El mediático jesuita Padre James Martin, asesor vaticano, director de la revista America y autoproclamado ‘apóstol’ de los LGTBI, ha aprovechado la red social Twitter para confesar haber sido molestado sexualmente por un sacerdote.
“Además, conozco el sentimiento de vergüenza que he mencionado en el artículo como razón para no denunciar”, escribía el Padre James Martin en un tuit. “Cuando era un joven jesuita le hablé a mi superior de un sacerdote, hoy apartado del ministerio, que me había tocado de forma inapropiada. Mi superior, que ya ha muerto, me tomó en serio…”.
El revelador tuit de Martin era el segundo de un ‘doblete’ en el que promocionaba un artículo suyo en America sobre, precisamente, el último gran escándalo americano de pedofilia, el que ha afectado al Cardenal McCarrick, Obispo Emérito de Washington, titulado ‘Cardenal McCarrick, seminaristas y abuso: ¿cómo pudo suceder esto?’.
En el artículo se hace eco del ‘exposé’ que hace público The New York Times sobre la prolongada carrera de depredaciones del prestigioso e influyente cardenal, hoy octogenario y apartado de sus funciones sacerdotales, y se pregunta cómo nadie denunció.
La respuesta, como deja entrever el tuit, está en parte en esa ‘vergüenza’, y en parte en el daño que podía hacer a la carrera de cualquier clérigo hablar contra un personaje tan poderoso.
Con permiso de Martin -tan poderoso él mismo que ha sido seleccionado como participante estrella para el Encuentro Mundial de las Familias de este agosto en Irlanda-, su explicación deja en un lugar espantoso a todos los sacerdotes y obispos americanos que debieron conocer el caso, que a lo largo de tantas décadas deben de ser legión, al pretender que a todos ellos les importaba más su carrera que el daño que pudiera hacer McCarrick a esos chicos, primero, y a la Santa Madre Iglesia, después.
En ningún momento roza siquiera Martin otra posibilidad más plausible, al menos complementaria a la suya: que en la cúpula de la Iglesia norteamericana ha existido desde hace décadas una actitud enormemente ‘comprensiva’ hacia los ‘pecadillos’ homosexuales de sacerdotes y prelados, precisamente porque muchos de ellos comparten esa misma inclinación han situado a los de igual inclinación en puestos de responsabilidad.
De hecho, leyendo a Martin es difícil imaginar siquiera que la homosexualidad tenga algo que ver en absoluto con el escándalo McCarrick, pese a que las instrucciones de Benedicto XVI, aún en vigor y refrendadas por Francisco, para que no se ordene a nadie con tendencias homosexuales persistentes no se aprobaron a humo de pajas.
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Martin es el «tonto útil» del homosexualismo.
Él trata -siempre y a toda costa- de negar la relación causal evidente entre homosexualidad y efebofilia, presente en los casos de abuso.
Habría que ver si no sucedió al revés: que el propio Martin haya intentado seducir al sacerdote. O que, siendo ambos homosexuales, hayan tenido una «riña de amantes».
Es difícil creer en alguien como Martin, que padece una distorsión tan grave de la realidad.
No creo que sea el tonto útil del homosexualismo. Tal vez, con el tiempo, sabremos que hay «motivaciones profundas» que expliquen su defensa de la homosexualidad.
Sí, sí. Basta oírle y mirarle, para notar que aquellas «motivaciones profundas» las lleva a flor de piel. Pero él sigue creyendo que nos «dará la sorpresa» cuando salga de Narnia.
Vamos a ver si nos aclaramos, el Padre James Martin se confiesa víctima de abusos sexuales y, por lo tanto, como fue «supuestamente» abusado, justifica su homosexualidad por aquello de que, ya que formalmente es homosexual, todos tienen que comprenderle y justificarle. Dicho en otras palabras, estamos ante el cinismo elevado a rango de cátedra.
Tal cual…
No que no dice abiertamente es que le gustó!!
Y perdió el pelo.
ja ja ja jajaja…
es que me da la risa floja
Parece que los sacerdotes tienen el monopolio violador, ninguno ha dicho que entró al seminario después de haber sido violado, ninguno dice que entró buscando a quien violar, ninguno quiso salir al ser violado. Acá afuera en el mundo, somos blancas palomitas, todo lo malo está en los seminarios, entonces, si todo lo malo está ahí, qué siguió haciendo en ese lugar de tormento, con gente tan mala y perversa
Satanás estará partiéndose de risa viendo cómo este señor le hace su trabajo.
Lo único que nos falta es que aparezcan de ahora en adelante sacerdotes de un particular movimiento #MeToo eclesial… El hombre ha dado el primer paso.
¿Porqué se habla y escribe tanto de homosexualidad refiriéndose a la Iglesia Católica? Yo trabajo en un Banco y casi siempre hablamos de intereses, prestamos, fluctuaciones del mercado de valores, divisas. Lo normal, creo yo. Pero aquí se habla más de sexo que del Amor de Dios y la Misericordia divina. He vuelto a leer los cuatro evangelios y no he conseguido encontrar en el Ministerio de Jesucristo ninguna referencia a estos temas. Es en las Epístolas de Pablo y en el Antiguo Testamento dónde parecen tener importancia esas temáticas homosexuales pero si las enumeramos las ganan las del amor al dinero, la idolatría y el adulterio. Por goleada. Yo cuando escucho hablar a alguien con furia sobre los homosexuales me aparto un poco de el porque de la abundancia del corazón habla la boca y algunos hablan de las prácticas gays con verdadera delectación. No creo yo que haya tanta homosexualidad en la Iglesia. No lo creo.
Si alguien se acuesta con un hombre como si se acostara con una mujer, se condenará a muerte a los dos, y serán responsables de su propia muerte, pues cometieron un acto infame. (Levítico 20:13)
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Mateo 5: 17
De acuerdo…pero EL no habla del sexo de nadie. Más bien habla de los hipócritas y de los que atan pesadas cargas. Creo que hay que tener un término medio y ni aplaudir a los que justifican la homosexualidad ni echar a la hoguera a los que la atacan. Cumplir los diez mandamientos que se resumen en los dos de Nuestro Salvador y Rey.
Dios no ha creado libres de elegir entre el bien y el mal.
curioso y científico. El 90% de los homosexuales fueron abusados de niños o de jóvenes… que cada uno saque sus conclusiones
Vaya papelón tendrá delante de Dios el rector que presenta al obispo seminaristas para la ordenación. Me cachis!, será porque el criterio tan objetivo de me cae bien versus me cae mal no da buen resultado. Eso de que ciertas camarillas calumnian al bueno para promocionar al malo todavia no lo han entendido. Los malos siempre caen muy bien.