El purpurado holandés, arzobispo de Utrecht, afirma que «viendo que los obispos y el Papa fracasan en su deber de mantener y transmitir fielmente y en unidad el depósito de la fe contenido en la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura, no puedo no pensar en el artículo 675 del Catecismo de la Iglesia Católica».
A continuación, el comentario publicado por el Cardenal Eijk:
Cardenal Eijk: el Papa Francisco necesita aportar claridad sobre la intercomunión
Publicado por el cardenal Willem Jacobus Eijk
COMENTARIO: El fracaso en proporcionar a los obispos alemanes directrices adecuadas, basadas en una doctrina y práctica clara de la Iglesia, apunta a una deriva hacia la apostasía de la verdad.
La Conferencia episcopal alemana ha votado, por una amplia mayoría, en favor de unas directrices que conllevan que un protestante casado con un católico puede recibir la Eucaristía si reúne una serie de condiciones: debe haber realizado un examen de conciencia con un sacerdote u otra persona con responsabilidades pastorales; debe haber afirmado la fe de la Iglesia católica y debe desear, también, poner fin a la «seria angustia espiritual» y tener «el deseo de satisfacer su anhelo por la Eucaristía».
Siete miembros de dicha Conferencia episcopal han votado contra estas directrices y han buscado la opinión de algunos dicasterios de la Curia romana. El resultado es que una delegación de la Conferencia episcopal alemana habló, en Roma, con una delegación de la Curia romana, incluyendo el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La respuesta del Santo Padre, dada a través del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe a la delegación de la Conferencia alemana, a saber: que la Conferencia debe debatir el borrador de nuevo e intentar llegar, si es posible, a una aprobación unánime, es totalmente incomprensible. La doctrina y la práctica de la Iglesia sobre la administración del Sacramento de la Eucaristía a los protestantes son perfectamente claras.
El Código de Derecho Canónico declara:
«Si hay peligro de muerte o, a juicio del obispo diocesano o de la Conferencia episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos mismos sacramentos también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos». C.I.C. 1983, can. 844 § 4 (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) n. 1401).
Esto se aplica, por lo tanto, a casos de necesidad grave, sobre todo cuando hay riesgo de muerte.
La intercomunión en principio sólo es posible con los cristianos ortodoxos, porque las Iglesias orientales, aunque no están en plena comunión con la Iglesia católica, tienen verdaderos sacramentos y, sobre todo, en virtud de su sucesión apostólica, un sacerdocio válido y una Eucaristía válida (CIC n. 1399, C.I.C. 1983 can. 844, § 3). Su fe en el sacerdocio, en la Eucaristía y, también, en el Sacramento de la Penitencia es igual al de la Iglesia católica.
Sin embargo, los protestantes no comparten la fe en el sacerdocio y la Eucaristía. La mayoría de los protestantes alemanes son luteranos. Los luteranos creen en la consubstanciación, que implica la convicción que, además del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el pan y el vino están presentes cuando alguien los recibe. Si alguien recibe el pan y el vino sin creer en esto, el Cuerpo y la Sangre de Cristo no están realmente presentes. Fuera de este momento de recibirlos, sólo quedan el pan y el vino, y el Cuerpo y la Sangre de Cristo no están presentes.
Obviamente, la doctrina luterana de la consubstanciación difiere esencialmente de la doctrina católica de la transubstanciación, que implica la fe en que lo que recibimos bajo las especies del pan y el vino, incluso si son administrados por alguien que no cree en la transubstanciación e incluso fuera del momento de la administración, son el Cuerpo y la Sangre de Cristo y ya no son pan y vino.
Debido a estas diferencias fundamentales, la comunión no debe ser administrada a un protestante, incluso si está casado con un católico, porque el protestante no vive en comunión plena con la Iglesia católica y, por lo tanto, no comparte de manera explícita la fe en su Eucaristía. Las diferencias entre fe en la consubstanciación y fe en la transubstanciación son tan grandes que se debe pedir a la persona que desea recibir la Comunión que entre explícita y formalmente en plena comunión con la Iglesia católica (excepto en caso de peligro de muerte), confirmando así explícitamente su aceptación de la fe de la Iglesia católica, incluyendo la Eucaristía. Un examen de conciencia privado con un sacerdote u otra persona con responsabilidades pastorales no es suficiente garantía de que la persona implicada acepte realmente la fe en la Iglesia. Aceptándola [la Eucaristía], la persona puede, sin embargo, hacer una única cosa: entrar en comunión plena con la Iglesia católica.
El borrador de las directrices de la Conferencia episcopal alemana sugiere que sólo hay unos pocos casos de protestantes, casados con católicos, a los que les gustaría recibir la Comunión utilizando estas directrices. Sin embargo, la experiencia demuestra que, en la práctica, este número generalmente aumentará. Los protestantes que estén casados con católicos y vean a otros protestantes casados con católicos recibir la Comunión, pensarán que pueden hacer lo mismo. Y al final, incluso los protestantes no casados con católicos querrán recibirla. La experiencia general en este tipo de arreglo es que los criterios se amplían rápidamente.
Ahora, el Santo Padre ha informado a la delegación de la Conferencia episcopal alemana que deben discutir de nuevo el borrador de las propuestas para redactar un documento pastoral sobre, entre otros temas, la administración de la Comunión, e intentar buscar la unanimidad. ¿Unanimidad sobre qué? Asumir que todos los miembros de la Conferencia episcopal alemana, después de discutirlo de nuevo, decidan unánimemente que la Comunión puede ser administrada a los protestantes casados con católicos (algo que no sucederá), ¿se convertirá, a pesar de ser contrario a lo que afirman el Código de Derecho Canónico y el Catecismo de la Iglesia Católica a este respecto, en la nueva práctica de la Iglesia católica en Alemania? La práctica de la Iglesia católica, basada en su fe, no está determinada y no cambia estadísticamente cuando una mayoría de una conferencia episcopal vota en favor de ella, incluso si es unánimemente.
Lo que afirman el Código de Derecho Canónico y el Catecismo de la Iglesia Católica debería haber sido la reacción del Santo Padre que, como sucesor de San Pedro, es «el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los obispos como de la multitud de los fieles» (Lumen Gentium n. 23). El Santo Padre debería haber dado a la delegación de la Conferencia episcopal alemana directrices claras, basadas en la doctrina y práctica claras de la Iglesia. Y sobre esta base, a la mujer luterana que, el 15 de noviembre de 2015, le preguntó si podía recibir la comunión con su esposo católico, le debería haber respondido que no es aceptable, en lugar de sugerir que podía recibirla en base a su ser bautizada y de acuerdo con su conciencia. Al no aclarar la cuestión, se está creando gran confusión entre los fieles y se está poniendo en peligro la unidad de la Iglesia. Es el caso también de cardenales que, públicamente, proponen bendecir las relaciones homosexuales, algo que es diametralmente opuesto a la doctrina de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura, que afirma que el matrimonio, según el orden de la creación, existe sólo entre un hombre y una mujer.
Viendo que los obispos y, sobre todo, el Sucesor de Pedro fracasan en su deber de mantener y transmitir fielmente y en unidad el depósito de la fe contenido en la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura, no puedo no pensar en el artículo 675 del Catecismo de la Iglesia Católica:
«La última prueba de la Iglesia
Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes. La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el ‘misterio de iniquidad’ bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad».
+Willem Jacobus Cardenal Eijk
Arzobispo de Utrecht, Holanda
Utrecht, 5 de mayo de 2018
Traducción para InfoVaticana de Helena Faccia
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Me consuela saber que no soy la única que lo piensa
La Sagrada Tradición ya se la cargó Pablo VI, no vengamos ahora con eso.
Algunos obispos y cardenales quieren jubilarse antes de tiempo….. la misericordia no suele fallar. Aunque levanten la voz de alarma, es demasiado tarde; la máquina destructora ya está lanzada desde hace tiempo.
Es bueno que se hable claro, el Espiritu Santo habla siempre claro, «impostura religiosa que proporcionara a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasia de la verdad». Es curioso que en los testimonios de conversiones de los protestantes cuenten que una de las razones por las que se convirtien es que en la Iglesia católica se cree lo mismo en Vigo que en Suiza, no como pasa en sus iglesias que tienen un cacao de doctrinas diferentes que no da ninguna fiabilidad. Tambien cuando se convierten tienen el «hambre eucarístico»porque para ellos descubrir la comunión, es impresionante. «yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente; y el pan que yo dare es mi carne por la vida del mundo» Jn, 6 48-51. Esto no es lo mismo que comulgar porque tu pareja sea católica, solo la Fe te puede dar la comunión, y en el momento que Dios te da la Fe, y lo crees, te vas a la iglesia verdadera, a la que te da el cuerpo de Cristo.
EL codigo de derecho canonico y el Catecismo de la Iglesia han cambiado a lo largo de la historia
O no ???
Entonces porque no pueden continuar cambiando ??
Uno,
Eso no es exactamente así. Dime una sola cosa que tocara realmente la doctrina católica y que Pablo VI se cargara. Una sola. Es cierto que de facto, se la cargó. Pero no quedó establecido, y quién quisiera defenderla, podía. Hoy en día, no parece que vaya a ser así.
¡Me alegro mucho de que el Santísimo Espíritu de Dios siga soplando con fuerza!
¡Gracias Cardenal Eijk!
Una alegría de vez en cuando viene muy bien al alma
Que barbaridad y que atrevimiento
Anunciar que el fin del mundo esta cercano
Pero si el mundo esta todavia en expansion
La aplicacion del articulo citado del Catecismo me parece que esta muy lejano ,me parece a mi
El papa Francisco es consciente de que para versionar las Sagradas Escrituras acorde a las teologías de la pobreza y la liberación de inspiración marxista, poniendo al pobre como elemento esencial del mensaje de Jesús Cristo, no el Pecado y por el cual entregó su vida para redimirnos del mismo, necesita dividir la Iglesia, para ello dota a las conferencias episcopales de poder, si es por unanimidad, de cambiar el sentido de la Unidad Teológica de la Doctrina Católica.
Reconforta ver que un arzobispo se atreva a hablar públicamente contra lo que el papa, haciendo dejadez de su sagrado ministerio, no hace y no aclara. Puede ser doloroso llamar la atención a un padre pero puede ser y es deber de caridad para él y para los demás hijos. ¿Para cuándo más obispos y cardenales? ¿algún español va a tener arrojo y valentía, o sólo se amparan en prudencias tal vez falsas y no gratas a Dios? ¿prudencias humanas para no «escandalizar» a los fieles? ¿A qué fieles, a los que están apuntados a la «apostasía» como indica el purupurado, aunque sea sin saberlo?.
Y la cita de CIC es oportuna. Algunos pensarán que exagerada pero, sin saber exactamente los tiempos y momentos, es tiempo de discernirlos cómo nos dejó enseñado Cristo Señor porque, desde luego, ya no se trata de «va a haber tormenta» (Mt.16,3) , es que ya llueve con fuerza.
Y bueno viniendo de Germania, ya se conque bueyes se trata. Pero tienen mucha caca del Diablo, que es lo que interesa. Si no creen en la cena, no cenen, fácil. ¿Se ve de donde viene este espíritu? ¿Y a que apunta?
El que no cree en un castigo divino con todo este alejamiento de Dios en la gente y sobretodo con la tremenda traición de muchos de sus pastores, no ha leído la Santa Biblia.
Los peores asesinos son los que matan el alma. Y el verdadero cismático es quien desobedece a Dios.
«Advertid, pues, que de generación en generación todos los que esperan en El jamás sucumben.
No temáis amenazas de hombre pecador: su gloria parará en estiércol y gusanos;
estará hoy encumbrado y mañana no se le encontrará: habrá vuelto a su polvo y sus maquinaciones se desvanecerán.
Hijos, sed fuertes y manteneos firmes en la Ley, que en ella hallaréis gloria.»
También excelente lo de recurrir al catecismo .
Si, si, no ,no.
El 675 del catecismo.
Suena como el 155…
ULKA: Investigadores de Harvard han publicado un estudio en Physical Review D, dónde exponen tras hacer un estudio de las masas de las partículas y de su interactuación, que el mundo puede terminar repentínamente como comenzó y hacerlo a partir del Bosson de Higgs denominado también la «partícula de Dios» que sería el origen de la materia. Dicha partícula no siempre puede mantener su masa constante, según explica la física cuántica y teorizan que esta alteración en su masa podria dar lugar a la creación de una burbuja expansiva de energía negativa no sometida a las leyes físicas actualmente conocidas sino a otras completamente diferentes, que iría aumentando hasta cubrir todo el Universo, produciendo la muerte de éste por un estallido. Y afirman que el proceseo que desembocará en este estallido ya ha comenzado. La expansión acelerada del Universo impulsada por la denominada energía oscura, también llevaría a la muerte fría de éste, pero a más largo plazo.
Ulka:
Ese punto del catecismo, que habla de la Gran Apostasía, no se refiere al Fin del Mundo, sino al Fin de los Tiempos; son dos momentos esjatológicos distintos.
El Cardenal Willen Jacobs Eijk es Doctor en Bioética Médica, título que alcanzó con una disertación sobre la eutanasia y Doctor en Filosofía por la Universidad Santo Tomás de Aquino, título que alcanzó con una tesis sobre el tema de ingeniería genética. (Wikipedia). Pues a pesar de ello, el Cardenal Eijk, fue uno de los miembros CESADO de la anterior Pontificia Academia de la Vida en julio de 2016. Previamente, en octubre de 2015, saltó a los medios que había sido uno de los firmantes de la carta de los 13 cardenales junto con el cardenal Caffara y el Cardenal Sarah entre otros. Además es coautor del libro denomindo «Once cardenales hablan sobre el matrimonio y la familia», junto con los cardenales Caffarra, Cleemis, Cordes, Duka, Meisner, Onaiyekan, Rouco Varela, Sarah y Urosa Savino. dónde se oponen a la comunión para los divorciados a la comunión y a las uniones homosexuales. Podemos por lo tanto afirmar, que Willen Jacobs Eijk es un cardenal CATÓLICO de la Iglesia Católica.
Isaac estoy de acuerdo
Maria R
Lo lamento no estoy de acuerdo ,tu comentario ( que ya lo conocía ) no es la teoría dominante en el mundo científico créeme
Claro ULKA: No es la teoría dominante porque es la más novedosa. Aunque todas son a la postre únicamente teorías. Lo que me extraña de tu comentario es que digas que el fin no puede producirse porque el mundo está TODAVÍA en expansión, cuando es esa expansión precisamente, que se está produciendo muy aceleradamente por impulso de la energía oscura, la que produciría , según el modelo estándar, un enfriamiento progresivo que daría lugar a la muerte fría del mismo a muy largo plazo.
Si Echenique: Conviene especificar quién es cardenal católico de la Iglesia católica. Porque estamos viendo a diario que la Iglesia católica tiene cardenales y obispos y cardenales católicos y obispos católicos. Es un «tótum revolútum». Que los cardenales y obispos católicos permanezcan en silencio se debe principalmente, creo yo, a que tienen miedo al cisma. Pero no comprenden que quien produce el cisma no es quien permanece fiel a la doctrina de Jesucristo, a la Sagrada Tradición y al Magisterio milenario de la Iglesia, sino quien intenta reformarlos. Porque nadie tienen autoridad para enmendar la plana a Dios cambiando la Revelación. Y algún día tendrán que decir ¡hasta aquí!.
Bueno ULKA, no había visto que en tu primer comentario decías el fin del mundo «cercano» porque está en expansión. Creía por ello que te referías a que la expansión era un fenómeno que nos alejaba del fin del Universo, cuando realmente, aunque despacito, según esta teoría, es un fenómeno que nos acerca a él.
Otro adorador de personalidades pontificias, muy presto a cerrar los ojos a la verdad evidente por temor a que se le caiga el ídolo.
Transforman la figura del papa en una especie de gurú oriental….lamentable
Omite Rafael en el texto que reseña de S. Juan Pablo II, lo que dice el párrafo precedente: «En este sentido se orientó el Concilio Vaticano II fijando el comportamiento que se ha de tener con los Orientales, que encontrándose de buena fe separados de la Iglesia católica, están bien dispuestos y piden espontáneamente recibir la eucaristía del ministro católico. Este modo de actuar ha sido ratificado después por ambos Códigos, en los que también se contempla, CON LAS OPORTUNAS ADAPTACIONES, el caso de los otros cristianos NO orientales, que no están en plena comunión con la Iglesia católica. Por lo tanto, el contenido doctrinal del texto transcrito corresponde al DECRETO SOBRE LAS IGLESIAS ORIENTALES CATÓLICAS ( n.27) del Concilio Vaticano II: «…Pueden administrarse los sacramentos de la penitencia, la eucaristía y la unción de los enfermos A LOS ORIENTALES que de buena fe viven separados de la Iglesia católica, con tal que lo pidan espontáneamente y estén bien preparados…»·.
El Concilio Vaticano II desarrolló únicamente la participación sacramental entre católicos y cristianos orientales. Y fue la Secretaria para la Unión quien se encargó posteriormente de la participación sacramental entre católicos y cristianos separados de Occidente, estableciendo las condiciones en que un sacerdote católico puede administrar legítimamente la eucaristía a miembros de la Iglesia anglicana y de las Iglesias protestantes. En 1983 S. Juan Pablo II recogió las directrices hechas por dicha Secretaría en el Código de Derecho Canónico: El canon 844, 2,3 confirma lo dicho por el Decreto sobre las Iglesias católicas orientales n27 del CVII. Y en el mismo canon 844, apartado 4 se establecen las condiciones, con las oportunas adaptaciones, en que las que un sacerdote católico puede administrar el sacramento de la penitencia, la eucaristía y la unción de los enfermos a los anglicanos y cristianos protestantes
Código de Derecho Canónico 1983, canon 844,4: «Si hay PELIGRO DE MUERTE o a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, URGE OTRA NECESIDAD GRAVE, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos mismos sacramentos ( penitencia, eucaristía y unción de los enfermos) también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando estos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan espontáneamente, CON TAL DE QUE PROFESEN LA FE CATÓLICA RESPECTO A ESOS SACRAMENTOS, y estén bien dispuestos». Pues está muy claro : Sólo en peligro de muerte, necesidad grave urgente y siempre y cuando se tenga fe católica respecto a esos sacramentos (transubstanciación). San Juan Pablo II Encílica Eucaristía n 45 especifica: Circunstancias especiales y fieles singularmente considerados «PERO NO REALIZAR UNA INTERCOMUNIÓN, QUE NO ES POSIBLE MIENTRAS NO SE HAYAN RESTABLECIDO DEL TODOS LOS VÍNCULOS VISIBLES DE LA COMUNIÓN ECLESIAL»·
«Decreto Sobre las IGLESIAS ORIENTALES CATÓLICAS» dice el Concilio Vaticano II. Y leemos en Wikipedia: «Las Iglesias católicas orientales son las iglesias cristianas de tradición oriental que reconocen la autoridad y primacía universal del Papa- obispo de Roma- y están en plena comunión eclesiástica con él, por lo que forman parte de la Iglesia católica, que admite en su seno diversos ritos. De acuerdo a su número de fieles y su desarrollo territorial e histórico tienen diversos grados de organización y autonomía interna.»
Lo que no entiendo es la insistencia en querer recibir la comunión, si ellos no ceen el la presencia real de Cristo.
Me parece que los Echeniques (con todo respeto) lo que hacen es defender la Iglesia y la verdad.
Los mueve el celo de la casa del Señor.
Son parte de los que dan estabilidad y certeza doctrinal como comentadores, a este blog.
Hay, –en cambio–, quienes con su ironía tratan de descalificarlos, pero ante la evidencia de los datos que generalmente aporta Echenique, y su doctrina clara, nada pueden objetar.
Gracias Echenique, siempre leo con avidez los datos que aporta.
Con la diferencia debida, yo igual que el Cardenal Eijk, ante la evidencia de los hechos bergolianos, me remito a la lectura de la Biblia para saber reconocer los signos de los tiempos., especialmente Mateo 24, donde Jesús mismo nos advierte en su llamado Discurso Esjatológico.
Y a MARÍA quisiera comentarle que es muy interesante su explicación y que tal vez le gustaría ver el video de Burguete Javier sobre el Origen del Universo, del Grupo Razón, Ciencia y Fe, de la Universidad de Navarra. En este video explica algo que asombra: Todas las hipótesis científicas que se han elaborado sobre el origen del universo, han sido considerando los universos finitos, sin considerar los universos infinitos, porque fuera de los universos finitos, no se sabe que pasa. Esto lo explica dentro de las dudas que le plantean, con lo cual su explicación científica sobre el Origen del Universo queda tan sólo como una hipótesis y remitida a la explicación de lo que se puede observar telescópicamente.
No s e infringe el derecho Canónico pues el canon 844 parágrafo 4, dice lo siguiente sobre la posibilidad de dar la comunión a no católicos: “Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra necesidad grave, los ministros católicos pueden administrar lícitamente esos mismos sacramentos también a los demás cristianos que no están en comunión plena con la Iglesia católica, cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad y lo pidan espontáneamente, con tal de que profesen la fe católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos”. Es decir, la Iglesia, que en el parágrafo 1 de ese mismo canon ha dejado claro que los ministros católicos sólo pueden administrar los sacramentos a los fieles católicos, contempla excepciones; éstas pueden ser las ligadas a la inminencia de la muerte o a “otra necesidad grave” a juicio del ordinario habría que evaluar los casos, no significa ello permitir todo pero si discernir casos