«No acabarán los abusos hasta que el Papa acabe con ‘la mafia lavanda’ en la Iglesia’’

En un artículo del suplemento de El Mundo, 'Crónica', analiza la visión de esta teóloga americana sobre los escándalos de abusos en la Iglesia Católica.
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Así llama la teóloga Janet Smith al ‘lobby’ filohomosexual que, según ha denunciado el nuncio Viganò en su carta-bomba contra Francisco, habría acumulado un enorme poder en la Iglesia católica. «Los homosexuales activos se protegen unos a otros para escalar en la jerarquía», sostiene ella.

Hace 17 años que Janet Smith (68 años) enseña Teología en el Seminario del Sagrado Corazón en Detroit (Michigan). Antes fue catedrática de Filosofía Clásica en las universidades de Dallas y Notre Dame. Smith conoce bien los complicados vericuetos del clero aunque la suya haya sido una vida dedicada al estudio y a la formación de jóvenes seminaristas. Hoy, dice, asiste compungida al descrédito de la Iglesia católica que pese a su labor social (ahí está Cáritas, las residencias de ancianos, las monjitas misioneras…) y evangelizadora últimamente parece ser sólo noticia por los escándalos de abuso sexuales. El último, a propósito de la dimisión del cardenal Theodore McCarrick (88 años), una de las figuras más destacadas de la Iglesia en EEUU, tras las denuncias de varios menores y algunos seminaristas. El escándalo se suma a la crisis de Chile por la que todos los obispos presentaron su renuncia al Papa.

Smith lo tiene claro: «El problema de los abusos no podrá resolverse sólo con la dimisión de algunos obispos, ni tampoco con nuevas directrices burocráticas. El problema son las redes homosexuales existentes en el clero, que tienen que ser erradicadas», explica a Crónica.

La profesora Smith, autora de varios superventas sobre sexualidad y anticonceptivos además de consejera habitual de la Santa Sede, es uno de los referentes de la carta que hace dos semanas Carlos María Viganò (77 años), arzobispo titular de Ulpiana y ex nuncio apostólico en EEUU entre 2011 y 2016, remitió a los medios en la víspera de la llegada del Papa Francisco a Dublín. El viaje a la capital irlandesa no sólo tenía una finalidad pastoral. También se esperaba que el Sumo Pontífice pidiera perdón por los abusos perpetrados por algunos miembros del clero en el país.

La misiva de Viganò (titulada Para sacar a la Iglesia de la ciénaga inmensa en la que ha caído) es un desafío sin precedentes. El arzobispo denunciaba que Francisco ya había sido advertido de las actividades de McCarrick (de hecho habría levantado las sanciones que Benedicto XVI habría impuesto al cardenal) al mismo tiempo que describía una suerte de lobby gay que regiría una parte importante de la Iglesia y con el que también colaborarían los cardenales Sodano y Bertone, a quien directamente acusa de ser notoriamente favorables a la promoción de homosexuales. Tampoco ahorraba críticas al cardenal Francesco Coccopalmerio y el arzobispo Vincenzo Paglia, pertenecientes al parecer «a la corriente filohomosexual favorable a subvertir la doctrina católica respecto a la homosexualidad»; corriente que ya fue denunciada en 1986 por Ratzinger cuando era cardenal. «Estas redes, difundidas ya en muchas diócesis, seminarios, órdenes religiosas, etc., actúan protegidas por el secreto y la mentira con la fuerza de los tentáculos de un pulpo, triturando a las víctimas inocentes, a las vocaciones sacerdotales y estrangulando a toda la Iglesia (…) Tenemos que tener la valentía de derribar esta cultura de omertá y confesar públicamente las verdades que hemos mantenido ocultas», concluía la carta. Las palabras de Viganò fueron interpretadas como un ataque frontal al Papa Francisco por parte de los sectores tradicionalistas de la Iglesia teóricamente deseosos de acabar con el relativo aperturismo del pontífice argentino. Aunque de momento el silencio ha sido la única respuesta del Vaticano, los articulistas más cercanos al Papa se han encargado de desprestigiar al nuncio, ariete de una supuesta conspiración ultraconservadora para obligar a dimitir a Bergoglio.

Smith, sin embargo, defiende a Viganò. «No es una cuestión de apoyar una facción u otra. A mí me parece que tiene credibilidad y además ha dicho que los documentos de los que habla se pueden consultar en Filadelfia, en Washington DC y en Roma. Así que no hay por qué dudar de sus palabras. Basta ir a los archivos. Las críticas son irrelevantes. Lo importante es que se sepa la verdad. Destruir al mensajero no va ayudar a la Iglesia».

Smith dice no saber de las andanzas de McCarrick. «Personalmente, nunca escuché nada aunque tengo entendido que eran la comidilla. Ahora es cuando estoy empezando a recibir denuncias respecto a este tipo de comportamientos. Me han contado estudiantes como un cura les amenazó con destruirles si revelaban sus prácticas homosexuales. O por simplemente negarse a pasar el fin de semana con el sacerdote de marras. Así es imposible que los chicos lleguen a admirar a la persona que debe convertirse en un mentor, en su persona de confianza. En cualquier caso, éste no es un tema que afecte únicamente a la Iglesia. El otro día recibí la carta de un chico que me comentaba que su entrenador de baseball le había violado 700 veces».

Según cuenta Viganò, era un secreto a voces que el cardenal McCarrick compartía lecho con los seminaristas y que en cierta ocasión se llevó a cinco jóvenes a pasar un fin de semana a su casa de la playa. «La Iglesia tiene un problema. Hay muchos homosexuales activos que no están respetando el voto de castidad. Están los que son pederastas, que son una minoría. Pero por otro lado están otros que tienen relaciones consentidas con jóvenes seminaristas. (Un estudio 1950-2002. The nature and scope of sexual abuse of minors by catholic priests and deacons in USA sostiene que el porcentaje de abusos homosexuales en la Iglesia asciende al 80% del total. O incluso están los que tienen una pareja estable (ya sea hombre o mujer). Y esto es un problema porque evidencia que no creen en las enseñanzas de la Iglesia. Llevan sus vidas como si fueran libres. Por supuesto que también hay homosexuales que se mantienen castos. ¡Y merecen una medalla!».

¿Pero no sería mejor, como apuntan algunas voces, acabar con el voto de castidad? «Cuando un chico ingresa en un seminario tiene muchos años por delante para pensar lo que conllevan los votos. De todas formas, le garantizo que estos curas homosexuales no iban a casarse con una mujer». Los datos parecen darle la razón. La Iglesia protestante tampoco está exenta de casos de abusos. Smith denomina Mafia Lavanda (a medio camino entre el púrpura cardenalicio y el rosa) al supuesto lobby gay que se habría hecho fuerte en la Iglesia. «Es un grupo de homosexuales activos que se protegen entre ellos para tomar el control de las diócesis. Y así muchos llegan a puestos de poder desde donde pueden ejercer presiones contra los muchos curas que no están de acuerdo con su forma de vida. Y les boicotean. Luego ayudan a los suyos a llegar más lejos en la jerarquía eclesiástica. Este tipo de gente son Harvey Weinsteins [homosexuales] con sotana. Muchos de ellos se aprovechan de los seminaristas, de los curas jóvenes o de cualquier chico que se acerque a la parroquia. Son depredadores que abusan de su situación de poder para obligar a otros miembros de la Iglesia a mantener relaciones con ellos». Viganò insiste en que el comportamiento de McCarrick no era precisamente velado. La teóloga es tajante: «Cuando llegaba una denuncia, respondían diciendo que McCarrick era muy bueno recaudando fondos para la Iglesia. ¿Y eso qué les importa a las víctimas?»

La teóloga prefiere no especificar pero denuncia que en algunas diócesis el porcentaje de religiosos homosexuales asciende al 50% de sus miembros. «Por eso algunos temen actuar. Les da miedo exigirles que respeten sus votos y quedarse sin curas. Pero la Iglesia y sus feligreses tienen derecho a que los sacerdotes crean en sus propias enseñanzas».

La homosexualidad en cualquier caso nunca ha sido ajena a la Iglesia católica. Por ejemplo Julio II (1503-1510) y León X (1510-1521) fueron retratados por sus contemporáneos como notorios «sodomitas». Además Francisco ha tenido declaraciones contradictorias al respecto. Desde el «Dios te hizo así», con el que a finales de abril consoló a un joven gay chileno víctima de los abusos, a aconsejar a los padres de niños con tendencias homosexuales que manden a sus hijos al psiquiatra para que, según matizó después el Vaticano, aprendan a aceptarlo. En cualquier caso, como Benedicto XVI, Bergoglio también ha desaconsejado el ingreso de gays en los seminarios. Smith prefiere no pronunciarse respecto a la actitud de Francisco. «Lo único que me parece es que debería hacer gala de esa transparencia de la que habló en la carta que escribió recientemente a los obispos de EEUU. De momento, su silencio respecto a las acusaciones de Viganò parece contradictorio. La verdad es que me gustaría ser optimista. Desde que se desvelaron los primeros casos de abusos en Boston, hay un evidente cambio de actitud en gran parte de los jóvenes que ingresan en los seminarios. Son más comprometidos y decididos a respetar los votos».

La semana pasada, Alfa y Omega, periódico editado por el Arzobispado de Madrid, despachaba la carta de Viganò como una «jugarreta que los críticos internos» tenían preparada al Papa. «La respuesta frente a esta pequeña pero influyente minoría, ahora hipócritamente reagrupada bajo la bandera de los abusos, no debe ser entrar en polémicas cainitas. Más eficaz es continuar en la línea de las reformas para seguir mejorando la formación afectivo sexual en los seminarios y fomentando una mayor presencia en los órganos de decisión de la Iglesia de los laicos (en particular, de mujeres)».

Una línea similar a la que propone Smith. «Hay que abrir a los laicos los archivos de los que habla Viganò y llegar al fondo de la cuestión. Y no sólo para condenar a los culpables sino también para despejar cualquier duda sobre los que sean inocentes. Hay que hacer todo lo posible para que los feligreses vuelvan a confiar en la Iglesia y sepan que si su hijo quiere ser monaguillo o se decide a tomar los hábitos estén seguros de que no sufrirán acoso alguno. Por eso es tan importante que se llegue hasta al final. Es una pena que pese a todo lo que hace la Iglesia sólo se hable de abusos sexuales. Lo de menos es perder sacerdotes. Ya sea porque pertenezcan a la Mafia Lavanda, porque abusen de sustancias tóxicas o porque sean unos narcisistas ambiciosos. Lo importante es que los católicos puedan volver a confiar en la Iglesia».

A muchos el discurso de la profesora Smith les parecerá homófobo. «Ése también es un riesgo», concluye la teóloga.

Emilia Landaluce/Crónica

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Comentarios
36 comentarios en “«No acabarán los abusos hasta que el Papa acabe con ‘la mafia lavanda’ en la Iglesia’’
  1. Si el problema son ese 80% de sacerdotes homosexuales, ¿qué pasa con el otro 20%?

    Hay tantos sacerdotes pederastas que aunque se acabase con ese 80%, el 20% restante seguiría siendo un problema enorme.

    Y sobre todo no se resolvería el problema de los ocultamientos por parte de los obispos y papas.

    ¿Qué hace falta? Hace falta darle una patada en el culo y a la calle al abusador y al que lo escondió. Nada más. Y dejarse de ridiculeces (como la ridiculez de distinguir pederastia y efebofilia… ¿Acaso a uno hay que echarlo a la calle y al otro no?).

    ¿Por qué no lo hacen? Porque son TANTOS que la Iglesia Católica se quedaría sin sacerdotes… por eso no lo hacen.

    1. ¿Otro Papa? ¿Cómo se puede decir eso cuando TODOS los abusos que están saliendo a la luz vienen desde los años 1950?

      ¿O se chupa usted el dedo y se cree que todos los papas anteriores no lo sabían?

      El primer escándalo gordo fue el de Boston, en el 2002, con Juan Pablo II. ¿Dónde acabó el cardenal Bernard Law, defensor de todos aquellos sacerdotes pederastas, sin cuyo apoyo no habrían podido violar a muchos de aquellos niños? En el Vaticano, claro. Se marchó al Vaticano EL MISMO DÍA en que tenía que declarar ante la justicia. Y ya que estaba, pues no volvió a pisar los EEUU, y murió tan ricamente en el Vaticano.

      ¿Juan Pablo II? ¿Benedicto XVI? ¿Qué hicieron con el cardenal Law? Nada…

      1. Fíjese con qué «dureza» le trató Francisco (al cardenal Bernard Law):

        http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2013/03/15/francisco-a-bernard-law-no-quiero-que-frecuente-esta-basilica.shtml

        Uuuhhh… ¡Qué miedo! Temblando debía estar el cardenal Law. ¿Verdad? Pues no. Ofició una de las 4 misas en honor a Juan Pablo II, y le fue asignada una de las basílicas más emblemáticas del Vaticano. Todo un honor para ese monstruo.

        Lo mismo pasó con el pederasta confeso arzobispo Wesolowsky, que murió tan ricamente, viendo la tele, en el Vaticano: Fue Francisco quien se lo llevó al Vaticano, pero sus andanzas vienen de la época de Benedicto XVI.

        ¿Cuántos dedos más se va a chupar usted?

      2. Carlos María Bacaicoa Hualde quiere decir (obviamente) que ESTE Papa no va a acabar con la «mafia lavanda».

        Qué tal leer atentamente y pensar correctamente en vez de estar respondiendo simplemente lo que a Ud. se le ocurra?

  2. Para entrar en el Reino de Dios y ser parte de la familia eterna de Dios, tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados, ser bautizados y empezar a vivir por las leyes del Reino. Nosotros tenemos que escoger estar del lado de Dios en esta gran batalla de Dios frente a Satanás. Cuando tomamos esta decisión y empezamos a vivir como Dios dice, Dios nos rescata de la “potestad de las tinieblas” y nos considera ser parte del “reino de su amado Hijo” (Colosenses 1:13).

    También se nos instruye a orar porque venga el Reino de Dios (Mateo 6:9-10). Conforme experimentamos los aspectos limitados del Reino de Dios ahora, nos sentimos más seguros de que el futuro Reino será una completa realidad. Cuando esto ocurra, los santos fieles ayudarán a Cristo a enseñar a aquellos que nunca han conocido la verdad de Dios.

    Después de que todo humano haya tenido la oportunidad de oír la verdad de Dios y escoger si responderá a ella o no, la gran batalla de Dios frente a Satanás llegará finalmente a su fin.

  3. Tienes razón Desiderio, ahora van a gastar un montón de dinero en una próxima reunión en Roma de todas las conferencias episcopales, en las que el asunto del día es aceptar unos protocolos para evitar los abusos sacar un montón de papel en que lo lamentan bla bla bla y nos damos golpes en el pecho por no haber cuidado a nuestros pequeños y bla bla bla bla. El único protocolo es patada al abusador, y al que le protegió lo mismo. La solución eclesial es trasladar al abusador a otra parroquia o al tercer mundo, donde allí se encuentran más a sus anchas para cometer felonías. Yo ya ni un duro a la iglesia hasta que no sea pobre, me estoy dando cuenta de que muchas cosas de estas vienen también del exceso de dinero que tienen, ¿cuánto cuesta ese viajecito? y todos los eventos que se organizan unos y otros. Acaban de organizar en el vaticano un Evento acerca objetos planetarios ¿qué puñetas pinta tanta gente en el Vaticano y en Roma, cuando hay miles de iglesias que no tienen misa?.

    1. Completamente de acuerdo contigo, María. Yo aluciné al enterarme de algunos de los casos de abusos, cometidos en «un chalet en la playa», donde organizaban sus orgías.

      ¿Cómo es posible que la Iglesia tenga entre sus propiedades «un chalet en la playa»?

    1. ¡Como mola! ¡La culpa de la pederastia en la Iglesia Católica es… es… ¡DE LOS COMUNISTAS!

      Si el tema no fuera tan serio sería para partirse de risa, ¿verdad? Como chiste no tiene precio. Contado en serio alcanza cotas de conspiranoia dignas de quien se cree Napoleón.

      1. No me parece razonable su comentario.
        El interesante video citado por Fernando se centra en el daño producido en la orden de los dominicos por la masiva entrada en ella de homosexuales militantes.
        Solo menciona, de pasada, que en la orden dominicana también se infiltraron comunistas en una determinada época.

  4. El problema es de hacer cumplir la ley. En ese sentido, las autoridades eclesiásticas optaron por que quien castigase fuese la justicia civil y así nos lo evitamos nosotros, porque como dijo el papa: «¿Quién soy yo para condenar?».
    Si el papa redujese al estado laico al abusador homosexual (o heterosexual), al que profana la misa con altares LGTB, al que se declara a favor de los enemigos de la Iglesia, etc… . Pasaríamos un tiempo con penuria de sacerdotes, cierto, pero la Iglesia saldría del paso y quedaría purificada. Si no es así, los más desamparados serán los que experimenten en sus carnes la caída de fondos, porque sólo tienen a la Iglesia como donadora de sustento y cobijo, pero ¿Quién querrá dar dinero a la Iglesia Católica?. Por cierto, ¿Alguien se ha dado cuenta de cómo han aumentado exponencialmente este tipo de situaciones y a partir de qué año se producen?.

    1. ¿Pero qué dice usted?

      Es TODO LO CONTRARIO. El problema es que las autoridades eclesiásticas NO optaron por denunciar en comisaría. En vez de eso el «castigo» lo imponía el obispo:

      – «Venga… venga… que no se le ocurra volver a meterle el pene en la vagina a esa niña… ¿Eh? Que esas cosas no se hacen… Y ahora mismo me reza usted 10 rosarios»
      – Si señor obispo. De verdad… no volverá a ocurrir. No sé qué me pasó, señor obispo. Debió ser cosa del diablo… señor obispo. No lo volveré a hacer [hasta la próxima, claro…].

      Por último: ¿Podría usted explicar dónde está ese «aumento exponencial»?

  5. Vi en televisión, un programa del dragón de comodo, están los horribles lagartos, con las cabezas dentro de las entrañas de sus presas, y salen a respirar con la cabeza roja de sangre para volver a lo mismo, despedazar y engullir. Así están algunas personas, se enajenan con los males de la Iglesia, sin ver que , si bien hay malos, hay muchos más buenos, pero de ésos nadie habla, aunque algunos sacrifiquen su vida por el bien de la Iglesia

    1. «si bien hay malos, hay muchos más buenos»

      No dudo que haya gente buena en la Iglesia Católica. Pero lo de que hay «muchos más» buenos… lo dudo mucho mucho.

      ¿Se basa usted en algo aparte del típico «buenismo» del «tos somos guenos», para hacer esa afirmación?

        1. ¿Odio? Cuénteselo usted a las víctimas de los abusos. ¡No te fastidia! Si un sacerdote le hubiera abierto a usted el trasero con 6 añitos, y leyera usted las estupideces que sueltan algunos, defendiendo a quien le abrió el trasero, y dudando de «su» testimonio (de usted), habría que ver si tendría usted «odio» o no. Habría que ver si se fijaría usted en eso «bueno» que hay en la Iglesia o denunciaría al que le arruinó la vida.

          Déjese de cuentos y de buenismos, que estamos hablando de un tema serio, y a demasiada gente demasiados sacerdotes les han arruinado la vida.

  6. Es explicable que algunos piensen que luego de 2000 años de intentos fallidos por fin se va a poder terminar con la Iglesia. Esa falta de perspectiva es totalmente comprensible y excusable sobre todo en alguien que no tiene el don inmenso de la fe católica y que por tanto es digno de toda conmiseración. Produce con todo tristeza ver cómo esa tierna ilusión se encamina hacia la frustración total. No lo duden: la Iglesia va a seguir aquí cuando todos nosotros hayamos dejado este valle de lágrimas (o bien antes viene el Señor por segunda vez, pero en ese caso conviene irnos asegurando de estar confesados).

  7. Desiderio
    Lee mejor la noticia y las tantas noticias que se han escrito sobre este tema.
    EL 80% DE LOS CURAS SE REFIERE A LOS ABUSADORES CONDENADOS QUE ELLOS MISMOS SE HAN DECLARADO HOMOSEXUALES .
    NO AL CLERO EN SU TOTALIDAD!

    1. Ok. Perfecto. ¿Algún motivo por su parte para suponer que en el clero en general el porcentaje será distinto?

      Si usted no tiene motivo, yo SI tengo motivos para suponer lo contrario. Si le interesa le envío bibliografía al respecto, para que aprenda usted…

  8. «La Iglesia tiene un problema. Hay muchos homosexuales activos que no están respetando el voto de castidad. Están los que son pederastas, que son una minoría…
    también hay homosexuales que se mantienen castos. ¡Y merecen una medalla!»

  9. De que estamos hablando !
    A los homosexuales infiltrados y a sus ocultadores, patada en el culo y a la calle !

    No hay alternativas.

    Un CANCER no se cura con palabritas ni con reunir los Jefes de los Episcopados que hoy son mayormente Lameculos de Jorge el Apostata.

    Si no hay Laicos que Investiguen y Juzguen, no se va a hacer nada. Los Celibes Consagrados fracasaron.
    Han sido Administradores Infieles e Inutiles.

    48 horas para enviar la Dimision desde el de Roma al de la ultima Diocesis.

    Lo laicos nos veremos obligados a sitiarlos por hambre.

    Señores : Han fracasado !! Se les fue el Tren.

    Son tan tarados que no se dan cuenta ?

    Los Laicos estamos indignados y con Santa Ira !

    No puede ser que un infimo numero de Consagrados Infieles y Apostatas sigan fatigando la infamia y usurpando espacios de Autoridad que les quedan grandes.

    FUERA !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  10. Qué manera de enredar y retorcer las las cosas. Pretenden hacer ver que el problema reside en la homosexualidad del clero, estableciendo una relación causa – efecto completamente absurda e irreal, es decir, para ellos homosexualidad es igual a pederastia; algo que no parece ocurrir de ningún modo en la sociedad. No, el problema es la PEDERASTIA sea del signo que sea que ha gozado de barra libre durante decenios en una institución que se creía impoluta y perfecta y que con hechos ha desmostrado no serlo.

    1. ¿Qué no sucede en la sociedad Tomás? Si tienes amigos homosexuales pregúntales a qué edad se iniciaron en el sexo y con quine y verá que eso de las relaciones «intergeneracionales» es de lo más común en la homosexualidad. Ya en el mundo antiguo era así. No se trata de hecho de pedofilia, sino de relación de adultos con adolescentes… que precisamente es la mayoría de casos de abusos eclesiásticos.

  11. II) (continuación del comentario de Stella Linares)
    «Pidamos al Señor que pertenezcamos a esa Iglesia fiel y tradicional junto con los sacerdotes y obispos fieles a Cristo y su doctrina y que ahora son perseguidos e ignorados. Por más maldad que exista y que es lo que hace el escándalo, hay santidad en consagrados y fieles que no son noticia. HAY QUE CONOCER LA SANA DOCTRINA PARA QUE NO NOS ENGAÑEN. LEAN LAS ESCRITURAS Y EL CATECISMO, así estaremos seguros.»

  12. I) En la página de YouTube en la que el P John O’Connor relata la infiltración masiva de «homosexuales militantes» en la orden dominicana y en sus seminarios, he encontrado un comentario de Stella Linares que cito literalmente casi en su totalidad pues me parece acertadísimo:

    …la Iglesia no ha dejado de ser Una, Santa, Católica y Apostólica. «Esto no ocurrirá jamás, pues su santidad le viene del Señor que es SANTO y fundó UNA sola, CATOLICA porque es universal y APOSTÓLICA porque viene por la tradición de los Apóstoles. Estas características jamás se perderán, pues LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA. Lo que se está destruyendo es la falsa iglesia que han pretendido montar, lejos del dogma, de la sana doctrina y llena de corrupción y fraude. Esta deseo que se acabe cuanto antes. Recuerde que Jesús nos habló del pequeño resto, que da fermento a lo demás. Pues esta es la verdadera Iglesia que es lo que quedará después de la purificación.» (sigue)

  13. Sobre la relación homosexualidad-pederastia (o mejor abusos sexuales a menores).
    Si es cierto que el 81% de las víctimas en EE.UU. eran varones, el criterio de no admitir al sacerdocio a homosexuales (tanto por parte de Francisco como de su antecesor, tema en el cual no hay diferencia de criterio) parece razonable, sin por ello ignorar que queda ese otro 19%. Pero además está el asunto que señala Charles de la infiltración masiva de «homosexuales militantes»… si eso es cierto, desde luego sería una forma de intentar dinamitar la iglesia católica desde dentro, algo que no sería novedoso, pues ya lo habían intentado los comunistas con cierto éxito hace décadas según Bella Dodd (“Pusimos más de mil cien hombres en el sacerdocio con el fin de destruir la Iglesia desde adentro” Una docena de años antes del Vaticano II declaró que: “En este momento se encuentran en los lugares más altos de la Iglesia”)

    1. ¿Dónde?

      Y al parecer esos 1100 comunistas infltrados, de alguna forma, encontraron TIERRA FERTIL entre el resto de los sacerdotes de la Iglesia Católica, y se reprodujeron, y de ellos salieron los más de 4000 sacerdotes pederastas del informe John Jay, los más de 3000 de Alemania, los más de 410 de Pennsylvania, etc, etc…

      Hay gente que no usa el cerebro para meditar mínimamente sobre lo que es verdad y lo que es una bola como un piano de cola.

      Repito: ¿Dónde se infiltraron esos 1100 comunistas? ¿De dónde salieron? ¿En qué año? ¿Con qué edad? En fin… el colmo de la estupidez.

    2. ¿Qué pasaría si pone usted a 1100 comunistas homosexuales a pervertir a 10 mil militantes del PP? Pues lógicamente que uno a uno les darían una patada en el culo.

      Entre los sacerdotes, en cambio, al parecer la homosexualidad se propaga, como un virus…

  14. Hay quienes (Bella Dodd) han hablado de infiltración comunista (es la que yo he citado), quienes (Pecorelli) publicaron la infiltración masónica, y Charles ha citado aquí la infiltración de militantes homosexuales (denunciada por P John O’Connor).
    Desidereo me atribuye gratuitamente la afirmación de que aquellos infiltrados comunistas de entonces (si creemos a Bella Todd, y lo pongo como hipótesis) sserían los pederastas de los escándalos que ahora salen a la luz.

    1. ¡Ah! ¡Perdone usted! En este hilo sobre la relación entre los abusos de los sacerdotes y los homosexuales (básicamente igualando homosexualidad y pederastia, algo FALSO, pues no existe esa relación), usted citó la infiltración de los comunistas como algo totalmente aparte, que no tenía nada que ver con el tema en cuestión, ¿verdad? Y, si no tenía nada que ver, ¿por qué motivo lo cita usted?

      A ver… no me queda claro entonces. ¿Quiénes fueron esos que decidieron atacar a la Iglesia Católica infiltrando 1100 homosexuales camuflados de sacerdotes? Yo le entendí que habían sido «los comunistas». ¿Dónde? ¿En los EEUU? ¿En Irlanda? ¿O se infiltraron en un país y luego viajaron a otro? ¿Siguen vivos esos 1100? ¿qué pasa con los otros… este… pongamos 9000 casos que se han descubierto?

  15. Janet Smith: «La Iglesia tiene un problema. Hay muchos homosexuales activos que no están respetando el voto de castidad. Están los que son pederastas, que son una minoría…
    también hay homosexuales que se mantienen castos. ¡Y merecen una medalla!»
    El artículo publicado por la teóloga estadounidense Janet Smith me mecerece más confianza que lo que llevo leído hasta ahora de quienes la contradicen.
    Con respecto a las provocaciones tipo Trol, ………………………………………………….

  16. Janet Smith:
    «La Iglesia tiene un problema. Hay muchos homosexuales activos que no están respetando el voto de castidad. Están los que son pederastas, que son una minoría…
    también hay homosexuales que se mantienen castos. ¡Y merecen una medalla!»
    Confío más en una teóloga como Janet Smith que en Desidereo.

  17. Mig:

    ¿Por qué motivo, si el informe John Jay, el estudio más amplio realizado hasta la fecha por la Iglesia Católica sobre los abusos de los sacerdotes, dice que la mitad abusan de niños de 12 o menos años, usted cree lo que dice Janet Smith? ¿En qué se basa Janet Smith para decir que los sacerdotes pederastas son una minoría?

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