La hija de Aldo Moro al Papa: Pare la beatificación de mi padre

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Maria Fida, la hija mayor de Aldo Moro, el político democristiano asesinado por las Brigadas Rojas hoy en proceso de beatificación, ha escrito al Santo Padre para rogarle que interrumpa lo que, dice, amenaza con convertirse en “una lucha de bandas”.

“Santità, le ruego desde lo hondo de mi corazón que interrumpa el proceso de mi padre, Aldo Moro”, escribe María Fida, hija del político democristiano asesinado, en una carta al Papa que debe de ser única en los anales de la Iglesia: una hija que ruega al Santo Padre que no lleve a su propio padre a los altares.

“Porque ofende a la verdad y a la dignidad de la persona que tal proceso se haya transformado, por obra de extraños a la cuestión, en una especie de guerra entre bandas para apropiarse de la propia beatificación instrumentalizándola en su provecho”, sigue la carta de Maria Fida.

Aldo Moro era líder de ese curioso partido que dominó la vida política italiana de posguerra, le Democracia Cristiana, un ‘totum revolutum’ de ‘sensibilidades’ políticas cuya finalidad prioritaria era que no gobernaran Italia los comunistas y que se beneficiaba de la tutela informal de la Santa Sede. De hecho, Moro era un gran amigo personal de Pablo VI.

Con la caída del muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría, el esquema dejó de tener sentido y así como el poderosísimo Partido Comunista se hundió, su rival de ocasión acabó disolviéndose en una miríada de partidos, creando un panorama político algo caótico. En este escenario, y visto que el partido más votado por los católicos practicantes italianos, la Liga de Matteo Salvini, se da de bofetadas con el globalismo socialdemócrata y progresista por el que aboga con escaso disimulo el Vaticano, es lógico que en sectores clericales se mire hacia atrás con nostalgia y se hagan intentos por resucitar la DC.

Y ahora la beatificación de Moro, denuncia su hija, corre el riesgo de convertirse en una disputa por ver qué bandería política se alza con el santo y se acerca con él a los altares de la popularidad electoral.

La ‘fábrica de santos’, a la que San Juan Pablo II privó de garantías procesales que la ralentizaba pero también hacían más fiable el proceso, funciona a toda máquina y, para muchos, se ha hecho en exceso dependiente de condiciones que poco o nada tienen que ver con virtudes heroicas o vidas evangélicas, y sí bastante con la popularidad mundana del difunto y otras consideraciones ‘non sanctas’. La razón de ser de todo el proceso era poner un poco de orden y exactitud eclesiales en veneraciones populares de personajes con fama de santidad. Así, Roma se aseguraba de que el pueblo fiel no andaba pidiendo la intercesión de un hipócrita o un hereje.

Pero la existencia de un ‘cultus’, de una previa fama de santidad y peticiones de intercesión en su nombre seguía considerándose condición necesaria, aunque a juzgar por las deslucidas canonizaciones del argentino Angelleli y sus compañeros ‘mártires’ no parecen ser ya muy exigentes con esa cláusula. De hecho, la precipitada y polémica canonización del obispo montonero de La Rioja argentina es para muchos una canonización del izquierdismo eclesial de tiempos cercanos, igual que las canonizaciones de Juan XXIII y Pablo VI lo son del Concilio Vaticano II.

“Mi nombre significa fe -concluye la hija de Moro- y estoy absolutamente segura de la Comunión de los Santos y de la vida eterna. Y sé que mi padre se ha salvado para siempre en la perfecta alegría de la eternidad y de que ninguna fealdad puede herirle. Pero preferiría mil veces que no fuese proclamado santo, aunque lo es, si este debe ser el precio”.

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Comentarios
25 comentarios en “La hija de Aldo Moro al Papa: Pare la beatificación de mi padre
    1. Magnífico artículo de Carlos Esteban… como todos los que escribe. Deja siempre en evidencia la estupidez y/o la maldad.

        1. Edgar.
          Le repito el comentario que hice a «señor x». Si según a usted esta página sólo contiene chismes, simplemente no ingrese a ella.

  1. Recuerdo cuando mataron a Aldo Moro, lo mataron por político de «derechas» no por católico. Lo que dice su hija tiene razón. Seguramente estará en el Cielo, pero no se puede poner como ejemplo de católico ejemplar, aunque lo fuera, por su vida de político.

    1. El tema es que, para muchos, ser católico coherente es ser de extrema derecha. Así es que, es muy posible que a Aldo Moro le calificaran sus asesinos «de derechas» precisamente por ser católico.

  2. En la España republicana roja (la mayor parte de ella, o sea, donde danban paseítos los de la U.H.P.= unión de hermanos proletarios) bastaba con ser católico para que te «pasearan», pues hacían la equivalencia católico=de derechas

  3. INFOCHISMESECLESIALES
    S. Lefebre ora pro nobis
    S. Viganó ora pro nobis
    S. Carlitos ora pro nobis
    S. Belzunegui ora pro nobis….
    Todos los santos y santas de la iglesia momificada y tradicionalista…orate pro nobis

  4. Es obvio que la hija hace publico este pedido despues de haber agotado las vias privadas.
    Es obvio que desde Don Jorge, los criterios Vaticanos son cualqwuir cosa menos Evangelicos.
    Y es obvio que hay demasiados idiotas que, siendo capaces de contraargumentar al articulista, se limitan a descalificar.
    Propongo que se publiquen argumentos, opiniones y se obvien las descalificaciones tabernarias.
    Y que cuando salgan, no se contesten, que sean ignoradas.

    1. Mt 5 – 22Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: «Raca a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: «Idiota, será reo del infierno de fuego.

  5. Sería muy recomendable para la Iglesia una moratoria general de beatificaciones, al menos medio siglo. Todo lo que es excesivo es insignificante. Desde que San Juan Pablo II de Asís abrió las compuertas y puso en marcha la fabricación en serie de santos, canonizaciones y beatificaciones se han devaluado y convertido en medios propagandísticos, cada vez menos eficaces a causa del abuso, para exaltar esto y aquello: el Vaticano II, la guerrilla argentina, la Democracia Cristiana italiana etc.

    1. Pienso Urbel lo mismo, hay que parar esta locura de canonizaciones desde luego comenzada por Juan Pablo, no entro en su veracidad, porque sólo Dios lo sabe, pero esta máquina de churros canonizantes suena a mofa.

  6. Las beatificaciones, después de la pantomima de Angelelli, escenificada por cierto ante muy poco público, no es que hayan quedado devaluadas, es que están por los suelos. Menos mal que el pueblo fiel ya sabe distinguir el oro de la paja. Me dá la impresión que la hija de Moro no quiere, ni de broma, que se pueda comparar a Aldo Moro con Angelelli, o compensar lo uno con lo otro.

  7. Desde la CV II la clave era MUNDANIZAR la Iglesia, la Teología de la Liberación y el Pobrismo, inspirado en el marxismo, era santificar al COMUNISMO ATEO, por lo tanto SANTIFICAR a los indicados sin las respectivas CUALIDADES TEOLÓGICAS para ello han MINIMIZADO o ANULADO sus ACTOS MILAGROSOS para convertirlo en una FERIA sin sentido TEOLÓGICO y en una FÁBRICA de SANTOS.

  8. Tenemos que conformar urgente una comisión de inspiradores y opinologos para aconsejar el Espiritu Santo en temas de beatificaciónes , de canonizaciones, …….entre otras cosas .

  9. Quisiera hacer un descargo, por qué a mí parecer que se diga que Mons Angelelli es montoneros en un página que lleva como nombre «infovaticana» creo que puede herir la susceptibilidad de cualquiera. Me parece que ese comentario está de más… No niego que su beatificación pueda ser polémica. Pero creo que cada uno puede tener opiniones distintas y hacer público un comentario así puede llevar a alejarnos de lo que la Santa Madre Iglesia y nuestro actual Papa nos quieren ensañar.

  10. Son canonizaciones políticas. No se trata de si Aldo Moro pueda estar en el Cielo ó no… es probable que se haya salvado y que esté en una dura purificación purgándose de sus pecados en la tierra, ó incluso es posible que esté ya en el Cielo. Puede incluso estar en el infierno, quién sabe. Cuando la Iglesia canoniza a alguien debe tener una fama de santidad fuera de toda duda, un carísma ya en vida arrollador, indicios de apariciones auténticas, milagros inexplicables demostrados, etc etc.

    Pongamos como ejemplo al Padre Pío… ¿quién puede dudar de su santidad? ¿quién puede dudar de sus incontables milagros?, de sus estigmas, de sus bilocaciones, de sus profecías cumplidas, de su vida ascética… ¿Podemos comparar al señor Aldo moro (un político que sin duda fue buen cristiano y dio buen ejemplo) con personas como el padre Pío ó santa Teresita de Lisieux?.

    Lo dicho, canonizaciones políticas que le restan validez e importancia a la veneración Católica por sus Santos. Una pena…

  11. Unos pocos postuladores han convertido la postulación en su forma de vida. Son muy conocidos en los ámbitos vaticanos dos postuladores laicos, él y ella, que suavizan con sustanciosos donativos los eternos procesos de la Congregación y cuyas causas obtienen grandes éxitos. Con el nuevo cardenal, que ejerce mucho más de funcionario político, las cosas se están complicando. El postulador de Aldo Moro dimite por razones personales pero tenemos datos de amenazas de muerte. El Beato Mártir Stepinac ve paralizada su canonización por cosas que no casan. El Beato Angelelli sigue causando estupor por su martirio. Mucho nos tememos que entramos en otro punto en que las cosas se complican y ya no es tan indiscutible lo que hasta hace poco lo era.

  12. Una hija sensata. Sensatez que no se advierte en los canonizadores de oficio y beneficio. Ni en católicos normales interconfesionalizados de cristianos gnósticos.
    Gracias por sus escritos, D. Carlos Esteban, a cual más católicos en Fe Católica y ortodoxia católica, además de excelentemente redactados. Un lujo.

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