Reflexiones sobre un matrimonio de altos vuelos

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¡Qué levante la mano! ¿Quién desea aguar la fiesta sentimental que hay detrás de (lo que se presenta como) una facilitación del Papa a un amor acabado en matrimonio? ¿Hay alguien? ¿Hay alguien?

No creo. Bueno.

Los seguidores de este blog saben que no soy un fan de la forma canónica del matrimonio (cc. 1108, 1117) –un tratamiento que ha sobrevivido ampliamente a la enfermedad (el matrimonio clandestino) que tenía que curar–, pero la forma canónica sigue siendo ley para los católicos y esta ley implica la validez del matrimonio católico. Basándome en los artículos publicados aquí y aquí, no puedo decir si la «boda» oficiada por el Papa de una pareja desprevenida garantiza los requerimientos de la Iglesia sobre el matrimonio; parece que otras leyes relacionadas con la licitud del matrimonio han sido olvidadas en este acontecimiento. Como ha sucedido en varias ocasiones bajo pontificados anteriores, un representante de la Sala de Prensa del Vaticano nos garantiza que «todo fue válido». Afirmaciones como ésta, hechas por personal de relaciones públicas no cualificados ni autorizados canónicamente no tienen, obviamente, ningún peso. Hay preguntas sobre este hecho que siguen necesitando respuestas reales.

Antes de entrar en más detalles, déjenme decir que lo siento mucho por Paula Podest y Carlos Ciuffardi, dos amables asistentes de vuelo que atendieron la visita de su célebre huésped y, lo siguiente, fue ver retransmitidos por todo el mundo sus nombres, caras y la historia sobre su matrimonio bastante curiosa. Ellos no pidieron la boda y se quedaron bastante sorprendidos cuando el Papa Francisco lo sugirió. No fue idea de ellos.

Bien, abordemos ahora la cuestión en sí misma.

Los papas tiene jurisdicción para el foro externo en cualquier parte del mundo (cc. 134, 331, 1108), por lo que Francisco puede oficiar una boda en cualquier lugar, en cualquier momento.

Pero oficiar una boda significa algo concreto: significa pedir y recibir el consentimiento de las partes contrayentes para casarse el uno con la otra (c. 1108) aquí y ahora. El consentimiento para el Rito del Matrimonio se pide a cada parte individualmente y debe estar orientado a casarse con la otra parte en ese preciso instante: la petición no se plantea como una pregunta conjunta a la pareja sobre estar casados, algo parecido a: «Vosotros dos, ¿queréis estar casados?», sino que está enmarcada en la pregunta: «¿Quieres casarte con él/ella?» en este preciso instante. Si el consentimiento (el verdadero núcleo del matrimonio según el canon 1057) no se pide adecuadamente y se recibe del mismo modo, no es un intercambio, y esta pareja no debe casarse (y, no, «Ecclesia supplet» no puede compensar un error en lo que en realidad es una forma sacramental, en lugar de la forma canónica). Los artículos mencionados antes, por lo que yo veo, abordan sólo el hecho de que el Papa saca a colación el tema del matrimonio al preguntar a la pareja si quieren casarse, uniendo sus manos, diciendo una cuantas palabras inspiradoras sobre el matrimonio y declarándoles marido y mujer. Pero esta secuencia no describe en absoluto un intercambio real de consentimiento por ambas partes. Esperemos, entonces, que en el hecho real se dijera mucho más de lo que se ha escrito en la prensa.

Segundo, la forma canónica exige la presencia de dos testigos independientes en el intercambio del consentimiento, lo que significa que cinco personas deben estar presentes en la boda –no personas que hayan sabido de ella unos minutos más tarde o que vieron que ocurría algo y se preguntaron: «Oye, ¿qué está pasando ahí atrás?»–; sino cinco personas que actúan juntas y al mismo tiempo: la novia, el novio, el celebrante y dos testigos. Mientras algunos artículos no son claros sobre el número de personas que presenciaron el hecho, y mientras esta foto muestra a cuatro personas (¿más el fotógrafo?) y cuatro firmas en un documento, otra foto muestra cinco nombres en el documento de matrimonio, por lo tanto se puede presuponer que eran cinco (c. 1541).

Tercero: aparentemente se ignoraron varios cánones sobre la licitud de los matrimonios (las normas sobre la «licitud» son consideradas, a veces, como reglas pasajeras en la vida de la Iglesia, sobre todo cuando los superiores las modelan) incluyendo: la exigencia de una preparación pastoral seria al matrimonio (c. 1063), recibir la Confirmación antes del Matrimonio (c. 1065), se recomienda el Sacramento de la Reconciliación y la Sagrada Comunión antes de la boda (c. 1065), comprobar que no haya obstáculos a la validez o licitud (c. 1066), garantizar que los contrayentes son libres para casarse (c. 1068) bajo pena de actuar ilícitamente si no lo son (c. 1114), la previsión de que las bodas católicas se celebren en la iglesia (cc. 1115, 1118) y haciendo uso del tesoro de la Iglesia contenido en los libros litúrgicos para la celebración del rito sacramental (c. 1119).

Mientras esta historia da la vuelta al mundo, diáconos, sacerdotes y obispos que tratan de mantener las normas de la Iglesia fomentando valores como una adecuada preparación al matrimonio, un contexto eclesial para una boda católica y el uso de textos establecidos y fiables para expresar el consentimiento podrían sentir la boda Podest-Ciuffardi como una evidencia que, si el Papa Francisco no insiste en dichas tonterías legales y se preocupa sólo por el amor que dos personas sienten, ¿por qué no deberían hacer ellos lo mismo? El ministerio del clero consciente de este aspecto acaba siendo más difícil.

Como he dicho antes, me gustaría ver eliminados los requerimientos para la forma canónica del matrimonio, esto por varias razones, una de ellas es que –omitiendo una historia larga de contar– podríamos exigir más a los católicos que se quieren casar por la Iglesia de lo que se les exige ahora. Pero el ejemplo del Papa de una boda espontánea, sin preparación, no es en absoluto lo que a mí y a muchos otros nos guste. Esta pareja, sin duda alguna, pensó más y estuvieron más atentos cuando se casaron por lo civil ante un juez en 2010 que lo que posiblemente han podido atender a lo que el Papa les sugirió, en un aviso de pocos segundos, mientras trabajaban, sobre los Andes.

Si lo tengo que decir, lo diré: espero que Podest y Ciuffardi sigan casados y vivan felices para siempre, pero me preocupan las decisiones tomadas rápidamente y bajo circunstancias que no te permiten reflexionar.

El Papa ha opinado, parece ser que en más de una ocasión, que “la mitad de los matrimonios sacramentales son nulos”. Espero que el de Podest y Ciuffardi sea una excepción.

Dr. Edward Peters para CanonLawBlog. Traducción de Helena Faccia para InfoVaticana

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Comentarios
28 comentarios en “Reflexiones sobre un matrimonio de altos vuelos
  1. El matrimonio católico está ya muy desvalorizado, primero la preparación es absolutamente absurda, generalmente un matrimonio de la parroquia te pegan unas chapas durante un par de fin de semanas y ya está, y luego no digo las nulidades express ya son auténticos divorcios, peor todavía porque el divorcio no anula el vínculo si no que disulve el contrato en personas y bienes, y la nulidad como su nombre indica intenta demostrar contra viento y marea que no existió tal matrimonio. La iglesia debiera de dejar de celebrar matrimonios o si lo hace, dejar bien sentado a la pareja que no existen nulidades, que divorcios ya se los ofrece la sociedad civil con lo cual pueden rehacer sus vidas tantas veces como quiera. El gran escándalo son las nulidades. Es mi punto de vista.

  2. . De todas formas el estado español debiera de dejar de reconocer los matrimonio canónicos como válidos, la gente se debiera de casar por lo civil y luego cada uno por su religión, es de todas formas lógico. Porque en el matrimonio que ha celebrado el Papa, ¿en qué espacio aéreo estaban?, ¿dónde estaban las proclamas? ¿eran solteros? ¿se casaron para obtener papeles?. Di que esta pareja ya estaba casada por lo civil, pero cualquier Estado no reconocería ese matrimonio a efectos civiles. Es como si me caso yo en la cima del Everets oficiado el enlace por un Lama.

  3. María: las causales de nulidades fueron ampliadas por San Juan Pablo II. Para casarse se requiere una aptitud nupcial que implica que se pueden asumir los deberes y obligaciones del matrimonio. Hay casos, entre otros, que por problemas psicológicos, dichas obligaciones no se pueden asumir tanto con respeto al otro cónyuge como a los hijos. Ya el Código del 1917 tenía nulidades de matrimonio. Suprimir las nulidades es una gravísima injusticia para la parte inocente.

  4. Las numerosas dubia de Aldo María Valli sobre el matrimonio in volo y al volo. Las comparto todas, absolutamente todas. http://www.aldomariavalli.it/2018/01/19/i-miei-dubia-sul-matrimonio-al-volo/
    Por su parte, Antonio Socci no se corta un pelo. Habla de destrucción de los sacramentos.
    C’E’ UNA LOGICA (E UNA COSTANTE) IN QUESTI GESTI BERGOGLIANI: LA DISTRUZIONE DEI SACRAMENTI
    http://www.lanuovabq.it/…/nozze-in-volo-tra-inganno-e-banal…
    Hay una lógica (y una constante) en estos gestos francisquitas: la destrucción de los sacramentos http://www.lanuovabq.it/it/nozze-in-volo-tra-inganno-e-banalizzazioni
    Antonio Socci Facebook

  5. Esto no pinta bien, a ver si un cura no puede casar en un ayuntamiento porque no van y me parece muy bien, porque el papa puede casar en un avión; ¿que está pasando?.
    .

  6. Con todo respeto recuerdo (ver ACIPRENSA) que hubo una aclaración de la Sala Stampa «“Después de la tercera pregunta –hecha por un laico–, el Papa, en la respuesta dada ‘de manera improvisada’ sobre la ‘cultura de lo provisorio’, dijo oralmente: ‘por esto una gran mayoría de nuestros matrimonios sacramentales son nulos’ (así aparece en la grabación), mientras que el texto de la Sala de Prensa de hoy señala: ‘una parte de nuestros matrimonios sacramentales son nulos’”, indicó. “¿Por qué este cambio? ¿Es una manipulación del Papa?”, expresó el P. Lombardi. “La respuesta es que –explicó–, cuando el Papa habla ‘de manera improvisada’, espontáneamente, el texto transcrito es siempre objeto de una revisión por parte de quien es responsable del cuidado de los textos del Papa, para verificar la lengua o eventuales inexactitudes o puntos particulares que sea justo precisar. Cuando se tocan temas de un cierto relieve, el texto revisado es siempre sometido al Papa mismo”. Acá pasó lo mismo.

  7. El canonista apresurado:» ¿Y cómo sabéis estas cosas? ¿Tenéis buena memoria del catecismo?’. ‘No, no, no. Nosotros hemos hechos los cursos prematrimoniales’. Estaban preparados. A los párrocos les digo que estaban preparados y yo he juzgado que estaban preparados». FRANCISCO.

  8. Contesta el Papa: “La cosa fue simple. El señor (Carlos Ciuffardi, ndr.) había estado en el vuelo del día antes. Ella (Paula Podest, ndr.) no estaba. Él me habló. Me di cuenta de que me estaba sondeando… fue una buena plática. Al día siguiente estaban los dos y cuando nos tomamos las fotografías me dijeron que se habían casado por lo civil y que ocho años antes se estaban por casar en la parroquia, pero la iglesia se derrumbó por el terremoto un día antes de la boda. Y así no hubo matrimonio. Decían: “Lo hacemos mañana, pasado mañana…”. Y luego la vida sigue adelante: llega una niña, después otra. Yo los interrogué y me dijeron que habían hecho los cursos prematrimoniales. Me pareció que estaban preparados. Los sacramentos son para los hombres, todas las condiciones estaban muy claras. ¿Por qué no hacer hoy lo que se puede hacer? Esperar a mañana tal vez habría significado esperar otros diez años. Ambos se habían preparado ante el Señor con el sacramento de la penitencia. Me dijeron qu

  9. El Papa, contra los matrimonios preparados “en dos o tres reuniones”, salvo que no sea ni media, pero sea en vuelo y al vuelo, que le pone mucho.

  10. Si esto lo hubiera hecho otro Papa ¿leeríamos tantas críticas? Si no recuerdo mal el Papa tiene ciertos privilegios para «romper» (permitaseme la expresión) matrimonios que según los cánones se consideran válidos. ¿No debe tener poder para celebrar el matrimonio también más allá de los casos establecidos en los cánones cuando hay una clara voluntad por los contrayentes, no hay impedimento, etc?

  11. Mohamed, te aseguro, que, al menos por mi parte, las críticas hubiesen sido las mismas o incluso mayores. Permitir el acceso al sacramento del matrimonio, que es un sacramento de vivos, sin confesión previa, está muy mal, lo haga quien lo haga y si es el papa todavía peor por el pésimo ejemplo que ha dado. Las relaciones prematrimoniales son pecado.

  12. «El Papa añadió que después de hacerles algunas preguntas «juzgué que estaban preparados. Y cada uno se preparó ante el Señor, con el sacramento de la penitencia. Y los casé. Eran conscientes de que estaban en situación irregular. Pueden decir a los párrocos que el Papa los interrogó bien, y que habían hecho el curso prematrimonial».»

    Bueno, habían hecho el curso prematrimonial, y si el sacramento se suspendió un día antes por el terremoto se supone que las formalidades se habrán cumplido, están casados por civil hace siete años, tienen dos hijas, solicitaron recibir el sacramento libremente, se habían hasta confesado antes, el Papa que alguna experiencia pastoral tiene los interrogó y los consideró preparados… ¿entonces por qué las críticas? Ah, claro, es para que se cumpla lo que escrito está https://aclaracionesutiles.wordpress.com/

  13. Con todo respeto es algo que ya ocurrió y seguramente irá al guinness world records, que fue un asunto preparado seguro que sí, la diplomacia vaticana no hubiera permitido otra cosa, que el Pontífice puede hacer lo que hizo es absolutamente cierto, que es una situación canónica novedosa por los temas de jurisdicción y de dónde se va a inscribir el sacramento y a qué Diócesis corresponde es un tema a estudiar con profundidad. Que si hubiera estado el Padre Lombardi el tema se hubiera terminado también es cierto. Que han creado una nueva forma comercial de casamiento también es cierto. Antes se hacía en los transatlánticos y ahora en los aviones, se ha reeditado la línea aérea TWA de los años 40 a 60 ahora se llamará TWeddingAirline.
    En vuelos largos hasta se puede pensar en la noche de bodas.

  14. Ya estamos acostumbrados a que en las cosas del Papa Francisco haya poca claridad. No sé de dónde sale la cita que hace Inés, pero en el enlace que yo he puesto más arriba a la rueda de prensa del Papa, éste dice: «uno de ellos se ha preparado delante del Señor con el sacramento de la penitencia». Esta cita parece contradecir la señalada por Inés porque allí parece que se confesaron los dos; si así fuera no veo por qué el Papa iba a decir que sólo se confesó uno. En fin, como decía, con más claridad y transparencia todos estaríamos mejor. la falta de claridad hace daño al pueblo fiel.

  15. » ¿Por qué no hacer hoy lo que se puede hacer? Esperar a mañana tal vez habría significado esperar otros diez años. «Dijo el papa en la explicación del porqué los había casado. A ver si lo he entendido bien. O sea que, si no los casaba el papa al vuelo, ¿podrían pasar otros diez años sin casarse ? Pues no parece que estuviesen ni muy preparados ni muy convencidos. Mucho me temo que ha habido una triple utilización a mayor gloria de los tres.

  16. Echenique

    Le suplico , por favor , que cuando se confiesa , lo publique en todas la redes sociales ,…….. para no tener dudas …

  17. Los fanáticos antipapistas se «comieron» la charlatanería y a criticar. Ha sido sumamente divertido. Ahora aúllan y aúllan porque el matrimonio fue celebrado correctamente. Saludos de Franciso Santo Padre de la Iglesia Católica que los espera cuando regresen.

  18. Dada la discrepancia entre la versión de La Stampa y de Aleteia, he ido a la web de la Santa Sede donde está la transcripción original de la rueda de prensa aérea. Esa pregunta fue formulada y respondida en italiano y quizá por eso las traducciones difieren. El texto original dice: «Ognuno di loro si è preparato davanti al Signore, col sacramento della Penitenza, e poi li ho sposati». La traducción es «Cada uno de ellos se preparó ante el Señor, con el sacramento de la Penitencia, y luego los casé». De lo que no hay duda es que se está refiriendo a los dos. Es de justicia dejar constancia de ello.

  19. No tiene sentido que publicar el hecho de que dos fieles han recibido el sacramento de la Penitencia. Pero ello deriva de la decisión de hacer público el matrimonio celebrado en aquellas circunstancias. Si se hubiera hecho en privado y sin trascendencia no tendríamos por qué interrogarnos acerca de nada; el Papa se ocuparía de hacerlo bien y punto. Pero cuando decide hacer de ello una noticia, era previsible que desencadenase un sinfín de interrogantes. No veo por qué debe tildarse de antipapistas a quienes plantearon esos interrogantes.

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