A nadie se le escapa que, en un mundo huérfano de convicciones y certezas, la moralidad queda al arbitrio de los seres humanos, que ya no se afanan en orientar hacia el bien su comportamiento (porque, ¿quién sabe qué es el bien?), sino que deciden en cada momento la naturaleza de éste. En lugar de concebir la ética como algo que le es dado (y, por tanto, inalterable), el hombre contemporáneo la concibe como algo construido por otros hombres (y, por tanto, alterable).
Sólo partiendo de esta premisa podremos explicar muchas de las leyes que, desde décadas atrás, vienen aprobándose en los parlamentos de los países occidentales: aborto, eutanasia, vientres de alquiler… Éstas no simbolizan sino la afirmación de la voluntad del hombre como principal fuente de la moralidad, y la consecuente erosión de las convicciones que antaño regían la vida comunitaria. Tal es la gravedad de este deterioro, que en Estados Unidos hay legisladores incapaces de apoyar un proyecto encaminado a prohibir el infanticidio.
Así, en los albores de este año, los congresistas republicanos presentaron una propuesta de ley denominada ‘Acto de Protección para los supervivientes al aborto nacidos con vida’; pero la cerrazón de los senadores demócratas ha impedido su final aprobación.
Indignación republicana
Turbado por el evidente desamparo en el que se deja a los bebés más débiles – aquéllos a los que se ha intentado eliminar y no se ha logrado hacerlo -, el vicepresidente Pence ha clamado cáusticamente contra los demócratas: ‘En diferentes legislaciones de estados a lo largo del país, los demócratas han apoyado el aborto tardío. El gobernador demócrata de Virginia defiende abiertamente el infanticidio y, apenas cuatro días después, los demócratas del Senado votaron contra un proyecto que impediría que los bebés sobreviviesen a abortos fallidos fuesen asesinado’.
En este sentido, el vicepresidente ha lamentado que los esfuerzos republicanos para proteger a los sectores más débiles de la sociedad sean frustrados por el sectarismo de los demócratas: ‘En el momento en que estamos progresando más, en el momento en que más americanos abrazan el derecho a la vida, los miembros dirigentes del Partido Demócrata apoyan la agenda abortista más radical’.
También se ha referido a esta cuestión el arzobispo de Kansas, Mons. Joseph Naumann, a quien le resulta incomprensible que haya políticos católicos que se alineen con leyes tan manifiestamente inmorales: ‘Aunque podemos poner objeciones a la acción de estos oficiales públicos, no podemos juzgar sus almas. Los pecados mortales conscientes y reiterados ponen en peligro nuestras almas eternas y nos ponen en camino al infierno’.
Aunque puedan parecer típicas, las declaraciones del prelado son innegablemente relevantes: nos recuerdan, en un tiempo en que nos hemos acostumbrado a hacer equilibrismos, que la profesión de la religión católica es incompatible con determinados comportamientos públicos.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Con la bendición de quien calificó a Trump como no cristiano exclusivamente por la cuestión del muro, a pesar de la abundancia de muros vaticanos, sobre todo, más que de los arquitectónicos, de los morales contra los católicos. Francisco calla como muerto ante el infanticidio demócrata, por que son de los suyos, de los pocos que todavía le quedan.
Son ideas masonicas contra la moral,es muy viejo se sabe quienes son masones o actúan como masones,cosas del demonio,pero y se les ve el plumero y la gente no quiere a los masones
huye la gente como la peste en la politica y la economia
Obedecen al señor de este mundo, recemos por ellos , perdonemos y amemos.
Nosotros no somos quiénes para perdonar ofensas de este tipo, sólo Dios que conoce los corazones. Lo nuestro es denunciar y desenmascarar y poner todos los medios, incluida la oración, para evitarlo.
No es cerrazón lo que tiene esta gente: son lacayos de Satanás con el que han hecho pactos.
Hablando claro, son masones u corruptos.
Dice Catalina Emerick, que vio la Sta. Eucaristía tener la forma de un pequeño niño, y la forma como estaba siendo despedazado. Es claro que es la actualidad. Y amenazar a ésos entes con el infierno, ?, ! Pero si es su meta favorita!, Ahí verán a su diocillo, en refulgente color rojo, o tal vez de muchos colores,. Éso lo verán si se siguen esforzando.
Los norteamericanos tienen calá a la Hilaria, al que fue su jefe de campaña y a sus amiguitos «artistas» como la Marina Abramovic. Por eso en las elecciones se pegó el batacazo pese a tener todo el apoyo de los medios de incomunicación.
El pizzagate le explotó en plena cara y yo que me alegro.
Son pedófilos, satánicos y ojalá se arrepientan antes de que sea demasiado tarde. Estan voluntariamente ciegos.
Los demonios de verdad tienen que estar encantados con estos demonios, también de verdad. Todos los posibles candidatos demócratas a la presidencia son pro infanticidio.