PP y Ciudadanos apoyan la ‘honorabilidad’ de la masonería y de sus ideales ‘profundamente democráticos’

Ambos grupos han apoyado en Navalcarnero una moción para declarar la honorabilidad de la secta
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El Pleno del Ayuntamiento de Navalcarnero ha hecho pública una declaración institucional, con el apoyo unánime de todos los grupos, para expresar su ‘reconocimiento de la honorabilidad de los principios de la Masonería’.

«En 2017 la Masonería celebró en todo el mundo el tricentenario de sus ideales de librepensamiento y tolerancia fraterna entre todos los seres humanos. A través de esta declaración institucional nos unimos al reconocimiento de la honorabilidad de estos principios con el deseo de que en el siglo XXI veamos el día en que cese el sufrimiento de quienes aún hoy sufren persecución, sanciones, condenas penales, exilio o son ejecutados por razón de la defensa de la Masonería y de sus ideales profundamente democráticos”, dice la declaración, a propuesta del concejal José Felipe Garrido, que fue elegido concejal en la lista de Ciudadanos.

Durante el pleno, Ciudadanos vota a favor, «coherentes con el resultado de la votación en otros municipios», y el Partido Popular «se suma a la iniciativa y está de acuerdo».Podemos y el PSOE también apoyan la propuesta.

A continuación, el vídeo del pleno del ayuntamiento de Navalcarnero y los votos de los concejales:

La masonería, profundamente anticristiana

A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. Clemente XII, en “In eminenti”, había condenado a la masonería. Más tarde, León XIII, en su encíclica “Humanum genus”, de 20 de abril de 1884, la calificaba de organización secreta, enemigo astuto y calculador, negadora de los principios fundamentales de la doctrina de la Iglesia.

En el canon 2335 del Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que “los que dan su nombre a la secta masónica, o a otras asociaciones del mismo género, que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica”. Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala:

“Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho”.

Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones.

Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.

Lea: Humanum Genus, de León XIII, sobre masonería y otras sectas

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