La alianza entre jueces y médicos para que Alfie muera

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Riccardo Cascioli

Hay una única certeza en lo que está sucediendo desde las 22:17 horas del 23 de abril, cuando se le quitó el soporte vital a Alfie Evans: los médicos del Hospital Alder Hey, donde el niño de 23 meses está ingresado, y los jueces quieren que Alfie muera. Y lo antes posible.

Acerca de los médicos ya sabemos que, desde hace por lo menos nueve meses, están llevando a cabo una batalla despiadada para, por un lado, impedir el traslado de Alfie a otro hospital y, por el otro, poner fin a su vida in situ. Pero en el último momento ha surgido un enemigo con el que no habían contado: la realidad. Según sus previsiones, presentadas a los jueces hace ya tres meses para conminar la sentencia de muerte, Alfie no debería haber sobrevivido más que unos pocos minutos a partir del momento en que fuera desconectado el soporte vital. En cambio, Alfie ha empezado a respirar solo y sin convulsiones a pesar de la ausencia de fármacos. Pasan las horas y Alfie sigue viviendo; entonces el padre pide que, por lo menos, se le proporcione oxígeno e hidratación. Los médicos intentan no dárselo, el protocolo no lo prevé. Verdad, porque según el protocolo Alfie debería estar ya muerto. Entonces el oxígeno llega desde fuera del hospital. Pero, ¡mira qué casualidad!, un cordón de policía impide la entrada a los socorristas que, por orden del abogado de los Evans, lo único que tienen que hacer es entregar la mascarilla para el oxígeno que el hospital le niega al niño. Un muro de policías divide a los socorristas de Thomas; entonces lanzan la mascarilla por encima del muro humano y Thomas la agarra y sube de nuevo a la habitación de su hijo.

Alfie tiene oxígeno, pero no nutrición: los médicos contaban con esto para cerrar el tema. Pero Alfie, obstinado, sigue adelante y ayer, para evitar denuncias, el personal sanitario restablece la nutrición, pero no sin hacer algún otro intento de matar al niño. De hecho, a última hora de la mañana se inventan que tienen que quitarle la mascarilla de oxígeno porque no es material del hospital. «Entonces, dadme una del hospital», replica Tom. «No, el protocolo no lo prevé», es la respuesta. Hay un tira y afloja, intervienen de nuevo los abogados y hay nuevas amenazas. Al final el oxígeno se queda.

Y no es que los jueces sean mejores. Después de la sentencia del martes por parte del juez del Tribunal Superior Anthony Hayden -para el que, como bien sabemos, la vida de Alfie es «inútil»–, ayer fue el turno del Tribunal de Apelación de Londres, que se pronunció sobre el recurso contra la prohibición de trasladar a Alfie a un hospital italiano. El hecho de que quien presidiera el terceto de jueces fuera el nuevo presidente de la División de Familia del Tribunal de Apelación, sir Andrew McFarlane, había suscitado, al principio, alguna esperanza. Tal vez un juez nuevo, que no había estado implicado en el caso anteriormente, tendría una visión distinta del mismo. Además, en su biografía destaca el detalle que posee un burro, muy requerido en Navidad para los belenes vivientes. ¿Un buen augurio?

Basta seguir el debate desde el inicio y la poca esperanza que se tenía desaparece. Se comprende enseguida que no hay una gran empatía con los abogados que, por primera vez, defienden separados los intereses del padre de Alfie, Thomas, y de la madre, Kate James. Enseguida declara que el punto central es el «best interest», el «interés superior» de Alfie, que ya una serie de sentencias han ratificado que es la muerte. Se pide si la libertad de movimiento garantizada por la Convención europea sobre los derechos humanos podría afectar al «interés superior», pero está claro que es una pregunta retórica.

De hecho, acepta sin inmutarse las clamorosas mentiras de los abogados del Alder Hey: «Nunca nadie ha dicho que la muerte de Alfie sería inmediata después de la desconexión de la ventilación», dice el abogado. Es raro, porque según los archivos de los periódicos hay decenas y decenas de entrevistas a los médicos del Alder Hey, como también resúmenes de declaraciones en los tribunales, en los que queda claro que los médicos siempre han sostenido que Alfie habría vivido pocos minutos sin ventilación. Este dato fue decisivo para las decisiones de los jueces el pasado mes de febrero. ¿Es posible que sir McFarlane no lo supiera o que hubiera olvidado este detalle? Si se respondiera afirmativamente, se causaría un daño a su profesionalidad.

Pero sir McFarlane ha ido más allá: ha declarado que cuando se juzga un hecho no es necesario tener en cuenta la realidad. Por lo que se ha aceptado la afirmación del abogado del hospital, según el cual el hecho que Alfie siga respirando solo desde hace dos días «no cambia las circunstancias». Es decir, el hecho que un niño esté vivo cuando debería estar muerto desde hace por lo menos 36 horas no marca la diferencia, no hace que surjan dudas, ni siquiera hace que se investigue para comprender cómo es posible. Vivo o muerto, da igual; lo importante es el protocolo. En resumen, estamos siempre en lo mismo: si la realidad desmiente a la ideología, peor para la realidad. El poder ya ha decidido que Alfie tiene que morir, y el hecho que siga viviendo no cambiará las cosas.

Efectivamente, en la sentencia sir McFarlane afirma que «estamos en medio de un programa de cuidados paliativos» y que no hay razón para interrumpirlo. Extraña concepción de los cuidados paliativos: se niega el oxígeno, la hidratación y la alimentación a un niño de 23 meses ingresado en un hospital controlado por un pelotón de policías, cuyos padres son maltratados porque se atreven a protestar, obligados a permanecer en un hospital en condiciones dignas de un país del tercer mundo.

En conclusión: tened paciencia, que acabaremos rápido. Menos mal que en el Reino Unido la eutanasia es aún ilegal.

(Artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana. Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)

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Comentarios
17 comentarios en “La alianza entre jueces y médicos para que Alfie muera
  1. Lo de la Conferencia Episcopal de Inglaterra, primero con su comunicado vergonzosamente anti-vida de Alfie, es decir, en contra de sus padres que están luchando por él. Y luego, con el ominoso, el inmoral silencio actual, unido al visto bueno de su Jefe, el representante de la mafia de San Gallen, quien no les ha impedido este desprecio a la vida humana y después de producido no los ha echado a todos, marca el bajísimo nivel ético del pro-NOM partido de Bergo glio.

    Bergo glio nos quiere hacer creer que todo lo que puede hacer por Alfie es mandar un par de tweets, y tirarle el muerto al Bambino Gesú, como si fuera un tuitero más y no estuviera sentado en la Cátedra de Pedro, con las responsabilidades cristianas en favor de la vida humana, acordes a su cargo.

  2. «Sálvame, ¡oh Dios! por tu nombre, por tu poder hazme justicia.

    4. Oye, ¡oh Dios! mi oración, da oídos a las palabras de mi boca.

    5. Porque los soberbios se han levantado contra mí y violentos buscan mi vida. No ponen a Dios ante ellos. Seláh.

    6. He aquí que Dios viene en mi ayuda; es el Señor el sostén de mi vida.»

    7. Vuelve el mal contra mis adversarios. ¡Por tu fidelidad, extermínalos!»

  3. ¿Y dónde está, para defender la vida de Alfie, la habitual diarrea verbal de Bergo glio proclamando cualquier heterodoxia, en cualquier tiempo y lugar o la de sus esbirros?

    Tenemos que ver cómo actúan los alcahuetes de Bergo glio, siempre atentos a los deseos del líder, para saber que piensa el líder en verdad en cuanto a la vida humana de un niño católico sufriente, secuestrado y víctima de la cultura de la muerte e hijo de un padre católico quien defiende su vida, haciendo honor a su deber paternal.

    Por ejemplo, si vemos el portal ultra-bergo gliano Religión Digital se comprueba un silencio sobre Alfie que asusta e indigna a cualquier católico de verdad, pero no al representante de la mafia de San Gallen, a quien idolatran, y quieren satisfacer, leyendo su mente desviada y su corazón duro.

  4. Así que no es necesario tener en cuenta la realidad?, Estos tipejos tienen excremento por cerebro, viven en la mentira, y por la mentira, y el demonio es el padre de la mentira, ya verán con Dios,

  5. “Si de la enfermedad no se puede garantizar la curación, debemos cuidar sin ensañarnos inútilmente contra la muerte”y»es moralmente lícito renunciar a la aplicación de medios terapéuticos o suspenderlos, cuando su empleo no corresponde a aquel criterio ético y humanístico que seguidamente será definido proporcionalidad de las curaciones». Esto dijo Bergoglio en una carta a Paglia (Religión Digital) Estas palabras ambiguas dan la razón al juez británico que dictaminó la pena de muerte para Alfie Evans. Y subraya el «condicionamiento de la creciente diferencia de oportunidades» marcada por la «acción combinada de la potencia tecno científica y por los intereses económicos» que lleva al incremento de la desigualdad terapéutica, «presente en los países más ricos donde el acceso a las curas corre el riesgo de depender más de la disponibilidad económica de las personas que de las efectivas exigencias de curación». Alfie no es de la nobleza británica.

  6. Una vergüenza completa.
    El NOM exhibiéndose en toda su extensión asesina y cruel.
    Los mayoría de los medios de comunicación, callados.
    El papa de la Misericordia, intentando cerrar uno de los pocos medios de comunicación que exhiben todo este impúdico espectáculo.

  7. Una vergüenza completa:
    El NOM exhibiéndose en toda su extensión, asesina y despiadada.
    Los medios generalistas, ocultando el caso, no sea que la gente se entere.
    El papa Francisco, tratando de cerrar este portal, uno de los pocos medios de comunicación que informan sobre el caso…

  8. Es tremendamente raro que un médico que no ha llegado al diagnóstico de uno de sus pacientes, no busque la ayuda de otros médicos especialistas para lograrlo. El diagnóstico de un paciente es básico y fundamental para poder actuar en consecuencia y establecer las pautas adecuadas. Y Alfie no ha sido aún diagnosticado. Oficialmente no se sabe lo que tiene. Yo me pregunto si Alfie nació en ese hospital. Porque cabe preguntarse si la alteración neurológica que padece no será consecuencia de una mala actuación médica durante el parto. Y cabe preguntárselo, porque extraña enormemente la obstinación en impedir que otros médicos puedan verle y valorar su estado. Al igual que es excepcional que tras sobrevivir de modo autónomo tras retirarle la ventilación asistida, los médicos que le atienden no hayan modificado su criterio. Todo muy raro. Y hay un dicho en España que afirma :»Las equivocaciones de los médicos, la tierra las tapa».

  9. Nuestro bebé es precioso, te amamos Alfie, tienes un ejército mundial de almas rodeándote y llamando sobre ti a los poderes del reino celestial. Ni los grandes generales han logrado tanto como lo que este soldadito está logrando para la supervivencia de la humanidad, GRACIAS ALFIE, GRACIAS SEÑOR JESÚS, GRACIAS MADRE, OS AMO.

  10. Descaro, verguenza total, frialdad.

    El arzobispo de Liverpool va a Roma para tranquilizar al Papa sobre la valentía de los médicos del Hospital Alder Hey y la corrección de los jueces británicos que condenaron a muerte a Alfie Evans; y, mientras tanto, ahuyenta al sacerdote Gabriele Brusco del hospital, dejando a Tom, Kate y a la víctima inocente Alfie sin asistencia espiritual y testimonio concreto de la cercanía humana.

    ¿Qué dice el Papa de la misericordia, el Papa de la cercanía, de esto?

    ¿Reprendió o calló ante el Arzobispo de Liverpool por tener una apretada agenda y no pudo ir ni él ni ningún sacerdote suyo a consolar durante meses a Alfie y sus padres? Y además echa a otros sacerdotes que cumplen con la misericordia cristiana.

  11. Los abogados de esta familia deberían acudir al TJUE, como sea, para que le apliquen la libertad de circulación y residencia. Aún no ha habido desconexión (en teoría, no hasta junio) y, por tanto, los británicos todavía siguen siendo ciudadanos de la Unión; y no se les puede restringir su libertad de movimientos transnacional.

    Arts. 27 y siguientes de la DIRECTIVA 2004/38/CE, de 29 de abril de 2004
    relativa al derecho de los ciudadanos de la Unión y de los miembros de sus familias a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros

    Art. 29: Las únicas enfermedades que podrán justificar una medida que limite la libertad de circulación serán las enfermedades con potencial epidémico como se definen en los instrumentos correspondientes de la Organización Mundial de la Salud, así como otras enfermedades infecciosas o parasitarias contagiosas siempre que sean, en el país de acogida, objeto de disposiciones de
    protección para los nacionales.

  12. Todo esto va acorde con la dictadura LGTB promotora de la cultura de la muerte, lógico pues sus relaciones finales no son reproductivas, hasta coincide que el juez que ha decidido su asesinato es miembro importante de una asociación afin. Son contrarias a respetar las Leyes Naturales. En el mundo animal los papas se desviven por sus hijos y se ha visto mamas de monos cargando con sus hijos enfermos y muertos durante días esperando su recuperación o ¿ un milagro?. Dan la vida por ellos. Esto indica que si respetamos el Derecho Natural debe prevalecer el interés de los padres al del Estado, además el Estado no pierde dinero pues los padres corren con los gastos u otros organismos. No lo hacen por el bien del niño biológico sino por un interés idiológico.

  13. Papa Francisco, de corazón te imploro que escuches la súplica de Thomas Evans y visites a Alfie en Inglaterra. Pienso que si tú insistes se puede hacer, recuerdo cómo te desplazaste a la isla de Lesbos para solidarizarte con aquellas personas que llegaban desde Oriente Medio y otras partes del mundo, por favor continúa luchando por Alfie y agota todas las posibilidades a tu alcance, el mundo está atento a todo lo que haces y tu visita a Alfie puede ser decisiva para salvarle y salvar a la humanidad entera. ¡Por favor no te quedes sin intentarlo, seamos obreros de este milagro! De antemano muchas gracias Papa Francisco

  14. Los Estados que quieren arrebatar los hijos a los padres , ya sea físicamente como en este caso, o moral y espiritualmente con el adoctrinamiento ideológico en las escuelas, inculcándoles conceptos que van contra la ley natural, son Estados totalitarios, por mucha apariencia de Estados democráticos que tengan. El uso de la fuerza, llenando el hospital de policía, es un hecho más que lo acredita. Mi pregunta es: ¿Puede hacer Gran Bretaña lo que está haciendo con un súbdito italiano, puesto que esta es ahora la nacionalidad de Alfie? ¿O es un derecho que se arroga la Justicia inglesa, sin tenerlo?

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