicada en las redes sociales del sultán.
Según la BBC, los hermanos de Sinaloa, México, llevaban una semana trabajando en Johor Bahru, cuando fueron detenidos y sentenciados a morir en la horca por procesar narcóticos.
El sultán Ibrahim Ismail Ibni Almarhum Sultan Iskandar Al-Haj conmutó las penas de muerte de los hombres a cadena perpetua. Y el pasado 10 de mayo 2019, los hermanos regresaron a Culiacán, Sinaloa, después de ser perdonados con una condición: que jamás vuelvan a pisar el suelo de Malasia.
Pobre México con un cardenal que considera a la su gente retrasada mental y un Papa Francisco que le devuelve narcotraficantes, libres y sin condena. Haber quien piensa, y piensa bien, que porque no se los queda en el Vaticano que seguro que hacen muy buenas relaciones con su gendarmería.

Juan Diego de Calpulalpan