¿El sínodo de la homosexualidad?

|

Lo que por ahora ha salido del Sínodo que tiene lugar en Roma es un cúmulo de frases hechas copiadas al pensamiento progresista mundano y la sospecha de que se trata de ‘normalizar’ las relaciones homosexuales por la vía ‘pastoral’.

Lo único que importa es salvarse. Todo lo demás, por importante que nos parezca, es secundario, pasajero, y debe estar ordenado a ese fin absolutamente crucial: la familia, la patria, el trabajo, la civilización o el propio planeta. Todo eso pasará algún día; el ser humano, en cambio, es coeterno, y su destino será una eternidad en el Cielo o en el Infierno.

Y para eso está la Iglesia; para eso están concilios y encíclicas, el Papa y toda la jerarquía. Todo su mensaje se encierra en la Buena Noticia de que Dios se ha hecho hombre para salvarnos del pecado con Su Pasión y Muerte. Todo el novedoso vocabulario actual tiene sentido solo si nos acerca a la salvación eterna; si el ‘acompañamiento’ nos acompaña hacia Cristo, si el ‘discernimiento’ nos sirve para evitar el pecado, si la ‘apertura’ es una apertura a la Gracia.

Si no hay pecado, la Redención no tiene sentido; sin Redención, no se necesita un Redentor. Sin el anuncio del Redentor, la Iglesia sería un club social, una gigantesca ONG redundante.

Teniendo esto en mente, querría que compararan estos dos textos, absolutamente actuales:

«No se trata de ajustar las cuentas o de una cuestión de carreras eclesiásticas. No es una cuestión de política. No es una cuestión de cómo los historiadores de la Iglesia puedan valorar este o ese papado. ¡Estamos hablando de almas! La salvación eterna de muchas almas ha sido puesta en peligro; y siguen estando en peligro».

Y este: «Creo que el Documento Final del Sínodo debería hablar a todos los jóvenes. Incluso los jóvenes homosexuales, por tanto, deben sentirse incluidos en lo que propondremos con el documento sinodal».

El primero es un párrafo de la última carta del arzobispo Carlo María Viganò; el segundo, unas declaraciones sobre el actual sínodo del cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago.

Naturalmente, nada impide que Viganò sea un villano hipócrita, o que Cupich crea de buena fe que existe un grupo de católicos definido por sus tentaciones sexuales que requieren una especialísima dedicación pastoral para salvar sus almas. Pero el primero ‘suena’ católico y el segundo, no.

Sobre eso gira toda nuestra posible alarma, en eso, y solo en eso, se basa cualquier recelo sobre los mensajes de renovación.

Es inevitable sospechar, no sin abundantes indicios que se han ido acumulando desde hace ya meses, que la jerarquía eclesiástica tiene un grave problema de infiltración homosexual, y que de esta reunión salga algo parecido a una ‘normalización’ de las relaciones homosexuales. Sin tocar la doctrina, naturalmente, que es inalterable, sino mediante ese ‘cajón de sastre’ para los cambios prácticos en que se ha convertido la ‘acción pastoral’.

Lo hemos visto en los dos sínodos de la familia y su corolario, la exhortación Amoris Laetitia, con respecto a las segundas nupcias cuando el primer cónyuge sigue vivo o, como se ha llamado siempre, el adulterio. El lenguaje es lo bastante ambiguo como para que pueda sostenerse que su Capítulo VIII no contradice la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio, la Sagrada Eucaristía o la objetividad del mal moral. Pero la aplicación ‘pastoral’ de esa exhortación, la explícitamente preferida por Su Santidad, lleva, como muy poco, a la confusión de los fieles en este sentido y a un debilitamiento de hecho de esos tres conceptos esenciales.

De igual modo, estamos seguros de que en el documento final del presente sínodo -que es ‘final’, nos tememos, solo en el sentido de que se presentará como tal- no va a bendecir la sodomía ni declarar que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son moralmente buenas. No pueden hacerlo. Pero sí pueden aprobarla indirectamente mediante la ‘acción pastoral’.

En realidad es ya práctica corriente, como pueden testificar abundantemente autores católicos que luchan contra esa particular tentación -Joseph Sciambra, Daniel Mattson-, o los feligreses de Nuestra Señora de Madrid. Los ‘apóstoles’ que buscan ‘construir puentes’ con el mundo LGTBI son, por lo que podemos comprobar, muy reacios a hablar de pecado, de arrepentimiento, de castidad.

Si la preocupación por los LGTBI es la preocupación por sus almas, por su salvación eterna, entonces esa pastoral específica será similar a un apostolado con pandilleros de barrio, a quienes lo primero que hay que decirles es que deben abandonar su modo de vida.

No parece que vayan por ahí los tiros. En la ‘relatio’ del sínodo de la familia se leía: “Los homosexuales tienen dones y cualidades que ofrecer a la comunidad cristiana». La pregunta obvia es: ¿como cuales? Los homosexuales concretos, seguramente, como cualquier persona, pero, ¿qué dones, qué cualidades específicas, propias, exclusivas, puede ofrecer a la Iglesia la atracción por las personas del mismo sexo?

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
21 comentarios en “¿El sínodo de la homosexualidad?
  1. Según testimonian muchas personas, la attraction por personas del mismo sexo no es mas que una dolorosa herida ya que se trata de una atracción «intrisicamente desordenada», que va contra la razón y el plan de Dios para la creación. En cuanto tal, dicha atracción no puede ofrecer nada bueno. Sin embargo si se admite como la herida que es, entonces Dios puede manifestar su gloria a través de esa herida, que es lo pasa en las personas homosexuales que viven castamente una vida enteramente cristiana, dando un testimonio impresionante de fe. Es igual que cuando Dios manifiesta su gloria en persona con ‘heridas’ de tipo físico, como la ceguera o cualquier minusválida física – son cosas no deseables y ‘intrinsicamente desordenadas’, que nadie quiere para sus semejantes, y sin embargo, cuando se aceptan como son y se viven con alegría, sirven para dar gloria y mucha a Dios. En cuanto heridas, ósea males, como cualquier mal, pena o sufrimiento, solo son un ‘don’ en un sentido sobrenatural.

  2. Mateo 24, 11-24:

    «Surgirán numerosos falsos profetas, que arrastrarán a muchos al error; y por efecto de los excesos de la iniquidad, la caridad se enfriará. Mas el que perseverare hasta el fin, ése será salvo. Y esta Buena Nueva del Reino será proclamada en el mundo entero, en testimonio a todos los pueblos. Entonces vendrá el fin. Cuando veáis, pues la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, instalada en el lugar santo… entonces… huyan… Porque habrá, entonces, grande tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá más. Y si aquellos días no fueran acortados nadie se salvaría; mas por razón de los elegidos serán acortados esos días».

  3. 2 Timoteo 3, 1-7:

    «Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios. Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza. A esos apártalos de ti. Porque de ellos son los que se infiltran y se ganan mujerzuelas cargadas de pecados, juguetes de las más diversas pasiones, que siempre están aprendiendo y nunca serán capaces de llegar al conocimiento de la verdad».

  4. Con todo respeto pregunto, lo que sigue es La Palabra de Dios o no ?.
    1 Rom 24 Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos 25 a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. 26.Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; 27.igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío.»
    1 Cor 6 9¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, 10.ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios.

  5. Yo, ¿para que nací? Para salvarme.
    Que tengo que morir es infalible,
    Dejar de ver a Dios y condenarme,
    triste cosa será, pero posible.
    ¿Posible y río y duermo y quiero holgarme?
    +¿Posible y tengo amor a lo visible?
    ¿Qué hago, en qué me ocupo, en qué me encanto?
    Loco debo de se, pues no soy santo…»
    (Principio de un poema de Fray Pedro de los Reyes. Siglo XVI)

    ¿Qué hago, en qué me ocupo, en qué me encanto?

    1. Gracias Magdalena. Una persona muy querida la recitaba a menudo cuando yo era pequeña. No me acordaba bien, y nunca supe de donde procedía. Mil gracias!

    1. Ambos fantásticos. Totalmente de acuerdo.

      Como decía Pablo vi: no menoscabar en nada la saludable doctrina de Xto es una forma eminente de caridad.

      Por desgracia hay personas que no se lo creen.

  6. Siempre existieron maricas. En mis tiempos mozos del servicio militar había varios y eran muy simpáticos. A unos los ponían en cocina( que bien guisaban ). A otros de asistentes de oficiales. Hubo uno que solamente se dedicaba a dar clases de sevillanas a la Sra. del capitán ,para que bailara en la feria de Sevilla. Pero TODOS y repito TODOS ayudaban a la Santa Misa y JAMAS y repito JAMAS hicieron proselitismo de su deficiencia,no tocaron a nadie ni dieron escándalo alguno. Igualito que los viciosos actuales. Repito,siempre hubo homosexuales,lo que ocurre actualmente es que hay mucho vicio dirigido,fundamentalmente,a la destrucción de las costumbres cristianas de occidente,y como consecuencia de nuestra Madre la Santa Iglesia.

  7. Sí. Es verdad que la familia, la patria, el trabajo, la civilización el propio planeta, todo pasará algún día, y que en Su plan Dios ofrece como destino al ser humano la gloria eterna. Pero todo eso existe en la vida temporal, porque es necesario que el hombre sea social para ser moral. La misión de Nuestro Señor Jesucristo es salvar pecadores. Así que nuestra existencia no tendría sentido sin la posibilidad de pecar (Dios permite el pecado para crearnos perfectos). Las personas homosexuales no tienen dones y cualidades específicos, pero creo que no se las puede comparar igualándolas con pandilleros de barrio. “El Documento Final del Sínodo debería hablar a todos los jóvenes, incluso los jóvenes homosexuales”, porque deben estar incluidos en la misión de la Iglesia para la Salvación. Lo que es indisoluble es el matrimonio cuando existe sacramental; y cuando es así, no puede contraerse ‘otro’ Matrimonio sacramental.

  8. Ese amor que siento me emociona y entro en extasis de santidad, visiones, milagros y levitacion. Es tan maravilloso lo bien que va la Iglesia, esa santidad que se palpa, oh, oh. Me embriaga sólo el pensarlo, resuena la palabra, canonizacion, canonizacion, qué bonito todo, otro Papa Santo!

    1. Y no he dicho que ya le he puesto una capillita en mi casa. Una estatua de oro pero del Papa, su explendor, su santidad que se ve, su canonizacion en vida, adoracion como a Juan Pablo, adoración, adoracion, que entro en trance emocional, qué simpatía tiene, oh, oh. Quien obedece no se equivoca, oh, mi culto al Papa aumenta.
      Ea, ya soy católico. Muerte a la tradicion que nos impide evolucionar al punto omega. El concilio subsiste. Amen.

  9. La presencia mayoritaria de cabezas calvas y canosas, como muestra la fotografía, es elocuente.

    El sínodo de los jóvenes en manos de viejos “formados” en el paroxismo de los cambios radicales de los años 60; el cual ha vuelto a levantar cabeza, al parecer con inusitada fuerza, en el último lustro.

  10. Parece que ahora el gran problema de la iglesia según los obispos y cardenales del Sinodo es la sexualidad de ellos mismos.Curas que quieren casarse con señoras,sacerdotes que quieren casarse con otro sacerdote,obispos y prelados tapando abusos sexuales,mafia lavanda,pisitos en el Vaticano con sabor a burdel,masones deambulando por templos y palacios episcopales…..todo tiene un hedor irrespirable,sordido y satanico.Para los católicos de a pìe ajenos a estas componendas solo nos queda la cruz y el rosario porque se avecinan años y decadas muy dificiles porque la siembra ha sido mala y el trigo ha nacido muerto.

  11. Muchos de los que aquí comentan parecen tener de la Iglesia actual la visión de un puti-club, olvidándose que su Fundador se entregó a la muerte por ella para rescatarnos y es el Único Juez. Los demás sólo son comentadores pasajeros que pretenden ocupar su lugar y decirle como debe juzgar. La última palabra la tiene el Amor (1 Cor 13).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles