Desde la elección de miembros a un Instrumentum laboris sospechoso de estar manipulado, pasando por la nueva constitución apostólica Episcopalis communio y el desconocimiento, a estas alturas, del procedimiento de voto, hacen temer un Sínodo de los Jóvenes que aporte más confusión que claridad.
Hasta ahora, un sínodo no tenía necesariamente que ser un modelo de claridad o utilidad porque, antes de la aprobación de la constitución apostólica Episcopalis communio aprobada recientemente por el Papa Francisco era solo una reunión cuyas conclusiones tenían un carácter meramente consultivo. Pero ahora, al decir del citado documento papal, lo que salga de cada sínodo, una vez aprobado por Su Santidad, pasa a ser magisterio ordinario, es decir, algo que el común de los fieles debe tomar como doctrina de la Iglesia.
Del sínodo que empieza el miércoles ya hemos hablado en otras ocasiones. Comentamos la innovadura estructura ‘dialogante’ con que se presentaba, con un ‘presínodo’ matenido con grupos de jóvenes de todo el mundo , receptores de la reunión de obispos de los que, se decía, la Iglesia también quiere ‘aprender’.
Vimos el método forzado en la selección de dichos jóvenes participantes, seleccionados por las conferencias episcopales que, a su vez, sabía perfectamente el tipo de mensaje que Roma quería escuchar de ellos. Fuimos testigos del intento de abrir y ampliar ese elenco con foros cerrados online cuyas consultas y preocupaciones en principio iban a recogerse en el documento de trabajo y que muchos participantes denunciaron como trucado, al ver ninguna de sus propuestas recogidas en el texto. Asistimos a la selección de clérigos participantes, algunos ‘tocados’ por el escándalo McCarrick, preferentemente ‘renovadores’ y con especial ‘sensibilidado’ hacia el lobby LGTBI. Contemplamos con creciente alarma el lenguaje del propio Instrumentum laboris -con términos nunca aceptados por la Iglesia, como las citadas siglas LGTBI-, la renuncia a asistir de uno de los obispos seleccionados de Holanda y la petición del Arzobispo de Filadelfia, Monseñor Charles Chaput de que se pospusiera el sínodo.
Y, ahora, denuncia Edward Pentin en el National Catholic Register, nos enteramos de que ni siquiera se sabe aún, a un día de su inicio, si contendrá proposiciones que se votarán separadamente -exigiendo cada una para su aprobación una mayoría de dos tercios- o si, por el contrario, se votará tan solo, en bloque, el documento final -que, recordemos, se convertirá en magisterio ordinario- por igual mayoría.
El asunto no es baladí. En el Sínodo de la Familia de 2015 ya se intentó eliminar las proposiciones separadas que exigieran ser votadas cada una de ellas a favor de un voto total al documento, a lo que se opusieron en una carta al Papa trece cardenales, con la consecuencia de que se mantuvo el procedimiento habitual.
«La ausencia de proposiciones y sus debates y votaciones correspondientes parece disuadir la discusión abierta y confinarla a pequeños grupos», se lee en la carta enviada en 2915 por estos trece cardnales. «Por tanto, nos parece urgente que se reestablezca la elaboración de proposiciones que deban ser votadas por el sínodo en su cojunto», alegando que votar un texto íntegro final impide una revisión pausada y completa, así como la introducción de ajustes y revisiones.
Si bien el Papa no logró en este caso que se impusiera su idea original de votar el texto global, sí se sirvió de su autoridad para que se incluyera en el texto final proposiciones que, de hecho, no habían logrado la mayoría necesaria, como alguna relativa a la acogida eclesial a los homosexuales, con lo que pasaron al documento inicial del sínodo que con la misma temática se celebro el año siguiente.
Todas estas circunstancias, sumadas a la crisis que vive la Iglesia en relación al encubrimiento de casos de pederastia clerical en varios puntos del planeta, hacen temer a muchos que el Sínodo de los Jóvenes tenga un guión prefijado que se está haciendo todo lo posible para imponer, pese a la imagen de apertura y diálogo.
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Va a ser todavía peor que un caos. Va a ser un aquelarre.
A alguien que se empeña en perpetrar estos aquelarres no le puede escuchar Dios, por muchos rosarios y oraciones que rece.
A rezar y a hacer ayuno nosotros, que sólo así se echa a los demonios de verdad, que están a favor de estos aquelarres.
Es insoslayable ya un consistorio de urgencia para crear cardenales a Aradillas, Castillo, Pagola, Faus y Forcano; así como situar al Padre Ángel al frente de la sacristía mayor de la Sixtina y de las nuevas máquinas de café, sandwiches, rosarios y estampas de San Miguel a un euro las 24 horas. Se valoraría también la presencia proactiva de Forcades, Caram e Ivone Gebara, pero sólo de cantineras, como en el Alarde de Fuenterrabía.
El Sínodo está manipulado de antemano y solo sirve para avanzar en la sutil agenda de Francisco para cargarse la doctrina. Salvo que la oración de todos le haga reconsiderar el asunto y convertirse. Aquí tenemos un problema serio, porque no creo que nadie se atreva a oponerse a esta manipulación para defender a la Iglesia y a las almas. Solo Chaput y el valiente obispo holandés han osado decir algo. Por desgracia, se oscurece la luz y llega un tiempo de tinieblas, si San Miguel y la Virgen no lo remedian. Pero es bueno que este Papa, con la intención que sea, haya pedido la oración. Es importante. Porque la intercesión de la Virgen puede cambiar el curso de la historia. Dios puede cambiar el corazón de los hombres y encerrar de nuevo a Satanás, pero nos lo tenemos que ganar.
Francisco se llena la boca de Sinodalidad, pero sin nunguna consulta cambia radicalmente el modus operandi de los Sínodos. Visto lo visto en los dos úlitmos Sínodos, son una pérdida de tiempo y un peligro para la Iglesia.
La confusión y el engaño son las marcas de este Pontificado.
Esto es un error. Está viciado de origen.
No es misión de la iglesia «dialogar» con el mundo. Nuestro Señor Jesucristo no vino al mundo a dialogar con los fariseos, ni con los romanos tampoco. Como tampoco negoció con los apóstoles. Vino a anunciar la verdad, y a denunciar la mentira.
Esa es justo la única misión de la iglesia, señalar el camino que lleva al cielo, y denunciar el que lleva al infierno.
Dialogar con los LGTB ? Dialogar el qué ?
La iglesia está tirando por los suelos su misión.
También los que no se dejan inspirar por el Espíritu Santo, nunca verán nada bueno en aquellos que en un momento determinado hubiesen fallado. Será que al que se equivoca, aún gravemente, no se le puede dar la oportunidad del sincero arrepentimiento? «Perdonar hasta 70 veces siete…»
Excelente.
HAERESIS DELENDA EST !!!
Chester ton. Éste Sr. Viganõ, para hacer lo que hizo, y decir lo que dijo, no empleó ninguna palabra ofensiva, habló con propiedad, cierto o no, no fue ofensivo. Poco favor se le hace a éste sitio si los comentarios tienen ése tinte de odio. Si el Papa no gusta, tampoco es para ofenderlo con bajeza
Mi comunidad de fe, la parroquia en la que me congrego, experimenta un crecimiento sin precedentes. Tremenda manifestación del Espíritu Santo que también se ve en otras parroquias y en la diócesis completa, al igual que en otras diócesis vecinas.
Sin duda la Iglesia pasa por una prueba tremenda, no es la primera en su historia.
Yo no veo ese panorama sombrío que usted describe. No quiero negar la realidad dolorosa de muchos hechos actuales y que requieren solución radical.
Me guste o no, Francisco es el Papa y no me toca a mi acreditarlo o no, lo acredita su cargo mismo.
Viva el Papa!!!
Manque pierda.
“…entonces es llegada mi hora, en la que Yo, de una manera asombrosa destronaré al soberbio Satanás, poniéndolo bajo mi planta y encadenándolo en el abismo infernal, dejando por fin libre a la Iglesia y a la Patria de su cruel tiranía”.
Lo que la Madre de Dios anunció, al igual que en Fátima siglos más tarde aunque con otras palabras, fue el triunfo de su Inmaculado Corazón: “Recen con insistencia pidiendo a nuestro Padre Celestial que ponga fin atan malvados tiempos, por el amor del Corazón Eucarístico de mi Santísimo Hijo…”.
Nuestra Señora del Buen Suceso.
«No hay problema, te lo digo, no importa que tan difícil sea que no lo podamos resolver a través del rezo del Santo Rosario».
Por favor un voto de confianza a Francesco. El siempre ha estado contra los abusos, desde que llegò. Independientemente que no haya roto lazos con Mccarrick, O, Connors, o Maradiaga. Pero el siempre ha estado rotundo contra la pederastia. Merece el apoyo de la Iglesia. Recemos por el.
Dice el artículo:
Del sínodo … comentamos la innovadura estructura ‘dialogante’ con que se presentaba, con un ‘presínodo’ matenido con grupos de jóvenes de todo el mundo, … de los que, se decía, la Iglesia también quiere ‘aprender’.
Pues bien, que más pruebas podemos pedir respecto de que este sínodo no está inspirado por el Espíritu Santo. Ellos mismos dan testimonio contra sí de que quieren «aprender» de los jóvenes olvidando lo que dijo Nuestro Señor:
«Porque Uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos».
La Iglesia, o mejor dicho, esta iglesia quiere aprender del mundo y no de Cristo, y no del Espíritu Santo.