Chile espera una revolución eclesial tras la audiencia con el Papa

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“Con la esperanza de una fecunda renovación”, así se titula la declaración del episcopado chileno previa a la reunión con Francisco que tendrá lugar el próximo lunes en Roma.

La Iglesia chilena se encuentra en un estado de agitación importante. Tras al fracaso que supuso el viaje del Papa al país andino el pasado mes de enero, se ha abierto la caja de los truenos de las acusaciones cruzadas. Para unos, de todo esto tiene que salir una profunda y fecunda renovación dirigida a hacer la Iglesia una esposa fiel de Jesucristo. Para otros, es una ocasión perfecta para revolucionar el episcopado chileno, alterando el mapa de poder en beneficio de tesis doctrinalmente «progresistas», usando como pretexto el caso Karadima.

Por su parte, el que fuera arzobispo de Santiago de Chile y cardenal elector en el cónclave de Francisco, Errázuriz, ha anunciado que no asistirá a la reunión, precisamente por considerar que quienes tienen la intención de alterar el mapa del episcopado chileno ya han ganado.

Según publica hoy La Tercera, una de las razones de Errázuriz para no viajar fue que en su reciente estadía en el Vaticano, hace dos semanas, para participar en el C9 (el grupo de nueve cardenales que asesora al papa en la reforma de la curia romana), ya le entregó al pontífice un documento referido al caso Karadima y su repercusión en el país.

El cardenal señaló que “el papa les pidió a los obispos en ejercicio que fueran a Roma, a encontrarse con él. Invitó también a los eméritos que quisieran y pudieran participar. Yo regresé de Roma hace nueve días. Y, cumpliendo con un deseo suyo, dejé en sus manos un largo informe sobre el proceso al padre Karadima y las ramificaciones del caso. Por eso, ya le entregué mi aportación”. Este documento, que el cardenal Errázuriz entregó personalmente en el Vaticano, consta de 14 páginas.

El diario también publica que, en el entorno del prelado se añadieron otros factores para su ausencia. Uno es que como para este viaje los obispos deben costear tanto los pasajes como su estadía, los activos (viajan 31 de los 33) cuentan con diócesis y comunidades que eventualmente los pueden apoyar con esos gastos, mientras que es más complejo en el caso de los eméritos.

Trascendió que Errázuriz alcanzó a tener algunas conversaciones preliminares con el obispo auxiliar de Santiago y secretario general del Episcopado, Fernando Ramos, por un eventual viaje, y que este le informó que los aposentos en la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, estaban ocupados.

La Tercera destaca la opinión de Soledad Errázuriz, directora ejecutiva de la Fundación Voces Católicas, respecto de la ausencia del ex arzobispo de Santiago. Dijo que “llama la atención que el cardenal Errázuriz, con la relevancia que tiene, se reste de una instancia tan importante para nuestra Iglesia, que el mismo Papa convoca y preside”.

Por su parte, Juan Carlos Claret, vocero de la agrupación de laicos de Osorno, que se opone a la designación del obispo Juan Barros, indicó que “es lamentable que el cardenal no asista, ya que se trata de un momento importante para enfrentar las responsabilidades. Nosotros esperamos que el Pontífice tome las determinaciones no en virtud de la prudencia pastoral ni de la presencia o ausencia de las personas, sino en relación a las necesidades de la Iglesia”.

A continuación, la carta del episcopado chileno:

Santiago, 10 de mayo de 2018

Con la esperanza de una fecunda renovación. 

1. El Santo Padre ha convocado a los Obispos de Chile a encontrarse con él para dar a conocer las conclusiones de la reciente visita de S.E. Mons. Charles Scicluna a nuestro país, y sus propias conclusiones al respecto. Nos invita también a tener un diálogo abierto y fraterno para colaborar “en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo, deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia”. Con humildad y esperanza acudimos al llamado del sucesor de Pedro.

2. A pocos días de reunirnos con él, reiteramos nuestra unión con el Papa Francisco en el dolor y vergüenza expresados frente a los delitos cometidos contra menores y adultos en ambientes eclesiales. Reconocemos que, a pesar de las acciones realizadas estos años por la Iglesia, no siempre se ha logrado sanar las heridas de los abusos, las que siguen siendo una llaga abierta en los corazones de las víctimas y para el Pueblo de Dios.

3. Valoramos el reciente encuentro del Santo Padre con tres de las víctimas de Fernando Karadima. La actitud del Papa Francisco al acogerlos marca un ejemplo y nos muestra el camino que la Iglesia chilena está llamada a seguir ante las denuncias de abuso de conciencia, abuso sexual y, en definitiva, frente a todo abuso de poder que pueda ocurrir al interior de nuestras comunidades.

4. Reiteramos nuestro llamado a todos los fieles de nuestro país para que nos acompañen con su oración al Dios de la vida y de la verdad. Nos confiamos igualmente a la intercesión de la Virgen del Carmen para disponer nuestra mente y corazón al discernimiento en el espíritu de Jesucristo, su hijo.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

+ Santiago Silva Retamales. Obispo Castrense

Presidente

+ Ricardo Card. Ezzati Andrello

Arzobispo de Santiago

+ Cristián Contreras Villarroel

Obispo de Melipilla

Vicepresidente

+ Juan Ignacio González Errázuriz

Obispo de San Bernardo

+ Fernando Ramos Pérez

Obispo Auxiliar de Santiago

Secretario General

Germán Arana, el responsable del ‘error fatal’ del Papa con Barros

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Comentarios
3 comentarios en “Chile espera una revolución eclesial tras la audiencia con el Papa
  1. En este caso ha habido mucho engañador cuentacuentos parece porque fue un error nombrar al tal Barros este. Pero mayor error ha sido defenderlo públicamente con tanta vehemencia, primero ante los fieles de su Diócesis y luego en una entrevista tras el viaje. Luego mandan a investigar tras la defensa tan vehemente y tras quejarse las víctimas y hasta un cardenal con éxito en esto de como tratar la vergüenza de los abusos. Da la impresión de que se actúa a remolque o según la opinión pública, porque si mañ informado estaba antes mal informado puede estar ahora pero al lado contrario. Esto tiene que ser una investigación sosegada y profunda y bien clara pues han quedado muchos mal no sólo que quieran echar la culpa a tal cardenal y al nuncio.

  2. Sería intersante investigar los movimientos que, paralelamente al desarrollo del proceso mediático que han tenido los hechos vinculados a Karadima, han efectuado cieros sectores clericales vinculados a los jesuitas y corrientes progres, especialmente de la «teología de la liberación». Pareceiera que están tomando posiciones en Chile.

  3. La única revolución esperable es que el hombre de la mafia de San Gallen aproveche la ocasión para que paguen justos por pecadores, expulse a personal fiel a la Iglesia Católica, y coloque a funcionarios de su partido en el poder.

    En cuanto a la revolución de fondo que es prevenir y combatir la pederastia homosexual, eso no va a ocurrir ya que este «papado» tiene como uno de sus cometidos esenciales normalizar la homosexualidad.

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