Informa La Vanguardia
(La Vanguardia)– El sacerdote e historiador valenciano Vicente Cárcel Ortí ha publicado el ‘Diario de Federico Tedeschini (1931-1939). Cardenal y nuncio entre la Segunda República y la Guerra Civil’, en el que transcribe y comenta, a lo largo de mil páginas, el diario que ha encontrado en el Archivo Vaticano de quien fue representante diplomático del Papa en España.
Según ha informado el Arzobispado en un comunicado, «no se habían publicado nunca los diarios de Tedeschini, entre otras cosas, porque no se sabía que existían». Los halló Cárcel en el transcurso de sus décadas de investigación en el Archivo Secreto Vaticano, «en un lugar en el que prácticamente no eran consultables».
El historiador valenciano, autor de medio centenar de libros y de cientos de artículos sobre la historia de la Iglesia, confiesa que «fue una auténtica sorpresa». Ha precisado que «eran unos diarios larguísimos, porque Federico Tedeschini vivió mucho, 86 años, y desde que cantó misa empezó a escribir diarios de su vida».
Aunque la obra se centra en los años de la II República, Tedeschini fue Nuncio Apostólico del Papa en España desde 1921 hasta junio de 1936 cuando fue creado Cardenal y marchó a Roma. Posteriormente, fue arcipreste de la basílica de San Pedro de Roma, hasta su muerte en 1959, cuando tenía 86 años.
Según el autor, Tedeschini «se entendía personalmente muy bien con las autoridades de la España de aquella época, y de hecho en su diario aparecen cómo a Alcalá-Zamora, Azaña, Lerroux, Gil Robles y otros, a todos los trató con mucho afecto y cariño, y con algunos hasta con una relación personal muy intensa».
Precisamente, Cárcel ha señalado que, en la transcripción del diario, le llamó mucho la atención «cómo fue un Nuncio quien consiguió mantener las relaciones diplomáticas de la Santa Sede con la República, a pesar del laicismo intransigente con el que se encontró». De hecho, fue «el gran artífice de la mediación» entre las autoridades republicanas y la Iglesia.
Sin embargo, «cuando empezaron los incendios de iglesias en 1931 y, sobre todo, tras la revolución de 1934 y las elecciones de febrero de 1936, Tedeschini ya vio claro, y así lo escribió en varias ocasiones que ‘aquí va a venir una guerra’ ante los radicalismos de uno y otro signo, a pesar de lo cual mostró una Iglesia siempre dispuesta a colaborar, siguiendo las instrucciones del papa Pío XI y del cardenal Eugenio Pacelli –entonces secretario de Estado y futuro papa Pío XII–«.
«Lo que no se esperaba es que hubiera una persecución religiosa tan fuerte ni tan violenta como la de 1936, y le sobrecogió cuando fueron asesinadas, en sólo unos pocos meses, casi diez mil personas entre obispos, sacerdotes, religiosas y religiosos y católicos. Fue algo que impresionó a todo el mundo», ha opinado Cárcel.
En suma, Tedeschini «fue un hombre de Iglesia que defendió y representó muy dignamente al Papa, pero tratando siempre con mucho respeto a las autoridades republicanas», porque el mismo Papa le había dicho: «La República es el gobierno que los españoles se han dado en este momento y, por lo tanto, hemos de colaborar con ella por el bien común de los españoles». Y esto lo acató «a pesar de los muchos problemas y dificultades que le acarreó», ha considerado el historiador valenciano.
Tedeschini acabó su etapa de Nuncio en España en junio de 1936, cuando llevaba ya quince años y «prácticamente se ‘jubilaba’ en la Carrera Diplomática». Fue creado Cardenal en Roma, «pero siguió desde allí muy de cerca los acontecimientos de España a través de los obispos y religiosos que huían de la persecución religiosa en España y se refugiaban en Roma».
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Hojala sea publicado
Sin h mejor todavía. Nos confirma en una realidad plenamente justificadora del alzamiento: una persecución religiosa sin precedentes en la historia, salvo por los nerones y calígulas y una autoridad política incapaz de acabar con ella, cuando no connivente.
«Aquí va a venir una guerra por los radicalismos de uno y otro lado». Y no esperaba una persecución tan violenta del 1036- 1939 a pesar de los antecedentes. Era una lumbrera. Y esperaba en Roma las noticias de los obispos españoles exilados. Menudo pájaro!. Me recuerda al cardenal Vidal Barraquer canjeado por el Gobierno catalán mientras el 75% era asesinado en Cataluña y él estaba en Suiza haciendo cucamonas. Indignado. La iglesia es maestra en poner huevos en varias cestas en la procesión y en la manifestación. Con la República les salió mal. «La república es el modo de gobierno que los españoles se han dado y hay que colaborar con ellos» Pios dixit, cuando fué un pucherazo. No sigo por respeto a los mártires y ciudadanos «de detechas» asesinados.
La «memoria histórica» _como su nombre indica_ no es la verdad histórica.
Las matanzas de Paracuellos del Jarama habían comenzado antes de que Carrillo ocupara el cargo y la tarea, es decir que el gobierno de Largo Caballero era el máximo responsable (él mismo y su ministro de justicia, uno del PSOE y otro anarquista); a ambos les venía muy bien que Carrillo fuera el único responsable.
Las elecciones de febrero de 1936 fueron un pucherazo del Frente Popular, como queda claro en las memorias del que era presidente de la 2ª República (Niceto Alcalá Zamora).
La revolución de octubre de 1934 fue una insurrección armada contra el gobierno legal.
Los republicanos intentaron intaurar «su» república, tras un levantamiento militar (la sublevación de Jaca), y después okupando la calle y amenazando al rey tras unas elecciones municipales en las que solo ganaron en las ciudades más importantes, pero solo con eso y la desmoralización de unos monárquicos acomplejados les bastó.
El 75 % de su clero catalán era asesinado. Gracias ahora le sean dadas a la CEE y al para Francisco por los nombramientos de obispos independentistass y parroquiales que colocan urnas y votan ilegalidafes dentro de la Iglesia. Pues eso.
Padre Vicente Cárcel Ortí, natural de Manises, Valencia ( Ciudad vivero de sacerdotes, obispos y mártires) actualmente en Roma, es el gran experto en este tema de persecución religosa en España por la II República. Cualquiera de sus libros es un éxito. Tengo gran parte de su obra al respecto. He leído que ha publicado este diario del nuncio, lo que no pone es en que editorial. Será muy interesante saber cómo este nuncio era «tan amigo de los genocidas, mientras las torturas violaciones, asesinatos se producían». Muy pero que muy interesante saber como lo «compaginaba» sobre todo cuando toque el tema de Barbastro, Valencia, Barcelona y sus checas respectivas. Muy que muy interesante. Lo espero……….
Acabo de enterarme que la editorial que lo publica es BALMES.