Nuestra Señora de París

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Anoche un mundo atónito vivió pendiente del mar de fuego en que pareció convertirse Notre Dame, 800 años de fe labrada en piedra que ha sobrevivido a guerras de religión, revoluciones y dos guerras mundiales, y era casi imposible sustraerse al simbolismo de ver arder la civilización que nos ha creado, la que tantos pirómanos en los más altos puestos desean convertida en cenizas.

‘Arden las redes sociales’ no fue nunca un cliché tan adecuado como anoche, cuando la furia electoral y la docena de tópicos imperiosos de la actualidad quedaron súbitamente eclipsados por esa imagen, la espira desplomándose pesada ante millones de ojos atónitos que contemplaban signo tan inequívoco, prodigio tan claro.

Arde Notre Dame como una alarma para una civilización dormida. Porque, como observa un espontáneo en Twitter, Notre Dame lleva muchos años ardiendo. La catedral que levantó lo que hoy nos parecería una aldea, sin grúas, sin maquinaria de construcción moderna, sin la prodigiosa acumulación de capital de nuestros días, dedicada a Nuestra Señora y hecha para durar hasta el regreso de Cristo en gloria y majestad, es, como tanto monumento de nuestra historia esparcido por todo el continente, un mudo reproche. Nuestra época escéptica, con todos sus medios, no es capaz de algo similar, porque, como decía Heine, la nuestra es una época de opiniones como la Edad Media lo era de convicciones, y no se levanta una catedral gótica con opiniones.

Aparecieron los inanes enanos del odio a nuestra civilización con sus absurdas comparaciones, rescatando en sus comentarios muertos en el mar o cuestionables colonizaciones, y nunca parecieron tan pequeños ni tan obvia la mezquindad de sus almas atrofiadas. Pero no me parecieron mucho menos tristes quienes zigzagueaban para eludir qué era realmente lo que ardía, qué significaba, qué había querido levantar el pueblo que tardó más de un siglo en construirlo. Lo he leído llamar ‘símbolo cultural’, lo que no es falso, en el mismo sentido que no es falso llamar a un hogar ‘refugio contra la lluvia’, e incluso ‘monumento a la humanidad’, lo que es puro disparate y diametralmente opuesto a la verdad para referirse a lo que era un monumento a Dios, y más que un monumento, una casa para Su Gloria.

Dos portadas de nuestros diarios nacional despliegan ese contraste. Para El País, ‘Las llamas devastan Notre Dame, símbolo de la cultura europea’, mientras que para ABC, ‘Arde Notre Dame, memoria cristiana de Europa’. Pero no son meramente dos visiones equivalentes, porque la primera es sencillamente falsa. Notre Dame no era un símbolo de la cultura europea; desde luego, no de la Europa que se está fosilizando en Bruselas: esa tendría su símbolo, no sé, en el Centre Pompidou o esa torre de Babel que es el Parlamento Europeo. En cuanto al titular de ABC, es ciertamente ‘memoria cristiana’, en cuanto a su finalidad pero también en el sentido de recuerdo de un pasado que se hace lejano a ritmo acelerado. Lo que fue y ya está dejando de ser.

Pero los prodigios no pararon con el espectacular incendio, el hundimiento de la techumbre y la simbólica caída de la espira. El padre Fournier, capellán de los bomberos de París, se internó en el océano de fuego para rescatar el Santísimo Sacramento y la reliquia más preciada de la catedral, la Corona de Espinas. Fuera, con el rostro transfigurado por las llamas, cientos de católicos parisinos se reunían espontáneamente para rezar y cantar el avemaría, de pie o de rodillas, en un acto de religiosidad callejera que no habíamos visto en muchos años sino los protagonizados por otra religión venida de lejos, esta sí vibrante y desacomplejada.

Y si los expertos había pronosticado avanzada la tarde que nada quedaría de Notre Dame, un nuevo prodigio fue la noticia de que la estructura se salvaría, así como las dos emblemáticas torres; sobre todo, la primera foto del interior, la Cruz brillando intacta sobre el altar. Notre Dame no ha muerto. Ahora está por ver si ha muerto o no en Europa lo que Notre Dame representa.

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Comentarios
11 comentarios en “Nuestra Señora de París
  1. Si el incendio fue intencional, va a resultarle al revés al malvado, ya que Dios saca cosas buenas de las malas. Surgirán milagros, y el impacto de haber visto aquel horno gigante, encenderá la fe dormida ,tal vez de muchos, como dice, de los que oraban frente a al Templo.
    Si verlo por televisión era doloroso, que sería para aquellos sus feligreses. Que Nuestra Señora les consuele.

    1. No solo parece intencionado, sino simbólico y ritual. En la revolución ya la profanaron entronizando allí a la «diosa razón» y haciendo que pisase un crucifijo en el presbiterio. Pero esto es culminación de la destrucción de templos, imágenes y cruces de Francia por la secta masónico-mundialista que la «gobierna». Un incendio satánico hecho para mostrar al mundo su dominio. Las condolencias de los miembros del NOM, incluído el de Roma, son burlas a los cristianos, y el tiempo que la han dejado arder disponiendo de recursos más eficaces que camiones de bomberos una bofetada con poco disimulo a los católicos.

  2. Je vous salue, Marie, pleine de grâce.
    Le Seigneur est avec toi.
    Tu es bénie entre toutes les femmes,
    Et Jésus, le fruit de tes entrailles, est béni.
    Sainte Marie, Mère de Dieu,
    Prie pour nous, pauvres pécheurs,
    Maintenant et à l’heure de notre mort.
    Amen.

  3. Señor Carlos Esteban: soy uno de aquellos que disiente constantemente con sus opiniones y reportajes, escribo muchas veces y no me publican pues difiero diametralmente, casi siempre.
    Hoy – Nobleza Obliga – me descubro ante su artículo, pues refleja irremediablemente el flagelo de nuestra era, tan excesivamente llena del odio al cristianismo, que recién comienza a asomarse, pero que no sabemos a ciencia cierta cómo y donde terminará.
    Lo fecilcito por su opinión, me emocionaron mucho sus palabras, y pidohumildemente disculpas por ser a veces o casi siempre muy contrario a Usted. Pero hoy no.
    La paz sea con todos nosotros.

  4. Con tantos sectarios modernistas y comunistas esto no era raro que pasara además de tanta aberración que ha pasado,pasa,y también vendrá! Igual el enemigo NO PODRA! Y aunque lo sabe,igual su terquedad!

  5. Quisiera destacar un detalle no menor, me atrevo llamarlo «la defensa de Nuestra Señora de París» un hecho colectivo no convocado y espontáneo en defensa de la Fe y del Templo que es la casa de Dios, «Señor se incendia tu casa vamos a defenderla», ese ejemplo es el que debemos tomar con la Iglesia toda pero ahora la pregunta somos capaces de defender la Fe del ataque de las llamas ?.

  6. Todo tiene pinta de ser EL TERROR ROJO o ISLAMISTA, pues les une la misma finalidad CONTRA LA CULTURA CRISTIANA y TAMBIÉN sirva de UNIÓN de la CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL y CRISTIANA.

  7. Hay demasiado odio contra el catolicismo por parte de la dictadura del pensamiento único-gender y del totalitarismo islamista como para pensar en algo meramente fortuito, que, además dejaría el prestigio de las tecnologías francesas por los suelos. ¿ Hay millones de obras de restauración y tenía que tocarle el incendio más aparatoso de lea época actual a Notre Dame ? Mientras no se demuestre lo contrario ese incendio, por llamarlo así, no es fortuito. En cualquier caso, los que no buscan ni quieren la verdad, no nos la van a contar. ¿ Piensa mal y acertaras ? No, piensa mal y te quedarás corto, muy corto. Hay demasiado odio y demasiado culto al demonio y las fuerzas del mal y demasiado demonio con apariencia humana.

  8. “Esta catástrofe ha dañado mucho un edificio histórico”, dijo el papa. “Pero también soy consciente de que también ha afectado a un símbolo nacional, querido por los corazones de los parisinos y franceses en la diversidad de sus convicciones”.
    ¿ Sólo un símbolo nacional ? ¿ No es un símbolo, sobre todo, del catiolicismo ? Una vez más, Francisco, nos has defraudado, pero mucho, sobre todo a los católicos.

  9. Edificio histórico dañado y símbolo nacional de los parisinos y franceses en la diversidad de sus convicciones. ¿Por haberse coronado Napoleón en él con el Pontífice Romano cautivo presente?¿Y en lugar de Notre Dame presidiendo Marianne?
    Declaraciones descomprometidas de La Fe Católica de quien se dice papa-obispo de Roma, pero ya en terminología interrelogiosa deista.
    Antológico Carlos Esteban. Pope Go Home.

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