Lo hemos visto demasiadas veces como para pasar por alto el patrón: la defenestración de los profesores ortodoxos del Instituto Juan Pablo II para la Familia y su radical alteración de objetivos y materias no es otra cosa que el mismo fenómeno que hemos visto ya en tantas instituciones durante el presente pontificado: la asfixia por comisariamiento.
El tercer punto de la carta de los alumnos del Juan Pablo II al arzobispo Vincenzo Paglia, responsable del súbito golpe de mano que ha transformado el legado del Papa Wojtyla en una cosa muy distinta de la prevista por su inspirador, es clave. Por parafrasearlo, ¿qué interés puede tener ahora el instituto, si se va a limitar hacer una ‘sociología’ de la familia que probablemente impartan mejor centros y facultades seculares?
Nada cuadra, nada tiene sentido. Es decir, no lo tiene a partir de explicaciones oficiales o motivos confesables. Ya hay un tropel de alumnos que se están dando de baja, o planteándose hacerlo, y buscar lo que esperan aprender en otros centros católicos o en sus propias diócesis. Comprensiblemente.
Ahora, ¿qué institución de éxito, con una oferta única y exclusiva, que tiene satisfechos a sus beneficiados, cambia radicalmente para proporcionar lo que tantas otras con mayor experiencia y calidad, perdiendo así a sus usuarios por docenas? Ninguna. ¿Qué sentido tiene un prelado católico, en el propio Vaticano, quiera centrarse en un planteamiento secular a expensas de lo que es propio de la Iglesia, la teología y su propia doctrina? Ninguno.
Esto es, salvo que se quiera destruir la susodicha institución. Y este parece ser el caso. Las razones son evidentes para quien tenga ojos y la sufrida paciencia de seguir el día a día de la ‘renovación’ que no perdona, a saber: la doctrina que se ha impartido hasta ahora en el instituto sobre la familia, el amor conyugal y todo lo relativo a esa materia se da de bofetadas con la interpretación más popular -”la única correcta”- de la exhortación papal Amoris Laetitia. Por no hablar del tácito abandono o relativización de la moral sexual católica en la práctica pastoral y a veces teológica sin que halle corrección o censura desde Roma. Ha poco comentábamos en estas mismas páginas las palabras del monseñor Luis Argüello en el sentido de que los católicos deberíamos defender con igual pasión todos los puntos de nuestra doctrina. No estuvo muy afortunado el hombre, porque él lo decía para jalear un asunto, el de la inmigración ilegal masiva, que nunca hasta ahora ha sido doctrina católica en los términos con que se nos vende, y en cambio sus palabras sirven muy bien para recordar a los fieles todos los aspectos de la doctrina de Cristo que les han hurtado, directa y llanamente. Y, sobresaliendo entre ellas, las que se impartían en el afamado instituto.
El Vaticano podría liquidarlo de un plumazo. Tiene toda la autoridad para hacerlo. Pero no lo ha hecho, como no lo está haciendo, en general, con tantas instituciones, congregaciones y fraternidades que molestan, al unir un carisma alejado de los nuevos aires con frutos abundantes de vocaciones y adhesiones. Todas estas instituciones son obstáculos, y deben desaparecer, pero sin sugerir tiránicas supresiones o intolerables defenestraciones, porque eso podría despertar a muchos fieles que siguen adormilados ante los cambios, queriendo creer que todo va bien en el mejor de los mundos posibles, y dar una imagen demasiado cercana a la que ofrecen los mayores críticos de este pontificado.
Así que la técnica elegida es el comisariamiento. Conocemos bien la táctica y las fases por haberlo vivido con los Franciscanos de la Inmaculada, la Hermandad de los Santos Apóstoles, las Hermanitas de la Virgen, Familia Christi y otras que nos dejamos en el tintero. Denuncia, visitación, informe negativo, nombramiento de un ‘comisario’ que se ocupe de enderezar la sociedad de que se trate cambiando de tal modo el carisma que haya que disolverla o se convierta en una concha hueca.
Y esto, por haberlo visto tantas veces, lo reconocemos en el golpe de mano de Paglia. No se trata de convertir el instituto en otra cosa, aunque esa sea la forma y, mientras dure, un apetecible efecto secundario; se trata de destruirlo, como se trata de destruir el valladar que el Papa polaco creía haber levantado contra la relativización y la mundanización del concepto católico de familia.
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La facultades de medicina enseñan medicina, las de derecho, derecho, las de arquitectura, arquitectura, las de ingeniería, ingeniería, las de teología enseñan, es un decir, cualquier cosa menos teología. Lo que está aconteciendo con el Instituto Anti Juan Pablo II, no es la excepción, es la norma, con el apoyo de un Francisco dispuesto a acabar con cualquier vestigio de catolicismo, el mayor mal de la humanidad. El próximo pontificado, tan cercano, tendrá que replantearse todo lo que se enseña en seminarios y facultades eclesiástica y que lo enseñen profesores católicos de verdad, y no protestantes o paganos.
La Arquidiócesis de Buenos Aires, como muchos Obispados en Argentina, envían sacerdotes a estudiar a Roma, para luego enseñar en los Seminarios, de forma de garantizar el nivel de los futuros sacerdotes.
Buenos Aires enviaba habitualmente tres o cuatro por año.
Cuántos Sacerdotes fueron enviados a estudiar a Roma durante los 12 años del Bergogliato en Buenos Aires ?
CERO.
No es una broma, CERO.
Nadie es imprescindible en la Iglesia, se cambia unos profesores que fueron elegidos a dedo, por otros que también tendrán sus méritos.
No hay que apegarse a un sillón, ni caer en la tentación del hermano mayor del hijo pródigo.
Se ha dado un servicio a la Iglesia y ahora toca la renovación. Es bueno para todos.
No es esa la cuestión: La cuestión crucial es que se despide a los profesores católicos para nombrar a heterodoxos, los privilegiados de este desastroso pontificado anti católico.
Luís, vaya tontería que acaba de soltar!. Es usted tonto o toma por tontos a los demás?
Y usted Fred me critica a mi porque insulto a los que no piensan como yo. Lamento que usted haga lo mismo.
Completamente de acuerdo contigo Luis. Esos “profesores ortodoxos “ que ya no están tenían secuestrado el instituto en cuestión, se creían imprescindibles, ahora está claro y lo comparto contigo: ¡nadie es imprescindible en la Iglesia!!!
«La verdad os hará libres», dijo nuestro Señor Jesucristo. Este articulo dice la verdad. «El que quiera entender que entienda».
¡Dios mío, ven en auxilio de Tu Iglesia. Señor, date prisa en socorrerla! ¡Ven, Señor Jesús, que las cosas se están complicando bastante.
“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del matrimonio y de la familia”, afirmó Sor Lucía, la vidente de Fátima en una larga carta enviada al Cardenal Carlo Caffarra, entonces Arzobispo de Bolonia (Italia), donde advirtió también sobre los ataques que afrontarán quienes defiendan estas dos instituciones naturales.
Esta afirmación de Sor Lucía, expresada durante el Pontificado de San Juan Pablo II, fue retomada el pasado 31 de mayo por el semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis de México en medio del debate generado por el Presidente Enrique Peña Nieto, que anunció su intención de promover el matrimonio homosexual en este país.
El semanario mexicano recordó las declaraciones que el Cardenal Caffarra hizo a la prensa italiana en 2008, tres años después del fallecimiento de la religiosa portuguesa.
Este Papa acompaña a los hombres de hoy. Condenar no lleva a nada, es la actitud del soberbio. Del hijo mayor de la parábola.
Jesús vino a buscar a los enfermos, no a los sanos.
Jesús no quemó la cizaña, espero para no equivocarse.
Este es un pontificado de la Misericordia de Dios, especialmente.
Jesús nunca se equivocó. Es Dios, con El Espíritu Santo y con El Padre.
Pero recuerde: Mi templo lo han convertido en casa de ladrones…, Raza de víboras…, Más le vale quitarse el ojo, cortar la mano…
El comentario de Luis ¿qué tiene que ver con lo que se enseña en el Instituto Juan Pablo II? ¿Insinúa que enseñar la Verdad sobre las familia va contra la Misericordia o es actitud del hijo mayor de la parábola…?
Madre santa, cuánto daño están haciendo los nuevos aires de la Iglesia. Es diabólico sugerir que enseñar la Verdad es soberbia y contradice la voluntad de Jesucristo.
El verdadero Papa de la Misericordia fue Juan Pablo II, que canonizó a Faustina Kowalska e instituyó la fiesta de la Misericordia y enseñó con una encíclica cómo es el Corazón Misericordioso de Dios.
Lo de ahora son eslóganes y cuchillos verbales inmisericordes para lanzar contra todo aquel que no se someta a los nuevos aires. Sepulcros blanqueados es lo que son los nuevos intérpretes de la misericordia.
Tú serás el próximo Belzu.
Pronto intervendremos tu parroquia y te verás en la calle.
Y tú prometedora carrera clerical se vendrá abajo.
Esto recuerda a las profecias de la beata Ana Catalina Emerich sobre la demolición de la Iglesia, donde unos demoledores tiran todo menos el Santísimo Sacramento, y La Virgen Maria pone su manto como protección.
Afortunadamente tambien tiene otra sobre la reconstrucción.
Lo mismo pasa en el Instituto de los discípulos de Jesús de San Juan Bautista, salta, Argentina. Es muy triste. Pero el corazón de María triunfara
El comunismo tenía a los COMISARIOS POLÍTICOS para colectivizar a sus departamentos y serles fieles a los JEFES y CASTA. El papa Francisco sigue la misma ruta.
Aparentemente los masones van ganando. Quieren destruir la iglesia católica y tienen Papá(¿?); pero las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Dice el señor: separará el trigo de la cisaña y esta será arrojada al fuego que nunca se acaba. No nos engañemos, Dios es amor, pero también es justo. Y si no miremos: se dirigirá a unos y les dirá: Venid BENDITOS de mi Padre…. Luego se dirigirá a los otros y les dirá: id MALDITOS de mi Padre… Fuerte no?
La ideología oscurece la sencillez de la verdad. Ha venido vino nuevo y se necesita odres nuevos. Los viejos odres hicieron su función, bien o mal solo Dios sabe. Es preciso con humildad no estar apegado al sillón, creer que el Espíritu Santo actúa y el tiempo mostrará quien tenía razón.
Qe no criticamos el cambio de profesores, que nadie es imprescindible en este mundo. Criticamos el cambio de la Doctrina Católica, la ideología de los que entran, que no tiene nada que ver con ella. Y la Doctrina Católica, ni el papa puede cambiarla.
Todavía venenos del establecimiento eclesial contra los maestros del Instituto Juan Pablo II despedidos. Una página completa de Avvenire, firmada por el habitual Luciano Moia, los acusa de ataques contra el Papa y, por lo tanto, de haber merecido la purga, solo por haber interpretado la exhortación apostólica Amoris Laetitia a la luz del anterior Magisterio. Y afirma el espíritu revolucionario y dogmático del documento papal que no admite discusiones. La comunión en pecado mortal elevada a dogma. Todo invertido.
¿Cómo van a comprender a Cristo unos hombres incapaces de liberarse del vicio sodomítico?
Es imposible.
Jamás el hombre viejo comprenderá la Vida nueva y sobrenatural que Cristo nos ofrece.
Hombres viejos y carnales dirigen la Iglesia temporal.
Es una prueba dura.
Jesucristo ya ha vencido, una vez y para siempre.
El tiempo nos confunde.
Oremos.
El atribulado Instituto Romano Juan Pablo II, en manos ya de los bergos, emitió una declaración enojada el 29 de julio llamando a los informes sobre las purgas contra los católicos que están en curso en el Instituto, «una comunicación distorsionada y sesgada, a veces de mala fe, que a menudo nunca ha buscado una verificación de la noticias en la fuente «.
La declaración afirmaba que la oficina de prensa del Instituto siempre estaba disponible para aclaraciones e información. Pero cuando CatholicHerald.co.uk (2 de agosto) le hizo preguntas a la oficina, se enteró de que «por el momento, no está respondiendo preguntas».
La secretaría del arzobispo homosexual Vincenzo Paglia, el gran canciller del Instituto, confirmó el embargo de prensa diciendo que el Instituto «no está disponible» para hacer comentarios y responderá en unas pocas semanas [cuando las obras estén hechas y con suerte olvidadas.
Y mientras la Iglesia es maltratada, los centinelas duermen.
Ezequiel 33,6: Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no es advertido, y una espada viene y se lleva a uno de entre ellos, él será llevado por su iniquidad; pero yo demandaré su sangre de mano del centinela.
Isaías 56:10,11: Sus centinelas son ciegos, ninguno sabe nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar, soñadores acostados, amigos de dormir;…
*S. Mateo 16: Se acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerle a prueba, le pidieron que les mostrase una señal del cielo. Mas él les respondió: Al atardecer decís: Va a hacer buen tiempo, porque el cielo tiene un rojo de fuego, y a la mañana: Hoy habrá tormenta, porque el cielo tiene un rojo sombrío. ¡Conque sabéis discernir el aspecto del cielo y no podéis discernir las señales de los tiempos! .¡Generación malvada y adúltera! Una señal pide y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue.
A estos consagrados que no dan la talla les pasará lo que al rey Belsasar, hijo de Nabucodonosor.
*Daniel 5,25: Lo que la escritura dice es lo siguiente: MENE, MENE, TEKEL, PARSIN.
Y lo que significa es: MENE: Dios ha llamado a cuentas al reino de Su Majestad, y le ha puesto fin.
TEKEL: Dios ha pesado a Su Majestad en una balanza, y su peso deja mucho que desear.
PARSIN: Dios ha dividido el reino de Su Majestad, y se lo ha dado a los medos y a los persas.»
Belsasar ordenó entonces que Daniel fuera vestido de púrpura, que se le pusiera en el cuello un collar de oro, y que fuera proclamado como el tercer señor del reino.
Esa misma noche Belsasar, rey de los caldeos, murió asesinado…