Una reforma del Derecho Canónico facilitará la expulsión de religiosos ausentes

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Su Santidad ha cambiado este martes las normas canónicas para crear un nuevo mecanismo para expulsar al religioso que haya abandonado su comunidad.

 

Mediante un nuevo motu proprio papal, Su Santidad ha dispuesto que los superiores de órdenes religiosas puedan expulsar ipso facto a cualquier hermano o hermana que se ausente de la comunidad ilícitamente durante más de un año.

En su carta apostólica, Communis vita, promulgada este martes, el Santo Padre recuerda que “la vida en comunidad es un elemento esencial de la vida religiosa”, citando el canon 665: “Los religiosos deben vivir en su propia casa religiosa observando la vida en común y no pueden ausentarse sin permiso de su superior”.

Hasta ahora y pese a los prescrito en el citado canon, la expulsión automática solo podía aplicarla el superior en dos casos: cuando el religioso había “abandonado notoriamente la fe católica” o “contraído o tratado de contraer matrimonio, incluso solo civilmente”.

Ahora el Papa introduce una tercera causa para la expulsión automática a discreción del superior: el abandono de la comunidad. A partir de este momento, si un miembro de una comunidad religiosa se ausenta del convento o similar ilegítimamente durante doce meses sin interrupción, puede ser declarado expulsado de la comunidad si sus superiores son incapaces de localizarle o contactar con él o ella. Qué constituye abandono ilícito se especifica en el canon 665, 2.

En el caso de determinadas órdenes, el decreto de expulsión debe ser confirmado por la Santa Sede o por el obispo pertinente. La nueva normativa entrará en vigor el próximo 10 de abril.

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Comentarios
4 comentarios en “Una reforma del Derecho Canónico facilitará la expulsión de religiosos ausentes
  1. ¡ Pero si a quienes hay que expulsar es a los protestantes, a los homosexualistas, a los masones, a los marxistas, a los mafiosos y demás heterodoxos y corruptos que, desde dentro y desde arriba, incluso arriba del todo, están aniquilando la Iglesia ! Lo de los ausentes es una minucia. Otros están presentes para comer y dormir, pero de rezar nada. Eso ya no se lleva. Es más, tantas veces el ausente es el que manda. Cuelan el mosquito y se tragan el camello, si es que no son ellos el camello y hasta el caballo de Troya.

  2. Compruebo que la Cigüeña va dando datos de las sensibles pérdidas numéricas de las principales órdenes y congregaciones religiosas. Algunas de ellas han perdido hasta más del 50% de los efectivos, con un envejecimiento progresivo, con respecto a los años 60. No tienen en cuenta que dichas pérdidas son todavía mucho más acusadas si consideramos que la población del mundo era de 3000 millones en 1960 y actualmente es de 7550 millones.

  3. Conociendo al promotor de la medida, siento curiosidad sobre las causas concretas que han movido a la introducción de la nueva norma. ¿Para misericordear a quién?

    1. El gran ausente de la Compañía de jesús es el propio padre Jorge Mario, que lleva décadas sin vivir en un convento de la Orden. Será el primero al que le apliquen la medida. Tampoco creo que le importe mucho.

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