Este sábado ha finalizado en el Vaticano la conferencia internacional «Las religiones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Escuchar el clamor de la tierra y de los pobres», organizada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
Durante la presentación de la misma, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, señaló que «no estamos organizando una conferencia simplemente para discutir temas relacionados con el desarrollo. Se trata más bien de ayudarse mutuamente para fomentar una conversión ecológica e integral que pueda transformar el mundo. Y tenemos que hacerlo con urgencia».
Necesidad de una ‘conversión ecológica’
El Santo Padre se reunió con los participantes en una Audiencia Privada en la que señaló la necesidad de una «conversión ecológica». Asimismo, explicó que “cuando hablamos de sostenibilidad, no podemos pasar por alto la importancia de incluir y escuchar todas las voces, especialmente las que normalmente están marginadas por este tipo de debate, como las de los pobres, los migrantes, los pueblos indígenas y los jóvenes”.
Durante el desarrollo de la conferencia, InfoVaticana tuvo ocasión de hablar con el cardenal Pedro Barreto, Arzobispo metropolitano de Huancayo, primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica.
Para el purpurado, la clave fundamental de la conferencia es «la memoria y la esperanza». Asegura que «cada grupo religioso tiene una memoria, un recuerdo, y una esperanza para mejorar. A mí me ha impresionado de manera muy especial las palabras del musulmán, cuando habla de Abraham, del Dios de Abraham, el Dios de todos los Dioses».
Hace dos semanas se celebró en el Vaticano la cumbre sobre abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia. Preguntado por la situación en Perú, el cardenal Barreto explica que «tenemos un problema aún no resuelto, respecto a la asociación Sodalicio, un asunto que en Roma lo están viendo. Pero no hay otros problemas. Hay algunos casos pero muy aislados. No es tanto como en Chile y otros países. Pero sí que tenemos lo de esta asociación que se creó hace cuarenta años. Los dos fundadores eran homosexuales y han hecho muchísimo daño, las víctimas son numerosas».
Ante la observación del cardenal de que «ambos fundadores eran homosexuales», le pregunto acerca del posible vínculo entre la homosexualidad en el clero y los casos de abusos: «No creo…lo de la pedofilia es una disfunción malévola de la persona. No se nos ocurre a ninguna persona normal abusar de un niño. Porque no tiene defensas, y menos todavía en un ámbito religioso. Es algo que definitivamente nos preocupa. Pero la homosexualidad siempre ha habido. Y yo creo que el problema de la homosexualidad es el problema de cualquier persona «normal» que tiene que seguir unos principios. Yo conozco homosexuales que reconocen serlo pero no viven una vida disoluta. No están yendo de un sitio a otro. Hay que tener respeto y también hay que tener claro cuál es la voluntad de Dios, que es la unión entre varón y mujer».
‘La familiaridad no existe en la misma familia’
En cuanto a la situación de la familia cristiana de hoy en día, el cardenal asegura que su mayor amenaza es «el propio sistema tecnocrático que rodea a la familia. El sistema tecnocrático ha distanciado a los padres entre ellos y a los padres de los hijos. Es decir, la familiaridad no existe en la misma familia. Esto es algo muy importante, por eso el Papa Francisco insiste mucho en que al menos un día a la semana, como hacen los judíos -él hace referencia al shabat judío-, que se dediquen a entrar en una dinámica humana. Porque a veces con los aparatos están reunidos pero cada uno está a lo suyo. Es todo una cultura que hay que ir manejando».
Respecto a la amenaza del aborto, el cardenal peruano defendió que «si hablamos de un Dios creador, hablamos de vida, y la vida es un regalo, desde el momento de su concepción hasta su término natural. Entonces defendemos la vida. No estamos en contra del aborto en el sentido de lucha contra el aborto, estamos en defensa de la vida y de esa vida hasta el final».
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¿ Faltaba mi comentario a la verdad o al respeto como para ser borrado de un plumazo ? Agradecería se publicara o, en caso negativo, se diera alguna explicación.
Fran, en vez de Francisco, se debe a que no me cabía ni una letra más.
Hoy: ya estoy en casa, de nuevo junto a los míos, mi hija Elisa Isabel, y mi esposa María Luisa, Gracias a Dios, a La Virgen María y a Jesucristo por siempre a ellos que tanto amo, nunca han estado solas siempre acompañadas de El espíritu de Dios cada día, por su enfermedad. Me recupero poco aun contra las adversidades que se unen a los recursos que son pocos, hacemos lo que podemos para sobrevivir con la Providencia de Dios todo Poderoso, sigo con mi tratamiento de once pastillas diarias que son muchas, y curiosamente unos calcetines que aprietan mucho ya que la medicación que tomo hace que las piernas se hinchen y con los calcetines esto no suele pasar. Todo me lo han facilitado en el Hospital. Dejo a mis Monjitas y dejo a mi Capellán, Pere Lluís, humano, y misericordioso. En el he visto cada día que me traía la Comunión a Dios. Dichosos ellos que están allí para asistir a los enfermos dando aquello que Jesús nos enseña. Amor. [email protected] necesitamos tu ayuda.
No es normal la homosexualidad, por supuesto que se debe estar en contra del aborto, y el problema de los abusos no es principalmente de pedofilia sino de homosexualidad en el clero.
Yo no voy por la vida manoseando chavales, habiendo tíos hechos y derechos, como supongo que usted tampoco va por ahí violando señoras porque estadísticamente a las señoras las suelan violar heteros.
Dejad ya el Pisuerga por Valladolid que se os ve el plumero.