Francisco anima a ‘no juzgar’ especialmente en este tiempo de Cuaresma

"La importancia de la limosna, pero no sólo de la limosna material, sino también de la espiritual" santa marta9 Vatican News
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Durante la Misa celebrada en Santa Marta, el Pontífice habla de la misericordia de Dios y ofrece algunas sugerencias para vivir plenamente el tiempo de Cuaresma.

(Barbara Castelli/Vatican News)- No juzguen a los demás, no condenen y perdonen: así se imita la misericordia del Padre. En la Misa de Santa Marta, el Papa Francisco recuerda que «para no equivocarse» en la vida hay que «imitar a Dios», «caminar ante los ojos del Padre». Partiendo del Evangelio de Lucas hoy (Lc 6, 36-38), el Pontífice habla ante todo de la misericordia de Dios, capaz de perdonar las acciones más «feas».

«La misericordia de Dios es tan grande, tan grande. No olvidemos esto. Cuántas personas dicen: «He hecho cosas tan malas. He comprado mi lugar en el infierno, no puedo volver atrás. ¿Pero piensa en la misericordia de Dios? Recordemos la historia de la pobre viuda que fue a confesarse con el cura de Ars (su marido se había suicidado;  había saltado del puente al río. Y lloraba.  Y dijo: «Pero yo soy una pecadora, pobrecilla. ¡Pero pobre mi marido! ¡Está en el infierno! Se suicidó y el suicidio es un pecado mortal. Está en el infierno». Y el cura de Ars dijo: «Deténgase, señora, porque entre el puente y el río está la misericordia de Dios». Pero hasta el final, hasta el final, está la misericordia de Dios».

Para seguir los pasos de la misericordia, Jesús indica tres consejos prácticos. Ante todo, no «juzgar»: una «mala costumbre» de la que abstenerse, sobre todo en este tiempo de Cuaresma.

También,  hay una costumbre que se mezcla en nuestras vidas incluso sin que nos demos cuenta. ¡Siempre! Incluso para iniciar una conversación: «¿Has visto aquel lo que ha hecho?». El juicio al otro. Pensemos en cuántas veces al día juzgamos. ¡Por favor! Parecemos todos jueces fallidos ¡no! Todos Siempre para empezar una conversación, un comentario sobre otro: «Pero mirá, ¡se hizo cirugía estética! Es más fea que antes».

En segundo lugar, no tienes que juzgar. Y, finalmente, perdonar, aunque sea «tan difícil», porque nuestras acciones dan «la medida a Dios de lo que debe hacer con nosotros».

En su homilía, el Papa invita a todos a aprender la sabiduría de la generosidad, camino maestro para renunciar a las «habladurías» en las que «juzgamos continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos».

El Señor nos enseña: «Den». «Den y se les dará»: sean generosos en el dar. No sean «bolsillos cerrados»; sean generosos en dar a los pobres, a los necesitados y también en dar tantas cosas: consejos, sonrisas a la gente, sonrisas. Siempre dar, dar. «Den y se les dará. Y se les dará una medida buena,  llena y desbordante», porque el Señor será generoso: nosotros damos uno y Él nos dará cien de todo lo que damos. Y ésta es la actitud que brinda el no juzgar, el no condenar y el perdonar. La importancia de la limosna, pero no sólo de la limosna material, sino también de la espiritual; perder el tiempo con otra persona necesitada, visitar a un enfermo, sonreír.

Publicado en Vatican News

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Comentarios
20 comentarios en “Francisco anima a ‘no juzgar’ especialmente en este tiempo de Cuaresma
  1. ¿ No contesta a Viganó, se lleva al depredador Zanchetta consigo, para eludir la Justicia argentina, y encima quiere que no juzguemos sus encubrimientos ? Tiene un morro que se lo pisa. Siempre retuerce las escrituras para quedar como inocente y culpabilizar a las víctimas y los católicos.

  2. Juzgar es hacer justicia, la misericordia sin justicia es injustica para otras personas. Si en el mundo no existiera justicia, aunque sea imperfecta, no viviríamos en un paraíso como el se cree, si no en un lugar insoportable para vivir.

    1. Especialmente en Cuaresma!,a tiempo y a destiempo,como corresponde al Vicario de Cristo.Por cierto veo que usted también usa la misma marca,van muy bien.

  3. No son palabras del Papa, él solo las recuerda, evangelio de hoy: » Jesus a sus discipulos: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzgueis y no sereis juzgados: no condeneis y no sereis conenados; perdonar , y sereis perdonados; dad y se os dará: os verteran una medida generosa, colmada,remecida, rebosante. Pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros»
    ¿Que católicos son los que niegan las palabras de Cristo ?
    Leer lo que dice el cardenal Sarah, de como se reforma la Iglesia:
    https://dominusestblog.wordpress.com/2019/03/17/por-que-tome-de-nuevo-la-palabra-no-puedo-callar-no-debo-callar-card-sarah/

  4. Solamente a Dios le corresponde el juicio.
    Pero no olvidemos que desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, tenemos que enjuiciar nuestras acciones como buenas o malas, para hacer unas y rechazar las otras. Igualmente, podemos ver en los demás las acciones buenas o malas sin necesidad de enjuiciar a la persona.
    Pero ahora parece que no tenemos que decir ni pío ni opinar nada de nada. Y así nos va. Que a cada noticia que se comenta, siempre viene alguien diciendo que te guardes la opinión porque estás emitiendo un juicio. Como si quien te dijera eso, no estuviera enjuiciandote a su vez…

    1. Perdona, eso que dices no es verdad aqui se pone fundamentalmente verde a la persona, apenas se habla de la acción o noticia. Lo que se hace es acusar a la persona de todos los crimenes y maldades posibles, venga a cuenta o no.

      1. Argia. Para empezar, no me estoy refiriendo solo a este sitio. Y siguiendo por mi persona, por alusiones, yo no acuso a nadie. Simplemente doy mi opinión. Valga el ejemplo siguiente en el que digo que el 303 del Amoris va en contra de las enseñanzas de la Iglesia. ¿Estoy acusando, estoy juzgando o estoy describiendo, simplemente, una realidad? Es que va a llegar un punto en el que no vamos a poder hablar!!
        Yo jamás he acusado a nadie de ningún crimen o maldad, como usted dice. Las acciones son condenables. A los humanos, ya nos juzgará Dios. Pero no por eso vamos a dejar de llamar bien al bien y mal al mal.

  5. El Papa Francisco nos recomienda tener sentido del humor para no tener úlcera de estómago, consejo que seguimos con gran alegría y que intentamos vivir cada día para no entrar en la espiral del absurdo en la que pretenden introducirnos. La única respuesta lógica a la yuca, los arco iris, los calentamientos, los cuentos chinos y las macarradas es una sonora carcajada.

  6. Si hemos de cumplir el consejo del mismo Jesús, de reprender al hermano, que ha obrado mal (Mt 18, 15), forzosamente hemos de «juzgar», que mi prójimo se ha equivocado.
    De modo que la prohibición del mismo Jesús a «juzgar», ha de entenderse, como que no podemos hacerlo
    al modo divino, porque sólo Dios conoce a fondo todas las intimidades. Jesús nos impide juzgar categóricamente: «Fulano de tal ya no tiene remedio». San Pablo, confesaba: «A mí nada me reprocha la conciencia, pero no por eso estoy justificado, quien me justifica es el Señor» (I Cor 4, 4). De lo cual se deduce que es posible juzgar: un profesor juzga si un alumno salvó o perdió el examen, padre y madre juzgan sobre la conducta de sus hijos.
    Lo propio de los juicios cristianos ha de ser, que sean acompañados de comprensión, esperanza de mejoramiento, jamás ponerle la lápida a nadie.

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