El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, sostiene que Europa se hirió a sí misma mortalmente cuando rechazó la enseñanza de la encíclia Humanae vitae de Pablo VI.
El pasado lunes 16 de abril, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, participó en una mesa redonda sobre “La defensa de las raíces cristianas de Europa” organizada por la Fundación Valores y Sociedad en Madrid. Durante su intervención, el prelado indicó que Europa se hirió a sí misma mortalmente cuando rechazó la enseñanza de la Humanae vitae.
«Yo creo que el rechazo generalizado que hubo de la encíclica Humanae vitae hace cincuenta años marcó el declive de Europa», aseguró el prelado, añadiendo que «Pablo VI se quedó solo diciendo que la sexualidad tiene sentido en esa integración al servicio del amor abierto a la transmisión de la vida».
La publicación de la Humanae vitae se produjo poco después de los acontecimientos de mayo del 68. Sobre este momento, el obispo de San Sebatián ha señalado: «Creo que mayo del 68 es la quiebra auténtica, definitiva en buena medida, de esa Europa de las raíces cristianas».
«Es obvio que en este devenir histórico, primero en la Revolución Francesa, pero definitivamente en esa segunda parte del siglo XX, Europa ha roto con sus raíces cristianas, lo que no quiere decir que Dios, en su Providencia, no tenga un designio. Estoy convencido que lo tiene y lo iremos descubriendo», manifestó.
La intervención de Munilla sobre las raíces cristianas de Europa tuvo como hilo conductor una conferencia sobre los fundamentos espirituales de este continente que pronunció el cardenal Joseph Ratzinger el 13 de mayo de 2004.
En esta conferencia, el cardenal Ratzinger enumera los elementos morales fundamentales de la identidad europea. El primero de ellos, el carácter incondicional con que la dignidad humana y los derechos humanos deben presentarse como valores que preceden a cualquier jurisdicción estatal.
Al hablar sobre este primer elemento señalado por el cardenal Ratzinger, Munilla quiso recordar el caso del pequeño Alfie Evans y el sufrimiento de sus padres: «Ahora mismo existe ese drama terrible en ese hospital de Gran Bretaña en que ese niño, Alfie Evans, tiene una sentencia de un juez que ha decidido que ese niño tiene que morir».
El obispo de San Sebastián denunció que a este niño de 23 meses «se le impone una eutanasia por parte del Estado» y a sus padres, «que han intentado sacar al niño del hospital para llevarlo al Bambino Gesù de Roma se les ha prohibido, se les ha amenazado con ser detenidos si sacan al niño del hospital que tiene la fecha puesta para acabar con su vida.»
El prelado alerta de que al negar la patria potestad de los padres «hemos llegado a un límite tremendo». «Vamos camino del no reconocimiento de la dignidad inviolable del hombre», advierte.
Otro de los elementos de la identidad europea de los que habló Ratzinger en su conferencia es la cuestión religiosa, el respeto a lo que es sagrado para otra persona.
En este punto, Ratzinger indica: «Occidente siente un odio por sí mismo que es extraño y que sólo puede considerarse como algo patológico; Occidente sí intenta laudablemente abrirse, lleno de comprensión a valores externos, pero ya no se ama a sí mismo; sólo ve de su propia historia lo que es censurable y destructivo, al tiempo que no es capaz de percibir lo que es grande y puro. Europa necesita de una nueva -ciertamente crítica y humilde-aceptación de sí misma, si quiere verdaderamente sobrevivir».
Al hacer referencia a estas palabras del cardenal Ratzinger, Munilla señaló que de la pérdida de las raíces cristianas se ha derivado una especie de cristianofobia y una acción errática en la política internacional.
«Uno de los elementos por los que existe esta especie de cristianofobia en nuestra cultura es ver como en la politíca exterior de Occidente no se ha tenido la más mínima consideración hacia los cristianos perseguidos», comentó entre los aplausos de los presentes.
El obispo de San Sebastián también criticó que las intervenciones que ha hecho Occidente, especialmente en Oriente Medio, han sido «verdaderamente erráticas» y siempre «sin preguntar a los cristianos qué es lo prudente».
«Nuestra falta de conciencia de nuestras raíces cristianas ha hecho que nuestras intervenciones en el extranjero no hayan tenido en cuenta para nada el factor religioso», lamentó, al tiempo que afirmó que «intervenir en política internacional sin tener en cuenta el factor religioso es no entender nada».
Sin embargo, a pesar de los errores que se comentan en las intervenciones internacionales, Munilla manifiesta su esperanza en que el testimonio de los mártires, de los perseguidos, «será una de las bazas de la Providencia para despertar a Occidente de su letargo». «El testimonio de los mártires está llamado a ser uno de los acicates con los que Dios nos despierte de nuestra situación de mediocridad e indiferencia», concluyó el obispo.
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Desde mi inmensa admiración y simpatía por el obispo Munilla, y desde el aplauso a este artículo (incluida la cita que hace de unos de mis párrafos preferidos de Ratzinger), me permito una única precisión: lo grave en el caso del niño Alfie no es «que se niegue a los padres el derecho a decidir» «que se le quite a los padres la patria potestad sobre la vida del niño (??)». Precisamente, creo que aquí estamos de acuerdo en que la dignidad de la vida humana es un valor en sí mismo – no depende del gusto o deseo de los padres; si no, estaríamos en el mismo discurso del «derecho a decidir» que precisamente defienden los partidarios del aborto.
Atentar contra las Leyes Naturales, Morales y de Dios, lleva a la sociedad y las personas a comportamientos autodestructivos. El obispo Munilla es de lo mas sensato en la curia española.
El Obispo de San Sebastián: Monseñor don José Ignacio Munilla, es de los mejores obispos de España y hasta del Mundo, por no decir el mejor, Obispos como Munilla necesita la Iglesia Católica. Está formado en Toledo que es en la único seminario donde salen con auténtica formación sacerdotal. Sería un buen Papa para la Iglesia Católica.
MAXIMO,
Yo creo que lo llevas en el nombre y te vienes arriba enseguida.
A Mons. Munilla, que no es malo, y eso hoy en día es muchísimo, le falta muchísimo para ser el mejor obispo del mundo.
Por ejemplo cuando dice que Europa se hirió de muerte a si misma cuando rechaza la humanae viate, esta bien, pero decir eso hoy en día, cuando el que rechaza la humanae vitae es el inquilino de San Pedro y sus mamporreros, es tomarnos a todos por tontos o cobardear. O querer mirar para otro lado.
Y si a eso lo llama suicidio ¿que no habría que llamar a que el Papa en ejercicio de la Iglesia católica afirme y reitere en un documento magisterial que los amancebados pueden comulgar?
Eso no es suicidio eso es seppuku, que no se si sabes lo que es.
Eso dicho en castizo es como si tienes cáncer y te preocupas por un constipado.
O como dice el refrán, como si tienes tos y te rascas los co…..
¿Y este es el mejor obispo del mundo? Te has venido mucho mucho arriba ¿Cómo será el peor?