(Aciprensa)- El Vaticano se pronunció ayer sobre el caso de Vincent Lambert al advertir que una desconexión de sus soportes vitales es una “expresión de la cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas”.
Vincent Lambert, de 42 años, sufrió un accidente de moto en el año 2008 y, como consecuencia, quedó tetrapléjico. Desde el año 2013, sus padres han luchado en los tribunales franceses han luchado para mantenerlo con vida en contra de la opinión de su esposa Rachel y de los hermanos de Vincent, que pedían que se le desconectara del sistema que lo mantiene con vida.
Los médicos del Hospital Chu de Reims, Francia, donde Vincent recibe su tratamiento, decidieron retirarle la hidratación y la alimentación para dejarlo morir. Sin embargo, horas más tarde la Corte de Apelaciones de París rechazó la decisión de los médicos y ordenó que se le repongan los soportes vitales.
Ante la decisión del hospital de acabar con la hidratación y la alimentación, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y la Pontificia Academia para la Vida han publicado un comunicado conjunto en el que afirman que “la suspensión del tratamiento representa, más bien, una forma de abandono del enfermo, fundamentada en un juicio despiadado sobre la calidad de la vida”.
Se señala también en el comunicado que la desconexión de la única fuente que mantiene con vida a Vincent es “expresión de una cultura del descarte que selecciona a las personas más frágiles e indefensas”. En el comunicado se subraya, además que “la continuidad de la asistencia es un deber ineludible”.
“Deseamos confirmar la grave violación de la dignidad de la persona que comporta la interrupción de la alimentación y de la hidratación. El estado vegetativo es, efectivamente, un estado patológico ciertamente grave que, a pesar de ello, no compromete en modo alguno la dignidad de las personas que se encuentran en esta condición, ni sus derechos fundamentales a la vida y a los cuidados entendidos como una continuidad de la asistencia humana básica”.
Asimismo, se recuerda que “La alimentación y la hidratación constituyen una forma de cuidados esenciales proporcionados siempre al mantenimiento en vida: alimentar a un enfermo no constituye nunca una forma irrazonable de obstinación terapéutica mientras el organismo de la persona pueda absorber nutrición e hidratación a menos que no cause sufrimientos intolerables o resulte nociva para el paciente”.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Cristo resucitó a Lazaro el hermano de Marta y María. Y dice el Evangelio, muy a pesar de que Cristo les asegurara que Él era la resurrección y la vida, no obstante- Cristo lloró.
«Lloró Jesús, y los judíos decían: ¡Cómo le amaba! Algunos de ellos dijeron: ¿No pudo éste que abrió los ojos del cielgo, hacer que no muriese? (S. Jn. 11,35-37)
Y cabe preguntarse: ¿Lloró Jesús porque, Marta y los otros, no creían o no entendía que Él era la resurrección y la Vida. Y aquí, más y mejor el alegrarse que llorar, porque Lázaro, después de esta vida, hubiera emprendido su justo camino hacia la eternidad en el seno de Abraham
¿O para que los otros creyeran; Lloró Jesús porque se vio obligado a interrumpir aquel su justo seguir de Lazaro hacia la otra vida?
Muchos milagros hizo Jesús en su terrenal vida. Pero, amen de éste y cuando instituye la Eucaristía, en ninguno otro levanta los ojos al cielo e implora y hace participe al Padre de este milagro tal cual y como, Él, aquí lo hace.
El día que yo muera. Por favor que nadie venga a llorar por mi destino; ni menos que quieran interrumpir mi camino con terapéuticas caritativas formas de conservarme o volver a esta vida. Sino más bien que todos se alegren como yo; pues es aquí donde yo pongo mi esperanza.
Ya me ocurrió, y si me resigné, no fue porque ellos no lo intentaron, sino más bien porque de Dios así estaba dispuesto. Y qué dije: -¡Otra vez aquí Señor!
El encarnizamiento de la prensa religiosa es aún peor que el de los médicos. Dejad en paz a Lambert. Olvidaos de él. Alguno de vosotros puede levantarlo de la cama? Queréis que viva, por qué? Qué morboso sentimiento os hace desearle vivir en el infierno de su vida sin solución? Si le amarais, deberíais ayudarle a bien morir. Dejadle ir, fanáticos pro «vida», que sois verdaderamente pro agonia infernal. Pro dolor. Pro angustia. Pro desesperación. Yo sí soy pro Vida, con mayúsculas. Si pudiera le acompañaría en sus últimos momentos, mirandole a la cara y diciéndole: ve, Lambert, deja tu cuerpo, tu mente y tu ego. Ve con Dios. Te está esperando. DEBEN QUITARLE EL ALIMENTO, PERO NO EL AGUA. MORIR AYUNANDO ES UNA MUERTE SANTA.
Yo no quiero que me maten. Nadie puso dia y hora en mi nacimiento mas que Dios y si muero que sea tambien segun su voluntad. Todos podriamos ser Vincent. Que llegada la hora me protejan de mis deseos de muerte, que en realidad solo quiero consuelo, quiero que me ayuden a vivir y no a morir. Quiero que no me duela y no que me maten de hambre y de sed. Ni a un perro se le hace eso.
Es absurdo entrar a oensar cómo morir. Morir es siempre lo peor que puede sucedernos, suceda como suceda. Pero también es lo mejor. Morir es ambas cosas: lo peor y lo mejor. No entiendo esa rimbombante fórmula, que se llama pro vida, y acusa a otros de ser pro muerte. Vida y muerte van una con la otra, igual que inhalación y exhalacion. Se puede ser pro inhalacion sin set pro exhalación? Por la misma razón no se puede ser pro vida, sin ser pro muerte.
Miguel
¿Cómo sabe Vd. que la vida de Lambert es actualmente un infierno? ¿le ha leído la mente? ¿o solamente es la opinión subjetiva del que lo ve desde fuera de él?
No puedo saberlo. Posiblemente no lo sea. Puede ser que haya entrado en el reino de los cielos. No pretendo saber qué es lo mejor para él, si que le alarguen la vida o que le quiten los tubos. A decir verdad, no puedo pronunciarme desde aquí, sin verle mas que en una foto. Pero la foto no me hace sentir feliz. Yo no querria pasar por eso.
Miguel, se está Vd. contradiciendo:
– En su comentario de las 8:43 dijo:
«Si le amarais, deberíais ayudarle a bien morir. Dejadle ir, fanáticos pro “vida”, que sois verdaderamente pro agonia infernal. »
Es decir, decide Vd. que lo mejor para él es «ayudarle a bien morir» como Vd. se expresa.
-En su comentario de las 11:07 dijo:
«No pretendo saber qué es lo mejor para él, si que le alarguen la vida o que le quiten los tubos.»
Ahora dice Vd. que ni siquiera pretende saber qué es lo mejor para él.
Miguel, ¿en qué quedamos? ¿puede Vd. decidir, o no?
Mis comentarios no defienden posiciones fijas. Mucho menos en cuestiones de este tipo. No soy un politico que maneja una ideología. Mi entendimiento del caso Lambert, ha ido variando, a medida que voy profundizando. En este momento, creo que quitarle el alimento (pero no el agua) puede ser lo más correcto. Mi madre murió de inanición, ya que no podía digerir la comida, y tuvo una muerte apacible y santa. Pero declaro mi incompetencia, en este caso. No puedo saber que es lo mejor. Que los jueces decidan
Miguel. No puedes decidir quién vive o quién muere. Los jueces, tampoco.
Y si Vicent quiere vivir, aunque sea un infierno, nadie tiene derecho a quitarle la vida. A ver si todo el mundo va a poder opinar menos el mismo Vicent.
Qué locura. Los progres pensáis fuera del cerebro.
Al comentario de Miguel del 23 de mayo 2:14pm:
Cuando Vd. o alguien afirma «Que los jueces decidan» ¿se da cuenta de que equivale a decir que el valor de una vida es algo relativo dependiendo de las circunstancias?
¿Se da cuenta de que pueden cambiar las circunstancias para que una vida no tenga valor y sea mejor que muera una persona?
¿Que puede llegar un día en que un juez o alguien diga a otro, por ejemplo, es mejor que Vd. muera porque es viejo, ha vivido ya bastante y es mejor que deje el lugar a otro mucho más joven que Vd,? Esa sería la solución al actualmente insostenible problema de las pensiones públicas en los países con la población envejecida y creo que es lo que persiguen con la eutanasia los estados que van legalizándola, además de acabar con los costosos gastos que conllevan las enfermedades de las personas mayores.
Nos están metiendo de lleno en la cultura de la muerte y , si Dios no lo remedia, ¡que triste sociedad la que les espera a las siguientes generaciones!
Aparte de que se han dado casos de recuperación después de muchos años en esa situación, es inhumano retirar la alimentación y la hidratación a una persona sin su consentimiento, aunque se le sede a continuación, puesto que no sabemos lo que ocurre en lo más profundo de su ser. Además, para un cristiano, la muerte del cuerpo no es el final; el alma es inmortal, y, en caso de que sea enviada al infierno o al purgatorio, sus sufrimientos allí serán incomparablemente mayores que los peores que pueda sufrir en este mundo, por lo que es muy buena idea ofrecer estos últimos, en unión con los de Jesucristo, para la expiación de los pecados. Si esto le parece algo irracional, le recomiendo que lea alguno de los muchos estudios realizados sobre experiencias cercanas a la muerte, que desafían todo nuestro conocimiento científico.
Gracias, Gonzalo, por su amable comentario. Su tono educado, y su contenido, le hace merecedor de mi mayor respeto. Encuentro que tiene usted gran parte de razón. Estamos entrando en una difícil situación. Los avances tecnológicos en la medicina, unidos a la tremenda ignorancia sobre el sentido de la muerte, nos ponen a menudo ante dotaciones muy complejas. Qué hacer con alguien en un estado de muerte en vida? Dejarlo morir, o alargar su miserable agonía, indefinidamente? El hombre es él y sus circunstancias, dijo Ortega y Gasset. O en otras palabras, no existe un yo separado de ellas. No se trata de salvar al yo de Lambert, sino ayudar a esa persona a llevar a cabo su transición de esta vida a la próxima, del mejor modo posible. El yo se transforma, pero no muere. El sufrimiento ocasionado por la falta de agua, debe ser terrible, lo admito. Pero la falta de alimento, no lleva a eso. El ayuno prolongado purifica cuerpo y mente, y conduce a una transición suave.
Miguel, actúas como lacayo de Satanás. Arrepiéntete. Haces pasar lo malo por bueno. Me das más pena que este hombre, Lambert.
Más vale tarde que nunca. Alimentación e hidratación, salvo que el organismo los rechace, no son encarnizamiento terapéutico; son derechos básicos, elementales de toda persona, en especial la enferma. Privar de ello, más que descartar, es matar, asesinar con nocturnidad y alevosía, con encarnizamiento mortífero, máxime habiendo padres y otras estructuras sanitarias dispuestos a cuidar, a atender. El lenguaje debe ser fuerte cuanda la realidad es así de fuerte, de tozuda, de mortal.
¿Por qué entonces las dudas? En primer lugar por el momento.La declaración se publicó en la tarde del 20 de mayo, es decir, después de la decisión del Tribunal de Apelación de Francia que ordenó a los médicos del hospital de Reims que suspendieran la eutanasia de Vincent. Y fue el primer signo de vida recibido del Vaticano, con la excepción de un tweet del Papa, unas horas antes, durante la eutanasia que ya estaba en marcha. Es decir, a pesar de las invitaciones, las presiones, las súplicas que duraron semanas, Monseñor Vincenzo Paglia y el Cardenal Kevin Farrell, respectivamente presidentes de las dos instituciones del Vaticano, cobran vida a agua pasada, cuando Vincent ya podría estar muerto. ¿Cuál es el punto de tal intervención tan atemporal? ¿El temor de que una intervención del Vaticano hubiera sido contraproducente y vista como una injerencia de la Iglesia?
Y Vicent sí y Alfie no? Además si el comunicado es como lo aquí transcrito me parece muy blando.
No podemos dejar de notar, afirma Riccardo Cascioli en la Nuova Bússola Quotidiana, que las intervenciones del Vaticano sobre el tema del «fin de la vida» en estos meses han estado marcadas por la ambigüedad. Se recordará cómo, en el caso de Alfie Evans, conocidos bioeticistas católicos apoyaron a los médicos ingleses que lo querían muerto, así como a los obispos de Inglaterra y Gales. Y también en este caso no faltó la voz del «católico católico». Este es el profesor Massimo Antonelli, director del Centro de Bioética y Ciencias de la Vida de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, una posición importante. Ayer por la mañana, apareció un artículo en el sitio de la Universidad Católica que discrepaba con la utilización del caso Lambert, obviamente por parte de los pro-vida, y negó que en este caso pudiéramos hablar de eutanasia. Las protestas de algunos profesores han significado que pronto el artículo de Antonelli fue retirado del sitio.
Yo quiero morir solamente cuando sea Voluntad de Dios, cuando Él y nadie más que Él me envíe la muerte.