«Muchos de los misericordiados sólo han empezado a hablar claro después de haber caído en desgracia»

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«A los gobernantes eclesiásticos se les ha ido la mano a la hora de reprimir a los que consideran contrarios a su gobierno»

(Francisco José Delgado/InfoCatólica)- En El Príncipe, Maquiavelo trata de aconsejar a los gobernantes, desde la experiencia de la historia, sobre cuáles son las actitudes y cualidades que sirven para conservar el poder y hacer frente a los enemigos de un reino. Lo hace desde un pragmatismo muy propio de una época infectada de nominalismo, por lo que no se preocupa de si el gobierno es justo o de si el fin que persigue es el bien común, sino de cómo el príncipe debe evitar que el poder le sea arrebatado. Ante todo, debe evitar el odio del pueblo, y mantener un equilibrio entre ser temido y ser amado. Acerca de lo que hace odioso al príncipe, dice Maquiavelo:

«Hace odioso, sobre todo, como ya he dicho antes, el ser expoliador y el apoderarse de los bienes y de las mujeres de los súbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse. Porque la mayoría de los hombres, mientras no se ven privados de sus bienes y de su honor, viven contentos; y el príncipe queda libre para combatir la ambición de los menos que puede cortar fácilmente y de mil maneras distintas».

Es evidente que no comparto en absoluto las ideas de Maquiavelo respecto al gobierno, pero no se le puede dejar de reconocer que, en su pragmatismo, tiene mucha razón en muchas cosas de las que dice. Y los gobernantes que traten de mantener el poder a toda costa, harían bien en hacer caso a sus consejos.

El gobierno de la Iglesia comparte, en muchísimos aspectos, los criterios, virtudes y defectos, de los gobiernos civiles de la época. En una época de buenos gobernantes, es normal que uno tenga buenos pastores (y viceversa). Pero en una época de malos gobernantes… en fin. Dejo al criterio de los lectores juzgar si la época actual lo es de buenos o malos gobernantes.

En otros artículos de esta bitácora me he referido a algunas cuestiones que afectan por igual, a mi juicio, al gobierno civil y al gobierno eclesiásticoAcuñé el concepto de «misericordia represiva», que sería el uso de la misericordia para las posturas tradicionales en la Iglesia, desde el concepto de «tolerancia represiva» de Marcuse; defendí la necesidad de una censura objetiva en la Iglesia como único medio de evitar la autocensura totalitaria, que pretenden normalmente aquellos que desprecian aquella; insistí en que la monarquía eclesiástica debe estar «bien templada», como insiste el P. Mariana, para evitar los males que vienen de un gobierno destemplado.

Nadie dice que el gobernante eclesiástico deba ser un pusilánime y que no usar de la disciplina cuando sea necesario para mantener el orden necesario. En épocas bastante recientes muchos nos hemos quejado de que esa disciplina no se ejerciera con un mínimo de firmeza, o, sobre todo, de que sólo se ejerciera sobre un grupo (siempre el mismo) de súbditos. Pero incluso cuando, persiguiendo el fin que se pretenda, bueno o malo (¿quién soy yo para juzgar?), el gobernante deba reprimir o castigar, ha de hacerlo con una cierta mesura. Y esto desde un punto de vista pragmático, porque, como dice Maquiavelo, «no puede reputarse por fácil el asalto a alguien que tiene su ciudad bien fortificada y no es odiado por el pueblo».

Aquí voy a emitir un juicio particular, opinable, aunque creo que será compartido por bastantes: que en estos últimos años a los gobernantes eclesiásticos se les ha ido la mano a la hora de reprimir a los que consideran contrarios a su gobierno. Y esto es un gran error que se volverá rápidamente en contra de los mismos gobernantes y su gobierno, lo cual, creo yo, será un mal para todos.

Y si uno quiere ver quiénes son considerados como contrarios al gobierno eclesiástico actual, no tiene más que mirar la información religiosa y ver hacia dónde llueven los palos. Hace unos días, el mercenario anti-Iglesia José Manuel Vidal, apuntaba con nombres y apellidos los blancos hacia los que se deberían dirigir los ataques. Esto resultaría inocente si no se tratara de un agente financiado por organismos del gobierno eclesial, lo que hace pensar que posiblemente no escribe sólo desde su propia iniciativa. Yo me mostré indignado de no verme recogido en tan ilustre lista, junto a mis queridos amigos, algo que quedó rápidamente subsanado por nuestro cavernícola residente.

Pero la cosa no queda sólo en insultos, sino que se pasa a la acción. La lista de misericordiados es ya muy larga, pero quizá el caso más sonado últimamente ha sido el de la purga «estalinista» del Instituto Juan Pablo II.

No voy a hacer leña del árbol caído, pero me resulta muy curioso ver que muchos de los misericordiados sólo han empezado a hablar claro después de haber caído en desgracia. ¿Alguno todavía se acuerda de que el Card. Müller (todavía prefecto de la CDF) escribió un prólogo lleno de elogios a un libro que defendía la lectura heterodoxa (ahora oficial) de la Amoris Laetitita? Ojo, entiendo perfectamente la buena voluntad de los que han preferido mantener un silencio «prudente» mientras permanecían en sus cargos, desde los que hacían, indudablemente, un gran bien a la Iglesia. Pero esto, y el hecho de la libertad con la que muchos de ellos han hablado después de recibir una dosis de misericordina, me reafirma en la impresión de que la represión en el gobierno eclesiástico actual, se está excediendo hasta un punto en el que Maquiavelo se echaría a temblar.

El hecho es que los que estamos en la larga lista de los misericordiados (me atrevo a incluirme en ella, sin dar más detalles), no tenemos ya nada o casi nada que perder desde el punto de vista eclesial. Y esto es muy peligroso para el gobierno de la Iglesia, sobre todo si (y digo «si» porque intencionalmente no me pronuncio sobre esto) es un gobierno que pretende imponer su autoridad al margen del bien y la justicia. E insisto en que incluso si dudara de las buenas intenciones de gobierno eclesial (y me refiero a todo gobierno eclesial, no sólo al de más alto grado), pienso que una fractura fatal entre súbditos y gobierno sería un mal para toda la Iglesia, que la dejaría expuesta al asedio de los enemigos.

Como hay quien ha hablado de estalinismo, me ha venido a la cabeza un fragmento de la impactante novela «El primer círculo», de Solzhenitsyn, que creo resume claramente lo que quiero decir. Y el que tenga entendederas para entender, entienda:

«—¡Se equivoca, ciudadano Ministro! Los duros ojos de Bobynin brillaron con odio. ¡No tengo nada, me entiende, nada! Usted no puede poner sus manos sobre mi mujer ni mi hijo, una bomba ya lo hizo antes. Mis padres están ya muertos. Todo cuanto poseo sobre la tierra es mi pañuelo, mi abrigo y mi ropa interior no tienen botones -hizo la demostración descubriéndose el pecho- por orden del gobierno. Ustedes se han apoderado de mi libertad hace mucho, y no tienen poder para devolvérmela porque no la tienen ustedes tampoco. Tengo cuarenta y dos años, y ustedes me han encajado tanto como veinticinco. He estado ya en trabajos forzados, he llevado números en la frente y en el pecho, esposado, con perros de policía, en una brigada de régimen riguroso. ¿Qué otra cosa hay con la que puedan amenazarme? ¿De qué pueden privarme? ¿De mi trabajo como ingeniero? ¡Perderían más que yo! Me voy a fumar un rato. Abakumov abrió una caja de Troikas especiales y se la tendió a Bobynin.

—Sírvase de éstos.

—¡Gracias!, pero no cambio de marca. Esos me hacen toser. —Y tomó un Belomor de su propia cigarrera. —Entienda de una vez, ustedes son poderosos en tanto que no le hayan quitado todo a la gente. Porque la persona a quien le hayan quitado todo, ya no está en poder de ustedes. Es libre otra vez.»

Publicado por Francisco José Delgado en InfoCatólica.

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Comentarios
35 comentarios en “«Muchos de los misericordiados sólo han empezado a hablar claro después de haber caído en desgracia»
  1. Lo ridiculo de los consagrados, es que han hecho voto de Celibato, la mayoría lo cumplen, y esa opción de vida los debería hacer más libres que los laicos de a pié.

    Pero la realidad es que tienen pánico de sus superiores, Obispos ( en su inmensa mayoría Apóstatas ) y del Number One.

    Curioso y patético.

    Doblan su rodilla ante el Baal de santa marta

    1. Y que lo digas, Chesterton.
      Esta mañana sin ir más lejos he presenciado el enésimo ejemplo bochornoso. Asenjo, en su homilía, en la celebración de sus bodas de oro sacerdotales, ha hecho un breve, pero vergonzoso, panegírico del inquilino de Santa Marta (lo ha presentado como guardián de la fe y garante de la unidad – ¡hay que j*derse! -). Y eso que ya tiene asumido desde hace tiempo que no vestirá la púrpura ni en sueños. Si el silencio cómplice es malo – como dice Cigoña en el post sobre Celso Morga – peor es abrir la boca para esto. Ya se podría aplicar aquello de «soy dueño de mi silencio y esclavo de mis palabras. Y yo no sé qué es peor, si que estas externaciones sean expresión de servilismo, o que lo piensen verdaderamente.

      1. Yo digo que les falta virilidad. Uno hombre, ni si el papa es muy bueno, se deshace en alabanzas. A lo sumo una buen ponderación, y si es malo un cauto silencio para no escandalizar.
        Si hasta la poesía en exceso es rechazada por las mujeres

    2. Han aprendido un concepto de obediencia exagerado, a mi modo de ver, que les impide discernir si el superior está verdaderamente en comunión con Jesucristo, ó ya se ha pasado al otro bando.

      1. Las voces de dios que yo oigo de lejos me llaman,también me dice que no devén haber abusos de trabajo que los sacerdotes tienen que ser trabajadores pero sin abuso de los obispos

          1. Jesús nos ama infinitamente y nos dice, José: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»

  2. El artículo es importante, pues el problema de me parece los 200 cardenales y 6000 obispos es el mismo que el cuento del Rey Desnudo y del cuento del gato y los ratones:

    – ¿Quién le pone el cascabel al gato?

    O sea, es sólo cuestión de parresía, pues cualquiera informado de buena fe sabe que Francisco está en herejía, siquiera material, por Amoris laetitia.

  3. ¿ El Papa ante una crítica encrucijada ? ¡ pero si esa crítica encrucijada se la ha buscado el solito ! O se decanta por el catolicismo o se va con los protestantes. Lo que no cabe es lo uno y lo otro. Lo que busca es luteranizar la Iglesia, pero hay que querer verlo. No creo que Santiago Martín ni la Cigüeña estén en condiciones adecuadas.

    1. Nada. Ni por lo uno, ni lo otro.
      Busca unir todas las iglesias (ecumenismo entreguista), con la ONU, o sea el NOM. Los masones están de fiesta. Una iglesia sin mandamientos. Finalmente quedará un pequeño remanente fieles a la iglesia de Jesús.

  4. Yo creo que sería bueno que hubiera un grupo de infiltrados católicos, para descubrir y sacar la porquería fuera o al menos frenar la debacle. Tendrían que dar una de cal y dos de arena para no llamar la atención.
    Un grupo que tenga algún cargo, o por lo menos acceso a información importante, pero que no les importe nada perder el cargo o el empleo.
    Algo asi parecido a las guerrillas españolas, que al final lograron echar a los franceses. Estos no tenian ningún cargo, pero sabian como fastidiar los planes de los tiranos.
    Se suele pensar que es la cabeza de un gobierno, quien gobierna, el que tiene el poder, pero esta depende de los informes que le dan, ¿ sabemos en que tanto por ciento está engañado el Papa Francisco por los que tiene cerca, en los que confía ?

    1. Da lo mismo, aunque os demostraran que sin atisbo de duda la iglesia es un grupo de mafiosos vosotros continuaríais apoyandola, no creo que tengáis ningún interés en conocer la realidad

      1. La realidad es Jesús; no es Buda, ni Mahoma. Esos no te van a resucitar.
        Yo soy el camino la verdad y la vida. Nadie va al padre, sino por mi.
        Hay que ser muy humilde para entender lo anterior. A los que se las dan de saber mucho, Dios los confunde.

  5. Belzunegui, tú y yo tenemos espíritu militar y vivimos la situación actual como una gran batalla en la que uno debe posicionarse con actitud cada vez más clara y nítida, teniendo como gran ejemplo a seguir a San Miguel Arcángel y su » ¿Quien como Dios?» Aceptemos el hecho de que otros sean más suaves en las formas. Al fin y al cabo, quien recoge con Cristo, no desparrama.

  6. Què lindo comentarios, me imagino son todos protestantes, claro està. Y tienen un respeto por su propia jerarquía que envidiaría cualquier Católico, digo, si los quedan. Acá muy poquitos. Y bueno se vendría de una vez por todas, el derrumbe va por dentro. Primero por los pedófilos y luego por los Católicos de afuera. Je je, je, Jódanse! Tienen el Papa que el Espíritu Santo ha elegido. A Joderse!

    1. Lumana:

      «Que Dios les perdone por lo que han hecho» Francisco a los cardenales que lo eligieron.

      Benedicto XVI
      «No lo diría, en el sentido de que el Espíritu Santo escoge al Papa. . . . Yo diría que el Espíritu no toma exactamente el control del asunto, sino que más bien como un buen educador, por así decirlo, nos deja mucho espacio, mucha libertad, sin abandonarnos por completo. Por lo tanto, el papel del Espíritu Santo debe entenderse en un sentido mucho más elástico, no que él dicte el candidato por el que uno debe votar. Probablemente la única garantía que él ofrece es que la cosa no puede estar totalmente arruinada. . . . ¡Hay demasiados ejemplos contrarios de papas que el Espíritu Santo obviamente no habría elegido!

      Lo digo sin entrar en polemica, sino para que usted reflexione Lumana.

      1. Donde digo que Benedicto XVI debo aclarar lo siguiente, lo tome de una nota de Infovaticana.

        «Mientras todavía era el Cardenal Ratzinger, la televisión bávara le preguntó en 1997 si el Espíritu Santo era responsable de la elección de un Papa. Su respuesta»…
        Y lo que se lee del texto.
        Debo poner bien todo, una disculpa por no haber dicho que lo dijo cuando era Cardenal.

  7. Durante dos mil años los papas han nombrado cargos y los han cambiado, eso es santo, Francisco nombra cargos y los cambia eso es misericordiar, ¿esta gente que el papa ha cesado, fueron profesores por ganar una oposición o les nombró papa?, pues ya está, decid que no os gustan los nuevos nombramientos y dejd de convertir en mártires a otros que fueron nombrados exactamente de la misma manera, hay que repartir, los suelditos, las prebendas y los apartamentotod entre todos, los institutos no son feudos privados de amiguetes

  8. Cascada de noticias sobre el Cardenal Aguiar y la situación de la Arquidiócesis de México. El cardenal Aguiar, otro que le sale rana a Francisco. ¿ Pero aún no nos hemos enterado que Francisco elige lo peor de lo peor para vaciar los seminarios, que se iban recuperando con JPII y BXVI ? Madrid no es la excepción, sino la regla que confirma la regla, al igual que México.

  9. Poderoso caballero es don dinero….. con la cantidad de millones que esta perdiendo la Iglesia por culpa de tanta misericorditis, tanto puente, tanta reforma y tanto de tanto …… Justamente cae esta noticia de los 80 millones de euros que no han entrado en las arcas vaticanas, unos dias antes del famoso sinodo de la Amazonía. Esperemos que los progresistas echaran un freno a tantisimo desproposito como quieren imponernos si o si y quizas, como todo concurre al bien de los que aman al Señor, todo quedara en un veremos mas adelante en la Exhortacion Apostolica que obligatoriamente Francisco tendra que escribir. Dios lo quiera. De ilusion tambien se vive y yo solo espero las conclusiones de esta Exhortacion Apostolica sobre la Amazonia.

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