¿Miente Collins, mintió O’Malley o miente el Papa?

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Hay crisis y crisis de comunicación en la Santa Sede. Hasta ahora, las iniciativas, declaraciones, comentarios, escritos, omisiones y silencios del Santo Padre, cuando han causado estupor lo han hecho invariablemente en un sector, y han ido en una dirección concreta.

Para no andarnos por las ramas, la ‘progresía mundial’, la opinión dominante, no ha tenido apenas motivos para apenarse por lo que este Papa pueda aportar de distinto a los anteriores. Pueden, naturalmente, lamentar la posición intransigentemente provida del Pontífice o sus (escasas) declaraciones contra la teoría de género. Pero en eso no ha aportado nada nuevo, y si acaso ha rebajado considerablemente el tono con respecto a pontificados anteriores.

Por eso es verdadera noticia de primera el hecho de que el romance de Francisco con el sector progresista y mundano haya hecho aguas con motivo de los abusos sexuales en Chile.

Ya informamos en su momento que, en su visita a Chile, el Papa provocó las protestas de las presuntas víctimas del Padre Karadima al apoyar resueltamente a uno de sus supuestos principales protectores y cómplices, Juan Barros, al que hizo obispo y ha confirmado en su puesto, en lo que a muchos sonó como una desviación de su expresa política de ‘tolerancia cero’ en esta cuestión. Terminó complicando las cosas al llamar ‘difamadores’ a quienes acusaban al obispo en cuestión.

Abundando sobre el asunto, Su Santidad declaró que, pese a las protestas, ninguna supuesta víctima se había dirigido a él nunca para denunciar los hechos. Y según recientes informaciones, hay razones para dudar de que eso sea cierto.

El pasado día 5 se supo que el Papa había recibido en 2015 una carta en la que «se detallaba gráficamente el abuso sexual a manos de un sacerdote y cómo taparon el asunto las autoridades eclesiásticas chilenas». Pero Francisco insiste obstinadamente en negar que haya visto jamás esa carta.

Problema: fue el Cardenal Seán O’Malley, arzobispo de Boston y responsable de la Comisión Pontificia para la Defensa de los Menores quien, al parecer, se la entregó en mano.

Precisamente O’Malley fue la respuesta de Francisco a la crisis de los abusos sexuales por parte del clero, el encargado de que nunca se volviesen a ocultar casos de este tipo.

Según las fuentes, la carta llegó a la Comisión en abril de 2015, poco después de que el Papa promocionara a Barros contra la opinión de la mayoría de la Conferencia Episcopal Chilena, convencida de que ciertamente Barros había sido testigo de abusos de Karadima y los había ocultado.

En declaraciones a Associated Press, Marie Collins, de la Comisión, asegura: «Cuando le dimos  [a O’Malley] la carta para el Papa nos garantizó que se la entregaría y que le haría partícipe de nuestras preocupaciones. Y en una fecha posterior nos aseguro que lo había hecho».

¿Miente Collins? ¿Mintió O’Malley? ¿Miente el Papa?

La versión de Collins la confirma el propio autor de la carta, Juan Carlos Cruz: «El Cardenal O’Malley me llamó tras la visita del Papa aquí a Filadelfia y me dijo, entre otras cosas, que le había dado la carta al Papa, en mano».

Ahora bien, los medios convencionales pueden aplaudir hasta pelarse las manos cualquier medida papal para acercarse a Lutero, promover la inmigración masiva, premiar a abortistas, comparar los chismorreos de monjas con los asesinatos terroristas, permitir la comunión a los divorciados vueltos a casar, pasar por alto que su fiel Cardenal Marx permita ‘bendiciones’ clericales de parejas homosexuales o proclamar «perverso» el cuestionar el Cambio Climático, pero esto no. Esto, de ninguna manera.

Valga de sismógrafo de la opinión pública la cuenta en Twitter del jesuita Padre James Martin, el mediático autodenominado ‘apóstol de los LGTBI’, privilegiado por los nuevos tiempos y declarado fan del nuevo estilo introducido por Francisco. «Muy malas noticias», escribe en un tuit. «Solo puedo preguntarme si la leyó y quizá olvidó haberla leído. Pero, ¿cómo olvida uno algo así?».

El Papa Francisco siempre ha tenido comiendo de su mano a los que importan en el mundo, a la opinión publicada, y en ese sentido sí se podía y se puede presentar a la legión de perplejos con su pontificado como una exigua minoría. Pero la inmensa mayoría de esa mayoría está fuera de la Iglesia, y su apoyo al Papa es meramente táctico, mientras que muchos de quienes, como Martin, le han apoyado hasta ahora, le abandonarán en lo que se tarda en decir una jaculatoria si se confirma esta noticia.

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Comentarios
18 comentarios en “¿Miente Collins, mintió O’Malley o miente el Papa?
  1. Una precisión, apreciado Carlos. A las víctimas no les llamó difamadores, que es hablar mal sin motivo siendo cierto lo que se dice, sino calumniadores, que es mucho peor pues la calumnia consiste en mentir intencionalmente y con afán de dañar. Además no rectificó la calificación en el avión de vuelta. Lo único que hizo fue cambiar la palabra prueba por evidencia, siendo así que es lo mismo y que las pruebas testificales también son prueba, a valorar conforme a las reglas de la sana crítica, según los principios de no contradicción, de exhaustividad, de fiabilidad. Barros sigue embarrando a Francisco. Cuanto más tarde en pedirle la renuncia que ya pidió en su día y que retiró por implicar Barros a otros dos obispos, peor, mucho peor. Las dos ches, Chile y China pueden acabar con este pontificado.

  2. Espero que la Cigüeña, quien me tildó de desaforado a propósito del caso Barros, caso al que calificó poco menos que inocuo, retire el improperio.

  3. Echenique tiene usted razón, y esta muy bien el articulo.
    Sugiero a infoVaticana que retire el Blog de Paco Pepe, La Cigüeña de la Torre.
    Ha metido la pata hasta el cuadril defendiendo el caso Barros sin tener la menor idea.
    Cuando se escriben tantas entradas diarias como el , pasa esto , se mete la pata, y ademas sus palabras se tornan como mínimo superfluas, y erradas en mas de un caso como en el que dice «esta vez el Papa ha estado muy bien», y lo remacha diciendo «como muchas otras veces».
    Da un poquito de asco.
    Se agrega a esta observación sus reacciones intempestivas cuando recibe criticas como las de Echenique, y su costumbre demasiado reiterada de censurar a quien lo critique.
    Specola o Sandro Magister son serios.
    El , como minimo , no lo esta siendo.
    Desconozco el motivo.

  4. Veremos que ocurre con las investigaciones que se están haciendo. Por supuesto los echeniques de este mundo se apuran a condenar rápidamente y sin piedad. Fueron los que permitieron y callaron durante décadas de pedofilia en la Iglesia. Ellos tan «sagaces» no miraban, no se enteraban o le tenía terror a San Juan Pablo II.

  5. ¿ Echenique calló y ricardito denunció en el pasado ? Aquí sí que te corresponde la carga de la prueba, ¿ En qué caso callé ? ¿ En qué caso denunciaste ? La carta del 2015 deja en evidencia a un Barros que nunca debió ser protegido y menos por un pontífice cada vez más embarrado. Cada vez veo más justificado el apelativo de bobaine que se va extendiendo para tratarte y que te lo estás ganando a pulso. Me dan ganas de adherirme.

  6. Primero hay que investigar y decir el grado de verdad: certeza probada, indicio, conjetura…

    Sobre Barros: si el Papa lo cree es que lo cree, pero puede ser que la verdad real sea otra, pero sólo puede: que Barros mienta y sí supiera.

    O Karadima ocultó perfectamente sus delitos, o Barros tuvo sospechas sin indicios y presumió la falsa inocencia de Karadima. También puede ser que Barros negligiera su deber de investigar a u amigo… El elenco de posibilidades es amplio: de cómplice a ignorante, y hay que probar la culpabilidad.

  7. Para pedirle que renuncie por falta de credibilidad, indispensable para el ministerio episcopal, como ya se le pidió en su día, no es necesaria ninguna condena judicial civil o canónica. Su credibilidad en Chile, en estos momentos, es cero pelotero. ¿ No le ha pedido Francisco a Pell que renuncie a sus encargos en el Vaticano sin condena judicial alguna ?

  8. Echenique: Se ve que estás perdiendo los estribos. Ahora el Santo Padre envía a alguien que averigua más. Te sigues confundiendo con la carga de la prueba.

  9. Riccardo Cascioli distingue entre pedofilia y efebofilia, que es el 80% de los casos y está vinculada a la homosexualidad. El caso Barros es la punta del iceberg. Si no queremos pedofilia ni efebofilia en la Iglesia no hay más remedio que acabar con los curas homosexuales. Si los homosexuales consolidados , según las disposiciones canónicas, no pueden acceder al sacerdocio, si acceden a pesar de la prohibición deben ser expulsados del sacerdocio porque ese no es su sitio y conlleva esos riesgos. La tarea va a ser durísima pues el lobby gay, tan potente en la Iglesia, está muy dentro y muy arriba, pero que muy arriba, protegido además por el funesto ¿ quien soy yo ? Este pontífice, con criterios tan nocivos, es incapaz totalmente de abordar la cuestión. Debe marcharse ya. El caso barros lo pone de manifiesto. http://lanuovabq.it/it/chiesa-il-problema-non-e-la-pedofilia-ma-lomosessualita

  10. ECHENIQUE
    De la Cigonia esta muy mayor, muy mayor.
    Y comete errores impropios.
    Yo todavía estoy esperando que me conteste una andanada que le solté, tras unos exabruptos suyos. Ha callado como un muerto, porque no puede.
    He constatado que ciertas personas a la vejez parecen entrar en una etapa de institucionalización, de falsos respetos humanos, de eludir incluso los hechos si estos son desagradables.
    Cuando uno intenta contemporizar, y se aleja de los hechos desnudos, malo.
    La verdad los hechos son los que son e ignorarlos por comodidad, o por miedo a parecer radical, es una estupidez o una senilidad.
    Es una pena ver como gente buena cae en la complacencia o en lo políticamente correcto, o en no complicarse, ignorando los hechos. Es algo que alguien como De la Cigonia que regenta un blog católico en teoría nunca tendría que permitirse.
    Solo hay que ver como se altera cuando le pones los puntos sobre las íes.

  11. » La vida religiosa masculina está peligrosísimamente contaminada, con minorías, faltaría más que fueran mayorías, de repugnantes ejemplos que la destruyen y además, de rebote, destruyen a la Iglesia. Que nunca se entera de nada hasta que el escándalo aparece en los medios. Y entonces intentan mostrarse como vírgenes violadas cuando los violados son otros. Y por miembros ordenados de la Iglesia. ¿No sabíamos nada? Pues a enterarse. Que va en el sueldo.»
    Es curioso pòrque, si esto mismo lo dice Echenique en el caso Barros, por el que, por lo visto, siente especial debilidad, resulta expulsado sin contemplaciones, pero, si lo dice la Cigüeña, como lo dice, sin excepción, en su entrada » Ahora un capuchino «, entonces santo y bueno. Será lo que dices tú, apreciado Juan.

  12. Juan Nadie . Comparto contigo ( hoy ) cuando dice ….

    «La verdad los hechos son los que son e ignorarlos por comodidad, o por miedo a parecer radical, es una estupidez o una senilidad. ..»

    La senilidad es un estado en el cual pasaremos todos y es irreversible .

    La persona ancianas , no es que aceptan la complacencia , lo políticamente correcto, o no complicarse, sino por su experiencia son más inclinados a perdonar lo errores .

    A algunos , le vendría bien un poco de senilidad precoz .

  13. LINDOR COVAS
    Tu puedes ser el tio mas misericordioso o mas senil del munco o ambas cosas a la vez. Pero por mucha misericordia que tengas, no puedes decirle a uno que obra mal, que eso esta bien. Eso no es misericordia, sino la peor traición. Y si lo haces por quedar bien, o porque piensas que así también tu puedes hacerlo, es además una estupidez.
    Lo que esta mal, nunca es ni será bueno, por mucho que lo diga Bergoglio o sus mariachis. Luego si hay arrepentimiento, misericordia toda, la de Cristo, la buena, la verdadera. Arrepentimiento.
    Y el decir lo que esta bien y lo que esta mal no es juzgar a las personas sino las conductas.
    Solo Dios juzgará, pero por decir que lo malo es bueno, no logramos que el pecado no cuente al contrario.
    Y luego si eres misericordioso, fantástico, pero con la verdad por delante. La misericordia basada en la mentira es diabólica y escandalosa en sentido bíblico. No se si me entiendes.

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