El Papa: Los chismes matan, un chismoso es un terrorista

¡Cuántos chismes destruyen la comunión por inoportunidad o falta de delicadeza!
|

Lo dijo el Santo Padre en la audiencia celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro en Roma, donde ha continuado con el ciclo de catequesis sobre los Mandamientos, en esta ocasión sobre el octavo, ‘No dirás falso testimonio’.

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la catequesis de hoy abordaremos la Octava Palabra del Decálogo: «No darás falso testimonio contra tu prójimo».

Este mandamiento – dice el Catecismo – «prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo» (No. 2464). Vivir de comunicaciones que no son auténticas es grave porque impide las relaciones y, por lo tanto impide el amor. Donde hay mentira no hay amor, no puede haber amor. Y cuando hablamos de comunicación entre personas, no nos referimos solo a las palabras, sino también a los gestos, a las actitudes, incluso a los silencios y las ausencias. Una persona habla con todo lo que es y lo que hace. Todos nosotros estamos en comunicación siempre. Todos vivimos comunicándonos y estamos constantemente en equilibrio entre la verdad y la falsedad.

¿Pero qué significa decir la verdad? ¿Significa ser sinceros? ¿O exactos? En realidad, esto no es suficiente, porque uno puede equivocarse sinceramente, o puede ser preciso en los detalles, pero no captar el significado del todo. A veces nos justificamos diciendo: «¡Pero yo he dicho lo que sentía!» Sí, pero has absolutizado tu punto de vista. O: «¡He dicho solamente la verdad!». Tal vez, pero has revelado algunos hechos personales o confidenciales. ¡Cuántos chismes destruyen la comunión por inoportunidad  o falta de delicadeza! Más aun, los chismes matan, y esto lo ha dicho el apóstol Santiago en su Carta. El chismoso, la chismosa son gente que mata: mata a los demás, porque la lengua mata como un cuchillo. ¡Tened cuidado! Un chismoso o una chismosa es un terrorista porque con su lengua tira una bomba y se va tranquilo, pero lo que esa bomba que ha tirado destruye la fama de los demás. No lo olvidéis: chismorrear es matar.

Pero entonces, ¿Qué es la verdad? Esta es la pregunta de Pilatos, precisamente cuando Jesús, delante de él, cumplía el octavo mandamiento (cf. Jn 18,38). De hecho, las palabras «No darás falso testimonio contra tu prójimo» pertenecen al lenguaje jurídico. Los evangelios culminan en el relato de la Pasión, Muerte y  Resurrección de Jesús; y esta es la historia de un proceso, de la ejecución de la sentencia y de una consecuencia inaudita.

Interrogado por Pilatos Jesús dice: «Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo para dar testimonio de la verdad» (Jn 18, 37). Y este «testimonio» Jesús lo da con su pasión y su muerte. El evangelista Marcos narra que «Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era  Hijo de Dios!» (15.39). Sí, porque era coherente, fue coherente: con su forma de morir, Jesús manifiesta al Padre, su amor misericordioso y fiel.

La verdad encuentra su plena realización en la misma persona de Jesús (cf. Jn 14, 6), en su forma de vivir y morir, fruto de su relación con el Padre. Esta existencia de  hijos de Dios, Él, resucitado, nos la otorga también a nosotros enviando al Espíritu Santo, que es Espíritu de verdad, que da testimonio a nuestros corazones de que Dios es nuestro Padre (cf. Rom. 8:16).

En cada una de sus acciones, el hombre, las personas afirman o niegan esta verdad. Desde las pequeñas situaciones cotidianas hasta las decisiones más exigentes. Pero es siempre la misma lógica: la que los padres y los abuelos nos enseñan cuando nos dicen que no digamos mentiras.

Preguntémonos: ¿qué verdad atestiguan las obras de nosotros, los cristianos, nuestras palabras y nuestras decisiones? Cada uno puede preguntarse: ¿Yo soy un testigo de la verdad o soy más o menos un mentiroso disfrazado de verdadero? Que se lo pregunte cada uno. Los cristianos no somos hombres y mujeres excepcionales. Somos, sin embargo, hijos del Padre celestial, que es bueno y no nos decepciona, y pone en sus corazones el amor por sus hermanos. Esta verdad no se dice tanto con los discursos, es una forma de existir , un modo de vivir, y se ve en cada acto (cf. St.2:18). Este hombre es un hombre verdadero, esta mujer es una mujer verdadera: se nota. Pero ¿por qué, si no abre la boca? Pero se comporta como verdadero, como verdadera. Dice la verdad, actúa con la verdad. Una hermosa manera de vivir para nosotros.

La verdad es la maravillosa revelación de Dios, de su rostro de Padre, es su amor ilimitado. Esta verdad corresponde a la razón humana, pero la supera infinitamente, porque es un don que ha descendido a la tierra y se ha encarnado en Cristo crucificado y resucitado; se hace visible gracias  a aquellos que le pertenecen y muestran sus mismas actitudes.

No dirás falso testimonio significa vivir como un hijo de Dios, que nunca, nunca se desmiente, nunca dice mentiras; vivir como hijos de Dios, dejando emerger en cada acto la gran verdad: que Dios es Padre y podemos fiarnos de Él. Yo me fio de Dios: esta es la gran verdad. De nuestra confianza en Dios, que es Padre y me ama, nos ama nace mi verdad y el ser veraz y no mentiroso.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
12 comentarios en “El Papa: Los chismes matan, un chismoso es un terrorista
  1. Me encató esa homilia, sobre todo para aquellos que hoy señalan y acusan al Santo Padre de acciones falsas, y lo relacionan con la política y los gobiernos y/o presidentes comunistas que han ido al Vaticano. Yo siempre he dicho que la IGLESIA es de todo y bendito sea Dios si todas esta personas se convierten por una entrada al Vaticano. Jesús instituyó su Iglesia Católica para todos, como igual el perdón y la reconciliación de los hombres es para todos, los sanos no necesitan del médico.
    ¡Dios bendiga al Papa Francisco!

  2. No puedo evitar el pensar que en lo que dice el Papa haya un doble sentido. Y me acuerdo de aquello tan precioso que dijo Jesús refiriéndose a Natanael » He aquí un verdadero israelita en el que no hay doblez»
    Qué bello sería si se hablara siempre sin doblez…

  3. Los chismes no matan, aunque incomodan y pueden causar dolor. Los terroristas atentan contra la vida física humana para causar terror en la sociedad y asi conseguir un fin que puede ser político o no. Y yo me pregunto ¿ cómo se llamarán los que atentan contra la vida espiritual del ser humano conduciéndole por un camino que no es el revelado por Jesucristo y que simultáneamente chismorrean sobre los que se niegan a abandonar dicho camino?.

  4. Lo malo de estas charletas del Papa Francisco es que cuando uno las lee, de alguna manera piensa que le involucran a él totalmente, en lo que pretende aludir a los demás. Debería ser más prudente antes de hablar de cosas que le retratan de esa manera, o símplemente cambiar de actitud.

  5. No puede ser más descarado! Ahora en audiencias y homilías se dedica a llamar de todo a Viganó. Le ha llamado dem onio y hoy le llama terrorista.
    «“¡He dicho solamente la verdad!”. Tal vez, pero has revelado algunos hechos personales o confidenciales.»
    «Y cuando hablamos de comunicación entre personas, no nos referimos solo a las palabras, sino también a los gestos, a las actitudes, incluso a los silencios y las ausencias. Una persona habla con todo lo que es y lo que hace».
    Efectivamente, los católicos padecemos no solo sus palabras improcedentes y confusas, sino también sus gestos, actitudes y omisiones. Su falta de claridad a la hora de dar testimonio de la Verdad. Eso sí que hace daño. No dejar claras las cosas con palabras, gestos, silencios, omisiones…O dejar claras cosas que no son católicas.
    «¿Yo soy un testigo de la verdad o soy más o menos un mentiroso disfrazado de verdadero?» ¡Nos ha leído el pensamiento! Jajajajajajajajajajajaja

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles