(El Dínamo)- Francisco Javier Errázuriz salió a defenderse de las declaraciones que emitió Juan Pablo Hermosilla, defensor de una de las víctimas de los abusos de Renato Poblete.
Tras darse a conocer el informe de la Compañía de Jesús que confirmó los abusos cometidos por el fallecido sacerdote, el abogado aseguró, en entrevista con El Mercurio, que “por primera vez se dieron cuenta de los costos humanos, institucionales y éticos de hacer lo que habían hecho hasta ahora (Ricardo) Ezzati y (Francisco Javier) Errázuriz y compañía, que era cubrir y ocultar”.
Al respecto, Francisco Javier Errázuriz publicó una carta en el mismo diario de circulación nacional donde asegura que la afirmación de Hermosilla es “falsa” debido a que “jamás cubrimos y ocultamos los delitos cometidos por Fernando Karadima. Lo protegían y ocultaban otras personas, de tal manera que la investigación que instruí tuvo que superar varios obstáculos”.
“Sus conclusiones las envié al Vaticano, con la petición expresa de que fuera levantada la prescripción de los presuntos delitos, y se emitiera una sentencia conforme a la verdad y la justicia“, agregó.
Bajo esa misma línea, y “en base a los datos enviados, mi sucesor como arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, recibió el encargo de comunicarle la sentencia que lo condenaba. Es claro que mi proceder no encubrió ni ocultó nada“, sentenció.
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No querer abordar la homosexualidad clerical, tan extendida, es una forma de encubrimiento, propiciado desde Roma.
De la Roma de los ultras que nunca hicieron nada contra esas mafias y que incluso las solaparon. Gracias a Dios el Santo Padre Francisco le está haciendo frente a esos flagelos con determinación y tenacidad.
Es increible la extension de la sodomia clerical, de los abusos sexuales a jovenes y la tolerancia o la pasividad ante las denuncias.
Lo vivido en este tema descalifica a los Obispos.
Puede haber contadas excepciones, pero ante tal corrupción e incapacidad es claro que el método histórico de cooptación ha fracasado y que ningun laico en su sano juicio va a respetar a los Obispos católicos.
Y menos si son de la Compañía