«La unidad entre todos los cristianos aun no siendo plena, se basa en el único bautismo y está sellada por el sufrimiento y la sangre derramada durante la persecución bajo un régimen ateo».
El Papa Francisco ha tenido hoy su tradicional Audiencia general de los miércoles en la que ha recordado el viaje que realizó a Rumanía el pasado fin de semana.
«Tenemos la gracia de vivir un tiempo de relación fraterna entre las diferentes iglesias cristianas» dijo el Papa, que recordó que en Rumanía la mayoría de los fieles pertenece a la Iglesia Ortodoxa, pero «la comunidad católica, tanto griega como latina, es viva y activa». También hay un grupo perteneciente a la Iglesia Luterana, precisó Bergoglio. La unidad entre todos los cristianos, continuó el pontífice, «aun no siendo plena, se basa en el único bautismo y está sellada por el sufrimiento y la sangre derramada durante la persecución bajo un régimen ateo».
Recordó el encuentro que tuvo con el Patriarca Daniel y con el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rumana donde reafirmó «la voluntad de la Iglesia Católica de caminar juntos hacia la plena unidad con la memoria reconciliada del pasado». La dimensión ecuménica del viaje, dijo el Papa, culminó con la oración del Padrenuestro, tan llena de simbolismo, al ser «la oración común de todos los bautizados».
Recordó también el encuentro con la comunidad católica, con los que celebró la eucaristía en tres lugares significativos del país -una de ellas con la beatificación de siete obispos mártires greco-católicos-, el encuentro con los jóvenes y las familias y el encuentro con la comunidad gitana, ante los que «renové mi llamado para que se respeten a todas las personas sin mirar la etnia, lengua o religión», dijo Francisco.
Después de la catequesis se dirigió a los hablantes de la lengua castellana, saludándoles, y exhortándoles a pedir a Dios, ante la próxima fiesta de Pentecostés, «el don del Espíritu Santo» para que sea Él «quien nos impulse a ‘caminar juntos’ como hermanos en la construcción de una sociedad más fraterna y en la búsqueda de la unidad plena de todos los cristianos».
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Relación fraterna sin Verdad es mentira y, desde la mentira, no se construye nada; al revés, se destruye. Querer acercarnos a los protestantes protestantizando la Iglesia es una traición a Jesucristo y el catolicismo por él fundado. Los ortodoxos miran con recelo ese acercamiento basado en la falsedad.
Esas son imaginaciones suyas, las diferentes confesiones protestantes, no van a reconocer ni a Francisco ni a ningún papa, porque ese fue uno de los puntos para la reforma de Lutero, lo mismo que los ortodoxos desde su cisma en el siglo XI, no quieren un jerarca supracional de ningún tipo. Otra cosa es que algunos líderes crustianos o budistas se saquen fotos y merienden juntos, pero de fusionarse bajo Roma o reconocerle a Francisco una autoridad moral universal, está muy lejos de la realidad.
Vivimos tiempos donde ya tanta cristiandad no lo es ni de la iglesia católica ! Tiempo dónde la verdadera Cristiandad es marcada por gracia Divina en quienes en verdad llevan a DIOS! En sus corazones y fueron asistidos así por verdadera gracia Divina que solo ellos conocen! Porque ahora era necesario tal gracia Divina para fortalecer los corazones!
«Tenemos la gracia de vivir un tiempo de relación fraterna entre las diferentes iglesias cristianas»
Es verdad. Ya los luteranos y los calvinistas no nos dan matarile a los católicos. Es de agradecer
La iglesia Católica es hija única de Dios. No tiene hermanas, ni siquiera tiene hermanas bastardas con las que ejercer la fraternidad, puesto que la fraternidad católica es sólo dentro de la iglesia católica, y la fraternidad entre religiones falsas con la verdadera es la fraternidad masónica de la revolución francesa, y es la mismisima fraternidad ecumenica que aparece en el vaticano II. La unidad entre todos los cristianos ya es la Iglesia católica y no es esa chorrada clerical sesentera. No es que a Francisco se le haya ido la olla, es que sois unos tendenciosos, porque pretendeis que Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI no piensan esta misma mamarrachada modernista que le hace la ola a la fraternidad que entiende y quiere la masonería. Estan colaborando con los fines de la masonería, están insultando a Dios desde hace demasiado tiempo.
A Benedicto no lo pongais de muy ortodoxo comparándolo con Francisco, que eso es lo que haceis todo el tiempo, en su libro sobre los principios teológicos cristianos escribe que: «La Iglesia debía agiornarse y asumir los principios surgidos de la Revolución Francesa». Toma ya, hay que completar la doctrina de Jesucristo con principios ajenos a Jesucristo. Viva la libertad igualdad y fraternidad. Viva la Revolución de octubre en la Iglesia como diría san Yves Congar.
¿Es que Jesucristo enseñó este falso ecumenismo fraternal que Pio XI condenó en la Mortalium Animos?. Pues si Jesucristo no lo predicó y la tradición de la iglesia lo condena, lo que aparece en el Vaticano II como mínimo es erroneo porque va contra la Sagrada Tradición puesta por Jesucristo. Mira que lo pone bien clarito en el dogmatico Vaticano I: «la autoridad no fue dada a los sucesores de Pedro para enseñar nuevas doctrinas sino para transmitir las que han recibido por Tradición». Esto quiere decir que ningun Papa tiene autoridad para enseñar ecumenismo fraternal sino que la autoridad se la ha dado Dios para que transmita a los católicos la condenación del ecumenismo fraternal. Y punto, y quien no lo quiera ver es porque es muy torpe.
Qué mejor relación fraternal que haber prohibido la misa de tradicion apostólica para sustituirla por la misa anglicano luterana del novus ordo. Gracias a que Lefebvre se reveló contra esto, tenemos motu propio de Benedicto, porque si no, se habría extinguido.
Iglesia: UNA sólamente: La Católica. Hermana: la Ortodoxa.
Condición para llamarse Iglesia: Sucesión apostólica y Eucaristía.
El resto, no son Iglesia, sino comunidades eclesiales.
(Cit. La guerra de Don Manuel. Manuel Guerra. Homo Legens)