‘Dios no mola’ o cómo rechazar la teología de la cultura pop

Bibliotheca Homo Legens publica 'Dios no mola', del teólogo alemán Ulrich L. Lehner y con prólogo de Scott Hahn Ulrich L. Lehner
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Estamos acostumbrados a que en muchos ámbitos, incluso en los eclesiásticos, se presente a Dios como una suerte de ser dulce que resuelve nuestros problemas y que, en el mejor de los casos, nos dicta una serie de normas con las que regir nuestra vida íntima y social. Se trata de un Dios guay, molón,  moderado… Un Dios que no nos pide cuentas, pero que está siempre dispuesto a recompensar nuestros méritos. Un Dios hecho a nuestra medida que, de vez en cuando, y si lo tenemos a bien, nos dice cómo debemos comportarnos.

En Dios no mola, el teólogo alemán Ulrich L. Lehner se rebela contra esta imagen. Frente al Dios edulcorado de la posmodernidad, reivindica el Dios verdadero de la Biblia; frente al Dios mórbido de los manuales de autoayuda, reivindica el Dios paradójico – iracundo y misericordioso al tiempo – del catolicismo; frente al Dios que premia nuestros logros, reivindica el Dios que nos ofrece el regalo inmerecido de la gracia; frente al Dios moralista, reivindica el Dios que nos saca de nuestro ámbito de comodidad y nos llama a la aventura, transformándonos.

Quizá el pasaje bíblico que mejor representa lo que Lehner pretende expresar sea el de la expulsión de los mercaderes del templo. Ese Cristo iracundo resultará extraño a muchos jóvenes contemporáneos (el Cristo al que ellos se han acercado, con la pertinente mediación de profesores malintencionados, es pacífico; no se indigna). Pero es el Cristo verdadero, el mismo Dios que se rebajó hasta lo incomprensible para salvarnos. Expulsa a los mercaderes porque ama lo que ellos están mancillando. En cierto modo, su indignación es una expresión de amor; o, mejor, la prueba de que ama.

Lo mejor de todo, sin embargo, es que Dios no mola no es un ensayo reservado a teólogos de experiencia dilatada. Lehner, profesor universitario desde hace décadas, interpela al católico medio, a quien invita a mantener una nueva relación con Dios. Una relación tan apasionante y azarosa como la conyugal, una relación a la que nos entreguemos plenamente, renunciando a cálculos o a previsiones de éxito.

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Sirviéndose de un estilo sencillo, Lehner nos recuerda las verdades sobre Dios que con tanto ahínco se han obviado en las últimas décadas. El valor de Dios no mola quizá resida en eso: en su condición de asidero al que nos podremos aferrar cuando descubramos – y eso sucederá tarde o temprano – que el Dios guay que el mundo nos ofrece no colmará nunca nuestro innato deseo de plenitud.

Elogios de la crítica

El ensayo de Lehner, prologado por el egregio teólogo Scott Hahn, ha recibido valoraciones elogiosas de cuantos lo han leído. Así, Rod Dreher, autor del aplaudido ensayo La opción benedictina, considera indispensable la lectura de Dios no mola: «Es un libro que deben leer los padres, los educadores religiosos y los cristianos ordinarios que quieran liberarse de la deidad hecha a medida de la cultura pop americana e introducirse a sí mismos en la grandeza radical de Dios».

Recogemos a continuación más comentarios sobre el ensayo:

«Las páginas de este libro son la obra de un verdadero teólogo. Ulrich Lehner ve claramente lo que Niebuhr y O´Connor y Auden vieron: que la fe amable no es la fe de Nicea». (Scott Hahn)

«Este libro es una bomba en el ámbito del sentimentalismo contemporáneo y del deísmo terapéutico disfrazado, a veces, de cristianismo. Uno de esos raros trabajos que diagnostican con brillantez los errores de nuestro tiempo, respondiendo a ellos con claridad y caridad. En nuestra obra de ‘espacios seguros’, debería ser de obligada lectura para los estudiantes universitarios que, es muy probable, aún no han encontrado al Dios de la Biblia, un Dios que es bueno, pero que en absoluto es seguro» (Brant Pitre, teólogo católico y autor de The case for Jesus)

«Un antídoto tonificante para la insípida religiosidad americana de las mega-iglesias, un desafío para todos los cristianos para encontrar de nuevo, plenamente, al Dios de la Biblia y, para los católicos, un manual sobre un importante aspecto de la Nueva Evangelización». (George Weigel, escritor católico y profesor e investigador).

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Comentarios
34 comentarios en “‘Dios no mola’ o cómo rechazar la teología de la cultura pop
  1. Lo dijo Jesús: “a vino nuevo, odres nuevos” está claro en ese libro que, el Dios Amor que nos revela Jesús no encaja con los criterios de los ultras. En todo caso, falta poco para que condenen a Jesús por ser el primer postmodernista y lo crucifiquen de nuevo. En fin, se ve que los escribas y fariseos y los derechistas del partido de Herodes siguen en lo suyo.

    1. Mira Edgar si fuera ese Dios molon bobalicon con el que vosotros soñais, hubiera perdonado a Lucifer por su rebeldia a Adan y Eva, y no tuviera sentido ninguno la crucifixion de Jesucristo.

    2. «vino nuevo, odres nuevos» no encaja porque Jesús vivió hace 2.000, años razón por la cual en aquel momento el vino era nuevo y los odres también, pero en este momento que el vino sea nuevo implica prescindir, no solo del AT sino del NT. El vino de la Doctrina es viejo, en el tiempo cronológico en que vivimos en la Tierra, así que no va a aguantar odres nuevos. La hipocresía de copiar a Aristóteles para crear una nueva filosofía no cuaja porque se ve la copia; la estupidez de dar un salto hacia atrás para enlazar con Jesucristo diciendo que en 2000 años todo el mundo se ha equivocado tampoco. «Todo lo que no es tradición es plagio», dijo Eugenio D´Ors, por lo tanto el modernismo es un mal plagio de la Tradición, de nuevo no tiene nada.

  2. El Dios Amor es además Justo y no es idiota, por lo que manda al infierno a los que le toman el pelo y salen trasquilados. Scott Hahn es un converso que escribió también un libro delicioso, que os recomiendo a todos, incluídos los leticiosos, «Roma Dulce Hogar», en el que narra el proceso de conversión suyo y de su mujer, con dolorosos pero sinceros desajustes. Scott es otro de los decepcionados por quien pretende que la Iglesia vaya al punto de partida de donde arrancó Scott Hahn.

  3. Creo que este libro debería ser de lectura obligada, especialmente, para los que no tenemos una gran cultura teológica.
    A mí, peronalmente, me ha sido de una gran utilidad. Ahora que está de moda insistir (su Santidad el papa Francisco) en que no se haga proselitismo, cargándose la actividad misionera de la Iglesia, me gustaría exponer este párrafo del libro de Lehner:
    «La ideología laica afirma ser tolerante pero es, en sí misma, una especie de culto evangelizador. Los pluralistas laicos y religiosos predican que nadie debe intentar convencer a los demás para que abandonen su fe, intentando convertirlos, porque no hay una verdad objetiva. Sin embargo, predican justamente esto, una verdad objetiva (literalmente, ¡que no hay verdad!). Creen en ello con pasión. Es una pena que no se den cuenta de esta contradicción lógica.»
    En definitiva, la cultura de la tolerancia laica lo único que realiza es actuar como freno frente a las verdades objetivas.

    1. el DRAE dice Aventura: Empresa de resultado incierto o que presenta riesgos.

      Dios si nos llama a la aventura o como decía Pieter Van der Meer de Walcheren en un librito «a la gran aventura» libro que empieza con «El drama de nuestro tiempo es ante todo un drama espiritual. El hombre moderno está espiritualmente enfermo». Y la aventura es dejar el confort mundanal, el materialismo implícito, olvidarnos de nosotros mismos, sacrificando nuestra vida, nuestras seguridades mundanos, nuestras comodidades por amor al Dios que se entrega por nosotros, Victimas de inmolación por amor a Jesucristo y su santa Iglesia. Y si eso no es una aventura ya me dirás que es.

      No tengáis miedo porque yo he vencido al mundo….

      1. el DRAE no es el Evangelio. A las guerras, a las batallas, no se va a la aventura. Y esta vida nuestra es una batalla entre el bien y el mal.

        No no, si yo entiendo lo qué ha querido decir el autor, pero él mismo se ve impregnado de ese lenguaje que critica, el lenguaje simplón, el lenguaje que quita profundidad y solidez al mensaje del Evangelio. Ninguna persona católica de más de 65 años ve su andar por este mundo como una aventura.

        Así es que si el autor emplea ese vocabulario porque quiere dirigirse a la juventud, el «mola» está tan en sintonía con ellos como la «aventura».

        Y añado, puede que el argumentario del libro sea correctísimo, dé buenos frutos y por tanto bienvenido. Ya lo leeré, pero de entrada hago ese comentario porque me parece una contradicción. Bueno, no es que me lo parezca, es que lo es.

  4. Debe de ser un libro muy interesante, lo que ocurre es que cuando abordamos la cuestión de Dios, lo hacemos desde discursos muy teóricos, proyectamos doctrinas, ideas, teologías……….especulamos mucho. En Occidente somos herederos de la filosofía griega y el derecho romano, y eso (que no es que sea malo) , lo aplicamos también a la problemática religiosa.
    El misterio puede ser muy manipulable, interpretable y reinterpretable; y Dios no deja de ser un misterio. Casi todos los comentarios que hacemos en estos foros son interpretaciones nuestras o de la Iglesia o el Magisterio.

    Pero ¿y la dimensión mística? Karl Rahner afirmaba que el cristiano del siglo XX (ya estamos en el siguiente) o será místico o no será cristiano; y los últimos papas destacan la experiencia del encuentro personal, que es único e intransferifle de cada uno. No podemos vivir de especulaciones, doctrinas, teologías (aunque sean necesarias), únicamente, para ser cristianos, sin experiencia personal.

    1. Dios se ha revelado en Jesucristo y esto no es especulación; es realidad, de carne y espíritu, a diferencia del etéreo, volátil, vaporoso Rahner, un desastre para la Iglesia.

    2. Si lees las cartas desde la prisión de Tegel del compañero jesuita de Ranher, Alfred Delp, verás que la mística no está ausente. El Padre Delp venía como un meteoro como teólogo pero, en vez de estar en una parroquia ignota en tiempos de guerra como Ranher, fue dos veces a dar charlas sobre Doctrina Social de la Iglesia a un grupo clandestino y por eso lo ahorcaron con 33 años. Así que Ranher cada vez que lo mencionaba se quitaba metafórica y humildemente el sombrero. El que a uno le cuelguen no me parece muy teórico ¡Menudas reflexiones nos dejó el Adviento de 1944!

  5. Dios es Santo, es misericordioso, no es alcahuete de los pecados del hombre, el pecado siempre será pecado ante él, es sabiduría, por mucho que el hombre quiera justificarse, todo es descubierto, ejemplo: un actor esclavo de la lujuria, siendo casado, en una obra de teatro tubo relaciones sexuales durante semanas, justificándose ante el Señor Jesús, dijo que lo había hecho para hacer más real la actuación, el Señor le respondió, el pecado es pecado aunque lo difrases de arte. El perdona los pecados como un acto de misericordia pero, invita al hombre a no pecar, está el caso de la mujer adultera, él le dice yo te perdono, anda y no peques más, así como este pasaje, el Evangelio muestra varios otros, el Señor quiere la santidad de sus hijos, lo dice desde el Antiguo Testamento, y en el Nuevo Testamento. Santos y Místicos dan cuenta de que el Señor juzga bajo dos matices, la Misericordia y la Justicia. Somos santos o somos diablos, no hay nada en la mitad.

    1. Si, María Jesús, yo ahí estoy escribe y escribe, y por fin , con muchos trabajos ?, pongo lo que quiero decir, y….
      !Se borra ! A ver ahora que solo es una queja, se le ocurre salir, ?

  6. Bien, le decía a Alberto que lo cortés no quita lo valiente, o que la mística no quita la doctrina. Tenemos, efectivamente, a Karl Ranher pero ¿dónde estaba en los años duros? Me parece que en una ignota parroquia austriaca. Y tenemos a su compañero teólogo Alfred Delp, de 33 años, que nunca pudo demostrar lo buen teólogo que era porque le ahorcaron el 2 de febrero de 1945. ¿y qué había hecho? A solicitud de su provincial fue a explicar Doctrina Social de la Iglesia a un grupo clandestino. Desde su juicio hasta que se cumplió la sentencia nos dejó un buen ejercicio de mística escrito desde la cárcel de Tegel.

  7. Belzunegi

    Dices: «Dios se ha revelado en Jesucristo». Tienes razón, esa es la base de nuestra fe; pero te pregunto ¿todos tenemos la misma experiencia y vivencia de Jesucristo? Porque ahí creo que está el centro del problema de la fe, no se trata de aceptar a nivel intelectual una doctrina o un artículo del credo de forma teórica e impersonal si no va acompañado de una mística. Claro que también somos herederos de una tradición, tenemos un magisterio, formamos parte de una comunidad creyente, y esos elementos nos ayudan a no caer en una experiencia espiritual que puede devenir en un puro subjetivismo, que ese es otro peligro.

    Pero vuelvo a remitirme a la realidad de la vivencia personal; Benedicto XVI se refería a ello; uno no se hace creyente por una decisión ética, o por un cúmulo de argumentaciones o por tradiciones, sino por haber sido testigo de un acontecimiento que le ha marcado (no son las palabras textuales, pero creo que se entiende).

    1. No es necesario que todos tengamos la misma vivencia de Jesucristo siempre y cuando esa vivencia no sea tan personal que acabe en puro subjetivismo. De hecho todos los santos son diferentes y muchos de ellos no fueron místicos. Si la llamada al misticismo de Ranher fuera atendida podríamos acabar con tantos cristianismos como personas seguidoras de Jesús porque de la mística no se deriva ni una conducta ética determinada ni un corpus de doctrina, solo momentos de éxtasis o intuiciones.
      Hay una diferencia notable entre el Maestro Eckhart, de la mística renana, y Santa Teresa de Jesús, de la mística castellana.
      Si el cristianismo de Chesterton, por poner un ejemplo, es ya difícil de llevar a cabo pretender tener acceso a la mística, si no estás dotado para ello, es muchísimo más difícil. Algo así como querer ser cocinero empezando por hacer un souflé antes que una tortilla.

    2. Un encuentro,con Jesucristo resucitado,en tu historia,tu vida,que transforma y trasciende,dando sentido al pasado al presente y te invita a seguirle con todo lo que eres,con tu cruz,la de tu vida,siguiendo al Señor que es primicia de Victoria,sobre todo el mal que desea destruir al hombre por odio a Dios.

  8. Rahner proclamó el famoso giro trascendental antropológico (transzendental-anthropologische Wende) de la teología, fusionándola con una filosofía antropológica de carácter trascendental. Para Rahner, la teología debía ser necesariamente antropología y, por esta razón, elaboró una filosofía de la religión, que, de facto, no es más que una pseudoteología. Al respecto, recomiendo vivamente la lectura del iluminador libro de Mons. Antonio Livi “Vera e falsa teologia” (Roma: Leonardo da Vinci, 2017). El mismo Rahner es el que consideraba que la teología debía reducirse a antropología, porqué, según él, “toda teología es necesariamente antropología trascendental” (Rahner, K. Reflexiones fundamentales sobre antropología y protología en el marco de la teología. En Mysterium Salutis. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1977, vol. II-I, p. 344).

  9. Intentar comprender a Dios, ni más ni menos. Lo considero imposible. No al menos con la mentalidad de un sólo hombre. Todos los sabios y doctores de la Iglesia, durante siglos, se podrían acercar algo a desvelar el inicio del enigma. Si intentamos sólo dar la imagen de un Dios edulcorado, ciertamente nos salen mil y un episodios en la Biblia que nos muestran sus momentos de ira, de enojo, de exterminio incluso de la humanidad que Él creó, como en vida de Noé, o de exterminio de pueblos enteros como ocurre con la llegada del pueblo de Israel a Canaán. Jesús mismo nos muestra muchas veces como el sufrimiento humano no le es indiferente, como incluso abandona sus planes preestablecidos para realizar una buena acción con su poder, como en las bodas de Caná o con la siriofenicia, pero también lo vemos haciendo un látigo y dándole a los mercaderes zurriagazos, o recomendándonos que nos compremos una espada. En fin, Dios es Dios y nosotros no podemos ni acercarnos a su comprensión.

  10. Por otra parte, y debido a la influencia de las religiones orientales, hoy todo el mundo pretender ser místico. Benedicto XVI no se cansó de repetir el lema: «Fe y Razón». Hay personas poco dotadas para la mística, entre las que me encuentro, a las que el Espíritu Santo ha dotado de otras capacidades y pueden ser igualmente creyentes. Por la vía de la mística todo el mundo parece que te entiende cuando están pensando en Buda, por la de la razón no te entiende nadie.

  11. Un repaso somero a la sección de comentarios de cualquier noticia nos da el grado de irracionalidad al que estamos llegando. Cada cual se preocupa por lo que le atañe, como yo no espero tener revelaciones personales estoy preocupada por el grado de degeneración del pensamiento realista católico: la desaparición de las virtudes cardinales, del principio de no contradicción, la incapacidad para distinguir lo principal de lo accesorio, la falta de comprensión de principios elementales básicos , etc…
    Dos monjes medievales discutiendo sobre cualquier cuestión teológica son un primor argumentativo que ya ni siquiera entendemos. El Maestro Eckhart y Guillermo de Ockham fueron contemporáneos, el uno era un místico alemán y el otro un lógico inglés, y ambos tuvieron su peligro para la fe, razón por la que ninguno es santo.

  12. El Dios basura de los modernistas no interesa; porque además de no salvar, es más falso que Judas.
    ¡Basta ya de basuras progremodernistas! Sana doctrina de siempre y punto.

  13. Maria Jesús:

    Vamos a ver, cuando hablo de mística no me refiero necesariamente a fenómenos extraordinarios como arrobamientos, levitaciones, éxtasis o fenómenos de carácter carismático o milagroso (que también se pueden dar, no digo que no).

    Mística es haber tenido una experiencia de encuentro con Dios, que no excluye la razón, pero va más allá de ella. O vivir del misterio, porque Dios no deja de ser un misterio (lo más cercano a tí, pero al mismo tiempo «lo totalmente otro»). Y esto es único e intransferible de cada uno. Cuando todo queremos racionalizarlo tanto, etiquetarlo, clasificarlo, ordenarlo……..es que Dios siempre está más allá.
    Cuidado, que no hay que despreciar la razón, somos seres racionales, claro, pero la experiencia de la fe va más allá, y el que la haya tenido lo sabrá.

  14. Alberto: Pero eso no está en tus manos sino en las de Él, no se logra con voluntarismo porque somos electos. Entender esto ya es bastante experiencia de Dios. Para racional Santo Tomás de Aquino, pero hubo un momento en el que enmudeció porque «lo otro» no tiene explicación, luego no estaba tan lejos del Dios Ignoto o Inefable. Muchas personas padecemos de acedia, que es la Noche Triste del Alma, y tenemos que perseverar en medio del Silencio de Dios. Dios ama la perseverancia y es posible que en esta vida esa sea tu forma de entender el misterio.
    Cuando alguien habla aquí de los pastorcitos, supongo que no lo dice por todos los hijos de los pastores, sino por aquello que fueron escogidos Dios a saber por qué. Hay que ponerse el último de la fila y reconocer que es Dios quién dirige nuestras vidas y no nosotros ya es una forma de entender que Él es Dios y nosotros hombres. Dios no tiene por qué amarnos a todos por igual, intentar forzar eso es un acto de soberbia.

  15. El prólogo del libro, que acaba de caer en mis manos, dice que si no somos capaces de entender que Dios es terrible como un escuadrón preparado para la batalla e infinitamente Misericordioso no entendemos el Cristianismo. Y tiene razón. El Temor de Dios es imprescindible para un cristiano y resulta que este Dios Insondable se nos presenta como un papá regalando chocolatinas a sus hijos, un Dios al que ya no se puede adorar porque adorarlo es idolatría desde que dejamos de ser cristocéntricos, así que no hay que arrodillarse, ni postrarse de hinojos, ni caer fulminado a sus pies. ¿Qué clase de mística puede generarse así? La mística brahamánica o budista de la fusión con la nada o con el cosmos, pero no la cristiana en la que el Dios Trinitario son Tres Personas Divinas y un solo Dios Verdadero. Dios de los susurros benevolentes, pero no el que truena desde el Sinaí; Jesucristo untuoso, pero no el que es capaz de decirle a Pedro algo tan contundente como ¡Apártate, Satanás!.

  16. Un Dios que se deja comer en la eucaristía, no parece que sea tan inasequible. Un Dios que perdona en la Confesión tampoco parece que lo sea. Un Dios que me dice » Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre «, pues como que tampoco. Un Dios que dice a Pedro que confirme a sus hermanos, pues menos todavía. Y así podríamos seguir, pues el Dios que juega al escondite, para no imponerse, es el mismo que se revela, que se desvela, que se quita los velos.

  17. Belzunegui: Se quita los velos hasta cierto punto, más allá no pasamos y por eso le llamamos Fe, pero hay una tendencia actual a pedir más, o el rasgamiento del velo en forma de comunicación personal con Dios, y si eso no se da pues entonces todo lo demás es vano. Algo así como: «que me lo diga personalmente a mi» sin intermediarios. Es verdad que las personas propensas al misticismo avanzan un poco más, pero no mucho, y siguen necesitando la Fe. Y también es verdad que Dios, o la Virgen María, Nuestra Madre, pueden hacer excepciones con personas de corazón puro. En los Evangelios la Fe precedía al milagro, Jesús pedía una adhesión personal antes de manifestarse y no después. El centurión pareció estar absolutamente convencido de que Jesús podía curar a su criado incluso a distancia y los Evangelios dicen que Él se sorprendió al ver la Fe de aquel hombre y, teniendo en cuenta que Jesús veía los corazones, esa fe debió de ser perceptible: no dudó.

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